¡Ni un voto para los corruptos y arribistas!
En la calle, en el transporte público, en las pláticas de familia y con los amigos, el ambiente recuerda al de 1988, cuando Cárdenas presentó por primera vez una candidatura presidencial antipriista con amplias posibilidades de ganar; gran parte de la población lo apoyaba. Hoy la mayoría igualmente expresa su apoyo a López Obrador.