El pasado 12 de febrero, una alumna de 4° semestre de CCH Vallejo fue agredida física y sexualmente por David Guzmán López, empleado de la cafetería del plantel que cuenta con una denuncia previa por intento de violación; la alumna se logró librar, pidió auxilio y acudió a la Dirección para hacer la denuncia, sin embargo, no se procedió adecuadamente, por lo que el agresor sigue en libertad.
La extraordinaria movilización del pasado 8 de Marzo ha puesto de relieve un debate que recorre el movimiento feminista. Las declaraciones de Albert Rivera arrogándose el papel de portavoz del “feminismo transversal” provocaron una lógica indignación entre miles de mujeres que hemos batallado duramente para que la Huelga Feminista fuera un éxito a pesar los ataques insidiosos del PP y Ciudadanos.
¡Sin dobles jornadas para la mujer!
Para la mayoría de las mujeres y ciertamente para las que tienen hijos, su día de trabajo no termina cuando llegan del trabajo a la casa. Todavía tienen muchas cosas que hacer, pero esta vez sin paga.
La OMS ha señalado que una de cada tres mujeres del mundo ha sufrido violencia física y/o sexual en su vida. Para el caso de México esta cifra es alarmante pues el 99% de las mujeres ha sufrido o sufrirá violencia sexual, si no frenamos esta lacra del sistema patriarcal. La violencia sexual va desde un piropo no aceptado, el cual es un acoso, pasando por violaciones y hasta el feminicidio, que es el asesinato a las mujeres por la simple razón de ser mujer.
A lo largo de la historia la prostitución ha sido la cara más cruda de la explotación para las mujeres pobres, excluidas del campo laboral. Hacer uso del dinero para rentar una mujer es algo normal, es decir, es una actividad aceptada, sin embargo las mujeres que ejercen este oficio son señaladas y están en riesgo constante.
Una de las mayores manifestaciones de desigualdad en México es la discriminación hacia los pueblos indígenas, el total de esta población se cuantifica en poco más de 12 millones de personas, de las cuales 51.1% somos mujeres, y de acuerdo con cifras del INEGI éste es el único número en el que tenemos ventaja.
El pasado 8 de marzo miles de mujeres trabajadoras, campesinas, jornaleras y estudiantes de todas la edades llenamos la Avenida Reforma de la Ciudad de México para denunciar, visibilizar y combatir las violencias machistas que vivimos todos los días en el hogar, trabajo, escuela, espacios públicos, etcétera. Pero no sólo nos movilizamos en la capital, también en varios estados del país hubo movilizaciones o acciones de protesta en el marco de la Huelga General de Mujeres que se convocó a nivel mundial.
Una mirada al pasado
La situación laboral de la mujer es un problema con muchos antecedentes, mismo que se ha visto invisibilizado, el trabajo de casa nunca ha sido considerado como tal sino ha sido visto como una obligación de los quehaceres propios de la mujer, de sus deberes, de lo que confirma si es o no una buena mujer.
La liberación de la Mujer requiere que decidamos y controlemos nuestro cuerpo sin presiones, que seamos respetadas y nunca tengamos que usarlo para sobrevivir.
La lucha por los derechos de las mujeres ha vuelto a la agenda, como lo demuestran los movimientos de masas contra la violencia sexual, contra las mujeres en India, Turquía y Argentina; el paro nacional contra la desigualdad salarial en Islandia con posible seguimiento en otros países; acciones masivas por el derecho al aborto en España, Polonia e Irlanda, marchas masivas en contra de los feminicidios en toda América Latina, como el movimiento #NiUnaMenos en Argentina o los diferentes movimientos en México y, en todo el mundo, campañas cada vez más frecuentes como #MiPrimerAcoso, #MeToo en las redes sociales y las multitudinarias marchas de mujeres contra Trump; contra el sexismo, el acoso y la violencia sexual en la vida cotidiana.
En los albores del siglo XXI, a las jóvenes de los EEUU y gran parte de Europa se les dijo que la igualdad estaba al alcance de su mano. No necesitaban del feminismo porque el capitalismo les ofrecía un futuro brillante basado en una creciente prosperidad y en la igualdad de género.
Será una experiencia difícil de olvidar. El salón de actos del centro cultural Casa de Vacas en el parque del Retiro de Madrid se nos quedó pequeño. Más de 200 compañeras, trabajadoras y jóvenes provenientes de más de 30 localidades de Galiza, Asturias, Euskal Herria, Catalunya, País Valencià, Andalucía, Castilla León, Castilla-La Mancha, Madrid e invitadas de Inglaterra, Irlanda, Bélgica y Alemania, vibramos, lloramos, nos emocionamos y sobre todo nos inspiramos con las intervenciones y el testimonio de decenas de compañeras que tomaron la palabra.