Porque así lo hemos decidido
Visiten cualquier centro de la industria minera: cientos de millones de dólares, extraídos por el capital extranjero de la tierra, no le han dado nada, nada en absoluto a la cultura del país; ni autopistas, ni edificios, ni un buen desarrollo de las ciudades. Aun las instalaciones de las mismas compañías a menudo parecen barracas. Ciertamente, ¿por qué hay que gastar el petróleo mejicano, el oro mejicano, la plata mejicana en las necesidades de un México lejano y extraño cuando, con los beneficios obtenidos, es posible construir palacios, museos, teatros en Londres o en Mónaco? ¡Así son los civilizadores! En lugar de las riquezas históricas, dejan agujeros en la tierra mexicana y enfermedades en sus trabajadores.
L. Trotsky, carta al director de Daily Herald, 1938
Este 24 de agosto concluirá la tercera y última etapa de la consulta ciudadana acerca de la privatización de PEMEX. El resultado, como en las otras dos ocasiones, se antoja para ser avasalladoramente por el no a la privatización de PEMEX. Con esta clara directiva por parte del pueblo oprimido, las tareas de los sindicatos, del PRD y de la CND se plantea de manera clara: defender la voluntad de los trabajadores contra el gobierno del espurio.
Conócete a ti mismo
Decía Sun Tzu en El Arte de la Guerra: “…Conoce a tu enemigo y conócete a ti mismo; en cien batallas, nunca saldrás derrotado. Si eres ignorante de tu enemigo pero te conoces a ti mismo, tus oportunidades de ganar o perder son las mismas. Si eres ignorante de tu enemigo y de ti mismo, puedes estar seguro de ser derrotado en cada batalla.”
Conocemos de lo que son capaces nuestros rivales, es decir, los capitalistas nacionales e internacionales: para salvaguardar sus intereses, poco les importa hacer cargar sus decisiones y sus errores a nuestras espaldas, tal es el caso del FOBAPROA, de las contrarreformas a la ley del ISSSTE y del IMSS, de ser necesario, imponen autoridades a costa de escandalosos fraudes e incluso, con la mano en la cintura, pueden echar mano de la policía y el ejército para sofocar justas demandas de los oprimidos. Si bien, este enemigo parece indestructible, se muestra su tremenda flaqueza al enfrentar la organización del pueblo trabajador como fue el caso de la huelga minera en SICARTSA o el periodo en el que la APPO se mantuvo como un órgano de decisión popular, ejecutando temporalmente la función de un gobierno obrero.
En cuanto a nosotros, hasta ahora el movimiento efectivamente ha sido pacífico y éste se ha anotado algunos triunfos, contando entre ellos el haber aplazado la decisión del PRIAN de privatizar PEMEX. Tan fácil como que sin nuestra intervención en la sociedad, en este país no se movería una rueda ni se encendería un solo de foco: ese es nuestro poder. No obstante, en batallas pasadas hemos experimentado una serie de derrotas por falta de una movilización más contundente, como por ejemplo, la consumación del fraude, así como la contrarreforma a la ley del ISSSTE. Si somos tan fuertes como hemos dicho, ¿qué nos ha faltado?
¡A extender el plan de acción!
Además de las movilizaciones y toda la imaginería que los participantes del movimiento desplegaremos en esta próxima época en la que intentaremos hacer valer nuestra voluntad, tendremos que dar un paso más adelante y extender la organización en cuanto a extensión y también a objetivos, la privatización del petróleo tiene su origen en la imposición del espurio; en la consulta vimos a muchos trabajadores del gobierno del Distrito Federal encargados de las casillas, eso está muy bien y así tiene que actuar un gobierno de izquierdas, sin embargo, el aparato estatal no puede ser sustituto de la movilización de masas: es fundamental impulsar una vida militante cotidiana con todos los participantes en esta lucha. Se tienen que impulsar comités de base en todas las colonias, sindicatos y escuelas donde haya compañeros de lucha. Un avance muy importante al respecto fueron las brigadas que se conformaron para bloquear las Cámaras. Estas brigadas pueden extender su organización más allá de conformarse como un cuerpo de respuesta rápida a los ataques del PRIAN.
Y finalmente, es necesario dar el paso que nos ha faltado: Andrés Manuel López Obrador tiene que hacer un llamado urgente a los sindicatos para hacer una huelga general. Sin la huelga general, en el terreno legislativo, mientras la mayoría siga estando en manos del PRIAN, no nos quedará otra que seguir amarrándonos más el cinturón. Con la huelga general, la debilidad del gobierno de FeliPillo quedará expuesta, al igual que nuestra capacidad para asumir el poder, que legítimamente nos corresponde.
¡Por un PEMEX para el pueblo trabajador!
¡Derroquemos ya al espurio con la huelga general!
¡Únete a Militante y lucha por el socialismo!
Pascual Betancourt
Agosto de 2008
Ningún acuerdo con la derechaTras vislumbrarse que serían anuladas las pasadas elecciones, tanto Jesús Ortega como Alejandro Encinas había estado buscando un acuerdo para llegar a una dirección colegiada de cara al proceso electoral del 2009. Incluso se vislumbraba el tener a Lázaro Cárdenas Batel como candidato de unidad a la presidencia perredista. Pero tras el desarrollo del Consejo Nacional del PRD del pasado 16 de agosto, este virtual acuerdo se rompió por parte de Nueva Izquierda (NI), lo que obligó a Alejandro Encinas a movilizar a seguidores para bloquear la sede en que se reuniría ese día dicha instancia para tratar de evitar que NI impusiera sus decisiones en dicho Consejo, donde son mayoría.
Jesús Ortega y los dirigentes de NI tuvieron que huir prácticamente a un lugar seguro para ellos. Ya de antemano tenían preparado el plan: el Senador Héctor Bautista preparó logística: camiones de la RTP y policías municipales de Ciudad Netzahualcóyotl para garantizar una sede donde IU pudiera imponer sus decisiones. Y finalmente lo que han avalado es posponer las elecciones internas hasta febrero del 2010, para asegurarse el tiempo suficiente e intentar hacerse del control total del partido.
Hoy nuevamente se habla de un acuerdo para llegar a una “dirigencia colegiada”. Pero esta “dirigencia colegiada” parte de la base de que Jesús Ortega tenga el control de la misma (como ya lo está haciendo en los hechos). Humberto Zazueta, de la corriente de los cívicos ya ha expresado que NI “quiere que el pacto sea sobre la base de que ellos encabecen la dirigencia” (La Jornada 19-08-2008).
El mismo Alejandro Encinas planeta que es posible lograr con NI un acuerdo porque “hasta en las guerras los hay”, pero con la base de que Guadalupe Acosta Naranjo no quede al frente del partido hasta 2010. “La solución es por esa ruta, por esa vía. Alguien que ayude a transitar a la normalización de la vida interna del PRD” (La Jornada 18-08-2008).
Pero ninguna “dirigencia colegiada” será la alternativa. Tarde o temprano este acuerdo se romperá, como ya se ha venido dando en los hechos. Escribíamos en Militante 172: “La lucha por reconstruir al PRD pasa por la salida de Ortega y toda la especie de elementos como él, en este proceso está faltando la disposición de Encinas y AMLO de ir hasta el final, tiene a las masas de su lado y es su deber rescatar al partido. En caso contrario se puede convivir con un acuerdo pero éste más temprano que tarde se romperá y la batalla se reanudará.”
La lucha contra la privatización de PEMEX
La lucha por el control del PRD es también para los dirigentes de NI la lucha por aplastar las movilizaciones dirigidas por López Obrador contra la Reforma de PEMEX que propone Calderón, con quien Jesús Ortega finalmente busca negociar dicha reforma. Al respecto de nuevas movilizaciones, para tratar de frenar esta lucha, Ruth Zavaleta declaró: “Yo creo que es por diálogo y buscar la manera de consensuar; y por el otro lado, tampoco amenazar con tomar la tribuna antes de escuchar las propuestas y debatirlas” (La Jornada 30-07-2008) .
Desde un inicio los integrantes de NI se opusieron a las movilizaciones y en la toma de la tribuna del Congreso no sólo no estuvieron a favor, sino que lo denunciaron como una imposición por parte de López Obrador. Incluso le restan importancia a las recientes consultas organizadas sobre la reforma petrolera. La misma Ruth Zavaleta declara que: “en una consulta que organizó el PRD, pues tiene su peso, obviamente, por supuesto que lo toman en cuenta los legisladores. Sin embargo, insisto en que el debate de contenido jurídico se da aquí, en las cámaras, y aun cuando pudieran tomarse en cuenta las opiniones de esta consulta pues tenemos que discutir más a fondo, no se acota tanto la discusión ni el debate”. (La Jornada 30-07-2008)
Lo que representa Jesús Ortega y su Nueva Izquierda es la derecha dentro del partido, la que no busca la movilización de jóvenes y trabajadores por la lucha de sus derechos, sino buscar acuerdos parlamentarios con el PRI y PAN para que todo siga igual: que los ricos sigan haciéndose más ricos y los pobres cada vez más pobres. NI no representa ninguna alternativa para las aspiraciones de los trabajadores del campo y la ciudad.
La única alternativa para frenar la reforma para privatizar PEMEX es la de la movilización y la lucha. Ningún acuerdo parlamentario la frenará. Esto lo sabemos los jóvenes y trabajadores de todo el país que desde un inicio nos hemos estado movilizando y organizando porque en las calles nos hemos dado cuenta de que tenemos la fuerza para cambiar la situación adversa. Por eso es necesario que dentro del PRD se dé la batalla contra la derecha.
Encinas debe convocar a la movilización y la organización de las bases del PRD, no para acordar con “los Chuchos” una “dirigencia colegiada” ni cosa que se le parezca, sino para buscar convertir al Partido en un instrumento real de lucha para transformar la sociedad. Cualquier clase de acuerdo con “los Chucos” terminará por transformarse en una nueva traición de estos contra el partido y los trabajadores del campo y la ciudad.
Rescatar al Partido
Desde Militante siempre hemos dicho que no sólo es el llamado a la movilización lo que necesita el Partido, sino a una organización de las bases y a la lucha por un programa socialista. Durante la lucha contra el desafuero contra López Obrador millones de jóvenes y trabajadores del campo y la ciudad nos hemos movilizado. Igual ha sucedido en la lucha contra el fraude electoral y recientemente seguimos en pie de lucha contra la privatización de PEMEX. Y nos hemos organizado en torno al PRD y recientemente la CND porque buscamos un instrumento de lucha.
Millones de jóvenes y trabajadores dimos vida desde un inicio al PRD tras la lucha contra el fraude electoral en el 1988, pero tras estos años se ha ido acabando con la vida interna para las bases dentro del PRD. Esto no es casual: la derecha representada hoy por NI, por Jesús Ortega, Ruth Zavaleta y demás quieren un partido dócil, un membrete que les permita negociar con Calderón o con quien esté al frente. Ellos no quieren un partido vivo, con militantes discutiendo la línea política, el programa de lucha. La derecha del partido no quiere comités de base discutiendo y organizando la lucha contra la Privatización de PEMEX, no quieren a jóvenes y trabajadores decidiendo el rumbo del partido. Pero para desgracia de ellos nosotros sí. Por eso estamos aquí.
Por una corriente de izquierda socialista
Un condición para resctar al PRD y frenar a la derecha representada por Jesús Ortega y NI es la de de impulsar y organizar los comités de base del partido por medio de los cuales se asegure la participación regular de los trabajadores, los campesinos y los jóvenes para transformar a estos y a sus demandas en en el factor de mayor peso político en el partido. La otra medida a tomar consiste en dotar a la base militante del PRD de mecanismos que le aseguren el control sobre la capa de dirigentes, tales como la destitución de estos en caso de ser necesario, evitando con ello que se intente empujar al partido a llegar a acuerdos con los enemigos de la clase trabajadora, ya sean banqueros, empresarios o sus representantes del PAN y el PRI.
Todo ello tiene que ir acompañado de una política que luche conscientemente por un programa socialista para el PRD, es decir, un programa que nos convoque a luchar por la eliminación de la propiedad privada de los bancos, la industria y la tierra para ponerlos bajo el control democrático de los trabajadores. La miseria, el desempleo, en síntesis, la falta de cualquier alternativa para una vida digna a la que nos condena el capitalismo no nos deja otra alternativa mas que luchar por tomar el control de la sociedad para poner toda sus riquezas al servicio de los trabajadores. Para tal objetivo, es decir, para eliminar el monopolio de la burguesía sobre los principales medios de vida, también es necesario un gobierno organizado y dirigido por los trabajadores, una democracia obrera. Sólo bajo la condicción de que los trabajadores derroquen al gobierno de los burgueses, en este caso representado por el presidente espurio Calderón, e instauren un Estado obrero, los explotados de hoy podrán imponer sus intereses sobre los de la clase explotadora. El derrocamiento de Calderón y la instauración de un gobierno obrero deber ser otra demenanda por la que debemos luchar para el programa del PRD.
Siendo así, para dar una lucha consciente y organizada por una política de esa naturaleza para el PRD es encesaria una expresión que aglutine a lo mejor del partido en una corriente que tenga como principal objetivo las demandas y las aspiraciones de los trabajadores y que luche abiertamente por un programa socialista. Invitamos a todo aquel trabajador, a los jóvenes, amas de casa, campesinos y a todo aquel que esté de acuerdo en que es necesario poner un “!hasta aquí¡” a Jesús Ortega y todo aquel dirigente que defienda un política de derechas a unirse a Militante y luchar por un PRD combativo, democrático y con un programa socialista.
¡Ningún acuerdo con la derecha!
¡Transformemos al PRD en un instrumento de lucha de los trabajadores del campo y la ciudad!
¡Luchemos por un PRD democrático, combativo y con un programa socialista!
Comité de Redacción
Agosto 2008
Debemos frenar a la derecha infiltrada en el PRD
La mañana de ayer, en un desayuno realizado por dirigentes de la corriente Nueva Izquierda del PRD, Jesús Ortega abanderó la candidatura de Juan Ramón de la Fuente como futuro dirigente de la corriente Nueva Izquierda del PRD.
Juan Ramón de la Fuente durante la mayor parte de su vida militó en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y durante la administración de Ernesto Zedillo desempeñó el cargo de Secretario de Salud. Fue a finales de 1999 cuando Zedillo lo colocó en la rectoría de la UNAM con el objetivo de reprimir el movimiento estudiantil del Consejo General y de Huelga (CGH) y orquestar la violación de la autonomía universitaria que arrojó cientos de estudiantes universitarios encarcelados y perseguidos por defender la educación. Ya en su cargo, que tuvo una duración de 8 años, expulsó a más de 400 estudiantes por defender la educación pública e implementó un sistema de porros que actuaban como bandas fascistas golpeando, amenazando y asesinando estudiantes. La habilidad mediática impulsada durante su gestión se dedicó a patrocinarse políticamente con miras a ocupar cargos políticos posteriores.
Éste anuncio de Jesús Ortega y la corriente Nueva Izquierda, lo único que hace es refrendar la profunda hostilidad que este grupo político tiene hacia los movimientos sociales y su desprecio a la juventud. Juan Ramón de la Fuente es un represor que debe ser juzgado por los múltiples delitos políticos y administrativos cometidos contra luchadores sociales durante su gestión en la UNAM y en el gobierno federal. Por supuesto, los empresarios confían en De la Fuente porque saben que si llega a colocarse en altos puestos del gobierno, implementará la misma política de represión contra el pueblo trabajador.
Las mismas palabras recitadas por Jesús Ortega en torno a López Obrador demuestran que Nueva Izquierda está jugando cada ves más el papel que el gobierno del espurio Calderón quiere que juegue, atacar a lo interno del partido y acabar con los militantes de base del mismo; para muestra basta un botón: "Andrés pudo ser el líder de la oposición que México esperaba, el de mayor influencia, prestigio, autoridad. Pero en lugar de convertirse en una opción real, su figura se deteriora, dejó ir la oportunidad…".
López Obrador tiene aún la influencia decisiva dentro de la clase trabajadora y los sectores populares, y con estas palabras lo que Jesús Ortega hace es mentir descaradamente para hacer ver al movimiento nacional de la CND como algo sin importancia. Es verdad que en 2006 se dejó ir una oportunidad, puesto que con una huelga general se habría impedido que la derecha usurpara el poder; pero la clase trabajadora ha manifestado su disposición una y otra vez de estar en el PRD al lado de AMLO para seguir luchando.
Hoy más que nunca es necesario que los militantes de base del PRD tomemos el control de nuestro partido y participemos activamente en la lucha por rescatarlo de las garras de la derecha dirigida por Jesús Ortega. Es un partido que nos costó sangre, muertos, desaparecidos y perseguidos durante muchos años; todo lo contrario de los burócratas emanados del PRI que hoy cínicamente se presentan como “izquierda”. Es momento que demos una lucha frontal contra la política de Nueva Izquierda que pretende desprestigiar la lucha de AMLO y acabar con el movimiento nacional de lucha del pueblo. Es necesaria una política que defienda los intereses de la clase trabajadora, una política socialista. En Militante apoyamos críticamente a López Obrador y lo animamos a seguir defendiendo con la movilización los intereses del pueblo y a luchar contra los oportunistas de Nueva Izquierda que pretenden traicionar a los trabajadores de la ciudad y el campo.
Comité de Redacción
4 de septiembre 2008
Tras una fuerte oposición de las fracciones panistas y priístas de la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México tratando de evitar que el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) colabore organizando e impulsando la consulta ciudadana (referendo) a la que convocó el gobierno capitalino del PRD con la intención de que los habitantes de esta ciudad puedan exponer su opinión sobre la pretensión de privatización de Pemex.
Dicha institución presentó públicamente este 15 de julio pasado las dos preguntas que empleará para ese objetivo. Una de ellas se formula de este modo: "Actualmente la explotación, transporte, distribución y refinación de los hidrocarburos son actividades exclusivas del gobierno. ¿Está de acuerdo o no que en esas actividades puedan ahora participar empresas privadas?". Y la segunda así: "En general, ¿está de acuerdo o no con que se aprueben las iniciativas relativas a la reforma energética que se debaten actualmente en el Congreso de la Unión?".
Esta consulta, la cual se desarrollará de manera escalonada en todo el país, iniciando en el DF y otros estados el 27 de julio para cubrir las entidades restantes los días 10 y 24 de agosto, forma parte de la estrategia del movimiento en defensa del petróleo encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Confiando en que la mayoría de la población rechaza el intento privatizador del petróleo, AMLO y el resto de los dirigentes pondrán toda la carne al asador para que la negativa de millones de personas se escuche muy alto, transformando el resultado de la consulta en un peso político que termine por obligar a Calderón a desistir de sus planes.
En lo que va de esta lucha, con plazas llenas desde marzo a la fecha, las masas han demostrado con creces su deseo por impedir que el petróleo mexicano termine en manos de los capitalistas. Las masas en las calles impidieron que la iniciativa de Calderón fuera aprobada en las cámaras, en marzo pasado, vía Fast Track, y además obligaron a las fracciones parlamentarias del PAN y del PRI en el senado y en la cámara federal a aceptar la propuesta del Frente Amplio Progresista (FAP: PRD-PT-Convergencia) para que no se debatiera en las cámaras la propuesta de Calderón sin que primero hubiera un amplio debate en el que intervinieran además de las diferentes fuerzas políticas, una larga lista de especialistas de diferentes áreas para que expusieran su punto de vista sobre la constitucionalidad o no de la contrarreforma, respecto a la necesidad o no de la participación del sector privado en el petróleo, así como el rumbo que se tiene que tomar para sacar adelante a Pemex, etcétera.
Es cierto que en todo ello jugó un papel relevante la toma de las tribunas parlamentarias (huelga legislativa) por varios días de parte de los diputados y senadores del FAP, pero es necesario admitir que sin las masas en las calles, difícilmente se habría logrado esa clase de resultados.
Ahora la tarea consiste en hacer que ese deseo de millones de trabajadores y campesinos para impedir la privatización del petróleo se manifieste de manera abrumadora en la consulta que arranca el 27 de julio. Pero esto es sólo la primera parte de la tarea, la segunda consiste en hacer que se respete la opinión de los millones que se oponen a la política de privatizadora de Calderón.
Hacer énfasis en esta segunda cuestión tiene que ver con el hecho de que legalmente no existe nada que obligue a Calderón o a los legisladores a tomar en cuenta el resultado de la consulta ciudadana. Lo otro por recordar es que la elección del domingo 2 de julio del 2006, además de haber sido una contienda por la presidencia de la república, también fue por la vía de los hechos una consulta ciudadana o referendo sobre la política que han impulsado por casi tres décadas los gobiernos del PRI y del PAN. Así pues, de acuerdo a los resultados reales de dichas elecciones, que fueron a favor de AMLO, esa política, la cual ha sido heredada como papel calca por Calderón, fue reprobada y rechazada por la mayoría de este país. Con su voto en las pasadas elecciones presidenciales, la mayoría de trabajadores y pobres expresaron su rechazo a continuar por el camino de las privatizaciones. Sin embargo, vía fraude electoral y la imposición de Calderón, la voz de la mayoría no fue escuchada.
Debemos aprender del pasado e impedir nuevamente ser presas de las mismas maniobras del gobierno y la burguesía. Si nuestro rechazo a la privatización petrolera expresado por medio de la consulta no va acompañado de acciones de masas contundentes, nuevamente nuestra voz no será escuchada tal como sucedió en las elecciones presidenciales pasadas. Por ello la consulta nos debe servir para que se escuche nuestra voz muy fuerte y la huelga general para hacer que esta se respete.
No hay otro camino, quien piense que el resultado de la consulta por sí solo será suficiente para hacer que Calderón desista, está equivocado. También se equivoca el que opina que se puede lograr algo con negociaciones con las direcciones del PRI y del PAN, como lo pretende hacer el ala de derechas del PRD encabezada por Jesús Ortega y Ruth Zavaleta por medio de su sirviente Guadalupe Acosta, el cual se encuentra provisionalmente al frente de este partido.
La cuestión de la privatización del petróleo mexicano es un asunto muy serio, además de prioritario, para Calderón, la burguesía y las trasnacionales. En ella están de por medio jugosos negocios que se han tenido que posponer por bastantes años ante los reiterados fracasos de los gobiernos del PRI y el de Fox por llevar las privatizaciones hasta sus últimas consecuencias, alcanzando al sector energético. Pero también, incluso, está de por medio la política de seguridad nacional del imperialismo yanqui el cual, desesperado ante la enorme inestabilidad de Oriente Medio y las reiteradas hostilidades con la revolución venezolana y el gobierno de Hugo Chávez, está desesperado por lograr una fuente segura de petróleo. Se trata pues de una problemática bastante compleja y sobre la cual se necesitará algo más, pero mucho más, si es que realmente queremos obligar a Calderón y al imperialismo a renunciar a sus planes sobre el petróleo mexicano.
La historia demuestra que la burguesía da marcha atrás sólo bajo la condición de que sienta miedo de que puede perder todo. Así, dado que la lucha por la defensa de Pemex está a punto de entrar a una etapa decisiva, es momento de retomar de manera urgente la táctica en defensa de Pemex definida por AMLO en el mitin de masas del Zócalo capitalino realizado el 18 de marzo, consistente en lanzar un “cerco ciudadano” en aeropuertos, carreteras, instalaciones estratégicas de Petróleos Mexicanos y en la cámaras del Congreso de la Unión. Y, si tras estas medidas Calderón aun sostiene su posición, pasar a la huelga general.
Insistimos, para Calderón la privatización del petróleo no es un juego y para frenarlo se necesitarán acciones de masas por mucho superiores a las realizadas hasta el momento. Por ello se tiene que pasar a la huelga general, pero a la consigna de la defensa de Pemex se le debe sumar la de derrocar a Calderón. El espurio debe ser echado del poder porque su política, así como sería en caso de que los priístas estuvieran en el gobierno, siempre será la de privilegiar a los empresarios y banqueros a costa de hundir más en la pobreza a los trabajadores y sus familias.
Es por ello que la lucha por la defensa de Pemex debe ser al mismo tiempo la lucha por mejores salarios, contra la carestía de la vida, por empleos dignos y estables, por el derecho a la salud y a la educación, etcétera. Por esto también resulta doblemente trascendente la participación de los sindicatos en esta lucha, integrando sus propias demandas. Los sindicatos deben convocar y organizar, junto con AMLO y la CND, la huelga general.
El gobierno de Calderón es débil y está dividido, además las complicaciones con sus aliados naturales, los priístas, cada vez son mayores. Así lo demuestra la destitución de Santiago Creel, antes al frente de la bancada de los panistas en el senado; de ello también hablan las confrontaciones con el anterior presidente nacional del PAN, Manuel Espino; y así lo demuestran los ataques constantes del titular de la policía política (Cisen) contra los legisladores priístas, en especial contra el senador Manlio Fabio Beltrones, acusándolos de tener nexos con el narco. Sólo falta un buen empujón, que vendría de una huelga general, para que se caiga la iniciativa privatizadora como un castillo de naipes.
Para ellos, la privatización del petróleo significan más riquezas, para nosotros dicha medida sólo se traducirá en más miseria y, en palabras de Lenin, más horror sin fin. El capitalismo no nos puede ofrecer otra cosa, por ello la defensa de nuestros intereses pasa por derrocar al Estado burgués, en estos momentos representado por Calderón, e instaurar una democracia obrera para expropiar a los burgueses y poner los principales medios de vida bajo el control y al servicio de la clase trabajadora.
Defendamos a Pemex y luchemos por el socialismo.
El domingo 29 de junio decenas de miles de brigadistas y militantes de base del PRD se congregaron una vez más ante el llamado de Andrés Manuel en el zócalo de la capital para discutir las próximas acciones a seguir en la lucha contra la privatización de PEMEX.
El balance de las últimas acciones de la CND y el gobierno legítimo lo realizó el coordinador de los diputados del PRD Javier González Garza, el cual señaló respecto a los que están promoviendo la privatización (PRI,PAN, gobierno federal); “Perdieron la razón, perdieron el debate, perderán la consulta y lo que les queda de vergüenza”, además llamó a que: “Es tiempo de que todos salgan a la calle para convencer a otros, para que juntos digamos no a la privatización de Petróleos Mexicanos”.
Por su parte, Andrés Manuel aprovechó para señalar el crecimiento de las brigadas en defensa del petróleo, las cuales ya suman 200 mil brigadistas a lo largo del territorio nacional. Respecto a la consulta, señaló que la oposición por parte del gobierno federal a que ésta se realice se debe a “el miedo que le tienen al pueblo” y reiteró que a pesar de la negativa del gobierno espurio de Calderón, ésta se realizaría en tres etapas, la primera de ellas, el 27 de julio. La mayor parte de la CND se dedicó a explicar los lineamientos bajo los cuales se realizará la consulta, planteando a ésta como el eje principal de la lucha al menos para las próximas semanas. ¿Es suficiente la consulta para detener la privatización?
La primera etapa de la lucha contra la privatización de PEMEX está por concluir, las movilizaciones iniciadas desde el mes de marzo impidieron temporalmente que se aprobaran las reformas privatizadoras. A partir de la lucha en las calles se consiguió que el Senado se viera obligado a convocar a una jornada de debates donde han participado desde los representantes más acérrimos de la burguesía hasta los políticos e intelectuales que respaldan la lucha contra la privatización. Este periodo ha servido solamente para aplazar el conflicto, como señalamos desde el inicio de los debates, el problema fundamental no es el convencimiento por medio de argumentos, sino la defensa de intereses de clase por medio de acciones, convencer a la burguesía de no privatizar PEMEX es igual que tratar de convencer a un tigre de comer lechuga.
Los debates sólo han aplazado la inevitable lucha de la burguesía por privatizar PEMEX, pero este plazo está llegando a su fin y es necesario prepararnos seriamente para la lucha definitiva. En este contexto es que se plantea la consulta como un nuevo medio para presionar a la burguesía e impedir la privatización. AMLO ha llamado a estar atentos ya que si bien es sabido que la consulta indicará el repudio de millones de trabajadores hacia la privatización, esto no es ninguna garantía de que los partidos de la burguesía tomen en cuenta estas opiniones.
Andrés Manuel es consciente de que no existe ni la más mínima garantía de que con la consulta se podrá detener la privatización, la experiencia que vivimos millones de trabajadores en el 2006 nos indica que es casi un hecho que si los trabajadores agrupados en el PRD y la CND no llevamos la lucha a un plano más elevado, la burguesía avanzará sobre PEMEX. AMLO ha advertido de las consecuencias que acarrearía la aprobación de las reformas privatizadoras; “con las reformas de Calderón habría más pobreza, más desempleo, pero también más frustración y violencia, lo que ni a ellos mismos les conviene”.
Los hechos han demostrado que la burguesía está dispuesta a asumir las consecuencias de sus actos, de tal manera que aunque el fraude electoral ha implicado mayor “pobreza, desempleo, frustración y violencia” la burguesía lo llevó adelante, de igual forma aunque la privatización de PEMEX implique una nueva oleada de inestabilidad política y social, la burguesía está dispuesta a asumir las consecuencias, en última instancia la clase burguesa no es la que padecerá la “pobreza ni la frustración ni la violencia”, por ello no les causará ningún resquemor que estas lacras sociales invadan la vida de millones de trabajadores siempre y cuando sus intereses fundamentales estén a salvo.
La única alternativa para la clase trabajadora es llevar adelante una lucha más decidida en contra de la privatización, la carestía de la vida, el desempleo y de todos aquellos padecimientos que son producto de la sociedad capitalista. La consulta puede ser un medio auxiliar sólo a condición de que ésta sea un complemento de la movilización y la huelga general, AMLO debe de realizar un llamado serio para que los sindicatos y las organizaciones campesinas se sumen con acciones a la lucha, el poder de la clase trabajadora en el campo y la ciudad debe de hacerse sentir no sólo con movilizaciones en la capital, se deben de organizar a nivel nacional; en cada fábrica, centro de trabajo, universidad, barrio o comunidad, que deje patente la fortaleza de los trabajadores y su capacidad de organización.
Ante el inminente peligro de la privatización de PEMEX, Andrés Manuel y los dirigentes sindicales deben de llamar a una huelga general de 24 horas, tan sólo esta acción pondría a temblar al débil gobierno del espurio Calderón, sentando las bases para el fin de su tan repudiado gobierno. Los ya más de 200 mil brigadistas somos una fuerza poderosa, debemos de retomar la consigna de la huelga general para debatirla y realizar acciones que nos acerquen a este objetivo, organizando círculos de discusión y acción en fábricas, escuelas y barrios. Los militantes de base del PRD agrupados en el Periódico Militante te invitamos a ponerte en contacto con nosotros para llevar estas tareas adelante.
¡¡ Huelga General contra la privatización de PEMEX !! ¡¡ Consulta SÍ, movilizaciones también !! ¡¡ Por un PRD socialista, únete a Militante!!Militante
18 años luchando por el socialismo
El partido comunista es el arma principal de la acción revolucionaria del proletariado, es la organización de combate de su vanguardia, que debe erigirse en guía de la clase obrera en todos sus combates y, por tanto, también en el movimiento sindical.
León Trotsky
Este mes de julio Militante cumple 18 años desde que en 1990 salió a la luz enarbolando las banderas del marxismo. Durante todos esos años nuestra prensa obrera ha expuesto los acontecimientos más relevantes de la lucha de clases en nuestro país y en el plano internacional. Nuestro periódico, además de vocero del movimiento obrero, es la cara pública de la Tendencia Marxista Militante. Somos una organización que defiende al socialismo como única alternativa viable frente a la barbarie capitalista y que sabe que la mejor manera de hacer llegar las ideas de Marx, Engels, Lenin y Tortsky a los trabajadores es echar raíces muy profundas en las organizaciones de estos, sin que ello implique hacer alguna concesión en nuestra política de independencia de clase.
Bajo estos principios hemos desarrollado un trabajo que ya casi se extiende por dos décadas, logrando establecer importantes vínculos con sindicalistas y trabajadores de bases que militan o simpatizan con el PRD, atrayéndolos para el programa del los marxistas con el objetivo de dar la batalla al interior de sus organizaciones y extenderlo.
Como explican Marx y Engels en el Manifiesto del Partido Comunista, los comunistas no tenemos intereses propios al margen de los de la clase trabajadora, ni tampoco somos un partido separado de esta, en todo caso somos el ala más consecuente y decidida del movimiento obrero en cuanto a sus objetivos históricos.
Caminar en esa dirección no ha sido fácil, en todo este trayecto hemos tenido que dar una lucha frontal contra todas aquellas ideas ajenas al movimiento obrero y sus exponentes. En buena medida, nuestro desarrollo también es resultado de, a pesar de todas las adversidades, no haberles hecho ninguna clase de concesión a las presiones reformistas o sectarias.
Sobre la base de esta política es como, refiriéndonos solamente a los acontecimiento del último periodo de la lucha de clases en nuestro país, hemos podido intervenir en luchas como las del 2006 (los mineros, Oaxaca y contra el fraude electoral) y mas recientemente en las de repudio a la nueva Ley del ISSSTE, en 2007, y contra la privatización de PEMEX a lo largo de 2008.
Los acontecimientos de estos últimos años, especialmente los de Oaxaca y la lucha contra el fraude electoral, han sido los más convulsivos en varias décadas; pero lo más relevante de ello es que sólo han sido el anuncio de nuevos y más profundos estallidos sociales. Las contradicciones del capitalismo y la polarización social que cada día se recrudecen, están llevando a una situación límite al capitalismo. Un ejemplo de ello es la estupenda respuesta que han tenido las masas trabajadoras ante el intento del presidente espurio, Felipe Calderón (FeCal) por privatizar el petróleo. La forma en que están respondiendo los trabajadores ante este ataque, marca un nuevo impulso para el proceso revolucionario que se ha abierto en México. Para colmo de FeCal, esta respuesta se está viendo estimulada por el problema de la carestía de la vida. El miedo ante ello ya ha provocado que FeCal haya tenido que reaccionar de manera desesperada tomando medidas totalmente ficticias tales como la campaña Para vivir mejor, sus medidas para combatir el desabasto de alimentos y el supuesto congelamiento de los precios de algunos alimentos. Estas medidas las cuales son, insistimos, totalmente ficticias y por tanto no solucionan nada, por un lado reflejan la incapacidad del régimen para solucionar esta clase de problemas, pero además, cuestión que es de especial relevancia, también expresan nítidamente el callejón sin salida al que ha entrado el capitalismo mexicano, lo cual no es otra cosa más que una expresión de la situación del capitalismo mundial. Un hecho que ha sido demostrado de manera contundente en estos últimos años, es el de que los trabajadores ya no están dispuestos a tolerar los ataques sin dar la batalla. Esa es la característica más relevante del actual periodo de la lucha de clases en México, en América Latina y en el mundo.
La estabilidad política entre las clases se ha roto en una de los eslabones más débiles del capitalismo, América Latina, y esto ya está teniendo implicaciones en buen parte del mundo animando la lucha de los trabajadores. Por su parte, los capitalistas, ante los problemas económicos que cada vez son más severos, no pueden solucionar nada en ese terreno sin generar mayor desequilibrio político, atizando de esta manera el fuego de la lucha de clases.
Todo ello, aparejado con el grado de desarrollo y fortalecimiento del movimiento obrero, son el augurio de nuevas e importantes oportunidades para la clase trabajadora en su lucha contra los explotadores capitalistas. Ante este escenario, resulta doble la trascendencia de una alternativa revolucionaria que colabore con nuestra clase para superar los distintos obstáculos como los son las ideas reformistas. Sin una dirección con influencia de masas y con un rumbo claro, los heroicos y enérgicos esfuerzos del proletariado para derrotar a sus enemigos se difuminarán como vapor en el viento.
Pero una dirección de esa naturaleza no se puede improvisar, inevitablemente tiene que ser el fruto de un trabajo paciente en el que se deben ir forjando los cuadros marxistas, tanto en la teoría como el la practica, y en el que se tiene que ir ganando un reconocimiento y un lugar en el seno de las organizaciones de los trabajadores. A todo ello es a lo que nuestra Tendencia Marxista Militante ha dedicado buena parte de sus fuerzas en estos últimos 18 años.
Pero otro frente que también es vital para el movimiento obrero, y en el cual hemos invertido muchas horas y energías, es el de la teoría. Lenin siempre insistió en la relevancia de esta tarea; para él “no hay praxis revolucionaria, sin teoría revolucionaria”. A lo largo de nuestra historia, además de nuestro órgano regular de difusión de nuestras ideas y análisis, nuestra prensa obrera, también hemos publicado documentos de fondo sobre las cuestiones más candentes de la lucha de clases, tales como las contrarreformas a la Ley Federal del Trabajo, el EZLN, el PRD, etcétera, así como nuestra serie de Cuadernos de Formación Marxista. Pero no nos hemos quedado ahí, en los últimos años, a partir de 2002, hemos lanzado la publicación de diferentes libros, tanto de los clásicos del marxismo, así como obra propia: Bolchevismo, el camino a la revolución (A. Woods), Razón y Revolución, marxismo y ciencia moderna (Ted Grant y Alan Woods) o México en la órbita de la revolución latinoamericana, entre otros.
Todo ese material teórico nos ha servido para fortalecer teórica y políticamente a nuestro camaradas, pero también para llevar el punto de vista del marxismo al movimiento obrero. Pero aún estamos al principio de esta tarea, la cual impulsamos por medio de la Fundación Federico Engels, pues nuestro objetivo es asegurar que la obra de los padres del marxismo, junto con la que generamos nosotros y nuestra Internacional, tenga la mayor difusión posible entre los trabajadores. En esa medida, nuestra próxima tarea es, además de reeditar los diversos textos que ya hemos publicado, lanzar otros títulos.
Los logros alcanzados son prueba de, por un lado, la vigencia del marxismo y, por otro, de la viabilidad demostrada en los hechos y en la lucha, por parte de una organización forjada en lo mejor de las tradiciones del bolchevismo. Gracias a ello hemos superado con creces las diferentes pruebas de fuego que nos han impuesto 18 años de participación constante en la lucha de clases en sus diferentes frentes: el estudiantil, el del PRD y el de los sindicatos.
Militante es una organización totalmente independiente, que solamente tiene compromisos con el movimiento obrero, al cual nos debemos. Nuestro único compromiso es con la clase trabajadora, pues gracias a ella, a su solidaridad, pero principalmente a su aceptación de nuestras ideas, hemos podido avanzar y desarrollarnos a los largo de todo esos años. De ello se desprende el compromiso de seguir trabajando con el mismo ánimo y confianza con que siempre lo hemos hecho, para seguir construyendo una genuina alternativa socialista.
Es por ello que invitamos a que se nos una todo aquel trabajador y joven que esté dispuesto a luchar por un mundo sin pobreza, hambre, desempleo. En síntesis, sin explotación capitalista. No existe camino intermedio, la única disyuntiva que nos ofrece la realidad es la de socialismo o barbarie. Unirse a Militante significa al mismo tiempo desarrollar un política de internacionalismo proletario, pues ese paso representa al mismo tiempo integrarse al nuestro partido internacional, es decir a la Corriente Marxista Internacional (www.marxist.com) en el cual se organizan los marxistas de diferentes países de Europa, Así, África y el continente americano.
Únete a la Tendencia Marxista Militante y lucha por mejor salario, por empleo estable, educación gratuita y de calidad, por vivienda digna, por un seguro social universal, por la reducción de la jornada de trabajo a 6 horas sin recorte del salario, por programas para sacar a la ruina al campo mexicano, en defensa de la industria publica, etcétera, uniendo estas demandas con la necesidad de expropiar a los terratenientes, banqueros y empresarios, para poner los principales medios de vida bajo el control democrático de los trabajadores. Esta última tarea exige también la aniquilación del Estado burgués, en estos momentos representado por FeCal, para sustituirlo por un estado dirigido por el proletariado.
Son 18 años de lucha y seguiremos firmes todos los años que sea necesario, hasta ver cumplida nuestra tarea, que es la misma de la clase trabajadora: derrocar al capitalismo para instaurar una sociedad superior, la sociedad socialista.
El pasado 30 de mayo Elba Esther Gordillo (líder moral del magisterio) y Carlos Romero Deschamps (dirigente del sindicato petrolero) lanzaron una propuesta para el “diseño colectivo” de un “nuevo sindicalismo”; se unen bajo el argumento de hacerle frente a la actual crisis alimentaria y a la política económica "que abiertamente atenta contra el interés de los trabajadores". (El Universal 30 de mayo 2008)
Vemos un argumento real pues de 45 millones de trabajadores; sólo 15 millones tienen seguridad social, el salario mínimo ha perdido 73% de su poder adquisitivo, 62% de los trabajadores no tiene prestaciones sociales y 46% carecen de contrato por escrito. Sin embargo una verdad puede ser argumentada para fines totalmente opuestos, los de la burguesía o los de nuestra clase, ante esto es apremiante que analicemos y accionemos en las tareas primordiales de cara a las próximas batallas: por un sindicalismo revolucionario.
Tanto Deschamps como Gordillo “brillan” por la corrupción que han motivado en sus respectivos gremios y a través de la cual se han hecho millonarios, así como la mafia a través de la cual se mantienen al frente. Estas lacras tienen en la mira favorecer el proyecto económico y político de la derecha del gobierno de Calderón, y ¡claro! cobrar por estos favores. En su manifiesto publicado hablan de:
* “Fortalecimiento de la autonomía sindical” que es igual a: no se metan con nuestros feudos…
* De revisión del artículo 123, que implica: a cambio les avalamos una reforma laboral…
* De “transparencia y rendición de cuentas en cada organización de trabajadores”: ¿quién le exige cuentas a Romero y a Gordillo en sus sindicatos?
Con la pretendida coalición buscan crear un polo sindical a su favor para defender sus cacicazgos y ampliarlo a los trabajadores en general para con ello incidir tanto en la reforma laboral como en la energética, y ayudarse mutuamente con miras a defender sus privilegios y obtener posiciones políticas, dar nueva vida al sindicalismo corporativo, corrupto y antidemocrático y así mismo servir a Calderón creando un frente sindical para combatir el movimiento de una inmensa mayoría trabajadora que aspira a un cambio y que por ahora representa AMLO.
Al hablar de la unificación de los trabajadores no nos referimos a un acuerdo de burocracias como es el plan de estas lacras, sino desde la base, bajo un programa de clase, donde preparemos con hechos no sólo con palabras una huelga general de 24 horas contra la reforma energética y laboral y por el aumento a los salarios, mientras que sean más los trabajadores organizados mejor será el contrapeso a la burguesía.
Debemos luchar por que los sindicatos sean verdaderos defensores de los derechos más elementales de los trabajadores, la lucha contra la carestía y por aumento de salarios es apremiante, mas no lo único, a diferencia de los sindicatos reformistas que sólo ven como salida la lucha por reformas y con esto la alianza con el Estado, un sindicato revolucionario participa en la lucha por (además de reformas) la abolición de la explotación capitalista. Dentro de los sindicatos manipulados la tarea es luchar por su democratización, los trabajadores con mayor conciencia debemos dar la lucha de forma decidida, explicando pacientemente para ganar poco a poco a la mayoría levantando la lucha por la democracia sindical.
¡Por un sindicalismo revolucionario, luchemos por la democratización de los sindicatos:
Elecciones democráticas de todos los cargos con derecho a revocabilidad.
Revocabilidad de los cargos en asamblea democrática
Ningún liberado de los sindicatos puede cobrar más que un obrero cualificado.
Todas las cuentas abiertas para ser inspeccionados por los afiliados.
Ningún acuerdo nacional sin la plena decisión y participación de los afiliados.
¡Contra la reforma energética y laboral, preparemos la huelga general de 24 horas!