Ante el reciente caso denunciado de violación de una menor en instalaciones del CCH Sur, desde Libres y Combativas repudiamos este acto de violencia machista y nos unimos a los reclamos de ¡basta de violencia de género en las instituciones educativas!, exigimos castigo a los culpables.
A dos años y cinco meses del feminicidio de Lesvy Berlín Osorio, estudiante de la UNAM, el juicio en busca de justicia ha concluido y se ha declarado por unanimidad culpable a José Luis Gonzáles Hernández por el feminicidio, no obstante, después de un largo proceso de lucha, sacrificio y resistencia por parte de su madre Aracely Osorio y un sinfín de compañerxs que acompañaron el proceso.
La defensa revolucionaria por el aborto libre pasa por reconocer que la mujer tiene el derecho incondicional de decidir y actuar sobre su vida y su cuerpo. La no aceptación de ese principio significa el poner a la mujer en estatus idéntico al de los esclavos del viejo imperio romano, en el que estos eran considerados una simple herramienta para el trabajo cuya única diferencia con los animales era que el habla. Para el amo romano, su esclavo era un objeto que no tenía derecho a pensar por sí mismo ni a tener voluntad propia sobre su vida y su cuerpo.
México por tradición y casi por identidad cultural es una sociedad profundamente machista, así es como el resto del mundo ve al macho mexicano y su mujer sumisa. Una cultura tan machistamente marcada que las instituciones del gobierno no quedan fuera de este esquema. Las recientes protestas contra la violencia machista fueron detonadas precisamente por denuncias de dos adolescentes por violación a manos de policías. #NoMeCuidanMeViolan fue la consigna con la que se identificaron las mujeres.
En las últimas semanas miles de mujeres hemos tomado las calles para denunciar la violación que cuatro policías de la Ciudad de México perpetraron contra una joven de 17 años. Este último crimen fue la gota que colmó el vaso. Durante 2018 en México fueron asesinadas 3.663 mujeres y hubo 71.000 violaciones.
El movimiento de las mujeres jóvenes y trabajadoras contra la violencia machista, el machismo institucional y la opresión capitalista, sigue vigente en todo el mundo, y en México ha escalado en los últimos días. La mayoría del pueblo apoya al movimiento y reconoce su legitimidad, al mismo tiempo que las últimas movilizaciones ponen en la discusión los métodos y la estrategia que debemos seguir para lograr nuestro objetivo de acabar con esta violencia sistemática para mantenernos en la opresión.
La situación de la violencia machista en México es algo que comenzó a alarmar el país desde finales de los 80´s cuando comenzaron a salir a la luz decenas de asesinatos contra mujeres en Ciudad Juárez, la mayoría de víctimas eran mujeres de entre 15 y 25 años que salían de trabajar tarde, sin posibilidades de dejar sus empleos ni de obtener justicia se convertían una a una en una cifra más.
La manifestación de ayer en la Glorieta de Insurgentes de la CDMX tuvo una asistencia maravillosa, miles de jóvenes y trabajadoras se dieron cita para seguir luchando contra todas las expresiones del machismo; esto demuestra cómo el movimiento crece cada día en México y en todo el mundo. Todas fuimos con mucho entusiasmo y convencidas de lo justo de nuestras demandas. Sin embargo, es importante analizar a profundidad lo que ocurrió al final de la movilización.
A una semana de iniciadas las clases en la Universidad Nacional Autónoma de México, una compañera fue drogada y agredida sexualmente dentro de las instalaciones de su escuela, la Preparatoria No. 3 “Justo Sierra”. Lamentablemente este ataque se suma a otros casos que estos últimos días han sido públicos, todos ellos son muestra de la violencia machista que vivimos todos los días las mujeres jóvenes y trabajadoras.
Hoy 13 de agosto, Libres y Combativas, realizamos un mitin dentro del metro Constitución de 1917, en la Alcaldía de Iztapalapa, contra el machismo institucional y la violencia contra las jóvenes y mujeres trabajadoras en el transporte público. Es el tercer acto público que realizamos en busca de justicia para nuestras compañeras agredidas y denunciando la podredumbre de este sistema capitalista, profundamente injusto y opresor.
Tan sólo en el mes de diciembre de 2018 se registraron 113 denuncias de violación en la Ciudad de México, una de las expresiones más violentas contra las mujeres.
México es uno de los países más peligrosos para ser mujer, las autoridades presumen tener una Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV), de las más avanzadas en su tipo, según dicen. Esta contiene el reglamento para solicitar, activar y ejecutar las alertas de violencia de género (AVG), pero como muchas leyes, esta sólo sirve para simular un estado de derecho. En un año los feminicidios subieron de 7 a 9 por día, hoy son 10 diarios en promedio, está claro que el estado no tiene interés en prevenir y erradicar la violencia de género, vivimos en una sociedad que desprecia la vida de las mujeres.