La ofensiva desatada por una judicatura plagada de fascistas y machistas y de la derecha franquista del PP y Vox contra la ley del Solo sí es sí es salvaje. Ya vivimos un primer episodio de este bochorno democrático en octubre, al calor de la aprobación de la nueva legislación sobre la libertad sexual, pero ahora ha escalado a un nivel nauseabundo.