México cerró el 2023 con un 3.6% de crecimiento a la economía, incluso los periódicos de la derecha más reaccionaria han tenido que reconocerlo a regaña dientes. Los datos rebasan no sólo la proyección emitida a inicios de año, de 1%, además rebasan el crecimiento de países europeos como España que es de los que mejor proyección tiene con un 2.4%, Alemania -0.3% o Francia 1%, y el último informe de la CEPAL señala que latinoamérica crecerá 2.2% este año. Es un contraste total con economías como la Argentina, que se encuentra en una descomposición muy dura tras las políticas criminales tomadas por los últimos gobiernos, especialmente durante la pandemia, y que ha dado la base material al avance de la ultraderecha con Milei.
El crecimiento del PIB ha estado dominado por el sector agropecuario con un 3.2%, seguido del de servicios 1.4%, y en tercer lugar el industrial con 0.6%. Hemos tenido 10 trimestres consecutivos con subidas a tasa anual y 8 con crecimiento trimestral. Esta dinámica ha arrastrado a otros sectores como la minería que repuntó 1.6%, o la industria de la construcción con 2.4%, a lo largo del año.
El gobierno de Lopez Obrador ha seguido el mismo camino que sus similares, reformistas de izquierda, en América Latina y Europa, ha intentado la utópica fórmula de conciliar a las clases gobernando para todos y aplicando su economía moral con las correspondientes apelaciones al empresariado. Pero no ha sido esta política la que nos está llevando al “mexican moment”, como ya lo llaman algunos, sino el excepcional beneficio económico que ha traído la guerra interimperialista con el nearshoring, un intento de relocalizar algunas industrias cerca del mercado norteamericano, aprovechando los salarios bajos, las exenciones de impuestos y los precios bajos de energía, que ofrece el país, como lo explicamos en el artículo: México, el nearshoring y la lucha interimperialista entre EEUU y China (https://www.izquierdarevolucionariamx.net/index.php/mexico-b/nacional/1261-nacional/12368-mexico-el-nearshoring-y-la-lucha-interimperialista-entre-eeuu-y-china).
El nearshoring ha sido el principal empuje de la IED, que durante los primeros 9 meses de 2023 se incrementó 30% con relación al mismo periodo de 2022, el 8% son nuevas inversiones[1]. Las últimas semanas se ha anunciado el interés de más de 23 empresas de Utah de invertir en México que se suman a las que ya hemos venido recopilando. México podría sufrir un nuevo salto en su proceso de industrialización parecido a la firma del tratado TLC en 1994, el costo será la pelea por mantener los salarios bajos pues de otra forma no habría el mismo ánimo para la inversión; la energía barata o concesionada, lo que implica llevar a cabo los megaproyectos de muerte y finalmente el incremento de despojo, gentrificación, etc. Los beneficios, como lo comentamos serán limitados a las grandes empresas, -para la clase trabajadora podría haber mayor índice de empleo, como ya lo estamos viendo, este sexenio la masa salarial real creció 31.3%, - aunque precario; y cierta estabilidad económica. Hasta que una nueva crisis, que ya comienza a erigirse en Estados Unidos, pare el proceso, dejando la industria, pero arrebatando los pocos beneficios para la clase obrera.
Es por ello que en los discursos de la muy probable ganadora de la presidencia en 2024, Claudia Sheinbaum, se esmere por llamar la atención del empresariado ofreciéndole el sol, la luna y las estrellas, para las inversiones en el país. Sheinbaum no es marxista, ni socialista, así que no comprende que no se puede trabajar para dos amos, si sigue por ese camino, no logrará gobernar para todos, sino solo para los de siempre. El temporal beneficio económico que estamos observando, es producto de la estabilidad económica y aunque en el fondo la desigualdad social no deja de crecer, en apariencia parece que es posible gobernar en beneficio de todos, pero no es más que una ilusión.
Este mismo fenómeno lo vimos en Brasil a principio de los 2000, cuando comenzó una fuerte relación con China y un boom de las commodities, el entonces primer gobierno democratico y de izquierda del PT comandado por Lula, incremento los apoyos sociales que llegaron a cubrir hasta el 20% del ingreso familiar (hoy en México es del 15%), reducir la pobreza considerablemente en 30 millones, Brasil entró a los BRICS y parecía que el milagro del reformismo funcionaba, sin embargo, a partir de 2014, todo se vino abajo, no era más que castillos en la arena, todas las medidas eran superficiales e insuficientes. El PIB cayó, los programas sociales se recortaron, de un día para otro las familias perdieron sus ingresos de manera radical y el costo fue la desilusión, la desesperación, la desmoralización y la llegada de la ultraderecha Bolsonarista.
Hay otros elementos que también están pesando en la economía mexicana, el turismo que tras el levantamiento del confinamiento ha llegado a 6.9% de la IED nacional, México se ha convertido en el 6o lugar en cuanto a número de proyectos de IEDT, con 105 proyectos. Las remesas también tienen cifras récord nuevamente este 2023 con 63,700 mdd, y la deuda no solo está contenida sino remontada, hasta hoy el gobierno mexicano ha reducido la deuda pública externa en un 13.7% a tasa real anual. Aun así, tenemos una deuda del 90% del PIB, el 45% de deuda es gubernamental, el 30% empresarial (el 25% empresarial no financiero, el 10% empresarial financiero) y el 20% deuda de los hogares. Así que no se pueden echar las campanas al vuelo.
La estabilidad que promete Sheinbaum es una clave para la economía capitalista, pero habrá que preguntarnos a costa de qué y ya hemos tenido un poco de eso, el aumento y la poca justicia en casos de asesinatos a periodistas y defensores de la tierra, la impunidad militar en el caso Ayotzinapa, aumento de la precariedad y explotación laboral, son muestras del costo que puede tener esta promesa.
La prensa burguesa no se cansa de alardear sobre la urgencia de modernizar la infraestructura, especialmente la energética para aprovechar al máximo el nearshoring, el gobierno ha dado pasos también en este sentido y dará aún más. Actualmente ya somos el 4o país con mayor exportación de gas al mundo. También están en marcha grandes proyectos de infraestructura que ha costado el despojo y daño al medio ambiente como los trenes transistmico y maya.
La amenaza china
Pero a la burguesía no sólo le importa la estabilidad interna, también la externa, la política exterior es un reflejo de la política interna y aquí tenemos una total sumisión en los hechos hacia el gobierno EEUU que es el que principalmente está promoviendo el nearshoring junto a su desesperada burguesía. De tal forma que los últimos acuerdos comerciales implican poner a disposición de EEUU el territorio mexicano para exploración geológica y asegurar mano de obra barata e incluso imponer un cerco hacia China y Rusia. Y en el terreno político implica una política criminal contra la comunidad migrante, como ya lo hemos visto.
Sin embargo, esta es la mayor contradicción de EEUU y el nearshoring, esta estrategia económica surgió para intentar poner un freno al avance chino y romper la dependencia con este país al fracasar la guerra comercial y arancelaria. Sin embargo, como lo ha explicado el mismo The economist, esta estrategia está lejos de asegurar el triunfo a EEUU, la dependencia con China no se ha reducido solo ha tomado un camino indirecto. Las materias primas de China siguen siendo las más competitivas y eso provoca que sigan llegando a través de otros países, incluso aunque se maquile en México, la mayoría de las materias primas seguirán siendo chinas, pues muchos proveedores intentan evadir estas restricciones a través de terceros e incluso los primeros procesos de maquila.
Por ello Estados Unidos se aferró con uñas y dientes a incrementar el contenido norteamericano para las reglas de origen en la última negociación del T-MEC, hasta un 75%. Una característica del capitalismo es lo difícil que es gestionarlo, una vez echada a andar una dinámica, no parará hasta toparse con el mayor grado de contradicción posible y estallar en mil pedazos.
Se supondría que México debe mantener su distancia de China, sin embargo, en la última reunión en San Francisco, donde el gobierno mexicano recibió muchas promesas de Biden, quien habló de “convertir a la región en la más competitiva del mundo”, por otro lado también recibe de China 250 mil unidades de enseres domésticos para Guerrero, es decir, acciones concretas contradictorias tan solo unos días después del encuentro. Esta supuesta distancia es imposible de mantener en medio de una economía globalizada y donde China está siendo la fábrica del mundo. Las empresas chinas invirtieron 1,760 millones de dólares en México desde el año 2020 en transporte, minería y energía. México es actualmente el segundo mercado receptor de vehículos eléctricos chinos, sólo después de Rusia, y se han comprado 260 mil en el último año. Al mismo tiempo, cinco legisladores estadounidenses enviaron una carta al Congreso de EEUU planteando textualmente “nos preocupa como China pretende inundar el mercado norteamericano de coches eléctricos” y exigiendo una investigación.
Entre las empresas chinas que también están aplicando el nearshoring están BYD, Cherry y SAIC motors, y Chirey que patrocina al equipo de fútbol Tigres. La importación de vehículos eléctricos a México están libres de arancel por un decreto que se vence en septiembre de 2024, a partir de entonces tendría que aplicarse el acuerdo de reglas de origen del T-Mec, sin embargo, el país no tiene la infraestructura necesaria para la importación masiva como estaciones de carga y almacenaje, lo que provoca congestionamientos en puertos como Lazaro Cardenas, la alternativa que China ofrece es hacer el armado aquí con inyección de plástico y la parte más importante, valiosa y sofisticada de la tecnología eléctrica que es la producción de chips semiconductores hacerla en China, esto ha prendido las alertas para EEUU.
La industria automotriz aporta el 4.8% del PIB, sus exportaciones son la principal fuente de divisas, genera un millón de empleos directos y 3.5 millones de indirectos, el 22% de la IED que entró al país en el tercer trimestre se orientó a esa rama de la economía. Baja California, Jalisco y Puebla son los estados que tienen el mayor número de armadoras.[2]
La insistencia de cerrar la frontera y emplear a la mano de obra migrante de este lado, la amenaza de intervención para supuestamente controlar al narcotráfico, la insistencia de que en México hay más espías rusos que en cualquier parte del mundo y la supuesta lucha contra el fentanilo frente a China, tienen de fondo es un interés apabullante por parte del imperialismo estadounidense de control sobre México en su objetivo de convertirlo en su fábrica trasera. Si el trumpismo gana las próximas elecciones en noviembre estas presiones se incrementarán, lo que necesitamos no son más negociaciones ni acuerdos comerciales que incrementen nuestra dependencia a uno u otro imperialismo, sino una política de expropiaciones y nacionalización bajo control de los trabajadores para poder hacer frente de manera organizada a las presiones imperialistas vengan de donde vengan.
Estos datos económicos dan mucha estabilidad y autoridad al gobierno de AMLO y por tanto garantizan la victoria electoral de Claudia Sheinbaum en las próximas elecciones. También permite a los capitalistas continuar sus negocios sin mayores sobresaltos en la lucha de clases, un tema que aprecian en demasía ante el escenario internacional como dentro de Estados Unidos.
Sin embargo, esta supuesta bonanza sólo derramará migajas al pueblo y será a costa del mismo. Hasta ahora con el gobierno de AMLO los capitalistas han salido muy beneficiados como lo demuestran las cifras publicadas por El economista[3]. Los más ricos se han hecho más ricos, Carlos Slim incrementó su riqueza 41.8%, German Larrea 58.1%, Ricardo Salinas 26.4% y Alejandro Bailleres 28.9%, mientras que para la clase trabajadora hay más empleo informal y jornadas laborales cada vez más extensas y aun así están dando una batalla a muerte para la denegación de la reforma a la jornada laboral de 8 horas, las pensiones dignas y la constitucionalización de los aumentos al salario mínimo por encima de la inflación (¡!). Todo esto no hará más que preparar el terreno social, político y económico para una nueva etapa de lucha y organización dentro la clase trabajadora.
[1] https://www.forbes.com.mx/inversion-extranjera-directa-en-mexico-crece-30-en-primeros-nueve-meses-de-2023/
[2] https://www.forbes.com.mx/potenciemos-la-inversion-extranjera-directa-automotriz/
[3] https://www.eleconomista.com.mx/mercados/Los-hombres-mas-ricos-de-Mexico-Cuanto-crecio-su-fortuna-en-2023-20240107-0009.html