El capitalismo es un sistema anárquico en el que se producen mercancías sólo con la finalidad de obtener ganancias inmediatas sin importar la utilidad que tengan. A los capitalistas tampoco les interesan las consecuencias negativas de la explotación sin control de los recursos naturales que genera su producción irracional. En aras de incrementar sus ganancias han talado bosques enteros que a su vez ha provocado la erosión de miles de hectáreas de tierra, ocasionando que el agua de lluvia se escurra y provoque grandes inundaciones. Paradójicamente ante estas grandes cantidades de agua que anega los asentamientos humanos, está la falta de agua potable para importantes sectores la población. Por el contrario, la industria consume sin interrupción grandes cantidades de este líquido para producir mercancías; por ejemplo, para producir una hoja de papel se necesitan 10 litros de agua, para producir un kilogramo de carne de res se necesitan 15.400 litros(1) y para producir un automóvil se necesitan 148, 000 litros del vital líquido. (2)
Cada fábrica consume agua que luego deshecha y generalmente va a parar a los ríos. En el caso de Puebla vemos cómo la industria ha contaminado el río Atoyac, el cual tiene una longitud de 200km. que además pasan por los municipios de Atlixco y Matamoros en el estado de Tlaxcala. Sus aguas desembocan finalmente en el océano Pacífico.
“El río Atoyac es contaminado por 50 municipios de Tlaxcala y Puebla, que descargan sus aguas residuales al aire libre y por al menos mil industrias que no cuentan con plantas de tratamiento o no funcionan adecuadamente, y ello ha ocasionado que este afluente tenga al menos 25 sustancias nocivas y sea un foco de infección para las enfermedades como hepatitis, cáncer y cólera. Dentro de los principales causantes de contaminación se encuentran las ocasionados por descargas de compañías textiles, alimenticias, químicas y petroquímicas, de bebidas, metalmecánicas, automotrices y de autopartes y productoras de papel.” (3)
El gobierno de Puebla ha favorecido asentamientos humanos como Angélópolis, diferentes conjuntos habitacionales, desarrollos turísticos y zonas residenciales que desde luego demandan agua. En Puebla existen seis acuíferos: Valle de Tecamachalco, Libres-Oriental -Atlixco, Izúcar, Valle de Puebla y Tehuacán. El Acuífero del Valle de Puebla tiene una extensión de 1470 km.2; abastece al 45% de la población del estado, parte del estado de Tlaxcala y 80% de la industria. Para abastecer de agua a la capital y todos los desarrollos habitacionales, residenciales, turísticos y la industria que como se puede observar es la que consume agua en grandes cantidades, se despoja a las comunidades rurales de sus recursos hídricos. Ello ha generado resistencia y movimientos sociales que han tratado de ser desactivados por los gobiernos en turno, por medio de amenazas o con promesas de mejorar las comunidades de donde se extrae el agua, tales como la construcción de jardines de niños, escuelas de nivel medio superior, arreglo de caminos, etcétera, promesas que desde luego el gobierno no cumple y utiliza para confundir y dividir a las comunidades (4).
El gobierno de Moreno Valle se empeña en privatizar los servicios de agua potable, proceso que se está dando en todo el país a través del PROMAGUA (Programa para la modernización de los servicios del agua). Las empresas a quienes se les concesionará el agua son las siguientes: Vivendi, Suez, Aguas de Barcelona, Tecvasa, Bechtel. Las concesiones a estas transnacionales les abre las puertas para que accedan a ganancia ilimitadas, al tiempo que bajan la calidad del agua con multiples riesgos para la población, como la proliferación de enfermedades. Como ha ocurrido con otros servicios privatizados, estas impondrán altas tarifas, cortes de agua a quien no pueda pagar, pérdida de empleos y empeoramiento de las condiciones de trabajo para los trabajadores del agua, al mismo tiempo que se ofrendan altos salarios para los funcionarios de las compañías transnacionales (5).
Ante este panorama hostil para la población trabajadora y sus familias, la organización es inminente. Así como existen comités de usuarios afectados por las arbitrariedades de las compañías eléctricas, o frentes de lucha en contra de las explotaciones mineras y el despojo de tierras, así mismo los trabajadores y las organizaciones de izquierda en Puebla debemos organizarnos, movilizarnos y oponernos firmemente a la privatización de los servicios del agua potable. Debemos obligar a que el gobernador rinda cuentas a toda la población; debe quedar claro cuánto pagan de impuestos las empresas por sus elevados consumos de agua. Debemos demandar penalizaciones económicas por los daños irreversibles que las empresas hacen contra los recursos naturales de toda la población. De las multimillonarias ganancias de las empresas deben salir los fondos para modernizar el servicio de agua del estado. Basta ya de crear multimillonarios a partir de la privatización de los servicios públicos. ¡No a la privatización del agua en Puebla! ¡Por una administración obrera de la ciudad!
1.- http://www.replanet.es/es/reportajes/top-10/los-10-productos-que-mas-agua-consumen/#.U0k5gKaYNBk
3.- http://es.wikipedia.org/wiki/R%C3%ADo_Atoyac_%28Puebla%29
4.- http://www.alasru.org/wp-content/uploads/2012/09/034-RappoVazquez.pdf