La ultraderecha en todo el mundo nos ha declarado la guerra. Herederos del hitlerismo tipo Donald Trump, esparcen su política racista, imperialista y patriarcal, por todo el mundo.
Lo decimos alto y claro: ¡al fascismo no se le discute, se le combate! Hemos visto de lo que son capaz, masacrando al pueblo palestino, su apuesta es la guerra, la destrucción y la asfixia economica como lo estan haciendo con la implementación de los aranceles contra México y otros paises. Lo hemos visto en Argentina cuando atacan los derechos de la clase trabajadora y cientos de miles salen a las calles para dar la batalla.
EEUU enfrenta la mayor situación de decadencia de su historia, actúa como un animal rabioso, cada vez más desesperado y agresivo. Los fascistas que componen su gobierno apuntan contra la clase obrera tanto migrante como nativa y el movimiento de izquierda. Junto a ello, buscan mayor dominio internacional.
Ante esta actitud el gobierno de México le ha denunciado públicamente, pero en los hechos ha respondido a todas sus peticiones, con el envió de 10,000 elementos de la guardia nacional a la frontera norte, limitando el comercio con China, abriendo una guerra contra el narcotráfico, etc.
El problema de fondo es el carácter parásito del capitalismo mexicano, que se expresa en décadas de dependencia hacia el imperialismo estadounidense. En 2023, México se convirtió en el principal socio comercial de EEUU.
Limitarse a responder a los ataques del imperialismo y la oligarquía con declaraciones diplomáticas o peor aún empoderar al empresariado mexicano, como sugiere Sheinbaum y el Consejo Coordinador Empresarial, sólo puede significar más precariedad laboral, salarios bajos y extensión de jornadas laborales para la clase obrera.
Nuestra fuerza no está en la unidad con la burguesía, sino en movilizar a las masas para respaldar la nacionalización y expropiación tanto de los capitalistas estadounidenses, de otras potencias imperialistas y mexicanas para ponerlas a trabajar bajo gestión democrática de las y los trabajadores a favor de las necesidades de la población y no de la dinámica caótica del mercado capitalista y los beneficios de un puñado de capitalistas.
Un frente único contra el imperialismo sólo es posible entre los diferentes sectores de la clase trabajadora que tienen el control de la producción en sus manos, la juventud, el campesinado que defienden sus territorios frente al despojo, las mujeres, la comunidad sexodiversa, etc.
La unidad sólo puede ser internacionalista contra nuestros enemigos de clase en común: los capitalistas nacionales y las transnacionales imperialistas.
¡Por un frente único contra el trumpismo y sus agentes!
Siempre antifascistas
Siempre antitimperialistas