Economía

Tras meses de noticias acerca del retroceso de la economía china, en las últimas semanas el optimismo se ha apoderado de algunos economistas burgueses. Argumentan que la amplitud y efectividad de las medidas anticrisis adoptadas por el régimen chino posibilitan una rápida recuperación. Es indiscutible que la economía china cuenta con poderosos recursos, destacando su gigantesca potencia industrial1 y sus enormes reservas económicas. Sin embargo, todavía es demasiado prematuro para afirmar que estamos ante una inminente recuperación y, sobre todo, para descartar que la actual crisis, al margen de su duración en el tiempo, no provocará una profunda y duradera herida en la economía del gigante asiático.

Un gigante doblegado por el mercado mundial

Considerando que actualmente el 40% del PIB chino proviene de las exportaciones, se comprende el terrible golpe que ha supuesto la caída de sus ventas en el exterior: nada menos que un 25,7% y un 17% en febrero y marzo de este año respectivamente. Los inversores extranjeros, que contaban de antemano con esta perspectiva, empezaron a recortar sus inversiones en el país ya desde el pasado octubre2. Empresas emblemáticas como China Telecom -primera telefonía china- o Lenovo -cuarto fabricante mundial de ordenadores-, han sufrido una reducción de sus beneficios del 96,3% y el 20% respectivamente en 2008. Las exportaciones de automóviles bajaron más de un 61% en los dos primeros meses de 2009.

El proceso de contracción económica, que empezó por los sectores más dependientes del comercio mundial, se extiende ahora a otras áreas de la economía. Así, el sector de la energía, importante termómetro de la actividad  productiva, se ha resentido duramente. El Consejo Chino de la Electricidad informó de una reducción de más del 10% de la demanda en el primer trimestre de este año, derivada fundamentalmente de la caída del consumo industrial.

La crisis de sobreproducción que experimentan varias ramas de la industria china se está traduciendo en la destrucción de parte de las fuerzas productivas instaladas. Numerosos informes afirman que en la industria juguetera se han cerrado ya el 50% de las fábricas existentes. Alrededor de veinte millones de trabajadores han ido al paro en los últimos meses.

No olvidemos además, que los vínculos de China con el mercado mundial no se limitan solamente al sector industrial manufacturero. La llamada fábrica del mundo, rebosante de capitales gracias a su abultado superávit comercial, se ha convertido en estos años en uno de los mayores prestamistas de la economía estadounidense3. Parecía un buen negocio, China prestaba y EEUU, a cambio, consumía sus mercancías. Sin embargo, el estallido de la crisis en EEUU está transformando este negocio en un asunto feo. Las estimaciones del gobierno chino respecto a sus pérdidas por las inversiones que ha realizado en renta variable estadounidense van desde los 80.000 a los 240.000 millones de dólares. Y, lo peor, cualquier caída futura del dólar, conllevará una gran pérdida de capitales para China.

Las medidas anticrisis del régimen chino

Semejante combinación de factores ha dado como resultado una reducción en el crecimiento del PIB chino, hasta situarse en un 6,1% en el primer trimestre de 2009, la cifra más baja de los últimos 17 años. Este dato es aún más desolador si tenemos en cuenta que para dar trabajo a las casi diez millones de personas que se incorporan anualmente al mercado laboral la economía necesita crecer a tasas de un 8%.

Ante la difícil situación que se abre en el mercado mundial4, los dirigentes chinos están apostando por relanzar el crecimiento a través del incremento del consumo doméstico. Para ello, han puesto en marcha un generoso plan de inversión estatal que, además, sirve para estimular el crédito. En total se prevé inyectar alrededor de 585.000 millones de dólares en la economía, fundamentalmente a través de inversiones en infraestructuras5. Respecto al crédito, el volumen en el sector privado se ha multiplicado por seis en el último año, mientras la masa monetaria en circulación ha crecido en torno al 25%. Estas medidas han permitido que la producción industrial remontara en marzo así como también las ventas minoristas.

Sin embargo, por sí sólo, este plan no parece ser lo suficientemente efectivo como para volver a situar el crecimiento del PIB en torno al 9%, media de la que este país ha disfrutado en los últimos años. De hecho, hay persistentes rumores sobre la aprobación de un segundo plan estatal de estímulo económico debido al agotamiento de los efectos beneficiosos del primero. También hay voces que advierten de la peligrosa dinámica que genera la expansión crediticia. En la medida en que el sector productivo de la economía se resiente por la recesión, existe el riesgo de que se alimenten procesos especulativos similares a los ocurridos en otros países. Varios analistas destacan con preocupación el aumento de las inversiones bursátiles y en bienes inmuebles. El crecimiento de burbujas especulativas en la bolsa y el sector inmobiliario podría estimular modestamente el crecimiento económico a corto y medio plazo, pero a costa de provocar un desarreglo aún peor a largo plazo como demuestra la experiencia en EEUU.

¿Podrá el consumo interno sustituir los ingresos de las exportaciones?

Todos parecen de acuerdo en que la clave para que el capitalismo chino pueda superar su dependencia de las exportaciones es aumentar la capacidad del consumo de su población. Formular la solución del problema es simple, pero llevarla a la práctica es una tarea más complicada.

No olvidemos que el desarrollo vertiginoso de la economía china se ha basado en parte en la explotación de mano de obra muy barata, es decir, en la existencia de una clase obrera con un poder adquisitivo limitado. El tan insistentemente subrayado espíritu ahorrador del pueblo chino no es otra cosa que el reflejo de la indefensión de las familias trabajadoras que, debido al desmantelamiento de los beneficios sociales de los que las proveía la economía planificada y nacionalizada, deben financiar sus gastos médicos y escolares, así como resguardarse económicamente para períodos de desempleo o cuando se jubilan.

Parece obvio que aumentando los salarios, concediendo generosos y prolongados subsidios de desempleo, garantizando una sanidad y educación gratuitas y universales, se aumentaría el poder de compra de las masas chinas. Pero todas estas medidas van precisamente en dirección contraria a la política desarrollada por los dirigentes chinos.

Hace poco más de dos años que, con el reconocimiento legal de la propiedad privada, los dirigentes estalinistas chinos incorporaron a la esfera del derecho una realidad de hecho en el terreno económico: la legitimidad del beneficio privado y, por tanto, de la desigualdad social. Socavar la propiedad nacionalizada y la planificación económica como cimientos esenciales de la economía y sociedad china, no podía traer otro resultado. Sobre la estrechez económica y la explotación de la gran mayoría se ha desarrollado una capa de nuevos ricos: 825.000 chinos poseen más de un millón de euros. Pero siguen siendo una minoría en un país poblado por 1.200 millones de personas con un poder adquisitivo muy bajo.

No podemos prever con exactitud el ritmo de los desarrollos económicos, pero sí hay algo que estamos en condiciones de afirmar: la desigualdad y la injusticia social que se han desarrollado en China al calor de la restauración capitalista, y que aumentarán bajo la crisis de sobreproducción, preparan un estallido social de grandes proporciones.

NOTAS

1. Según un informe de la Asociación de Fabricantes de Maquinaria y Plantas Industriales de Alemania, China se ha convertido en el mayor productor del mundo de bienes de equipo, desbancando a Alemania.
2. En el primer trimestre de 2009 la Inversión Extranjera Directa ha caído un 20,6%.
3. China posee actualmente divisas extranjeras por un valor de dos billones de dólares, de los que aproximadamente el 70% son dólares USA.
4. El BM advierte que el comercio caerá a su peor nivel en los últimos 80 años, pronosticando para 2009 una caída del 9%.
5. Por ejemplo, sólo en los tres primeros meses de 2009, la inversión en la red ferroviaria se ha triplicado.

La economía capitalista se estrella contra la depresión

El pasado 2 de abril los representantes de las potencias capitalistas más importantes del planeta, con algunos convidados de segunda fila, se reunieron en Londres en la cumbre del G-20. Anunciada con una fanfarria propagandista de alta intensidad, la reunión ha supuesto un fracaso sin paliativos por más que los medios de comunicación capitalistas, y los gabinetes de prensa de los gobiernos, se esfuercen en adornar pretenciosamente sus resultados.

No estamos ante la primera cumbre de estas características. En noviembre del año pasado el anterior inquilino de la Casa Blanca, George W. Bush, convocó a los jefes de gobierno de este grupo selecto con el objetivo primordial de "reestablecer la confianza en el sector financiero" gracias a un nuevo sistema de regulación y controles que pondría fin al caos en que la especulación había sumido al mundo. No han pasado ni cinco meses y el recuerdo de aquella cumbre se ha esfumado sin pena ni gloria. Ninguno de los planes diseñados en aquella reunión ha servido para evitar una caída aún mayor de la economía mundial. Todo lo contrario. La inyección de más de cinco billones de euros, que los gobiernos de EEUU, la UE, Japón y China han llevado a cabo para tratar de salvar el sistema bancario y financiero mundial, ha sido tragada por el sumidero de una deuda gigantesca que parece no tener fin. Mientras tanto, la crisis se extiende alarmantemente a áreas como Europa Oriental, América Latina o el Sureste Asiático que se suman al panorama desolador que viven EEUU y la UE, confirmando que nos encontramos ante la depresión posiblemente más importante de la historia del capitalismo.

Enfrentamientos EEUU - Unión Europea

El anfitrión de la cumbre, el primer ministro británico Mr. Gordon Brown, no se reprimió a la hora de utilizar un lenguaje solemne para esconder los magros resultados de tan magna reunión: "Hemos acordado hacer lo necesario para restaurar el crecimiento económico y crear empleo", sentenció. Pero cuando trató de concretar ante los periodistas los resultados, se descubrió el carácter hueco de los acuerdos alcanzados: "El FMI analizará las medidas y elaborará un informe para la próxima reunión. Y, si es necesario, cada país hará lo necesario para recuperar su economía". ¡¡Si es necesario!!

El deseo de la administración Obama de forzar a la Unión Europea a impulsar nuevos planes de "gasto fiscal" fracasó y cualquier nueva medida fue postergada para una nueva reunión en el mes de septiembre en Nueva York, donde se celebrará la tercera cumbre del G-20. La burguesía europea, empezando por Francia y Alemania, no está dispuesta a aumentar el déficit público de sus países, ya de por sí muy abultado, a sabiendas de que el efecto que tendrá en la reactivación económica será muy limitado. Y, lo que es más importante, sus planes para salir de la crisis pasan, obviamente, por disputarle el mercado mundial a los EEUU, no por favorecer la estrategia de la clase dominante norteamericana. En este sentido y a pesar de las fuertes presiones de Washington, la canciller alemana Merkel manifestó en el parlamento alemán días antes de la cumbre que "no es el momento de nuevas medidas para el crecimiento. Hay que permitir el de-sarrollo de las existentes" y, continuó: "la competencia para superarse unos a otros con promesas no calmará la situación".1

Las acusaciones descaradas de Francia y Alemania a los responsables políticos estadounidenses por el caos especulativo propiciado desde EEUU se concretó en la exigencia de una mayor regulación del sistema financiero. ¡Como si la burguesía europea no hubiera participado alegremente de la burbuja especulativa que tantos multimillonarios ha producido durante los últimos años en el viejo continente! En fin, para contentar a Sarkozy, Merkel y Zapatero, la cumbre decidió hacer pública una lista negra de paraísos fiscales y la posibilidad, tan sólo la posibilidad, de aplicar sanciones a las naciones que no acepten intercambiar información. ¡Ahí es nada! También se acordó que los grandes fondos de alto riesgo (hedge funds) se inscribiesen en un ¡¡registro!! e informasen sobre sus operaciones a los supervisores de cada país. Pero lo más chistoso fue el intento melifluo para que los abultados sueldos de los ejecutivos del sector bancario y financiero se guíen por "códigos de buenas prácticas". Todos podemos estar tranquilos. El capitalismo de rostro humano de Barack Obama nos salvará de la crisis.

La montaña parió un ratón

Para hacer aún más dramática la escenificación de esta solemnidad de lo superfluo, el presidente Sarkozy no se anduvo con rodeos: "Es la reforma más profunda del sistema financiero desde 1945" sentenció. Pero comparar esta cumbre con los acuerdos de Bretton Woods en 1944, cuando la economía estadounidense salía victoriosa de una guerra devastadora controlando el 60% de la producción industrial mundial, un 32,4% del comercio mundial, más del 80% de las reservas de oro mundiales, con el dólar como moneda de referencia en los intercambios internacionales y una perspectiva de desarrollo extraordinario de sus fuerzas productivas es, sencillamente, una broma de mal gusto. No hay ninguna similitud entre el panorama económico de la posguerra, que alumbró el periodo de auge capitalista más importante de la historia, con el escenario actual de depresión dónde la principal potencia económica del planeta, EEUU, se encuentra afectada por una auténtica catástrofe.

Pero prosigamos con la cumbre. Como parte de los "logros" de la reunión, se decidió aumentar las competencias del "Foro de Estabilidad Financiera", cuya existencia descubrimos por los periódicos y que además fue rebautizado como "Consejo" para otorgarle un rango más serio. Según el comunicado final de la Cumbre, este Consejo, coordinará las nuevas normas de regulación sobre el sector financiero. Como es habitual en su política de incontinencia verbal, el presidente Sarkozy lo bautizó como "el nuevo regulador mundial". Pero nada más lejos de la realidad. Pensar que los flujos de capitales especulativos, que en lo referido al mercado de futuros ascendieron en el año 2007 a 500 billones de dólares, diez veces más que la producción mundial de un año, puede ser controlado y regulado por un "Consejo", es lo mismo que suponer que los grandes banqueros, los especuladores, los grandes capitalistas, gente como Warren Buffet, Soros, Carlos Slim, Bill Gates y compañía, se van a convencer de la necesidad del socialismo.2

Como colofón de esta gran puesta en escena, el otrora dirigente del Partido Socialista Francés y hoy director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, no quiso ser menos y no pudo contenerse ante los periodistas, a los que regaló con una nueva soflama demagógica: "Es el mayor plan coordinado de reactivación económica de la Historia".

La economía mundial, en la senda de la depresión

En su última estimación sobre la economía mundial, publicado el 21 de abril, el FMI señaló que por primera vez en más de 60 años el PIB global retrocederá un 1,3% este año. El FMI asegura que "la caída de la riqueza mundial se producirá a pesar de las enérgicas medidas adoptadas para restablecer la salud del sistema financiero y del uso continuo de medidas de política macroeconómica para apoyar la demanda".

Las previsiones son estremecedoras para todas las economías avanzadas. Según el FMI, el PIB de la zona euro descenderá este año un 3,2%, pero la caída de Alemania y Gran Bretaña puede ser espectacular rondando el 5%. En el caso de Japón puede llegar a caer un 5,8%, algo absolutamente factible después de conocer que la producción industrial se redujo un 9,6% en diciembre, la mayor caída desde 1953, debido a la contracción de los mercados exteriores y el desplome de sus exportaciones. Respecto a EEUU, el FMI prevé una caída de su PIB en torno a un 2%, aunque otros estudios la sitúan cercana al 3%. Por su parte, el Banco Mundial (BM) estima que la producción industrial global puede ser a mediados de 2009 hasta un 15% inferior de la registrada en 2008. Y sobre todo este panorama se cierne la sombra amenazadora de la deflación3.

El fantasma del proteccionismo

En la pasada cumbre de Londres todos los gobiernos hicieron votos a favor de luchar contra el proteccionismo y evitar así una contracción mayor de la economía. Sin embargo, los buenos deseos son una cosa y los hechos tozudos otra muy diferente. En la gran depresión de 1929, uno de los factores que alimentó la espiral destructiva fue precisamente la adopción de medidas proteccionistas por parte de las grandes potencias económicas y las devaluaciones competitivas de sus monedas. Aunque todavía estamos lejos de un escenario como aquel, las señales de alarma están creciendo y son una muestra de la incapacidad de resolver esta crisis de sobreproducción en base a recetas capitalistas. Según informes recientes de la Organización Mundical del Comercio (OMC), desde la cumbre del G-20 en Washington celebrada el pasado mes de noviembre, se han adoptado 47 medidas para proteger distintos sectores económicos en diferentes países, y entre los países que lo han hecho se encuentran 17 de los 20 que firmaron la declaración de Washington. Las medidas van desde subidas de aranceles, endurecimiento de las normas de importación, subsidios públicos a sectores productivos como el automóvil, el acero o el calzado, hasta nuevas iniciativas legislativas para obstaculizar el comercio internacional. En el caso de la principal economía europea, Alemania, en enero pasado sus ventas al exterior cayeron por cuarto mes consecutivo un 18% en tasa interanual, un descenso no visto desde 1993. Es obvio que Alemania no se va a quedar con los brazos cruzados ante esta situación que afecta directamente a su músculo industrial y que está provocando un aumento importante del desempleo. Si la recesión continúa, y es un hecho que lo hará, todas las condiciones están dadas para guerras comerciales más o menos abiertas entre las diferentes naciones.

Por otro lado, el recurso de la administración Obama a darle masivamente a la máquina de hacer dinero es una forma encubierta de devaluar el dólar y favorecer las exportaciones estadounidenses frente a sus competidores en el mercado mundial. Desde mediados de marzo el dólar se ha dejado un 6,3% de su valor frente al euro y todo indica que esa tendencia se mantendrá en el próximo periodo. Las advertencias de la UE y de China ante esta dinámica no presagian, precisamente, un horizonte de entendimiento y coordinación para salir de la crisis.

La tendencia al proteccionismo se acelerará paralelamente al desplome del comercio mundial, auténtico motor del auge de la posguerra y del crecimiento de los años ochenta y noventa. Según los datos manejados por la OMC, los flujos de comercio globales registrarán en 2009 su mayor caída en 80 años, en torno al 9%, y serán los países asiáticos, y en concreto China y Japón, los más afectados por este retroceso.

Los planes de Obama ¿resolverán la crisis?

Barack Obama se ha presentado mundialmente como el campeón del capitalismo de rostro humano. No es ninguna casualidad esta nueva estrategia del imperialismo y la clase dominante estadounidense. La victoria electoral de Obama demostró el enorme descontento de la mayoría de la población de los Estados Unidos, de millones de trabajadores, blancos, afroamericanos, latinos, de la juventud, que han sufrido una auténtica pesadilla bajo los gobiernos republicanos y se han rebelado contra unas condiciones de vida que se han hecho cada día más insoportables. Pero Obama, en los hechos, gobierna para los grandes monopolios y la gran banca norteamericana no para los millones que le han aupado al gobierno. La burguesía de los Estados Unidos, una burguesía muy poderosa, ha percibido la gravedad del momento: no puede seguir gobernando el país como en los últimos ocho años. Existe mucho material inflamable en las entrañas de la sociedad, mucha rabia acumulada. Necesitan hacer gestos, guiños amables y algunas concesiones de poco calado pero que, convenientemente amplificadas gracias a la poderosa maquinaria de propaganda de la que disponen, sirvan para desviar la atención.

Los esfuerzos de transformar a Obama en el nuevo F. D. Roosevelt, con sus declaraciones demagógicas a favor del pacto social y la redistribución de la riqueza, sus reproches públicos a los altos ejecutivos de los bancos y las empresas financieras por sus salarios e indemnizaciones escandalosas, su afán en favorecer el gasto social en escuelas y en hospitales, y no sólo eso, sus movimientos diplomáticos para variar el rumbo de la política exterior del imperialismo tendiendo la mano a Cuba y Venezuela, son el fruto de una necesidad urgente. La clase dominante estadounidense necesita una nueva legitimación para el capitalismo, necesita agrupar de nuevo a la mayoría de la población y convencerles de que el sistema es viable y puede funcionar, además de neutralizar en la mayor medida posible un auge de la lucha de clases que perfectamente se podría expresar con huelgas militantes, radicalización política y el surgimiento de una poderosa ala de izquierdas en el movimiento sindical.

La tarea de Obama, en este sentido, no va a ser nada fácil. El capitalismo norteamericano está sufriendo un auténtico descenso a los infiernos mientras las perspectivas se hacen más sombrías cada día que pasa. La posibilidad de un hundimiento económico aún más serio es real, y este hundimiento se puede prolongar en el tiempo actuando como un electroshock en la conciencia de millones de trabajadores norteamericanos y gastando, progresivamente, el crédito político de Obama.

La recesión de la economía estadounidense ha destruido cerca de cuatro millones de empleos no agrícolas, algo que no se veía desde la gran depresión de los años treinta. La tasa de paro ha alcanzado la cifra record del 8,1% y el total de desempleados en de 12,5 millones. Para hacer frente a esta situación de emergencia, en un año y medio el gobierno norteamericano se ha gastado 4,17 billones de dólares.4 Pero, hasta ahora, estos planes no han funcionado y no lo hacen porque la economía capitalista funciona con el único fin del lucro, del máximo beneficio empresarial.

En estos momentos la capacidad productiva instalada en los EEUU es muy superior a la capacidad del mercado doméstico para absorber mercancías. Hasta hace poco el consumo interno suponía cerca de dos terceras partes del PIB estadounidense. Pero eso ha cambiado. El consumo privado esta completamente deprimido por la montaña de deudas y créditos hipotecarios que pesan como una losa sobre las maltrechas economías de los trabajadores norteamericanos. El azote del paro reduce aún más la capacidad de compra de los estadounidenses, mientras la dinámica de cierres de empresas y la caída en inversiones de capital muestran a las claras el carácter profundo de esta crisis de sobreproducción. Las exportaciones norteamericanas se redujeron un 16,4% en un año, una situación que no se veía desde comienzos de 1970 y que priva a la economía de un posible colchón para intentar capear el colapso del mercado inmobiliario. Las importaciones se han reducido aún más como consecuencia de la contracción del mercado interno.

Obama y la Reserva Federal han adoptado una línea de actuación muy peligrosa para intentar salir de este marasmo. Por un lado los tipos de interés se han recortado al 0%. Paralelamente, el presidente de la FED ha anunciado la inyección de 1,15 billones de dólares (una cifra que se acerca al PIB del Estado español), con el objeto de abaratar las hipotecas y aumentar el crédito al consumo y a las empresas. Pero las cosas no quedan ahí: la FED ha decidido adquirir durante los próximos seis meses hasta 300.000 millones de dólares en bonos del tesoro. En las últimas semanas la administración Obama ha decidido otras medidas que muestran con mayor claridad sus auténticas intenciones. Pretenden gastar un billón de dólares de los fondos públicos para comprar activos tóxicos a los bancos, lo que representa una gigantesca operación de nacionalización de las pérdidas y privatización de las ganancias. Este es el verdadero sentido de la política de Obama, como fue la de Roosevelt en su momento: salvar a los banqueros y a los especuladores, garantizar su estafa multimillonaria, a pesar de que en las declaraciones públicas se presente con un discurso muy diferente.

Todas estas operaciones se financiarán con dólares salidos de las máquinas de imprimir, lo que los "expertos" han denominado eufemísticamente "expansión cuantitativa". El objetivo para tal desatino es combatir la deflación, pero también tiene otros efectos: el dólar se deprecia, pierde valor, y los bonos del tesoro pierden atractivo para los inversores porque rebajan su rentabilidad. De esta forma se abre un camino muy incierto, pues los países que sostienen el déficit norteamericano, como China y Japón con sus multimillonarias compras de bonos y deuda estadounidense pueden sacar la conclusión de que están siendo estafados. Y esta posibilidad amenaza, en el caso de una retirada masiva de los capitales chinos y japoneses, con una suspensión de pagos general en los EEUU.5

La única solución: la lucha por el socialismo

Todos los datos y perspectivas anteriormente reseñadas sólo sirven para ilustrar el callejón en el que se encuentra la clase capitalista mundial. Obviamente no existe una crisis final del capitalismo. De hecho, la burguesía internacional tiene una receta acabada para intentar sortear esta catástrofe: colocar a la clase trabajadora en una situación de humillación y postración que dure años. Destruir sus conquistas históricas, abaratar los salarios, imponer el despido libre y gratuito, terminar con la negociación colectiva, con servicios públicos como la sanidad y la educación. En suma, reducir los costes de producción para mantener la tasa de beneficios, aunque eso signifique un padecimiento indecible para cientos de millones de hombres y mujeres en todo el planeta.

Recientemente un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señalaba que el 60% de la población activa mundial, 900 millones de trabajadores, realiza su actividad sin contrato de trabajo ni prestaciones sociales. Si se incluye a los obreros del sector agrícola, la cifra asciende a 2.000 millones. De ese total, 700 millones viven en la pobreza extrema y 1.200 millones tienen ingresos inferiores a dos dólares diarios. Estos datos son una condena feroz del capitalismo. Pero no es suficiente.

Cuando en las condiciones existentes la técnica y la ciencia, aplicadas de una forma racional, harían posible un desarrollo sin precedentes de las fuerzas productivas, del bienestar y de la cultura de toda la humanidad, asistimos a un espectáculo obsceno de destrucción de riqueza y millones de personas son arrojadas a la fosa del desempleo. Cuando la pobreza y la miseria se extienden como una plaga bíblica es necesario preguntarse ¿por qué ocurre esto? Sólo hay una razón evidente y se explica por la existencia de un sistema decrépito y reaccionario, el capitalismo, que merece ser arrojado cuanto antes al basurero de la historia. Hoy más que en ningún otro momento de las últimas décadas, se hace visible la necesidad de luchar por el socialismo, por la expropiación de la banca, de los monopolios, de los latifundios bajo el control democrático de la clase trabajadora. Acabando con el escarnio de la propiedad privada de los medios de producción y con esa herencia reaccionaria que es el Estado nacional, poniendo las palancas de la economía a funcionar con el objetivo de resolver las necesidades de la mayoría, y no para aumentar los beneficios de una minoría de parásitos que gobiernan nuestras vidas, podríamos fácilmente terminar con la lacra del paro, garantizando a cada hombre y mujer un puesto de trabajo digno; se podría asegurar fácilmente una vivienda pública decente y asequible, una enseñanza y una sanidad pública que no fueran una fuente de negocio para unos cuantos sino servicios de calidad y universales. Se podría tener un paraíso en la tierra.

No hay ninguna justificación histórica para perpetuar este sistema.

¡Es el momento de unir nuestras fuerzas para transformar la sociedad!

¡Es el momento de luchar por el Socialismo!

¡Únete a los marxistas de El Militante! 

NOTAS

el deseo estadounidense de tener programas de estímulo todavía más masivos". También fue de la misma opinión el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, que será el presidente de la Unión Europea a partir de julio y que enfatizó, en el mismo foro, que los planes de reactivación aprobados por la Unión "son suficientes, y hay que dejar que produzcan sus efectos".

2. La Cumbre también intentó revivir a un muerto: el FMI, al que se le pretende asignar un papel "central" en la reactivación económica aumentándole la capacidad de préstamo a los países pobres y emergentes (500.000 millones de en total). Sin embargo, toda la experiencia anterior demuestra que estos créditos no se concederán por nada. Obligarán a las naciones más pobres y dependientes a devolver cada centavo de dólar por triplicado, aumentando su deuda estructural, y serán entregados a cambio de nuevos planes de austeridad, de recortes salariales, de despidos, de reducción del gasto social. Sólo servirán para defender la tasa de beneficios de los monopolios imperialistas que mantienen inversiones multimillonarias en estos países y engordar aún más las cuentas de resultados de las oligarquías locales.

3. La recesión se extiende como un incendio sin control. Según el Banco Mundial, el agravamiento de la crisis ha colocado en una situación crítica a los llamados países emergentes, con un déficit de financiación que podría oscilar entre los 270.000 y los 700.000 millones de dólares. Estos países han visto reducidos drásticamente los flujos de capital que recibían en la época de bonanza, alrededor de un tercio del récord de 1,2 billones de dólares (905.000 millones de euros) registrado hace un par de años. Toda una receta acabada para explosiones sociales como ya están teniendo lugar en Ucrania, Hungría, Lituania o Tailandia.

4. Se han dedicado 600.000 millones de dólares a la compra de activos tóxicos por el Tesoro; 271.000 millones en los rescates de Bear Stern, AIG y Fannie Mae y Freddie Mac; 1,6 billones en las inyecciones de liquidez de la Reserva Federal; y 955.000 millones en los planes de estímulo de los gobiernos de Bush y Obama, entre otros.

5. Las consecuencias de estas decisiones están a la vista: el déficit público previsto para este año superará los ocho billones de dólares (11,9% del PIB) y la deuda pública que ya asciende a 11 billones (73% del PIB), se colocará en 2012 en 16,2 billones de dólares. Toda esta montaña gigantesca de deudas será pagada por los trabajadores de hoy y los de generaciones venideras. Pero a pesar de todas estas medidas, el flujo del consumo y del crédito sigue sin restablecerse poniendo de manifiesto que la contracción del crédito no es la causa de la crisis, sino al contrario, que la crisis de sobreproducción es la que actúa estrangulando el crédito. Los capitalistas solventes sólo solicitarán más créditos, y los bancos los concederán, si consideran que existen oportunidades de negocio. Pero ¿quién se va a arriesgar a aumentar su endeudamiento, a realizar nuevas inversiones en plantas industriales, en comercios, en construcción, si lo que hay a su alrededor es un desplome general de toda la actividad económica?

El movimiento cooperativista fue fundado en Inglaterra a principios del siglo XIX por Roberto Owen quien formara parte de los que hoy se conocen como socialistas utópicos y que, contrariamente a como lo hicieran Marx y Engels (fundadores del socialismo científico), veían al socialismo en términos éticos y morales.

Si bien es cierto que las cooperativas demostraron desde el siglo XIX que los trabajadores pueden dirigir una industria sin empresarios, también demostraron que es imposible establecer islas de socialismo en un mar de capitalismo. Es decir, por exitosa que sea una cooperativa, por mucho que los trabajadores que la componen se esfuercen para lograr sacar adelante la producción en cuestión, jamás podrán detener el crecimiento y boicot de los monopolios capitalistas y jamás lograran emancipar al proletariado. Muchas de las cooperativas terminan administrándose en líneas capitalistas porque están obligadas a funcionar en condiciones del mercado. Se desarrolla en los dirigentes de estas fábricas una tendencia inevitable a elevarse por encima de la plantilla, a adquirir privilegios y a corromperse.
Si los trabajadores que se deciden a expulsar al patrón y a conformar una cooperativa fracasan, los burgueses están más que listos para recuperar el control, por otro lado, si esos trabajadores tienen éxito, esto sólo se lograría adaptándose a las normas del capitalismo con lo cual se termina sustituyendo una forma de explotación de la clase trabajadora por otra.
Sin duda, la formación de cualquier cooperativa es un triunfo para los trabajadores, no obstante la experiencia a nivel mundial y nacional ha mostrado las limitaciones de dicho proceso cuando este se realiza no en la perspectiva de una lucha por la transformación de la sociedad, sino en una lógica de supervivencia con objetivos puramente económicos, por lo que para asegurar los logros y beneficios a los que aspiran las cooperativas es necesario que la clase obrera tome el poder.
Las deficiencias y problemas que han surgido en las empresas en las que los trabajadores constituyen cooperativas no son culpa de los trabajadores, sino por el contrario de la falta de control obrero, de la nueva burocracia en la fábrica, de la burocracia estatal y del sabotaje de los reformistas y todo tipo de elementos contrarrevolucionarios.
Es muy común que líderes reformistas utilicen al cooperativismo y a frases como “economías mixtas basadas en cooperativas” para decir que “no es necesario que los trabajadores tomen el poder de una economía, ya que lo pueden hacer localmente”. Lo anterior lo hacen para confundir a los trabajadores y desviarlos del control obrero, planificación y nacionalización. Y eso se debe a que a estos personajes les alarma que el movimiento obrero cuestione la propiedad privada y vaya más allá de los límites del capitalismo.
El desarrollo de las fuerzas productivas y la socialización del trabajo bajo el capitalismo crearon las condiciones necesarias para que la clase obrera transformara la sociedad en líneas socialistas.
Es necesario avanzar al socialismo a través de la expropiación de los capitalistas y la creación de un  estado revolucionario que sustituya al estado burgués. El movimiento de ocupación de fábrica en América Latina demuestra que los trabajadores, por su experiencia acumulada, se mueven hacia la socialización de los medios de producción, hacia el socialismo.
Sólo tomando en control de las principales palancas de la economía lograremos echar abajo todos esos intentos de la burguesía para destruir nuestros movimientos revolucionarios, a través de la toma y ocupación de fábrica  por parte de los trabajadores, campesinos  y comunidades para ponerlas a producir en función no del beneficio individual , sino de las necesidades sociales.
En Venezuela, la lucha encabezada por el FRETECO (Frente de Trabajadores de Empresas en Cogestión y Ocupadas) muestra que los trabajadores sí podemos gestionar las empresas, que el Control Obrero sí es posible en la revolución bolivariana y en la revolución mundial. Lejos de la cooperativismo, el control obrero es una herramienta fundamental para llevar la revolución al socialismo verdadero luchando por dignificar la vida del trabajador, por la reducción de la jornada laboral y contra la explotación de los trabajadores.
UNIDOS Y ORGANIZADOS VENCEREMOS

El débil capitalismo mexicano ha dado muestras claras de su podredumbre mucho antes de que estallara el pánico internacional en el último trimestre del 2008, cuando todas las bolsas iniciaron una caída en picada y los bancos más poderos se iban a la banca rota y cuando se pudieron ver imágenes insólitas como los corredores de bolsa tironeándose los cabellos. A pesar de la realidad tan clara, la derecha mexicana encabezada por el espurio de Calderón se esforzó al máximo para guardar las apariencias con discursos vacios y más bien desesperados. Se atrevieron a afirmar que la economía mexicana estaba más fuerte que nunca y que nos asemejábamos a un barco de gran calado.

En este primer trimestre del 2009, cada indicador económico sólo plantea un escenario cada vez más obscuro y ante ello Calderón ha tenido que aceptar tímidamente y a regañadientes que finalmente en México seremos golpeados con una fuerza bastante considerable por el vendaval de la crisis internacional que podría ser tan o más importante que la que estalló en 1929.

Dejar a la familia a amigos y a montones de ilusiones para cruzar la frontera y encontrar una salida a la podredumbre en México, fue una alternativa para millones de trabajadores mexicanos, sin embargo ahora la crisis ha destruido esa opción. Las remesas del 2008 cayeron 3.57% respecto del año anterior, situándose en 25 mil 145 millones de dólares. Desde por lo menos tres años atrás se mostraba una realidad bastante grave, las remesas no estaban sirviendo para mejorar en lo más mínimo las condiciones de vida de las familias en México, sino que apenas eran suficientes para cubrir las necesidades más básicas como alimentación y vestido. Ahora en el primer trimestre del 2009 ya se reporta una caída de hasta el 10%, la perspectiva es que estas sigan cayendo. En México ello significa un golpe muy fuerte a la economía, dado que todos esos millones de dólares no entrarán con la misma fuerza de antes sirviendo para aliviar los problemas propios de la economía mexicana. Los efectos políticos no sólo los veremos en México sino además en el mismo EEUU. Las redadas y deportaciones masivas, los despidos y los robos descarados de los patrones gringos atizarán la conciencia de millones de mexicanos que viven al otro lado del Rio Grande.

La cantidad de acuerdos económicos que México ha firmado con distintos países se cuentan por decenas, a pesar de ello, la inversión Extranjera Directa (IED) ha sido marginal si la comparamos con el volumen de remesas. Para establecer un parámetro, recordemos que en el 2001 se logró un récord al atraer inversiones por 29 mil 724 millones de dólares, sin embargo en este 2008 la caída fue estrepitosa: 18 mil 589 millones de dólares. Aquí se ve claramente, cómo lo inversionistas encontraron lugares más rentables en donde obtener dinero sea más sencillo y rápido. Para el 2009 se hacen pronósticos de que la IED caerá hasta los 15 mil millones de dólares. Es decir que en el mejor de los casos, a México llegarán la mitad de capitales que estaban llegando en el 2001.        

Un dato muy importante sobre el futuro inmediato y la salud de la economía mexicana es la actividad industrial, durante todo el año pasado y mes a mes las cifras fueron cayendo, en diciembre se registró un menos 5.9 y para enero de este 2009, la cosa fue mucho peor al registrarse otra caída que la situó en un menos 11.1 % respecto del año 2008. Todos los trabajadores mexicanos hemos probado lo que son las crisis económicas y dentro de ellas recordamos una muy en particular, la que estalló en 1994-1995. Para ejemplificar lo grave la caída actual en la actividad industrial, basta con decir que las cifras de ahora son tan graves como la de aquel capítulo histórico y obscuro. Todos los componentes de la actividad industrial muestran signos negativos: la manufactura, la construcción, la minería y la generación de electricidad y gas.

Esta caída está reflejando la incapacidad del mercado estadounidense para consumir las mercancías que producimos en territorio mexicano. Recordemos que EEUU es nuestro principal socio comercial y hacia quien se orienta aproximadamente el 80% de nuestro comercio exterior. La única manera de que la manufactura y en particular la maquila repunten en ventas, es que en EEUU la situación cambie de dirección.  Pero ello está muy lejos de ocurrir.

La patronal Canacintra declara que de las 80 mil empresas registradas en esa cámara empresarial en 2004, se tienen a la fecha 42 mil, pero que además éstas están trabajando al 30% de su  capacidad (revista Fortuna febrero 2009). Inevitablemente esta tendencia va a impactar directamente en el empleo. En el balance del 2008, las cifras oficiales dicen que el desempleo llegó al 5.3% equivalente a 2 millones de personas, a pesar de estar matizada esta cifra, demuestra el calvario de las masas trabajadoras pues aún así se registra el mayor índice de desempleo que se ha tenido durante  8 años. Otros análisis más reales plantean que 5 millones de personas han dejado de buscar trabajo porque han llegado a la conclusión de que no tiene ningún sentido, de tal forma que realmente el desempleo está golpeando a por lo menos 7 millones de trabajadores.

Originalmente, los cálculos de crecimiento económico se venían situando en un 3% (positivo), luego el Secretario de Hacienda Carstens anunció que quedaríamos tablas con un cero por ciento, ahora los cálculos ya hablan de crecer en un menos 4%. Cálculo que va a fortalecerse en el sentido negativo y que combinado con todo el ambiente a nivel internacional pone la curva de las perspectivas económicas con una flecha hacia abajo. Como ya hemos comentado en otros números de Militante, durante los últimos meses del 2008, la crisis aún no se había mostrado en toda su magnitud, de hecho hoy día aún no queda claro que tan grave es la situación, pero el gobierno de Calderón ya ha tomado una gran decisión: incrementar la deuda de los mexicanos. El banco de la reserva Federal de EEUU, pone a nuestra entera disposición 30 mil millones de dólares más 47 mil millones que amablemente también nos extiende el Fondo Monetario Internacional (FMI) Con estas cifras el FMI nos hace el préstamo más grande en 65 años. Todo ese dinero, más las reservas del Banco Central estarán a disposición del gobierno panista para “enfrentar” la crisis, es decir para regalar a manos llenas dinero a cada gran empresario que en tierras mexicanas sienta que sus ganancias van cayendo.  Para los mexicanos esto será un severo golpe, la deuda por persona se incrementará hasta 41 mil pesos.

Todos estos recursos están anunciando claramente que lo que se espera para el 2009 no es una recuperación, sino muy por el contrario una profundización de la crisis, pero sin saber todavía hasta que nivel llegará.

A estas fechas, la crisis ha transformando todas las viejas expectativas e ilusiones, incluso el mismo secretario del trabajo declaro que “desafortunadamente en esta coyuntura de crisis, se ha presentado más desempleo en aquellos estados que históricamente fueron motores de la economía y generadores de trabajo, como son Chihuahua, Baja California, Tamaulipas, Sonora y Coahuila”. Es decir que los miles de empleos mal pagados que antes se ofertaban en la maquila del norte del país, ahora están desapareciendo a pasos agigantados.

Uno de los más cacareados programas de empleo de Calderón contempla crear aproximadamente 250 mil empleos, es decir que la inmensa mayoría de trabajadores quedarán a la buena suerte de lo que pueda ofrecer la calle. La burguesía y su gobierno de derechas está recurriendo a los métodos más bajos y descarados para mantener sus ganancias, no sólo están despidiendo a miles de trabajadores o mandándolos al paro técnico, además de ello, las arcas del erario público han estado abiertas para ellos siempre, tan sólo en el 2007 se destinaron  4 mil 500 millones de pesos en apoyos para la investigación e innovación en 877 empresas; diez de ellas acapararon mil 500 millones de pesos, y lo único que innovaron fueron índices de desempleo, entre estas grandes beneficiarias encontramos a General Motors, Chrysler y Volkswagen. Pero sumado a estos jugosos regalitos, hay que sumarle otros como la evasión fiscal y que año con año supera los 800 mil millones de pesos.

Todo el ambiente plantea que la crisis una vez más se va a cargar sobre la espalda de los trabajadores, los grandes empresarios perderán algo de dinero, pero será como que un gato pierde un pelo. Las intenciones del gobierno de Calderón es que los trabajadores sigamos postergando nuestra necesidades de salud, de vivienda, educación, cultura, empleo, para otro momento. Esas limitaciones de las necesidades más básicas ya las hemos vivido durante décadas bajo el régimen del PRI y luego con Fox, los trabajadores, jóvenes  y campesinos pobres simplemente no podemos seguir soportando más de la misma miseria. Ante nosotros se levanta una tarea muy importante la de enfrentar esta situación con la lucha desde las calles, recuperando a nuestros sindicatos y expulsado a los chuchos del PRD. Sólo por la vía de una lucha organizada y consciente defendiendo el empleo y los salarios, además expropiando a los burgueses, es que podremos transformar de raíz esta realidad de horror sin fin.

 

En nuestros dos números pasados hemos publicado las dos primeras partes de un  breve análisis que se adentra en las propuestas de Andrés Manuel Lopez Obrador, Jesús Ortega y Militante. Ahora entregamos la tercera y última parte. Te invitamos a que este material sea parte de debates en tus centros de trabajo y escuelas. Te invitamos a que construyas en torno al periódico militante círculos de estudios que fortalezcan el análisis de los acontecimientos actuales.

Rubro

Qué propone AMLO

Qué propone J. Ortega

Qué propone Militante

Método de lucha

- Continuar con las asambleas informativa, con  la giras a los diferentes municipios, organizar brigadas en defensa de la economía popular y apelar a los diputados y senadores del PRD, PT y Convergencia para que impulsen las reformas legislativas necesarias para poner en marcha su plan anticrisis.

- No propone nada  a este respecto.

La ausencia de toda clase de llamado a la lucha por parte de Jesús Ortega no es una sorpresa, como lo ha demostrado en la práctica este dirigente representa a la derecha enquistada en el PRD que pretende hacer de este partido una oposición cómoda, suave, de terciopelo, hacia el gobierno del espurio Calderón. Con sólo propuestas, por muy buenas que sean, sin llamados serios la lucha organizada, todo queda simplemente en buenas intenciones. Los trabajadores y los jóvenes debemos luchar para rescatar al PRD de las garras de esta burocracia acomodaticia.
Quien si llama a la movilización es AMLO. Además convoca a formar 2500 comités en defensa de la economía popular a lo largo de todo el país y a apoyarse el los diputados y senadores afines a su movimiento para dar la lucha parlamentaria con la intención de que sus propuestas prosperen, cuestiones con las que coincidimos. No obstante ello, tomando en cuenta las experiencias de la lucha contra el fraude electoral y la de en defensa de PEMEX, los resultados demuestran que es necesario ir más a fondo para frenar esta ofensiva patronal la cual ahora incluso se está proponiendo el objetivo de profundizar los ataques mediante una contrarreforma a la Ley Federal del Trabajo. En estas condiciones la unidad en la acción de los trabajadores y sus organizaciones resulta doblemente necesaria, es por ello que a las iniciativas de AMLO se tienen que integrar a un plan de acción con las siguientes consignas:
- Ninguna lucha aislada más. Por un Frente Único Trabajadores contra la crisis: movimiento en defensa de la economía popular,  PRD, sindicatos PT, CNTE, APPO, organizaciones campesinas e indígenas, de transportistas, pescadores, colonos, etcétera. Golpeemos todos juntos el mismo día y a la misma hora.
Para que la burguesía retroceda es necesario que todos los explotados y de la ciudad y el campo hagamos sentir la enorme fuerza social que representamos, es por ello que nos manifestamos por:
- Huelga general de 24 horas contra los despidos y la política antiobrera y anticampesina de Calderón.
Las crisis económicas no son un hecho aislado, son un resultado natural de las leyes y la anarquía del capitalismo. Contrariamente a los que nos quieren hacer creer los medios informativos de la burguesía, no todos pierden en situaciones como la que vivimos actualmente. Las crisis económicas provocan la runa de los eslabones más débiles del capitalismo, empuja al desempleo a la miseria a millones de trabajadores, pero permiten que buena parte de los peces gordos de la burguesía  (los Slim, los Sambrano, los Azcárraga, los Salinas Pliego, los Roberto Gonzáles, etcétera, en el caso de México por citar algunos ejemplos) se beneficien de la ruina de los demás, todo esto con la complicidad del Estado (en este caso, con la del gobierno de Calderón) el cual es una herramienta de dominación de la burguesía para proteger sus intereses y la propiedad privada capitalista. La propiedad privada sobre los principales medios de vida por parte de la burguesía y el Estado burgués son los responsables de la crisis y la tragedia que significa ello para millones de trabajadores, por consecuencia el único plan  anticrisis capaz de  solucionar toda esta problemática defendiendo con firmeza los intereses del pueblo trabajadores es aquel se plantea una solución de fondo que valla a la esencia del problema. Po eso los marxistas luchamos por:
- La expropiación de la burguesía eliminado la propiedad privada sobre las principales palancas de la economía bajo el control democrático de los trabajadores.
- el derrocamiento de Calderón y la eliminación del Estado burgués para ser sustituido por Estado de los trabajadores y una democracia obrera.
- Contra la anarquía del capitalismo, por una economía planificada que no tenga como principal objetivo el lucro y la ganancia individual tal como lo es en el caso de la burguesía, sino el beneficio de las mayorías y la necesidades sociales.
- Por una sociedad socialista que ponga un alto definitivo a la barbarie capitalista.

 

¡PRD-CND y Sindicatos a poner manos a la obra!
La crisis sanitaria que estamos padeciendo viene a exponer clara y brutalmente las contradicciones propias del capitalismo, un sistema basado en la máxima ganancia para la burguesía por sobre todas las calamidades que puedan sufrir los trabajadores.

Los patrones, principal obstáculo para resolver la epidemia

El 26 de abril pasado Gobierno del Distrito Federal (GDF) determinó que se requerían 10 días de suspensión de actividades (¡tan solo 10 días!), junto con las medidas sanitarias que se están aplicando para cortar la cadena de transmisión del virus y con ello detener el crecimiento de la epidemia. No obstante la presión de las organizaciones empresariales así como del gobierno federal, hicieron que no se realizara la suspensión de la actividad económica tal como lo señalaba el GDF, por lo tanto el gobierno perredista se limitó a decir que si seguían aumentando el número de infectados y muertos se tendría que considerar un plan B que incluiría la suspensión de todas las actividades de la ciudad incluyendo el Metro. En otras palabras el GDF estaba presionando con suspender el servicio del Metro para que se tomara la decisión de detener la actividad económica. El plazo fijado para hacer esta evaluación eran el lunes y martes pasados.

El día de hoy, miércoles 29, el director del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades, Miguel Ángel Lezana, ha dado los resultados de dos grupos de muestras de pacientes enfermos y fallecidos presuntamente por la influenza porcina, determinándose los siguientes resultados:

Primer grupo, de 51 muestras 17 dieron positivo al virus de la influenza porcina, es decir el 33%. De los 17 infectados 7 fallecieron es decir el 41%.

Segundo grupo, de 65 muestras analizadas 23 de ellas dieron positivo en influenza porcina, es decir el 35%. No se indico el número de fallecidos del grupo.

Con esta información se confirma el crecimiento de los infectados por el virus que mutó a partir del tipo A-H1N1, y ha quedado comprobada su alta peligrosidad. Pero aun cuando se han confirmado estos casos el GDF aun no ha anunciado el plan “B” o mejor dicho no se ha decretado la suspensión de la actividad económica, por el contrario la medida de cerrar parte de los establecimientos de comida ha generado mayores presiones de las cámaras empresariales, las cuales han calificado de “exageradas” las medidas del gobierno capitalino, de forma totalmente hipócrita el presidente de la agrupación empresarial CANACINTRA declaro el día de hoy; "No se debe detener la marcha de la economía; antes bien, se debe de seguir trabajando”, aunque no aclaró quién debe de seguir trabajando, no se refería a los patrones que seguramente ya se encuentran fuera del país o en lujosas residencias apartadas del foco de infección, por el contrario se refería a los millones de proletarios que día a día exponen la vida ante esta mortal enfermedad: ¡que sigan trabajando!

Incluso en esta etapa inicial donde el problema, de acuerdo al punto de vista del GDF, podría o podía ser controlado con tan solo 10 días de suspensión de labores, la burguesía ha demostrado su indiferencia e incapacidad orgánica para resolver el problema ¡Los patrones no están dispuestos a sacrificar las ganancias de 10 miserables días! Prefiere arriesgar la vida de millones de trabajadores antes que dar un pequeñísimo paso atrás en sus intereses privados ¡La burguesía y su gobierno son el principal obstáculo para proteger la salud, e incluso la vida, de millones de trabajadores!

Las organizaciones de la clase obrera deben actuar de inmediato

Las contradicciones internas del gobierno de Calderón son la expresión de una burguesía en crisis, incapaz de organizar nada que no sea confusión. Si esto ya lo sabíamos se ha ratificado al 100% en los últimos días con las medidas que han tratado de implementar para detener la epidemia y es que en días la burguesía no puede resolver lo que no ha hecho en décadas; es decir instalar un sistema de salud adecuado para la población, esté es el fondo de la incapacidad médica para detener los contagios.

La infraestructura médica junto con el personal calificado, enfermeras y doctores, ha venido mermándose paulatinamente. Todo el terreno perdido por las dependencias públicas ha sido tomado por empresas privadas que ahora cuenta con grandes hospitales y cadenas farmacéuticas.

El Gobierno Legítimo (GL) presidido por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a través de su Secretaría de Salud ha reconocido y respalda estas conclusiones desde hace tiempo. Puede consultarse en la página de internet de la secretaría un artículo del 31 de octubre del 2007 donde se reconoce que las medicinas requeridas y su abasto seguro son artículos de primera necesidad. Productos que hacen la diferencia entre una vida sana y la muerte, la enfermedad y la discapacidad no pueden ser tratados como simples bienes, sujetos a las fuerzas del mercado y los acuerdos internacionales de comercio.

Es tal el reconocimiento del deterioro del sistema de salud que incluso la secretaría tiene un apartado en su página que se llama Comités Autogestivos haciendo referencia al papel que tiene que jugar la organización independiente del sistema de salud oficial para atender las necesidades sanitarias de la población. Desafortunadamente éste es el único apartado que carece de información y avances, no obstante indica claramente que el GL es consciente de que se deben de implementar medidas de auto-organización para atender la salud de la clase trabajadora.

Ante un problema de las magnitudes al que nos enfrentamos es necesario crear organismos de participación que involucren al conjunto de trabajadores sanos dispuestos a participar, tal como ocurrió después del terremoto de 1985, donde la incapacidad del gobierno para atender a los lesionados, realizar rescates, eliminar focos de infección, etcétera, fue cubierta con la participación activa de cientos y miles de trabajadores que en ese momento se convirtieron en rescatistas profesionales, paramédicos, albañiles, terapeutas, cocineras, organizadores; en un cuerpo vivo al rescate de la sociedad y de la clase trabajadora. Tenemos que recuperar ese ejemplo y tomar parte activa en la solución del problema, es cierto que implicará riesgos como en el 85, pero ahora tenemos algo que no teníamos en esos años, y eso es el PRD-CND, que no debemos de olvidar se encuentra al frente del gobierno del D.F. y junto con el GL pueden y deben de colaborar con la organización en cada colonia para impulsar diferentes medidas como:

1.- Dotar de infraestructura mínima para organizar comités por la salud de la clase trabajadora, comenzando por un lugar adecuado donde pueda organizarse; por ejemplo las escuelas que están cerradas deben de habilitarse como centros de información, prevención y control de la epidemia.. Estos comités de voluntarios deberán estar compuestos por un número adecuado de participantes que no eleve las posibilidades de contagio y que este en chequeos permanentes. Ello en coordinación y colaboración de personal especializado del sistema da salud pública

2.- El gobierno del GDF deberá de dotar al menos con equipo básico de salud (termómetros, cubre bocas, guantes, antisépticos, vitamina C, etcétera) propaganda preventiva, y material de higiene en gran escala que pueda ser utilizado para dotar a la población.

3.- Una de las tareas más importantes será el de tomar las medidas necesarias para que cada comunidad no presente casos de Influenza porcina, y en caso de existir la comunidad esté enterada y pueda tomar medidas para detener los contagios. Para ello se requiere recabar y dotar de información a la comunidad, esto se puede hacer mediante un boletín electrónico (internet), periódicos murales o pintas, equipos de sonido, que mantengan informada a la comunidad de cualquier brote del virus, sin que impliquen concentraciones de personas.

4.- Estas y otras medidas pueden implementarse sin poner en riesgo la salud de ninguna persona, al contrario serán estas medidas las únicas que pueden controlar los contagios; si la población esta comunicada y enterada fielmente de la problemática en su colonia puede tomar medidas más eficaces. Si al enemigo de por sí invisible se le protege con el desconocimiento el contagio aumenta de probabilidad.

5.- Las Casas en Defensa de la Economía Popular debe de volverse voceros de esta organización, facilitando la infraestructura e información necesaria para llevar adelante un plan de acción organizado.

Utilización de toda la infraestructura existente para solucionar la crisis

Las magnitudes de esta crisis de salud pública tienden a crecer, a diferencia del sismo del 85, donde las dimensiones de la tragedia estaban más definidas. No está claro hasta que niveles puede desarrollarse el contagio, por eso se requieren medidas de fondo para solucionar este problema, estas medidas como hemos visto no pueden tomarse teniendo en cuenta los intereses de la burguesía. La burguesía es de hecho parte del problema, no de la solución.

Los sindicatos que agrupan a los trabajadores de la salud, de las empresas que producen los medicamentos, los alimentos, los productos de limpieza, y todo aquello que es necesario para solucionar esta crisis deben de actuar de forma contundente, no hay margen para una negociación, o se toman todas las medidas necesarias para detener el problema o las deficiencias se pagaran con la vida de los trabajadores.

Es de todos conocido que el efecto del cubre bocas es muy limitado para evitar el contagio, el mismo secretario de salud ha tenido que reconocerlo; más eficiente sería dotar a la población de vitamínicos que eleven su sistema inmune, haciéndolos menos susceptibles de contraer el virus.

Pero las farmacéuticas y demás empresas que producen insumos médicos están en manos de la burguesía, los trabajadores debemos exigir con el apoyo de AMLO y el Movimiento en Defensa de la Economía Popular, que todas estas empresas sean puestas bajo el control de los trabajadores y que la producción sea puesta incondicionalmente al servicio del combate contra la epidemia, dotando sin necesidad de pago a toda la población trabajadora de medicinas, productos de limpieza y alimentos, para detener esta epidemia. Toma de fábricas y control obrero de la producción para detener la epidemia en todas aquellas industrias productoras de alimentos, medicinas y materiales de limpieza.

Las universidades y centros de esparcimiento deben acondicionarse como centros de control de la epidemia.

En las industrias estratégicas que no puedan parar sus labores y entrar en contingencia (electricidad, petróleos, salud, etc.) los sindicatos deberían exigir la contratación de mayor personal para aumentar a 4 los días de descanso con el 100% de salario, y así proteger a los trabajadores de contraer la enfermedad.

La epidemia de la influenza porcina se resuelve eliminando la pandemia del capitalismo

El desarrollo de la ciencia y la tecnología ha avanzado a tal grado que prácticamente cualquier enfermedad es curable, cuando menos se puede prescindir de sus efectos más nocivos como la muerte. El descubrimiento del genoma humano implicó un avance enorme en el conocimiento y control sobre el cuerpo humano, no obstante todos estos avances se encuentran infectados por el virus del capitalismo que no permite que todo su potencial sea explotado en beneficio de las mayorías. El capitalismo es la verdadera enfermedad que mata a millones de personas en todo el mundo no sólo por enfermedades curables sino también por hambre, guerra, falta de empleo y toda una serie de males sociales totalmente evitables.

La epidemia que vivimos ha venido a ratificar la crisis del capitalismo que de por sí ya padecíamos. Compañero trabajador, campesino, estudiante, no tenemos más opción, o acabamos con el capitalismo o él acabara con nosotros de alguna u otra forma. La clase obrera es creativa por naturaleza, necesitamos ahora utilizar esa creatividad y energía en defensa de nosotros mismos, ello pasa por organizarnos y luchar hasta las últimas consecuencias contra este sistema. ¡Únete a Militante y lucha contra la pandemia del capitalismo!

Toma de fábricas y control obrero de las industrias farmacéuticas, alimenticias y de la industria química (detergentes, antisépticos, etc.)

Creación de Comités por la salud de la clase obrera apoyados por los gobiernos perredista, y El Movimiento por la Defensa de la Economía Popular-CND

Intervención de los sindicatos para proteger a los trabajadores de la enfermedad sin riesgo de perder el empleo

¡Por la caída del gobierno de Calderón!

Besos, abrazos, sonrisas, euforia, efusivos apretones de manos, y más sonrisas, es lo que hemos visto una y otra vez en la televisión y diarios del mundo.

Este "festival afectivo" se dio en el marco de una nueva "Cumbre de las Américas" realizada los días 17, 18 y 19 de abril en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago, donde se reunieron los Jefes de Estado de 34 países del continente (menos Cuba, expulsada de la Organización de Estados Americanos en 1962.

 

Sin duda, la estrella mediática de la cumbre fue Barak Obama quien, en el marco de la crisis económica del capitalismo, acudió con la tarea de lavarle la cara al imperialismo, mostrarnos a todos su rostro "amable" y darnos la esperanza de que comenzará una "nueva era" en las relaciones Norte-Sur. La era del imperialismo amistoso.

Por supuesto que los verdaderos propósitos de la Cumbre no han salido con la misma efusividad en los medios de comunicación. El verdadero propósito de la cumbre fue consolidar el esquema de dominación imperialista y de las distintas burguesías nacionales para asegurar la perpetuación de sus negocios y beneficios, a costa de la inmensa mayoría trabajadora de nuestro continente.

Esto se puede advertir al leer la "Declaración de Compromisos de Puerto España" donde se menciona que los Estados deben atraer la inversión privada, fomentar la inversión empresarial y promover el desarrollo del sector privado. O sea, sostener los beneficios de los  grandes empresarios, banqueros y terratenientes, afectados por la crisis internacional.

Mientras, por un lado, Obama se muestra amigable en su discurso; por el otro, sigue manteniendo las mismas políticas de fondo que apuntan al saqueo de las materias primas y recursos naturales de nuestro continente, como lo fue la reactivación de la IV Flota en los mares del continente.

El imperialismo también tuvo tiempo, durante la cumbre, de ocuparse de Cuba y Venezuela cuyo ejemplo revolucionario son una amenaza para la hegemonía Yanki. En este sentido, Obama se dedicó a reforzar su alianza con Lula para que éste actúe como un dique de contención a los "excesos" revolucionarios de Hugo Chávez. La intención de Obama es darle mas protagonismo a Lula para que éste actúe como el "ojo vigilante" de los intereses norteamericanos en la región. Papel que los propios Estados Unidos no pueden cumplir debido a pérdida de legitimidad política que se incrementó con la presidencia del genocida George W. Bush.

En cuanto a Cuba, las maniobras del imperialismo apuntaron a tomar medidas con la intención de crear las condiciones más propicias para una restauración capitalista en la Isla. Las medidas de relajación moderada del bloqueo, que Estados Unidos mantiene desde 1962, fueron acompañadas durante la cumbre de una cordial invitación a Cuba de "un nuevo comienzo". Claro, que este nuevo comienzo significa  destruir las conquistas de la Revolución Cubana mediante la introducción de reformas procapitalistas.

A pesar de que el imperialismo se haya cambiado la máscara, sus políticas de dominación siguen siendo exactamente la mismas, sólo ha cambiado el discurso para adaptarlo a las tendencias de las masas latinoamericanas que buscan un cambio radical a la situación en que se encuentran.

Han cambiado de táctica reemplazando, por ahora, el garrote por el discurso amable y la sonrisa en los labios. De esta manera, Obama intenta dar la sensación de que ha tendido una mano generosa, pasándole la pelota a Cuba, Venezuela y Bolivia, para de esta manera responsabilizarlos luego de falta de voluntad para lograr un acuerdo; y luego, con la complicidad de la prensa burguesa, hacerlos aparecer como "los malos de la película".

Esta es la nueva careta del imperialismo, es la que ha elegido para poner urgentemente un freno a las tendencias revolucionarias que están demostrando nuestros pueblos en América Latina. Se muestran amables y otorgan algunas concesiones, pero sus políticas de fondo son las mismas que durante décadas y décadas sumieron a nuestro continente en la miseria.

Por eso decimos que ninguna "Cumbre de las Américas" podrá solucionar los problemas fundamentales que enfrentan las masas trabajadoras de nuestro continente, solo el triunfo de la Revolución Socialista que expropie definitivamente a la burguesía en su conjunto podrá solucionar los problemas que padecen nuestros pueblos y desenmascarar a los chacales que se disfrazan de corderos sonrientes.

La crisis internacional del capitalismo que actualmente estamos viviendo, nos ofrece a cada instante capítulos nuevos en donde la constante es el ataque a las condiciones de vida de los trabajadores. De esta manera es como la burguesía trata de mantener su tasa de beneficios, sin embargo la ecuación no es tan sencilla, por todo el mundo se han desatado luchas contra esta política de miseria.

Te invitamos a que adquieras el Manifiesto de la CMI “Una alternativa marxista a la crisis global del capitalismo” en donde ofrecemos un análisis de las bases que han generado esta situación, las consecuencias y las tareas que debemos realizar nosotros los explotados.
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En el número anterior de Militante (179) publicamos la primer parte de nuestro punto de vista sobre lo que Jesús Ortega, Andrés Manuel López Obrador y la Tendencia Marxista Militante, proponen respecto a temas como el campo, el empleo y otros temas. Ahora presentamos la segunda parte. Para el siguiente mes terminaremos con esta exposición   


Rubro

Qué propone AMLO

Qué propone J. Ortega

Qué propone Militante

Crisis del campo

- Aumentar el presupuesto destinado al campo; se establezcan precios de garantía y subsidios al fertilizante y a otros insumos

- Apoyar mediante un programa especial la siembra masiva de maíz, frijol, soya, sorgo, trigo y arroz.
- Revisar con sentido de equidad, los precios de la energía eléctrica, diesel y gas LP en el campo.
- La reformulación de la política de subsidios para orientarla a la autosuficiencia alimentaria y a los insumos primarios básicos.
- Acceso al crédito por parte de los agricultores.

La ruina del campo es evidente por tosas partes, traduciéndose ello la pobreza más atroz para millones de familias campesinas y una mayor dependencia alimentaría hacia el extranjero, especialmente hacia los Estados Unidos, cuestión que ha sido muy bien aprovechada por las multinacionales y la burguesía nacional para hacer jugosos negocios monopolizando el mercado de granos y otros alimentos e imponiendo precios exorbitantes para el consumo de esta clase de productos. Con la crisis económica toda esa problemática se agudizará, cuestión por la cual una política adecuada hacia el campo será clave para evitar un mayor empobrecimiento entre los trabajadores del campo y de la ciudad. En esencia las propuestas de AMLO y de Jesús Ortega en este terreno son similares, caminar en esa dirección significaría un aliento para el campesinado pobre, pero en el campo hay fuertes intereses que de no tomarse medidas sobre ellos haría inútiles las iniciativas propuestas por ellos. En el campo, también existe una fuerte capa de sectores que parasitan sobre el trabajo de los campesinos (coyotes, banqueros, terratenientes, agroempresarios,  etcétera) y que necesitan que las cosas sigan  como están pues en buena medida de ello brotan sus privilegios y fortunas. Es por ello, si realmente queremos superar la miseria que se vive en el campo y que su deterioro no se agudice aun más con la crisis económica,  además de la anteriores propuestas, los explotados del campo y de la ciudad debemos luchar por:
- Creación de un sistema de distribución y abasto popular controlado por comités de campesinos, colonos y trabajadores que asegure que la comercialización de los productos del campo beneficie a los campesinos y no a los coyotes, los “bodegueros” y los monopolios de trasporte. ¡Basta de parásitos del campo!
- Cancelación de las deudas bancarias de los campesinos pobres y por el acceso a créditos blandos. ¡No al embargo de tierras por la banca!
- Cancelación de los acuerdos del TLC.
- Por una plan de industrialización del campo: maquinaria, sistemas de riego, instalaciones fabriles para producción de insumos agrícolas así como para la manufacturación de alimentos procesados, etcétera.
- Nacionalización de todos los latifundios, velados y abiertos, y su colectivización bajo el control de obreros y campesinos.
- Nacionalización de los monopolios de la producción y comercialización de productos agrícolas.

Origen de los recursos financieros para aplicar esa política

- Recorte de 200 mil millones de pesos el gasto superfluo del gobierno y empleo de los 200 mil millones de pesos de excedentes que se recibirán este año por precios altos de petróleo. (400 mil millones de pesos en total)

- Dedicar al menos un punto y medio del PIB – financiado mediante la reducción de gasto corriente improductivo del gobierno federal, estatal y municipal. En especial una reducción de cuando menos el 10% de las percepciones de los altos funcionarios de los tres poderes de la unión y de los diversos órganos de gobierno, exceptuando los municipios más pobres del país.

Es cierto que no sólo la reducción sino además la cancelación de todo gasto suntuoso, de los privilegios y de los sobresueldos del aparato del Estado en todos sus niveles y poderes, liberaría una cantidad de dinero importante para atender las necesidades sociales de las mayorías; sin embargo estamos hablando de una crisis que amenaza con empobrecer aún más a los casi 70 millones de mexicanos que ya se encuentran en esta condición y hacer al mismo tiempo que esa cantidad crezca con otro tanto de millones más. Defender verdaderamente el empleo y los salarios, así como sacar de la bancarrota al campo exigen cantidades de dinero para las cuales sería ampliamente insuficiente el ahorro que se podría lograr por medio de la eliminación de absolutamente todos los gastos inútiles y privilegios en el Estado (lo cual no quiere decir que no haya que luchar por eliminarlos) es por ello que, en cuanto a los recursos públicos corresponde, nosotros debemos pugnar para:
- Que el dinero que Calderón está empleando para rescatar a los empresarios sea utilizado directamente para los trabajadores por medio de un seguro universal de desempleo que además de garantizar un ingreso fijo y digno para un trabajador en lo que encuentra nuevamente empleo, le otorgue a él y a su familia acceso a servicios de salud en condiciones optimas.
-Eliminación de los impuestos para los pobres y establecimiento de altas cuotas de impuestos para los ricos.                    
- Empleo de los recursos públicos para la nacionalización de las empresas en quiebra bajo control obrero. Si tras la crisis de 1995 se recató por medio del Fobaproa con más de 500 mil millones de dólares a los banqueros, por qué ahora no emplear cuantiosas sumas del gobierno para rescatar a las empresas quebradas pero no para regresárselas a los patrones, sino para que la pongan a producir los trabajadores bajo su gestión directa.
Una fuente para sanear a este tipo de empresas bajo control obrero, para un programa nacional de desarrollo de obras públicas, para acceder a créditos blandos, así como para industrializar el campo, debe ser la banca privada, sin embargo su papel parasitario que le permite tener magnificas ganancias al mismo tiempo que mantiene una sequía de créditos de ya más de un década, le impiden jugar ese papel y ser un factor de estímulo de la producción. Bajo el capitalismo los intereses de los banqueros y empresarios están por encima de los de los millones de pobres y desposeídos.  Ante esa realidad y ante el reconocimiento de que las acciones que verdaderamente puedan impedir que la crisis incremente la miseria un alternativa firme tiene que ir al fondo del problema y asumir que el dinero que se pueda obtener por medio de las arcas del Estado son insuficientes, es por ello que se tiene que ir a fondo en la lucha  bajo banderas como:
- Por la nacionalización de la banca, la industria, las empresas de trasporte, inmobiliarias, latifundios y los monopolios del comercio bajo control obrero.
- Confiscación de las fortunas y demás propiedades de los empresarios. (encabezadas por Carlos Slim, las 39 familias más acaudaladas de México suman en total una riqueza de unos 135 mil millones de dólares, alrededor del 13,5% de la riqueza de todo el país)

Durante los últimos seis meses, el peso se ha devaluado respecto al dólar un 50%, el tipo de cambio pasó de 10 pesos por dólar en octubre del 2008 a más de 15 pesos por dólar en marzo de este año.

Esta pérdida del poder adquisitivo del peso es una consecuencia más de la crisis económica que se desarrolla a nivel mundial. Como en toda crisis de sobreproducción los capitalistas  paralizan y destruyen las fuerzas productivas, una masa de dinero en circulación no tiene espacio para invertirse, lo que a su vez disminuye el valor total de las mercancías producidas, la devaluación de la moneda ocurre en la medida en que es el valor de la producción lo que en el fondo permite comparar un patrón de moneda con otro.

Es decir, la devaluación del peso tiene su fundamento en la destrucción de las fuerzas productivas del país. En los últimos meses las empresas más determinantes para la economía han demostrado ésta tendencia; en lo que va del año la producción automotriz ha caído ¡56%!, PEMEX ha bajado su producción en 103 mil  barriles diarios, durante el 2008 la  industria minero metalúrgica produjo .5% menos que en el 2007, y ha iniciado el año con paros técnicos en las plantas más importantes del país.

Por supuesto durante los últimos años el gobierno de Calderón había mantenido un tipo de cambio artificial por medio de una reserva de dólares de casi 100 mil millones, no obstante esta maniobra artificial se desinfló ante la desbandada de dólares de los últimos meses (tan sólo en lo que se refiere al sector bancario la fuga supera los 50 mil millones en los últimos seis meses.

Por ello las medidas del gobierno espurio de Calderón para contener la caída del peso han sido y serán totalmente inútiles, ya que lo único que hacen es maquillar el estado real de la economía, alterando momentáneamente la ley de la oferta y la demanda, al ofertar enormes cantidades de dólares a precios por debajo de su valor real a cambio de pesos devaluados. Es decir el Banco de México hace exactamente lo contrario que cualquier capitalista  haría,  cambia una mercancía de mayor valor (dólares)  por una de menor valor (pesos). Esta farsa no cambia en nada el curso real de la economía por lo que la base productiva se sigue deteriorando mientras el gobierno transfiere los recursos del Estado a los banqueros.

El Banco de México que durante el sexenio de Fox logró acumular 92 mil millones de dólares en reservas (producto de la venta del petróleo a precios elevados) ha vendido aproximadamente el 20% de estas reservas (20mil 62 millones de dólares) en apenas cinco meses (octubre de 2008 a febrero del 2009) y por si no fuera poco el Banco de México acordó subastar diariamente 100 millones de dólares entre el 9 de marzo al 8 de junio del presente año, ¡por lo que a finales de junio tendríamos que en total se habrán vendido el 30% de las reservas en dólares del Banco de México!

 Pero para el capital financiero nunca es suficiente ganancia, los bancos han saboteado en diferentes ocasiones las subastas de dólares del gobierno, obligándolo a que baje aun más el precio de los dólares que ya de por si están sub valuados. Pero mientras ocurre el regateo termina perdiendo más valor el peso, esto tiene además la intención de que los bancos que comparten intereses con las empresas imperialistas aceleren la quiebra de sus competidores nacionales, que tienen créditos a pagar en dólares  y que con la devaluación no tienen más remedio que la quiebra, así los bancos matan dos pájaros de un solo tiro; consiguen dólares baratos y ahogan en deudas  a sus competidores mexicanos. Estas son las acciones de “la mano invisible” del mercado que operar en función de los intereses imperialistas.

Pero los que finalmente cargan con el peso de la devaluación no son tanto los burgueses nacionales, ellos aún con sus quiebras encuentran maneras de preservar su estatus y aunque los pequeños y medianos capitales caerán aplastados por los intereses imperialistas, son los trabajadores los que realmente están siendo exprimidos hasta el máximo con la devaluación.

Como hemos señalado la clase trabajadora no solo esta perdiendo su empleo o viendo reducido su salario como consecuencia de los paros técnicos, además el coste de la vida se ha vuelto mucho más caro, ya que  gran parte de los productos de consumo básico como los alimentos se importan de EUA y por lo tanto se tienen que pagar en dólares. Tan solo en 2008 las importaciones en bienes de consumo aumentaron 9.5%.

Además de ello la devaluación trae como consecuencia el encarecimiento de la deuda pública del Estado, que en los dos años  que lleva la administración de FeCal ¡ha aumentado en términos absolutos 43%, llegando a los 2 billones 843 mil millones de pesos! Y a pasando  de representar el 18.5% del PIB en 2006  al 22.6% del PIB en 2008. Tan solo durante el mes de enero la deuda se encareció en 11mil millones de dólares por la devaluación.

 Una vez más quien carga con el peso de esta deuda no son los banqueros ni empresarios si no los trabajadores, que la pagamos por medio de impuestos y en una disminución de los gastos del gobierno en salud, educación, vivienda, transporte público etc.

La devaluación se suma a la pesada carga que representa el capitalismo para la clase obrera, los burgueses tienen infinidad de mecanismos para que seamos los trabajadores los que paguemos la crisis que su sistema produce, por ello los proletarios debemos de plantear una serie de reivindicaciones en nuestros sindicatos, centros laborales, escuelas y el PRD, para que pongamos fin a este sistema decrépito y seamos los trabajadores los que controlemos democráticamente y en beneficio de la clase obrera la economía.

¡ aumento al presupuesto educativo, de salud y vivienda!
¡Aumento salarial por arriba de la inflación!
¡Fábrica cerrada, fabrica ocupada!

 

 

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