El gobierno del Distrito Federal se ha vuelto popular por sus apoyos a la economía de las masas y por ello ha levantado simpatías desde el gobierno de López Obrador. Sin embargo sabemos que esto no es suficiente para resolver el problema de las masas, pero ¿qué más se debe de hacer?
El gobierno federal condena al Distrito Federal con recortes de presupuesto año con año pero estos ataques pueden y deben ser contrarrestados. El jefe de gobierno debe llamar a huelga general al menos en el Distrito Federal en contra de los recortes de presupuesto y a partir de ésta, buscar expandirla a todo el país; una huelga con estas características incluso sería capaz de derrocar al presidente espurio y poner en la silla a López Obrador, sin embargo está no ha sido la política llevada a cabo y es por ello que Calderón sigue en la presidencia. Los dirigentes sindicales por su cuenta también pueden y deben hacer un llamado a una huelga general contra el recorte de presupuestos que sufre todos los años el Distrito Federal, el SME logró un aumento al salario del 4.9% con el simple emplazamiento a huelga, de manera semejante si todos los sindicatos emplazaran a huelga por un aumento de presupuestos, arrastrarían detrás de sí la simpatía no sólo de los trabajadores de la empresa, arrastrarían también el apoyo de todo el pueblo y esta huelga rápidamente dejaría su carácter económico y se volvería política, la consigna principal sería la caída de Calderón como explicamos arriba. La dirigencia del PRD ligada a los chuchos, por esta razón no sostiene una demanda por el estilo, porque sabe que las masas continuarían la lucha, pedirían la caída de Jesús Ortega y democratizarían el partido.
Por otro lado es bien conocido que aquellos que están en un puesto de representación sólo lanzan medidas de este estilo con el afán de obtener votos y elevar su popularidad. Esto es inevitable en el capitalismo, donde los recursos y riquezas nuevas creadas por los trabajadores no están a disposición de estos mismos y por ello no son capaces de decidir cómo utilizarlas en su beneficio. Por ello es primordial preguntarnos ¿cómo podemos arrebatarle las riquezas creadas por nosotros los trabajadores a los capitalistas?
Las fábricas deben de estar bajo control obrero, el gobierno en manos de los trabajadores. Pero todo ello sólo puede obtenerse quitando a la burguesía la propiedad de las fábricas sin derecho a indemnización. La burguesía obviamente no se quedará de manos cruzadas, ninguna clase social abandona sus privilegios sin antes luchar y la burguesía luchará a como dé lugar contra una lucha con estas características, para ello tiene a la policía y al ejército para defenderla, sin embargo, hoy más que nunca el ejército y la policía se han ligado a los trabajadores. Hoy por hoy es más fácil que los militares y policías prefieran dar las armas a los obreros que reprimirlos directamente y por eso hace falta una dirigencia revolucionaria en los partidos como el PRD y los sindicatos, que llame a estos sectores a unirse a la lucha y no a luchar contra de los mismos trabajadores.
Nosotros estamos a favor de esos pequeños apoyos a las masas, sin embargo no es suficiente, nosotros sabemos que los trabajadores en momentos ganan concesiones, pero sin embargo la lucha final sólo es cuando termina la explotación del hombre por el hombre.