Justo antes de meter a imprenta este nuevo número de militante, ha salido una noticia importante. Agentes de la Agencia Federal de Investigación (AFI), marcharon a las oficinas de la PGR (Procuraduría General de la República), exigiendo que la dependencia en la que laboran, no sea desaparecida de tal manera que se respeten sus derechos laborales. Horas antes de movilizarse los agentes de la AFI habían tenido roces con agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP) porque estos últimos les quitaron sus armas y les negaron el ingreso a las instalaciones donde laboran, ello como señal de que serán despedidos sin mayor trámite y otros, quizá, recontratados en la misma PFP.
Antes de esta movilización y a lo largo de todo el gobierno de Calderón, hemos visto en distintos lugares de la república, movilizaciones de otros cuerpos policíacos, exigiendo mejores condiciones laborales; salario, prestaciones e incluso han exigido democracia a lo interno de sus corporaciones y derecho a sindicalizarce. Este ambiente es tal, que algunos municipios se han quedado sin policía, porque estos están en huelga.
Estas movilizaciones son realmente sintomáticas, indican claramente que el ambiente de lucha está llegando a todos lugares, incluso a esos trabajadores uniformados que tienen grandes presiones sobre ellos para no organizarse y luchar, y sin embargo lo están haciendo.
Luchas como estas, se han presentado ya antes en otros países, y ellas son prueba por un lado de una debilidad tremenda del régimen y por otro de una fortaleza cada vez mayor de los trabajadores. La lucha de los trabajadores uniformados se presenta en periodos auge revolucionario, como el que vivimos en México. Y viene a demostrar que en el caso de nuestro país, el periodo sigue siendo totalmente favorable para la lucha obrera.
Hacia el frente, el gobierno de Calderón tiene todo un programa de ataques contra toda la clase trabajadora: topes salariales, ataque a las prestaciones, recorte al gasto social, la privatización de PEMEX, etc. Ello inevitablemente tendrá una respuesta cada vez más fuerte, más organizada, más militante de parte de todos los trabajadores.
Las movilizaciones de los policías indica además que estas luchas no podrán ser tan fácilmente frenadas por la represión, debido a que precisamente los cuerpos represivos también están infectados por el virus de la lucha proletaria.
Es fundamental que el conjunto de los sindicatos y el PRD hagan un llamado a los trabajadores uniformados para defender en conjunto nuestros derechos y unir acciones, esto será una garantía para dividir al ejército y demás cuerpos policíacos en líneas de clase, con ello estaremos preparando seriamente el derrocamiento de Calderón.
Septiembre de 2008.