En el mitin político de apoyo a la huelga a las puertas de la fábrica de Olympia de México S.A. DE C.V del 19 de marzo del 2009
Compañeros los acontecimientos de los últimos meses han estado marcados por una profunda crisis económica mundial y nacional que se ha traducido en más desempleo y pobreza para la clase trabajadora de todo el planeta. Los patrones pretenden proteger sus intereses y privilegios cargando sobre nuestros hombros los efectos de esta crisis, sin importar que ello signifique empujar a la miseria y a la desesperación a millones de familias.
La anterior situación no es la excepción en México, donde los últimos cinco meses de crisis económica se han traducido en la destrucción de cuando menos medio millón de empleos. Para las familias que se están viendo afectadas por esta lacra, la desesperanza y el hambre es el único futuro que ahora nos ofrecen los patrones y el capitalismo. Lamentablemente en Olympia de México los patrones pretenden que los que laboramos en esta empresa pasemos a engrosar las filas del desempleo.
Desde que nuestro sindicato fue democratizado, en el año 2005, la empresa y sus directivos no han cejado en sus constantes ataques para eliminar nuestros derechos estipulados en nuestro Contrato Colectivo de Trabajo y avalados por la Ley Federal del Trabajo. Durante todo ese tiempo nos hemos visto obligados a resistir y defender nuestros derechos laborales, al mismo tiempo que con nuestro sacrificio, al igual que los hemos hecho por décadas enteras, hemos mantenido en pie y produciendo a la fábrica. Gracias a nosotros los trabajadores y a nadie mas, Olympia de México ha podido sobrevivir a toda clase de adversidades económicas y dificultades propias de la competencia del mercado. Para lograr esto, la contribución de los patrones y los cargos directivos de la empresa ha sido mínima o de plano inexistente.
No obstante nuestro sacrificio, a lo largo de años y décadas para sacar adelante a Olympia de México, esto no ha sido suficiente para los patrones. Producto de ello es cómo el cuerpo directivo de la empresa optó en diciembre del 2008 por simplemente no pagar nuestro aguinaldo, la prima de puntualidad, despensas, prima vacacional y tres días económicos, así como los depósitos de caja de ahorro de los trabajadores y cuotas sindicales.
Por si esto fuera poco, y para el colmo del cinismo, el siguiente paso de la empresa fue el de dejar de cubrir nuestro salarios, cuestión que sucedió en la dos primeras semanas de enero de este 2009. Con esa medida, en la práctica lo que pretendían los patrones y su cuerpo directivo era que simplemente trabajáramos gratis para la empresa. Con esta política los patrones pretenden regresar la historia a la época del dictador Porfirio Díaz en la que los peones de la haciendas trabajaban y vivían prácticamente en condiciones de esclavitud. Pero lo que olvidan los patrones es que precisamente, por medio de la Revolución de 1910, los campesinos y los trabajadores de las ciudades se encargaron de aniquilar, junto al gobierno que la protegía, esa forma bárbara de explotación. Es por ello que los burgueses no deben olvidar esos acontecimientos históricos pues los trabajadores de Olympia y de todo el país no estamos dispuestos a permitir que esa historia de explotación se repita.
Es por ello, y para defender nuestros legítimos derechos, que el pasado 15 de enero nos lanzamos a la lucha estallando una huelga, cuestión sobre la que no estamos dispuestos a retroceder hasta que se cumplan nuestras demandas consistentes en el respecto irrestricto a nuestro contrato colectivo de trabajo y a la Ley Federal del Trabajo, así como el pago íntegro de nuestros salarios, tanto los que dejó de cubrir la empresa en la dos primeras semanas de enero como los caídos a causa de la prolongación de la huelga. No estamos exigiendo nada que no nos corresponda, sólo pedimos lo que por ley y por nuestro trabajo nos corresponde.
Desafortunadamente, a un poco más de dos meses de huelga, los patrones no sólo se niegan a dar una respuesta favorable ante nuestras demandas, sino que se han atrevido a señalar abiertamente que no les interesa reabrir la empresa, condenando de esta manera al desempleo a todos los que laboramos en Olympia de México S.A. de C.V. Esta respuesta habla por sí mismo de la hipocresía de la clase empresarial que aúlla por todos lados insistiendo en que frente a la crisis económica, su principal interés es proteger los empleos.
Sin embargo esta realidad nos obliga a los trabajadores a redoblar nuestros esfuerzos y a luchar con más ahínco y determinación. Los obreros sin organización y lucha sólo somos carne de explotación. Los trabajadores de Olympia de México no estamos dispuestos a permitir que se destruya nuestra fuente de empleo y de sustento para nuestra familia. La empresa le debe a nuestro trabajo toda la riqueza que durante años y décadas ha obtenido y no vamos a permitir que se nos lance a la calle así nada más.
Ratificamos nuestra exigencia sobre las demandas que motivaron el inicio de nuestra huelga y no daremos un paso atrás sin una solución satisfactoria. Sin embargo, si los patrones se mantienen en su postura de no reabrir la empresa, entonces no tenemos más remedio que exigir la nacionalización de Olympia de México bajo el control y la administración directa y democrática de los trabajadores. Si los patrones no están dispuestos a conservar los empleos y a hacer que la fábrica produzca, que se hagan a un lado y que no estorben. En Venezuela, en Brasil y en Argentina existen sobrados ejemplos de que los trabajadores pueden echar a andar las fábricas y producir, a la par de mantener sus empleos, sin la necesidad de ninguna clase de auxilio de los patrones. En todos esos casos la consigna de los trabajadores ha sido “fábrica cerrada, fábrica tomada”. Con su actitud los propietarios de Olympia de México S.A. de C.V no nos están dejando otro camino mas que el de retomar para nuestro caso y para nuestro país esta consigna y llevarla hasta sus últimas consecuencias.
El acto político que hoy realizamos a las puertas de la empresa es sólo el inicio de una nueva etapa de nuestra lucha. Realizaremos mas movilizaciones y agitaremos en todos los sindicatos y fábricas que podamos, iniciando por las instaladas en esta región del Estado de México, sobre la necesidad de la unidad en la acción del movimiento obrero y la convocatoria de una huelga general en todo México para defender el empleo y lo salarios.
Así mismo hacemos un llamado a todos los trabajadores, estudiantes, vecinos, campesinos y demás sectores oprimidos de la sociedad a solidarizarse con nuestra lucha, que es al mismo tiempo la lucha de todos los explotados de este país y del mundo entero.
Aprovechamos esta oportunidad para agradecer todas las muestras de apoyo y de solidaridad que nos han llegado de diferentes partes del mundo y de México; nos referimos a los compañeros de Comisiones Obreras, de La Confederación General de Trabajadores y al Sindicato de Estudiantes, todas ellas agrupaciones de España; al Bloque Popular Juvenil de El Salvador; a las Juventudes del Partido Socialista Unido de Venezuela; a militantes del Partido Comunista Francés y también de UGT de Francia, así como de sindicalistas del SME; de la sección 9 y 10 de la CNTE, del SUTIEMS, del SITUAM, de la Asociación de Técnicos y Profesionistas de la Costa Michoacana y un largo etcétera que se extiende a aproximadamente 200 cartas de solidaridad y apoyo que nuestra huelga ha recibido de todas partes del mundo y México.
En especial queremos agradecer el magnífico e incondicional apoyo que hemos recibido de los estudiantes del CLEP-CEDEP y de los trabajadores y jóvenes de la Tendencia Marxista Militante. Su participación ha sido determinante para lograr que nuestra lucha trascienda rompiendo el cerco informativo que la mayor parte de los medios masivos de comunicación le han impuesto a nuestra huelga para tratar de aislarla.
Compañeros, en una de sus obras, esos dos grandes pensadores marxistas Alan Woods y Ted Grant, señalan que: “El trabajo es la principal actividad de nuestra vida. Nos preparamos para él desde pequeños. Nuestra escolarización está vinculada a él. Pasamos toda nuestra vida activa implicados en él. Sobre el trabajo reposa toda la sociedad. Sin él no habría comida, ni ropas, ni un techo, ni escuelas, ni cultura, ni arte ni ciencia. Realmente el trabajo es vida. Negar a alguien el derecho al trabajo no es sólo negarle el derecho a un mínimo nivel de vida; es privarle de la dignidad humana, separarle de la sociedad civilizada, hacerle su vida inútil y sin sentido” Siendo esto así camaradas, trabajadores de Olympia, no vamos a permitir que nos arrebaten aquello que nos dignifica y de lo que depende un vida digna para nuestras familias, es decir nuestro trabajo.
En nuestra lucha hay mucho de por medio, la seguridad y estabilidad de nuestras familias, pero también nuestra dignidad. Hemos trabajado duro y por años por ello y nadie ni nada nos los van a arrebatar.
Compañeros:
¡Fábrica cerrada, fábrica tomada!
¡Que la crisis la paguen los patrones!
¡Viva la unidad de la clase trabajadora!
¡Viva la huelga de Olympia!
Muchas gracias.
Atentamente.
GERARDO S. XICOTÈNCATL LIMA.
SECRETARIO GENERAL DEL SINDICATO INDUSTRIAL DE OLYMPIA DE MEXICO, S.A. DE C.V.
¡Sindicato valiente que lucha por su gente!