La bestia, así nombran al tren de carga que utilizan los migrantes para cruzar México del Sur al Norte porque es muy alto el riesgo de morir o de quedar mutilado. El primer paso de la muerte consiste en que, para que no los agarre la migra, saltan al tren cuando éste ya está andando. Suben migrantes del mismo México, de Guatemala, Ecuador, El Salvador, Venezuela, Haití y de otros países, suben hombres, mujeres y niños. El común denominador es que todos sufren el mismo calor, sed, sueño, hambre y miedo infernales. Cual bestia sin piedad, el más mínimo enfrenón, curva o rama puede arrojarles a las vías de la muerte.

Pese a que existen otras rutas, recurren a la bestia porque les ahorra puntos de inspección y gastos. Ser deportados al otro infierno del que salieron huyendo es un riesgo que prefieren evitar, pero también se esconden de las autoridades y del crimen organizado porque son otras bestias que maltratan, humillan, extorsionan y violan. De acuerdo con Sorrentino (2012), el 60% de las mujeres migrantes son violadas; también los narcotraficantes lucran secuestrando migrantes, obteniendo alrededor de 2,500 dólares por cada víctima. y recientemente se han convertido en la mano de obra barata para las maquilas de la frontera norte y los megaproyectos de la cuatro t.

Lo más inverosímil, es que, en todo el mundo, trátese de migraciones de América Latina, de la India, Sudáfrica u otros territorios colonizados, oprimidos y dependientes, sigue dominando la ideaneoliberal y reaccionaria de que la migración es una decisión personal o familiar, un atrevimiento en la búsqueda del “Sueño Americano”. La clase política se enfoca así en soluciones llamadas “humanistas” para “intentar” mejorar las condiciones de tránsito y destino de los migrantes, en vez de resolver la causa, la realidad es que hay una persecusión y una crisis migratoria como nunca antes. Sobra decir que no les interesa resolverla porque mantenerla explotación y opresión de estos territorios es muy lucrativo.

¿Quién estaría dispuesto a tocarle la puerta a la bestia? Nadie por voluntad. Este fenómeno es realmente migración forzada y su explicación material se encuentra en desigualdad capitalista. Las personas salen de sus países huyendo de la barbarie que provoca el sistema actual: pobreza, precariedad laboral, narcotráfico, genocidio a causa del saqueo de sus territorios. Por lo tanto, el crecimiento exponencial de los flujos migratorios que observamos en años recientes, tanto en México como en el mundo, es consecuencia de la crisis capitalista.

Nos encontramos ante una crisis de la hegemonía de Estados Unidos, que por mucho tiempo se aprovechó de la mano de obra barata de China y ahora China puso a andar los mismos mecanismos capitalistas que nos enfrentan a una guerra interimperialista. Huelgas, manifestaciones obreras y miles de personas viviendo en las calles en Estados Unidos son prueba de que no existe esa mano invisible que haría superar las crisis económicas. Tal escenario está agudizando las dinámicas de los flujos migratorios.

Es evidente la relación entre los flujos migratorios y la explotación capitalista.. Entre todos los países y entre todos los continentes, las migraciones masivas tienen como origen principal: la desigualdad y miseria que provoca la acumulación de capital en unas pocas manos, según OXFAM en su informe de enero de 2023 “El 1 % más rico posee el 43 % de los activos financieros globales. Este 1 % posee el 48 % de la riqueza financiera en Oriente Medio, el 50 % en Asia y el 47 % en Europa”. Habrá quien argumente que también hay migraciones como consecuencia de fenómenos naturales, que, si bien también existen, tendríamos que señalar entonces que el propio capitalismo está catalizando el cambio climático y por lo tanto a la migración forzada.

Estadísticamente podemos observar la relación entre migración y capitalismo. De acuerdo con Delgado (2022) desde 1982, fecha de entrada en vigor de las políticas neoliberales, se da un crecimiento exponencial de migrantes mexicanos rumbo a Estados Unidos, flujo que se aceleró aún más con la entrada en vigor del TLCAN (ahora T-MEC). Según (Gaspar, 2012) se tiene registro de que en la década de los 70s los mexicanos radicados en Estados Unidos no superaban el millón de personas, mientras que para 2018, Conapo (2018) informó que ya había 12.3 millones de personas que habían nacido en México y otros 26.2 millones que eran hijos y nietos de los mexicanos que se habían ido, es decir, que habitaban ya allá 38.5 millones de personas de origen mexicano (1 de cada 10 habitantes de ese país).

Existe en México otro fenómeno migratorio relativamente reciente: la presencia de numerosos migrantes provenientes del sur del continente, acampando y laborando en la Ciudad de México o en otras ciudades fronterizas. Ello es también consecuencia de la crisis capitalista expuesta arriba. El incremento de la competencia entre los imperios recrudece las estrategias que las élites utilizan para no perder el control y señalar a un chivo expiatorio de todas las culpas, de la crisis, del desempleo, etc. México solía ser sólo de tránsito rumbo a Estados Unidos, sin embargo, las políticas migratorias en el país del norte se han endurecido ante las presiones de su propia crisis laboral, y se han alimentado también por la xenofobia.

México ha cumplido con cabalidad y en los hechos los designios de la política migratorio estadounidense, reteniendo y persiguiendo la migración latina dentro del territorio, al menos, se calculan 55 migrantes muertos en lugares de retención y más de mil dentro del conjunto del territorio mexicano.

Así, los migrantes del sur se encuentran varados entre la esperanza de poder seguir al norte, pero mientras tener que subsistir aquí de lo que el gobierno y la burguesía se han beneficiado.

México ahora se enfrenta a una presión doble. La primera es dar trabajo a los mexicanos que ya no puedan buscar empleo en Estados Unidos, la segunda es emplear a los migrantes del sur de América. Los medios de comunicación al servicio del poder harán ver que el problema son los migrantes, fomentando el odio hacia los ya expulsados, cuando el problema es la insostenibilidad del capitalismo que ante las crisis, la vía que utilizan los capitalistas es aumentar la explotación laboral y territorial para competir en mejores condiciones contra sus oponentes aunque eso destroce países enteros, como lo que estamos viendo en Haití. Como respuesta, la izquierda revolucionaria llama a defender nuestra vida, nuestros pueblos y nuestros territorios, tomar en nuestras manos los que nos pertenece, eliminar las fronteras artificiales y unirnos a nuestros hermanos trabajadores, campesinos y jóvenes presas del mismo sistema rapaz y caduco para derrocarlo. Necesitamos una revolución internacional, porque los trenes, los ríos, los mares y los desiertos no son para la muerte sino para la vida.

Referencias:

Conapo (2018).

https://www.gob.mx/conapo/articulos/mexicanos-en-estados-unidos-datos-graficos-y-mapas-cifras-2017-y-2018?idiom=es

Delgado (2022). https://www.researchgate.net/publication/352695367_La_migracion_mexicana_altamente_calificada_de_cara_al_siglo_xxi_problematicas_y_desafios/link/642c4a634e83cd0e2f8dd081/download?_tp=eyJjb250ZXh0Ijp7ImZpcnN0UGFnZSI6Il9kaXJlY3QiLCJwYWdlIjoicHVibGljYXRpb24iLCJwcmV2aW91c1BhZ2UiOiJfZGlyZWN0In19

Gaspar (2012).

https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1870-75992012000100004

Sorrentino (2012).

https://www.commonwealmagazine.org/train-unknowns


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