Este mes se cumplen 90 años del asesinato del Caudillo del Sur a manos de los hombres de Jesús Guajardo en la hacienda de Chimeca, Morelos..
El asesinato de Emiliano Zapata representó un duro golpe para el movimiento agrario en el procesó de la Revolución Mexicana que se había gestado por las infrahumanas condiciones de vida de obreros y campesinos, que bajo el régimen de Díaz no tenían ninguna esperanza de mejorar sus condiciones de vida. Aunque hay que señalar que incluso el propio asesinato de Zapata se desarrolla por el aislamiento bajo el cual el Ejercito Libertador del Sur se encontraba, pues para 1919 su rango de acción se limitaba a algunos municipios del Estado de Morelos mientras que en 1911 su radio se extendía hasta Xochimilco y la zona norte de Guerrero.
El llamado de Francisco I. Madero a la insurrección armada para el día 20 de noviembre de 1910 es atendida por alrededor de 300 hombres. En Puebla la insurrección maderista encabezada por Aquiles Serdán había sido descubierta el 18 de noviembre con lo cual el maderismo estaba descabezado en el sur del país. En Morelos la insurrección comenzó a finales de 1910 encabezada por Genovevo de la O con alrededor de 25 pero un sólo rifle. Zapata quien ya había encabezado algunos conflictos locales en Anenecuilco, se levanta junto con Pablo Torres Burgos hasta febrero de 1911 pues esperaba aglutinar a una mayor cantidad de campesinos, bajo el Plan de San Luis.
El desarrollo del movimiento zapatista durante los primeros años de la Revolución había siempre en acenso pero esto no sólo se debía a las características personales de Zapata sino a las condiciones históricas bajo las cuales se desarrolla el movimiento revolucionario. La razón fundamental por la cual, tanto Zapata como Villa, fueron quienes encabezaron el movimiento agrario se debió a la ausencia de una organización que fuera capaz de aglutinar las fuerzas en el sentido de proponer un programa anticapitalista. En este contexto poco a poco los acontecimientos políticos, especialmente la derrota de la División del Norte en 1915, fueron debilitando y aislando al movimiento.
Antes de 1909, año en que se funda el Partido Anti-reeleccionista con el cual Madero se lanza a la presidencia, el único partido de oposición había sido del Partido Liberal Mexicano encabezado por Ricardo Flores Magón, que para 1910 estaba disperso por causa de los ataques perpetuados por el gobierno de Díaz.
El gobierno de Madero, como cualquier gobierno burgués, era incapaz de satisfacer las demandas de los campesino e indígenas quienes creían sinceramente en el, pues veían en su programa una buena intención. Pero como dice el dicho “el camino al infierno esta lleno de buenas intenciones”, Madero más que buscar una verdadera transformación de la sociedad solo pretendía una apertura democrática, es decir solo buscaba que la burguesía nacional a la que el pertenecía pudiera entrar a administrar el Estado a favor de sus intereses. Zapata se percato de esto y promulga el Plan de Ayala el 25 de noviembre de 1911 donde su principal consigna fue la de desconocer el gobierno maderista.
El Plan de Ayala refleja en gran medida la influencia política que esta tenía del magonismo, incluso la consigna Tierra y Libertad fue una consigna elaborada por los hermanos Flores Magón. Lo cual tampoco ofrecía una alternativa real a los campesinos y explotados del campo pues la distribución de las tierras sólo traería a la larga la formación de un grupo terrateniente local, o mejor dicho sólo se transferirían las tierras de dueño sin terminar con la causa de la miseria de los campesinos. Bajo el capitalismo tanto los campesinos como trabajadores son explotados en beneficio de una pequeña minoría, la cual saca jugosas ganancias del sudor y sangre de estos. Las contradicciones del capitalismo llegan a tal grado que hay ejemplos de plantíos donde se prefiere dejar que la cosecha se desperdicie por representar esto un costo menor que su cosecha, y esto sucede no en las grandes propiendas de tierra completamente tecnificadas sino en Estados como Tabasco, Puebla, Oaxaca y Veracruz. Esto sólo puede ser transformado bajo un gobierno obrero, donde las tierras sean expropiadas por este y sean puestas bajo el control democrático de los campesinos, donde la producción agraria se realice en función de las necesidades sociales.
A 90 años del asesinato de Zapata reivindiquemos un programa que realmente ofrezca alternativas a los trabajadores del campo, pues bajo el capitalismo la única salida es el socialismo.
“Por la unidad de obreros y campesinos”
“Por un programa socialista para el campo y la ciudad”