Cuando celebramos el derrocamiento del dictador Pérez Jiménez, somos testigos de tres importantísimos eventos que caracterizan el momento histórico por el que atraviesa la revolución Bolivariana: El secuestro de Rodrigo Granda, la Guerra contra el Latifundio y la victoria de los trabajadores de VENEPAL.
El secuestro de Granda: Defender la soberanía implica romper con la burguesía
El secuestro del “Canciller de las FARC” Rodrigo Granda en territorio venezolano está enmarcada en la táctica de Guerra de Baja Intensidad que ha adoptado el imperialismo luego de las contundentes victorias obtenidas por la revolución bolivariana el 15A y el 31O del año pasado. Como siempre hemos denunciado los marxistas, la clase dominante no dudará en salirse del marco legal burgués para intentar derrotar las revoluciones. Es por ello que la oligarquía colombiana y el imperialismo no han tenido ninguna vergüenza en admitir el soborno que han pagado para esta acción que ha violentado nuestra soberanía. El hecho que se haya podido utilizar elementos del Estado para colaborar en esta violatoria a nuestra soberanía demuestra que las actuales estructuras no sirven para los fines revolucionarios y que es una de las tareas pendientes el transformarlas revolucionariamente para así garantizar la victoria de este proceso bolivariano. Esta provocación del lacayo Uribe, forma parte de la renovación de la ofensiva del imperialismo USA contra la revolución Bolivariana, y la única manera de enfrentarla de manera efectiva es con un llamamiento internacionalista a los trabajadores y pueblos de Latinoamérica y a los propios trabajadores estadounidenses. Como dijo el presidente y el propio Che Guevara, la revolución no puede detenerse en las fronteras de un solo país, para triunfar tiene que ser internacional.
La Guerra contra el Latifundio: “¡Tierra y hombres libres!”
Como explicó Chávez en su discurso del lunes 10 de enero, la estructura de la tenencia de la tierra en Venezuela es escandalosamente desigual. Un censo de 1998 encontró que el 60% de las granjas venezolanas son propiedad de menos del 1% de la población. Chávez dijo ese día que casi el 80% de las tierras del país están en manos de un 5% de propietarios. Mientras tanto, los campesinos más pequeños que representan un 75% de las granjas de producción agrícola, deben compartir el 6% de la tierra. “Una democracia que permite tal situación de injusticia pierde su carácter de democracia y termina convirtiéndose en una pantomima de democracia. Una revolución que permita esta injusticia no puede ser llamada una revolución”, sentenció Chávez. Romper con el atraso económico del campo venezolano pasa por expropiar a los grandes hacendados y terratenientes sin indemnización ni beneficio económico. Esos explotadores asesinos nos condenan a la “agricultura de puertos” y son responsables del asesinato de cientos de dirigentes campesinos desde el decreto de la Ley de Tierras.
VENEPAL: El camino a seguir
Defender la soberanía no es posible si no rompemos con las cadenas del capitalismo. Los empresarios dueños de VENEPAL no querían otra cosa sino seguir el camino que ya habían tomado años antes con VIASA. Es por ello que la victoria obrera en VENEPAL marca un momento histórico importantísimo que puede incluso decidir el curso de la revolución bolivariana. Como los marxistas de la CMR defendimos desde el principio, la lucha organizada de los trabajadores y las comunidades por la expropiación del complejo VENEPAL, podía ser victoriosa y empujar al gobierno bolivariano a actuar. Ahora se abre una nueva etapa en esta lucha, pues la burguesía no se va a quedar tranquila ante esta victoria obrera y popular e intentará usar a la burocracia y a los sectores reformistas, que son su brazo dentro del Estado bolivariano, para intentar distorsionar esta victoria.El mejor modo de garantizar el futuro de VENEPAL y del empleo es que se mantenga bajo propiedad estatal y con control y administración de los trabajadores mediante representantes elegibles y revocables por la asamblea de trabajadores. El Núcleo de Desarrollo Endógeno debe ser manejado bajo control obrero, campesino y popular, englobando todas las áreas de la empresa (tierras, conversión del hospital en clínica popular, etc.)
Reactivar la lucha de las empresas tomadas
Así como intentaron hacer con VENEPAL, los explotadores de Constructora Nacional de Válvulas (CNV), Industrial de Perfumes - Cristin Carol, Textiles Fénix, CODIMA, entre otras, también están pisoteando nuestro derecho a la autodeterminación, así como los derechos básicos que tenemos los trabajadores. La victoria de VENEPAL abre las puertas para obtener nuevas victorias. Estas luchas deben ser reactivadas, con la UNT asumiendo frontalmente la defensa de la necesidad de expropiar a estos golpistas y reactivarlas bajo control obrero. ¡Por el derecho al trabajo digno, estable y seguro!
Únete a la Corriente Marxista Revolucionaria para empujar estas propuestas y luchar por completar la revolución en dirección al socialismo, con una economía, nacionalizada y planificada democráticamente por los trabajadores y las comunidades.
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