Nacional

La política de seguridad del GDF debe seguir un camino distinto a la de Calderón Una de las expresiones de la desintegración social del capitalismo es la violencia y la criminalidad, estos dos elementos son el medio por el que se expresa la falta de alternativas para millones de seres humanos que privados de educación, empleo, salud, vivienda, etcétera, se pudren en las garras de la drogadicción, el alcoholismo y la delincuencia. La clase trabajadora es la que más padece de todos estos males, en un segundo término la pequeña burguesía y ocasionalmente sectores de la burguesía son presa de su mismo sistema, como por ejemplo el caso Martí. La expresión más clara de la decadencia del capitalismo es que su propio instrumento de dominación, el Estado, se consume diariamente en una lucha inter-burguesa por controlar la fuente de ganancias que es el narcotráfico, sin embargo en esta lucha los únicos que ganan son uno u otro sector de la burguesía y los que siempre perdemos somos los trabajadores. En este escenario de podredumbre es que se ha realizado recientemente la reunión del Consejo Nacional de Seguridad, que ha sido aprovechado por el gobierno de Calderón como un elemento mediático para desviar la atención de la población, alardeando sobre la necesidad de medidas más enérgicas contra la delincuencia al mismo tiempo que se alimentan sus causas. Algunos de los acuerdos a los que se llegaron son los siguientes: construcción de nuevas cárceles federales de alta seguridad así como la creación de un observatorio “ciudadano” para denunciar la corrupción de las autoridades, cambios en la legislación que amplíen las facultades de “inteligencia” policial (mejor dicho negligencia) así como el desarrollo de una estrategia anti-secuestro. Uno de los asistentes a este encuentro fue Marcelo Ebrard, cuestionado por la contradicción entre su reconocimiento al gobierno legítimo de Andrés Manuel y por otro lado su colaboración con el gobierno espurio de Calderón en materia de seguridad. Como hemos señalado en las páginas de Militante, el reconocimiento del Gobierno Legitimo encabezado por Andrés Manuel no implica que las necesidades más apremiantes de las masas hayan sido resueltas, el problema de fondo sigue siendo que la burguesía tiene el control del Estado y la economía por lo que es necesario responder a las necesidades materiales de las masas trabajadoras. Ebrard no puede limitarse a desconocer a Calderón, él tiene que responder a las necesidades de los trabajadores que lo colocaron al frente del GDF. La verdadera contradicción de Ebrard no reside tanto en su asistencia a esta reunión sino en que su política en materia de seguridad no es muy diferente a la del gobierno de la burguesía. Días antes del encuentro presentó 10 puntos contra la delincuencia que en esencia no van más allá de paliativos e incluso fueron aceptados por el gobierno de Calderón, algunas de ellas fueron los siguientes: creación de penales federales de máxima seguridad, reglamentación que permita la localización e intervención de llamadas telefónicas, instalación de cámaras de seguridad en carreteras federales, creación de un sistema de avaluación de las instancias relacionadas con la seguridad, entre otras. La única medida presentada por Ebrad con carácter social fue la creación de empleos en los lugares de mayor incidencia delictiva, y aunque esta medida es totalmente correcta la pregunta es ¿cómo puede llevarse a cabo? Mientras las fuerzas productivas y el capital estén en manos de los empresarios, banqueros y especuladores, la riqueza que generamos los trabajadores nunca estarán al servicio de las necesidades sociales, los empresarios invierten sólo en aquellos sectores que les arrojan ganancias millonarias, nunca se ha visto que un empresario emplee a trabajadores para “evitar la delincuencia”. Por ello los marxistas hemos señalado una y otra vez que la única salida para evitar la descomposición social es transformar esta sociedad movida por el lucro capitalista y sustituirla por una donde la riqueza que crea la clase trabajadora esté al servicio de los mismos trabajadores, para ello es necesario expropiar a los burgueses poniendo las fuerzas productivas bajo el control democrático de la clase obrera. Los gobiernos del PRD, incluido el de Ebrard, deben de demostrar desde sus posiciones que esto es posible, orientando el presupuesto a la creación de universidades, espacios recreativos, vivienda y empleos productivos, aumentando considerablemente los impuestos a los empresarios, organizando comités democráticos de trabajadores para estos fines. Es necesario poner a disposición de la lucha contra Calderón los recursos del GDF. Lo que no debemos permitir es que los gobiernos que han llegado por la fuerza de los trabajadores apliquen las mismas políticas de los gobiernos de la burguesía, la criminalización no es la respuesta y no debemos permitirla. Andrés Manuel en uno de sus mítines en Chihuahua ha reiterado esta posición “los índices de violencia e inseguridad no disminuirán mientras no se atienda el origen de ambos flagelos, que es el desempleo, la pobreza y falta de oportunidades a jóvenes; por ello, manifestó la solución no es aumentar el número de elementos policíacos o militares ni con leyes más severas o penas más largas.” (La Jornada 21 de agosto). Estos argumentos ratifican que Andrés Manuel debe de organizar no solo “una resistencia pacífica” ya que si algo hemos hecho los trabajadores durante décadas ha sido precisamente eso, resistir pacíficamente ante los ataques de la burguesía, de lo que se trata es de vincular las luchas como la de en defensa del petróleo con la de los profesores, mineros, jóvenes sin educación, desempleados, etcétera, con el derrocamiento del gobierno espurio. De no ser así seguiremos sumidos en este infierno que representa el capitalismo. La verdadera paz social sólo la conseguiremos cuando los trabajadores hayamos reorganizado la sociedad en líneas socialistas. ¡Ni un crimen más de la burguesía contra los trabajadores; Derroquemos al gobierno espurio de Calderón! ¡Los gobiernos del PRD deben adoptar medidas socialistas para abatir la delincuencia, la criminalización no es la respuesta! ¡Andrés Manuel debe de organiza el derrocamiento del Espurio para vitar la violencia!
Para el Secretario de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano, los miles de trabajadores que somos vejados a diario en nuestros contratos colectivos de trabajo (CCT) y que sufrimos en carne viva la explotación debemos sacrificar nuestros contratos y condiciones laborales; así lo declaró el pasado 3 de Septiembre en una conferencia de prensa.
Solórzano“…dejó en claro que para salvar las empresas…los trabajadores tienen que sacrificar sus contratos y condiciones laborales;… Hizo ver que tiene la “obligación y convicción” de ser optimista y que con las reformas ya aprobadas, el gobierno calderonista retomará sus metas de crecimiento económico…”.(LaJornada, 3 de septiembre de 2008)
Solórzano no sólo se refirió a la política laboral, concerniente a la STyPS, sino también a la reforma energética propuesta por Calderón. Al respecto mencionó que “pese a los detractores y mentirosos que dicen que se va a privatizar el petróleo…este gobierno también concretará la reforma laboral, aún cuando diversos sindicatos aseguren que ésta “no va a pasar”.Ibid.

¿Qué hay detrás de estas pocas, pero sustanciales declaraciones?

Ante las movilizaciones masivas que miles de trabajadores  hemos encabezado en defensa del Petróleo la derecha ve un peligro latente. Saben que esos miles de trabajadores que hoy estamos saliendo a las calles seremos los mismos que defenderemos las conquistas laborales que a través de décadas de lucha hemos ganado. 
A pesar de la masiva campaña en medios de comunicación acerca de lo supuestamente conveniente que es para los mexicanos la reforma energética, el gobierno federal no ha logrado convencer a nadie. El rechazo de la población es cada vez mayor. Pero Calderón no trae tras de sí solo el fantasma de la reforma energética, sino también los fracasos que ha tenido una y otra vez en su política laboral.
Una reforma laboral bajo los términos planteados por Lozano llevará irremediablemente al aplastamiento de los CCT.  Solórzano lo ha dejado claro, para él, “la dependencia está lista para defender una iniciativa en este sentido”. Optimista, como es el señor, tiene el descaro de decir que “este gobierno concretará la reforma laboral, aún cuando diversos sindicatos aseguren que ésta “no va a pasar”  y remata, “el empleo creado en este gobierno no ha sido suficiente…desafortunadamente el Programa del Primer Empleo no ha tenido éxito, el cual fue uno de los planes “estrella” de este gobierno.” Ibid

¿Qué hacer?

A estas alturas del partido uno no puede creer que sean declaraciones serias. El señor Lozano asegura que el descontento social en el país “no ha crecido” y que todos debemos ser optimistas.
Efectivamente, los miles de trabajadores que día a día somos explotados, esos a los que ellos desprecian, somos optimistas, por supuesto que lo somos, pero no en el optimismo que él refiere, sino en el optimismo de que con la movilización y la lucha unificada lograremos echar para atrás la reforma energética, la laboral y de paso su gobierno espurio, ese es nuestro real y verdadero optimismo.
Unidos y organizados…¡¡Venceremos!!
Para todos los caídos ni un minuto de silencio sino toda una vida de lucha por el socialismo El movimiento estudiantil de 1968 es el más importante que ha habido en México hasta ahora, inició el mes de julio y su auge fue a finales de agosto y todo el mes de septiembre. Involucró a una capa importante de jóvenes en las escuelas en la lucha política en contra del estado, su fortaleza radicó en la participación democrática por medio de las asambleas en las escuelas y en los comités de Lucha o Huelga. A iniciativa de estudiantes del politécnico se impulsaron las brigadas populares, esto consistía en que tres o más estudiantes se organizaban para informar al pueblo de las demandas del movimiento y para contrarrestar toda la campaña que realizaban los medios de comunicación hacia el movimiento y para que se sumaran a la movilización. La mayoría de los estudiantes que participaban en el movimiento provenía de colonias populares, es por ello que las brigadas se orientaban hacia allá, a mercados y a centros industriales para ganar la simpatía y el apoyo de la clase trabajadora. Uno de los estudiantes del politécnico que se encargaba de organizar y planificar las brigadas en Zacatenco era Héctor Jaramillo Chávez, él era estudiante de tercer semestre de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) del IPN de la carrera de Ingeniería Eléctrica y tenia aproximadamente 20 años. Después de la represión del 2 de octubre y tras la detención de los principales dirigentes del Consejo Nacional de Huelga (CNH) la huelga se logró mantener gracias a la participación de la capa media del movimiento, de jóvenes como Héctor Jaramillo que aunque no fueron delegados del CNH su participación fue fundamental para sostener el movimiento. El 4 de diciembre se decide levantar la huelga pero continuar organizándose por medio de Comités de Lucha en las escuelas, entre los primeros participantes del Comité de Lucha de la ESIME (CLESIME) estuvo Héctor Jaramillo. Lamentablemente el 19 de enero de 1969 a las afueras de la Unidad Profesional Zacatenco fue secuestrado y posteriormente trasladado al Campo Militar número 1, junto con Cesar Tirado que fue delegado ante el CNH por parte de la ESIQIE, él fue la última persona que lo vio con vida. Cesar Tirado fue liberado posteriormente, lo que no ocurrió con Héctor Jaramillo que es uno de los tantos desaparecidos políticos y victimas de la guerra sucia. Actualmente el único Comité de Lucha que continua es el de la ESIME, que en el año de 1997 en conjunto con diversas escuelas del Politécnico decidieron formar el Comité de Lucha Estudiantil del Politécnico (CLEP) y hace dos años decidimos unificarnos con el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Publica (CEDEP). Gracias al sacrificio y al esfuerzo de jóvenes como Héctor Jaramillo nuestra organización aun existe y siempre la política ha sido vincular el movimiento estudiantil con el movimiento de los trabajadores siguiendo las tradiciones del movimiento del 68. Siempre ha habido un espacio dentro del local del Comité de Lucha llamado Héctor Jaramillo, por muchos años fue la biblioteca y el 5 de septiembre como parte de la campaña de los 40 años del movimiento estudiantil del 68 y de nuestra organización decidimos nombrar la sala principal de reuniones del Comité de Lucha “Héctor Jaramillo”. Esto mas allá de ser algo emblemático es darle su espacio a todo aquel que dio su vida por continuar la lucha y la mejor forma de recordar a los caídos es continuar la lucha y fortalecer la organización estudiantil vinculándola con la lucha de los trabajadores. A Héctor Jaramillo se lo llevaron por tratar de organizarse y por luchar, consideramos que fortaleciendo y proyectando el Comité de Lucha hacia el futuro estamos manteniendo viva su memoria, pero sólo cuando este sistema podrido y corrupto sea derrocado podremos realmente ofrecer el homenaje que él y todos los compañeros caídos en aras de los intereses del pueblo se merecen, ese homenaje se llama socialismo. Unidos y organizados… Venceremos!!!
La presente versión es un resumen del artículo publicado en la página de internet militante.org: El 15 de septiembre sangriento El 15 de septiembre, aproximadamente a las 23:05 horas, justo en el momento en que el gobernador de Michoacán, el perredista Leonel Godoy, hacia la arenga del Grito de Independencia en la Ciudad de Morelia, fue lanzada una granada de fragmentación contra una multitud de aproximadamente 30 mil personas aglutinadas en la Plaza Melchor Ocampo que participaban en dicha fiesta cívica. Después, a tan sólo unos cuantos minutos de la primera detonación, la multitud aglutinada sobre la avenida Madero y la calle Andrés Quintana Roo, localizadas del mismo modo en el centro de esta ciudad, fue agredida con una segunda granada. Ambos estallidos dejaron un lamentable saldo de siete muertos, dos en el lugar de los acontecimientos y otros seis en el hospital, y más de cien heridos, algunos en un estado de gravedad tan delicado que hace suponer que el número de decesos crecerá en las próximas horas y días. Sobre los responsables de estos brutales actos, a pesar de que aún no hay nada oficial, todo parece indicar que la autoria apunta hacia una de las tantas bandas de narcotraficantes que hay en México. Los hechos de Morelia son un acontecimiento verdaderamente trágico por las muertes y los heridos arrojados como saldo, pero lo son aún más porque es la primera vez en un montón de décadas, que en México se desarrolla un evidente acto terrorista contra la población. Es verdad que la lucha por los mercados de la droga y la reacción por la ofensiva del Estado, ha hecho que la llamada guerra contra el narco, que tan sólo en menos de dos años de la administración de Calderón ya dejó aproximadamente 4 mil 500 muertos (algunos señalan que esa cifra ya llega a los 5 mil) adquiera cada vez expresiones más desgarradoras. Tal es el caso de los 12 decapitados localizados en Yucatán el pasado 28 de agosto (un día después se encontraron otros cuatro cuerpos en las mismas condiciones en dicha entidad) o como del reciente 12 de septiembre cuando en el Estado de México se encontraron los cuerpos de 24 ejecutados, algunos de ellos con el tiro de gracia en la nuca. Sin embargo, a pesar de todo ello, nunca se había presentado un acto terrorista como el de Morelia. Ahora los trabajadores, amas de casa, ancianos, niños y jóvenes hemos sido puestos en la línea de fuego. Desafortunadamente el 15 de septiembre de 2008 puede pasar a la historia como el día en el que los narcotraficantes y sus sicarios iniciaron su escalada sangrienta basándose en las acciones terroristas. Esta historia, que si bien es nueva en nuestro país, ya tiene antecedentes alarmantes en otras latitudes. Un ejemplo de ello es el caso de quien fuera el más poderoso narcotraficante colombiano, Pablo Emilio Escobar Gaviria, quien dirigió por años al Cartel de Medellín. A este capo, asesinado en diciembre de 1993, se le responsabiliza de cuando menos 4 mil asesinatos. Pablo Escobar, en la lucha por la defensa de sus intereses, asesinó a toda esa gente no sólo por medio de ejecuciones al estilo clásico de los sicarios del narco, sino también por medio de atentados terroristas no sólo dinamitando edificios de dependencias públicas, sino además haciendo estallar una bomba en un avión en pleno vuelo, tal como sucedió con el Boeing 727 de Avianca en el cual, el 27 de noviembre de 1989, perecieron aproximadamente 200 personas. No obstante la responsabilidad del narco, hay otros culpables y que también tienen responsabilidad directa sobre el atentado terrorista de Morelia. El narcotráfico no es un negocio marginal, algunos dicen que el valor anual del mercado mundial es de 600 mil millones de dólares. Algunos otros analistas señalan que el dicho valor asciende incluso hasta los 800 mil millones. En dicho mercado los cárteles mexicanos de la droga no son socios minoritarios, sino todo lo contrario. Es un hecho que la tajada del pastel que le toca a los narcos mexicanos es de las más grandes del total que integra este mercado. Siendo esto así, resulta imposible pensar que los narcos mexicanos puedan mover gigantescas cantidades de droga y de dinero al margen del apoyo de algunos engranes del aparato del Estado y sin el auxilio de los bancos y las diferentes instituciones financieras. No olvidemos la denuncia pública, en el segundo informe de gobierno de Coahuila, hecha por el gobernador de esta entidad en octubre el 2007, Humberto Moreira, señalando los complejos y fuertes vínculos entre connotados panistas y narcotraficantes. Poco después, ese mismo mes, la revista Proceso documentó con santo y seña las relaciones entre panistas y narcos (http://www.proceso.com.mx/analisis_int.html?an=54535) La nula reacción de Calderón en esas denuncias, refleja claramente la hipocresía de la cruzada que lanzó contra la droga desde el inicio de su gestión al frente del gobierno de la República. El problema es que la cruzada calderonista, además de representar ya todo un desastre para la sociedad, nos ha puesto a los trabadores y a nuestras familias en la línea de fuego del narco, mismo que ha sido fortalecido por las corruptelas del Estado y del sistema financiero. Además Calderón es el principal beneficiario del atentado terrorista de Morelia. Para el presidente espurio los sucesos de este 15 de septiembre significan un regalo de navidad que le abre de par en par la puerta de la justificación para la elevación que está proponiendo de un 50% del gasto público del 2009 para todo el aparato de seguridad del Estado (policías, ejército, jueces, cárceles, ministerio público, etcétera), para lanzar con una mayor fuerza su proyecto de asegurar por medio de acuerdos como la Iniciativa Mérida una mayor intervención del imperialismo yanqui con dólares, armamento, asesores e incluso soldados y policías, en tareas de seguridad interna, todo ello al lado de proponer un mayor endurecimiento de las leyes y las sentencias penales. a tragedia de Morelia le ha dado una oportunidad de oro a Calderón para endurecer el aparato represivo del Estado y utilizarlo contra el movimiento obrero, estudiantil y del campo. Bajo el capitalismo la erradicación del narcotráfico es caso perdido, no sólo por el magnifico mercado que significa la frustración y el sin futuro que le ofrece esta sociedad a la inmensa mayoría de seres humanos en todo el mundo, sino además por las profundas raíces que este flagelo tiene entre el aparato de los diferentes gobiernos y los distintos negocios de la burguesía. Por consecuencia el narcotráfico es un producto directo del capitalismo y sólo puede ser erradicado eliminando al capitalismo y a sus capitalistas. Detener a ese flagelo y a la violencia que nos quiere imponer pasa por acciones que inevitablemente nos plantean la necesidad de eliminar a este Estado incapaz de solucionar este problema, derrocando a Calderón y sustituyéndolo por una democracia obrera que nacionalice los principales medios de producción que nos garanticen una vida digna, que además organice a la clase obrera para lanzar una lucha para aplastar a los narcos y sus sicarios. 16 de septiembre de 2008
En respuesta a las acciones de inconstitucionalidad en contra de las reformas al Código Penal para el Distrito Federal (DF) y a la Ley de Salud para el DF, que despenalizan el aborto hasta la semana 12 de gestación en el DF, promovidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, así como por la Procuraduría General de la República, el pasado 28 de agosto, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), resolvió (con una mayoría de 8 votos) que es constitucional el decreto de despenalización del aborto, emitido por la Asamblea Legislativa del DF el 27 de abril de 2007. Los tres ministros que votaron en contra proponían, no sólo invalidar la reforma capitalina, sino también castigar con prisión a la mujer que aborte de manera voluntaria. (http://informa.scjn.gob.mx)

Cabe señalar que desde que se aprobaron las reformas que permiten abortar de manera segura, en el DF, se han realizado más de 11 mil 500 abortos de los cuales en un solo caso la mujer falleció. Reduciendo extraordinariamente el índice de muertes debido a esta práctica. Anteriormente, al ser penalizado el aborto en el DF, se propiciaba que se realizara en clandestinidad ocasionando que miles de mujeres sufrieran daños severos en su salud y que muchas perdieran la vida. En respuesta al fallo de la SCJN, la Iglesia Católica hizo repicar las campanas de varias iglesias por el “luto” por las muertes de “seres inocentes”, pero olvidan que el propio Norberto Rivera está acusado de proteger a un cura pederasta. El problema del aborto en México no es sólo un problema de salud pública sino también de justicia social, pues las mujeres con recursos pueden acceder –en la clandestinidad– a un aborto seguro sin poner en peligro su vida. En cambio, las mujeres con menos recursos, justo por la clandestinidad, arriesgan su vida al acudir a lugares que no cuentan con las condiciones de seguridad e higiene necesarias ni con el personal capacitado para practicar un aborto, arriesgando así su vida. El aborto debe ser un derecho de todas las mujeres, como lo es el divorcio, y esto no implica que estén obligadas a realizarlo, pero sí que tengan condiciones para decidir y para proceder a un aborto, si es el caso, en condiciones que protejan su salud física y mental. Este intento de echar atrás esta ley demuestra hasta qué grado es débil el actual gobierno federal reaccionario y conservador por lo que debemos aprovechar la situación para ganar terreno no sólo en el DF sino a nivel nacional en ésta y otras demandas de los trabajadores organizándonos, ejerciendo presión mediante la movilización. Sólo con mayor educación sexual y métodos preventivos al alcance de cualquier persona será como se eviten los embarazos no deseados. Con este gobierno, sus medios de comunicación (voceros de la Iglesia) y bajo el sistema capitalista, esto no es posible. Para garantizar una sexualidad plena y responsable debemos erradicar el origen del problema derrocando a Calderón y luchando por la transformación socialista de la sociedad. ¡Por el derecho a decidir de las mujeres! ¡Fuera Iglesia de la Educación!

Exitosa conferencia en Prepa 5 En estos momentos el país se debate entre la continuidad y la profundización de las políticas capitalistas que durante años han condenado a millones a la mísera mediante despidos masivos, bajos salarios, retiro de prestaciones y un sin fin de ataques, mientras unos cuantos lo tienen todo. Si, esos cuantos son los que ayer decían que vendiendo teléfonos de México mejoraría el servicio; pero ahora estamos entre los países que tienen el costo mas elevado por este concepto, mientras tenemos a un Carlos Slim que posee la fortuna más grande en el mundo, o nos  explicaban que “rescatando” las carreteras  tendríamos un sistema carretero excelente y hoy nada de eso es cierto.

Hoy nos dicen en tono solemne utilizando a lo “mejor” (peor) de sus intelectuales: “para que vivamos mejor, tenemos que desechar el sentimentalismo y dejar a un lado la soberanía, eso es cosa del pasado”, tendrían que aclarar a quien se refieren con “vivamos”, sin duda se refieren a los mismos que tienen una casa en Miami o ganan cifras estratosfericas. Todo esto para de una vez por todas terminar de vender (entregar) los energéticos, los recursos naturales y la educación a las grandes trasnacionales, porque según ellos si pueden administrar todo eso (dirán: “obvio, por eso estudiamos en Harvard”). Pero la realidad esta clara, solo nos pretenden arrebatar lo poco que nos queda, y esta vez nos referimos a la mayoría, desposeída, pobre y explotada.

En ese sentido, l@s estudiantes organizados entorno al Comité de Lucha de Prepa 5, miembros del CLEP-CEDEP y Militante nos dimos a la tarea de realizar una conferencia sobre el acontecer nacional en lo referente a la reforma energética y la Universidad pública.

La conferencia

Después de un arduo trabajo de preparación y convocatoria del evento, llegó el día 18 de septiembre. Desde tempranas horas, se afinaban los últimos detalles.

A las 12:00 hrs. comenzaron a darse cita decenas de estudiantes, algunos profesores y trabajadores al evento, que minutos después, escucharían atentamente.

Con un auditorio en lleno total, se dio comienzo a las participaciones de nuestros distinguidos ponentes. En la conferencia se abordo desde los retos y desafíos que enfrenta la Universidad pública. Pasando por un análisis objetivo y claro sobre el contexto nacional e internacional en que se dan las contrarreformas como lo son las iniciativas de reforma (privatizadoras) propuestas por el PAN y el PRI a los energéticos, además de las implicaciones catastróficas de aprobarse dichas reformas. Hasta una reflexión profunda sobre la importancia de que los jóvenes demos organizadamente una lucha férrea por defender lo nuestro, así como también la necesidad histórica de hacerlo. Terminamos con una ronda de debate por parte de estudiantes, aportaciones que hablaron del narcotráfico, la deuda externa, la conciencia como elemento importante para la revolución, entre otras excelentes opiniones, mismas que demuestran el nivel de combatividad e ideas que existe entre este sector.

Demostramos…

Demostramos de nueva cuenta que los estudiantes estamos dispuestos a salir de las aulas para luchar. No es ninguna casualidad que la cantidad de asistentes haya sido aproximada a 160, sino el gran interés hacia los problemas que vivimos. Entendemos bien que todo lo que sucede nacionalmente tiene implicaciones un nuestras universidades, ¡no somos una isla!.

Sabemos bien el descontento creciente que existe en el país y que indudablemente se refleja en la Universidad, y así, los jóvenes rechazamos profunda y tajantemente sus reformas privatizadoras que solo nos perjudicarían más, pero también reconocemos que, primeramente necesitamos información (real) sobre los sucesos que nos afectan día a día para así identificar a nuestro enemigo en común, organizarnos y luchar de manera conciente por destruir este sistema que a nosotr@s no nos da mas que negarnos el derecho a estudiar, desempleo, miseria, y un muy largo etc.

Recordemos compañer@s, superemos el estado en el que nos han inmerso de un mero espectador y pasemos a ser un protagonista que revolucione el presente, nuestra generación tiene la posibilidad de convertirse en la portadora de una nueva sociedad en la cual la miseria sea desterrada  y las oportunidades para la juventud sean bastas. Eso sólo se podrá lograr bajo el Socialismo.

¡¡¡A luchar entonces!!!

19 de septiembre de 2008.
A las 3:25 concluyó la charla sobre la lucha contra la privatización del petróleo en la UABC-Tijuana. Hubo una asistencia total de 7 chavos, lo cual cabe destacar, es una buena cifra siendo que en esta escuela apenas se comienzan a hacer este tipo de actividades. Se comenzó con una brevísima introducción sobre la privatización de PEMEX: en qué consiste, por qué la están sacando adelante, cómo se están justificando (el desmantelamiento de PEMEX), etc. Después se habló acerca de la necesidad de organización para evitar que se apruebe la reforma energética, y las demás reformas que está sacando adelante Calderón en perjuicio de los trabajadores y nosotros como estudiantes. Se habló también un poco sobre lo que pasó con la toma de tribunas por parte del PRD, que no se podía depender únicamente de la acción de senadores o diputados para que defendieran nuestros intereses, porque la única manera es luchando de manera unida y organizada bajo una dirección. En el caso de ahorita, la necesidad y urgencia de que el PRD y los sindicatos convoquen a una huelga general para impedir la privatización de PEMEX. El debate, o las aportaciones de los asistentes giraron en torno a eso: la necesidad de hacer algo; el hecho de que PEMEX sí tiene recursos, sólo que Calderón y los burgueses no permiten que éstos sean utilizados para sacar adelante a PEMEX o para ayudar a los trabajadores); sobre la necesidad de derrocar a Calderón para impedir que este tipo de reformas se sigan aprobando; etc. Un camarada hizo una valiosa aportación al decir que no era posible cambiar realmente la situación si no se terminaba con el sistema capitalista (todo lo que esto implica). Se preguntó acerca de las acciones que organizaciones como Militante y el CLEP-CEDEP estaban tomando al respecto. A lo cual se respondió que se han conformado brigadas en defensa del petróleo, les explique las tareas de las mismas, etc. Se explicó también que era importante comenzar ahorita en la UABC organizándonos primero como estudiantes, informar en la universidad primero. Los asistentes comentaban lo importante que era hacer volantes más informativos y que informáramos a los trabajadores. Lo cual es correctísimo, y dichas actividades tendrán el mejor resultado en la medida en que comenzáramos nosotros a organizarnos, a estudiar la teoría marxista (entendiendo que la única manera de frenar estos ataques es luchar por el socialismo, de otra manera, bajo el capitalismo seguiremos igual de fregados). Respecto a esto último, la necesidad de estudiar el marxismo. Al final, se invitó a los asistentes a que vinieran a los círculos de estudio, los cuales quedamos en llevarlos a cabo los martes de 3 a 4. Otra cosa que se propuso, fue que hiciéramos una reunión más grande en la UABC con apoyo de maestros o algo así. Lo cual sería ideal, sin embargo, para conseguirlo, será necesario la participación activa de más compañeros para, en efecto, poder participar de manera más activa y contundente del lado de los trabajadores y los estudiantes. En resumen, se concluyó en la necesidad de difundir lo más posible la información acerca de la privatización de PEMEX, la necesidad también de continuar fortaleciendo los círculos de discusión para poder intervenir de manera decidida en las próximas movilizaciones que se hacen a nivel nacional, es decir, participar en las marchas, manifestaciones o cualquier otra actividad que se lleve a cabo. Tijuana, B.C., a 24 de septiembre de 2008
Martes 23 de Septiembre, siendo las 2:30 p.m. se agrupan decenas de estudiantes, gente del comité 68 y trabajadores de diversos sindicatos, para recordar la histórica defensa del Casco de Santo Tomás aquel 23 de Septiembre de 1968. Con consignas como “por que el color de la sangre jamás se olvida…..”, se inició el mitin con un ambiente combativo y de unidad, los oradores dando los saludos y mencionando que ese día no era para recordarlo como algo romántico sino para enarbolar las demandas que los estudiantes del 68 mantenía. Primero, un orador de la UAM, dio el saludo dela UAM-I y recordó que la UAM era producto del movimiento estudiantil del 68, llamó a seguir organizados para defender una educación publica, gratuita y de calidad para los hijos delos trabajadores. Luego un compañero de la Tendencia Marxista Militante, llamó a la solidaridad internacional con los procesos a los que se enfrenta el pueblo boliviano frente a este posible golpe de Estado hacia el gobierno de Evo Morales. Otro compañero de la CNTE, informó sobre la lucha que está encabezando su organización contra las reformas Calderón-Gordillo, que no son más que otro ataque a los trabajadores de este sector y un ataque para la educación gratuita. El compañero del SME, llamó a la unidad de los trabajadores y estudiantes para defender la industria petrolera (PEMEX) y energética, mencionó que los estudiantes no podemos deslindarlos del movimiento obrero pues cada puesto, prestación o derecho que pierdan ahora los trabajadores será un puesto de trabajo, una prestación y un derecho menos para nosotros los estudiantes futuros trabajadores. El compañero del Comité 68 hizo una reseña del movimiento del 68, llamó a la unidad, hizo una reseña del movimiento del 68, mencionó que las demandas de aquél entonces no sólo eran estudiantiles sino que también encerraban demandas sociales de ese momento, llamó a sumarse así mismo a las demandas actuales, como las movilizaciones de la CNTE y de Atenco. Le siguió un compañero del CCH Naucalpan, dijo que estaban allí para apoyar a los compañeros del IPN y que con esto quedaban derribadas las barreras que las propias autoridades han puesto para separar al movimiento estudiantil por pertenecer a una u otra institución, agrego las actividades que actualmente están realizando en el CCH Naucalpan e invito a sumarse a las actividades. Para concluir una compañera estudiante del Casco, integrante del CLEP-CEDEP. Hizo una reseña de aquel 23 de Septiembre del 68, informando que también se cumplían 52 años de la toma del internado del IPN, mencionó “aquel domingo 23 de septiembre de 1956 nada pudieron hacer los politécnicos contra la ocupación, el desalojo del internado se perpetró. Pero esta vez sería distinto. Es lunes 23 de septiembre de 1968 y los estudiantes están preparados para resistir la toma del Casco de Santo Tomás.” Recordó cada acontecimiento no como una forma romántica si no de una manera combativa, podemos decir que en aquel 23 de septiembre, “Fueron horas y horas de combate continuo, nueve, diez horas de batalla o más, y en realidad no se puede decir que fue una operación exitosa. No pudieron con el nivel de organización de los estudiantes del IPN”. Hoy a 40 años de la heroica defensa del Casco de Santo Tomás, el mejor homenaje que podemos hacer es seguir luchando por la defensa de una educación pública, gratuita y de calidad destinada a los hijos de los trabajadores. Basta de ataques hacia la educación, fuera la burocracia que sólo absorbe los recursos del IPN, alto a la represión de los cuerpos policiacos al interior del IPN. Las demandas de aquellos camaradas del 68 hoy más que nunca están vigentes, recordemos que el IPN fue fundado para dar educación a los hijos de los trabajadores, y actualmente vemos como la matrícula es recortada año con año. La represión por medio de la fuerza policiaca es mayor cada día, recordemos la entrada de los granaderos la madrugada del 7 de agosto del 2007 cuando fueron reprimidos estudiantes que se manifestaban por su derecho a la educación, 8 de ellos fueron encarcelados como si fueran delincuentes, cuando los verdaderos ladrones del presupuesto del IPN se pasean libremente, afortunadamente estos compañeros fueron puestos en libertad, gracias a la movilización de los estudiantes y trabajadores pero 2 de ellos todavía tienen cargos en su contra como si el luchar por una educación ya no fuera un derecho de los hijos de los trabajadores. Además repudiamos toda participación del actual director general del IPN en la política nefasta del gobierno de derecha en turno. Hoy como aquel 23 de septiembre los estudiantes debemos defender lo que por derecho nos corresponde, pues la educación es un derecho no un privilegio. Bajo este ambiente combativo y de lucha, se realizó este mitin para recordar la heroica defensa del Casco de Santo Tomás. ¡El mejor homenaje es la lucha por el socialismo! ¡Ni perdon, ni olvido! ¡Únete al CLEP-CEDEP y lucha con nosotros!
Los pasados 20 y 21 de septiembre tuvo lugar el XI Congreso Nacional del PRD; el acto se desarrolló en medio de un ambiente tenso a consecuencia de las maniobras de la derecha encabezada por Jesús Ortega para desconocer el triunfo de Alejandro Encinas en las pasadas elecciones por la dirección nacional del partido. Este acto de desconocimiento de la voluntad de la gran mayoría de perredistas que depositó su voto a favor de Encinas, fue apuntalado por la imposición de Guadalupe Naranjo, representante de los intereses más oscuros dentro del PRD, como presidente provisional de dicho partido. Con todas esas maniobras la derecha de Jesús Ortega, organizada en la funesta corriente conocida como Nueva Izquierda, trata de impedir a toda costa que cristalicen las expectativas de millones de trabajadores y campesinos que ven en el PRD una opción para lanzar una lucha frontal contra la política de Calderón. En la práctica Nueva Izquierda se ha transformado en un cómplice del presidente espurio y lucha para que el PRD juegue exactamente ese mismo papel. Con esa intención, y con el apoyo de las corrientes Alternativa Democrática Nacional y Foro Nuevo Sol, Jesús Ortega y Nueva Izquierda lograron imponer como acuerdo del reciente congreso del PRD el poder ir a elecciones en cualquier nivel (municipal, estatal o federal) en alianza con el PRI o el PAN. En los hechos para esta corriente no debe existir ningún problema en establecer una alianza electoral con estos dos partidos que empujaron el fraude electoral del 2006, que quieren privatizar el petróleo y que, en síntesis, se han encargado de impulsar todo una serie de políticas que ha mandando a la pobreza a millones de familias en todo México. Además de esto último, dicho acuerdo ratifica que la derecha del PRD no posee ninguna clase de escrúpulos, para ellos también es muy importante el hueso a toda costa y los jugosos salarios. El acuerdo impulsado por la derecha infiltrada en el PRD (Nueva Izquierda, Alternativa Democrática Nacional y Foro Nuevo Sol) presentan una traición a los militantes de base del PRD y los millones de trabajadores y campesinos que simpatizan con este partido. No debemos aceptar ninguna clase de alianza con el PAN o el PRI, tenemos que organizarnos y rechazar esta clase de acuerdos. Debemos organizar comités de base de PRD e impulsar una política en la que se ponga sobre la mesa las aspiraciones de los trabajadores y sus familias. Contra la derecha de Jesús Ortega y sus secuaces, impulsemos una corriente de socialista al interior del PRD. ¡¡Fuera Jesús Ortega del PRD!! ¡¡Rescatemos al PRD para la auténtica lucha obrera!! México D.F., 21 de septiembre de 2008
El tema de la privatización de PEMEX es más que vigente al día de hoy. Tras varios intentos de Calderón por privatizar el petróleo, la lucha por defender a PEMEX está en una etapa crucial. Desde el principio, para el espurio la cuestión del tiempo ha sido vital, sin embargo sus intenciones para que la contrarreforma petrolera fuera aprobada por los diputados federales y los senadores en marzo pasado, pocos días después de que la iniciativa fuera entregada a las cámaras, se vieron frustradas tras la respuesta masiva del pueblo trabajador oponiéndose a la privatización por la vía de los hechos de PEMEX. Es necesario que como estudiantes nos unamos con la clase trabajadora en esta lucha. Sólo la acción organizada y consciente de los jóvenes unida a la de los trabajadores, logrará evitar la privatización de PEMEX. ¡Asiste! Este miércoles 24 de septiembre de 2008 de 2:00 p.m. a 4:00 p.m. en el salón 106 del Edificio 19 de Humanidades. Descarga el volante en pdf

Atentados terroristas de Morelia Narcotraficantes y Calderón igual de culpables

Ayer 15 de septiembre, aproximadamente a las 23:05 horas, justo en el momento en que el gobernador de Michoacán, el perredista Leonel Godoy, hacía la arenga del Grito de Dolores (como parte de los festejos del Día de la Independencia) en la capital de este Estado, la Ciudad de Morelia, fue lanzada una granada de fragmentación contra una multitud de aproximadamente 30 mil personas aglutinadas en la Plaza Melchor Ocampo, frente a Palacio de Gobierno, que participaban en dicha fiesta cívica. Después, a tan sólo unos cuantos minutos de la primera detonación, la multitud aglutinada, también por razón de las fiestas, sobre la avenida Madero y la calle Andrés Quintana Roo, localizadas del mismo modo en el centro de esta ciudad, fue agredida con una segunda granada.

Ambos estallidos dejaron un lamentable saldo de ocho muertos, dos en el lugar de los acontecimientos y otros seis en el hospital, y más de cien heridos, algunos en un estado de gravedad tan delicado que hace suponer que el número de decesos crecerá en las próximas horas y días.

Sobre los responsables de estos brutales actos, a pesar de que aún no hay nada oficial, todo parece indicar que la autoria apunta hacia una de las tantas bandas de narcotraficantes que hay en México. De hecho, los medios informativos insisten sobre el rumor de que ya ha sido capturado un sospechoso. Otro informe dado a conocer por los medios es el testimonio de una taxista que tras las explosiones fue abordado por cinco sujetos que lo obligaron a trasladarlos a un punto en  las afueras de la ciudad en el cual bajaron del taxi para abordar y salir huyendo en dos vehículos, uno con placa del Estado de Guerrero y otro de Jalisco. De acuerdo al taxista, los hombres iban vestidos con uniformes oscuros con siglas y distintivos de corporaciones policíacas, exactamente como acostumbran disfrazarse para sus acciones muchos de los sicarios del narcotráfico.

Los hechos de Morelia son un acontecimiento verdaderamente trágico por las muertes y los heridos arrojados como saldo, pero lo es aún más porque es la primera vez en un montón de décadas, tantas que cuesta trabajo encontrar algún antecedente sobre un hecho similar, que en México se desarrolla un claro y evidente acto terrorista contra la población.

Y es verdad, resulta difícil, por no decir imposible, encontrar registro alguno en el que se pueda ubicar alguna clase de hecho similar al visto el día de ayer en la ciudad de Morelia. Es verdad que la lucha por los mercados de la droga y la reacción por la ofensiva del Estado, ha hecho que la llamada guerra contra el narco, que tan sólo en los menos de dos años de la administración de Calderón ya dejó aproximadamente 4 mil 500 muertos (algunos señalan que esa cifra ya llega a los 5 mil) adquiera cada vez expresiones más desgarradoras, tal es el caso de los 12 decapitados localizados en Yucatán el pasado 28 de agosto (un día después se encontraron otros cuatro cuerpos en las mismas condiciones en dicha entidad) o como del reciente 12 de septiembre cuando en el Estado de México, en una localidad muy cercana al DF, encontraron los cuerpos de 24 ejecutados, algunos de ellos con el tiro de gracia en la nuca. Sin embargo, a pesar de todo ello, nunca se había presentado un acto terrorista como el que atestiguamos ayer. En todo caso lo más cercano a ello que en el pasado ya había sucedido, son los paquetes con granadas que no detonaron y que fueron localizadas en las estaciones del Metro Miguel Ángel de Quevedo y Copilco en el DF el viernes 1 de junio del 2007. No obstante, a este respecto existen serias dudas respecto a la originalidad de este suceso, pues una idea de mucha fuerza es la de que se trató de una provocación del gobierno federal para presionar al gobierno capitalino dirigido por el PRD, en el sentido de que acepte que las tropas del ejército se desplieguen en las calles del DF tal como lo está haciendo en el resto de las ciudades mas importantes de todo México.

El atentado terrorista de ayer en la ciudad de Morelia marca un antes y un después sobre la manera en que se está expresando la llamada guerra contra el narco; ahora, está claro, los trabajadores, amas de casa, ancianos, niños y jóvenes hemos sido puestos en la línea de fuego.

Desafortunadamente el 15 de septiembre de 2008 puede pasar a la historia como el día en el que los narcotraficantes y sus sicarios iniciaron su escalada sangrienta basándose en las acciones terroristas. Esta historia, que si bien es nueva en nuestro país, ya tiene antecedentes alarmantes en otras latitudes. Un ejemplo de ello es el caso de quien fuera el más poderoso narcotraficante colombiano, Pablo Emilio Escobar Gaviria, quien dirigió por años al Cartel de Medellín. A este capo, asesinado en diciembre de 1993, se le responsabiliza de cuando menos 4 mil asesinatos. Pablo Escobar, en la lucha por la defensa de sus intereses, asesinó a toda esa gente no sólo por medio de ejecuciones al estilo clásico de los sicarios del narco (por ejemplo, los decapitados de Yucatán) sino también por medio de atentados terroristas, no sólo dinamitando edificios de dependencias públicas de sus país, sino además haciendo estallar una bomba en un avión en pleno vuelo tal como sucedió con el Boeing 727 de Avianca en el cual, el 27 de noviembre de 1989, perecieron aproximadamente 200 personas.

La responsabilidad de los actos como los padecidos ayer en Morelia recae sobre los narcotraficantes, seres desclasados y decadentes que no poseen ni el más mínimo sentimiento de solidaridad con alguien, ni siquiera con sus propios secuaces. Para ellos las ganancias son las ganancias y ello determina sus acciones. De esta clase de sujetos no se puede esperar nada bueno, se alimentan y reproducen de lo peor que produce la podredumbre capitalista. Los trabajadores debemos tomar medidas para impedir que estos subhumanos, continúen envenenando a nuestra juventud y repitan actos terroristas como el de este 15 de septiembre.

No obstante hay otros culpables y que también tienen responsabilidad directa sobre este sangriento atentado terrorista que ya dejó ocho muertos. El narcotráfico no es un negocio marginal, algunos dicen que el valor anual del mercado mundial es de 600 mil millones de dólares. Algunos otros analistas señalan que el dicho valor asciende incluso hasta los 800 mil millones. En dicho mercado los cárteles mexicanos de la droga no son socios minoritarios, sino todo lo contrario. Es un hecho que la tajada del pastel que le toca a los narcos mexicanos es de las más grandes del total que integra este mercado. Siendo esto así, resulta imposible pensar que los narcos mexicanos puedan mover gigantescas cantidades de droga y de dinero al margen del apoyo de algunos engranes del aparato del Estado y sin el auxilio de los bancos y las diferentes instituciones financieras.

El narco, auxiliado por el Estado y la banca, se ha trasformado en un enorme poder, el cual resulta ahora muy difícil controlar. En el pasado fueron los priístas quienes apoyaron a los diferentes cárteles de la droga, y ahora ese papel lo desempeñan principalmente los panistas. No olivemos la denuncia pública, en el segundo informe de gobierno de Coahuila, hecha por el gobernador de esta entidad en octubre el 2007, Humberto Moreira, señalando los complejos y fuertes vínculos entre connotados panistas y narcotraficantes. Poco después, ese mismo mes, la revista Proceso documentó con santo y seña las relaciones entre panistas y narcos (http://www.proceso.com.mx/analisis_int.html?an=54535)

No obstante todo ello, Calderón se quedó callado, no hizo nada, no tomó ninguna acción por modesta que fuera para actuar sobre esas denuncias y se quedó con lo brazos cruzados.

La nula reacción de Calderón en ese caso, refleja claramente la hipocresía de la cruzada que lanzó contra la droga desde el inicio de su gestión al frente del gobierno de la República. Calderón lanzó su guerra contra los narcotraficantes como una medida desesperada en búsqueda de la legitimidad que no le pudo dar un proceso electoral fraudulento que lo llevó a la presidencia; las razones que lo mueven son más de carácter de propaganda política que relacionadas con el bienestar de la mayoría de los mexicanos. Sin embargo su cruzada está zozobrando y al borde del colapso, transformándose en su contrario. Ahora, a estas alturas para millones de mexicanos la campaña antinarco de Calderón es todo un fracaso.

El problema es que la cruzada calderonista, además de representar ya todo un desastre para la sociedad, nos ha puesto a los trabadores y a nuestras familias en la línea de fuego del narco, mismo que ha sido fortalecido por las corruptelas del Estado y del sistema financiero, exactamente como sucedió en el caso de Al Qaeda con Bush (los atentados terrorista del 11 de septiembre del 2001 le costaron la vida a 2 mil 973 norteamericanos) con Aznar (las explosiones en el metro de Madrid del 11 de marzo del 2004 dejaron un saldo de 191 muertos) y Blair (el ataque contra el sistema de trasporte público de Londres provocó la muerte de 56 personas).

En la cruzada calderonista contra las drogas los daños contra los cárteles han sido menores, pero el costo cada vez es más caro para las familias trabajadoras que representamos el eslabón más débil en la cadena de violencia. Por su parte Calderón, que ha ido de fracaso en fracaso en esta guerra, es el principal beneficiario del atentado terrorista de Morelia. Para el presidente espurio los sucesos de este 15 de septiembre significan un regalo de navidad que le abre de par en par la puerta de la justificación para la elevación que está proponiendo de un 50% del gasto público del 2009 para todo el aparato de seguridad del Estado (policías, ejército, jueces, cárceles, ministerio público, etcétera), para lanzar con una mayor fuerza su proyecto de asegurar por medio de acuerdos como la Iniciativa Mérida una mayor intervención del imperialismo yanqui con dólares, armamento, asesores e incluso soldados y policías, en tareas de seguridad interna, todo ello al lado de proponer un mayor endurecimiento de las leyes y las sentencias penales. En otras palabras, la tragedia de Morelia le ha dado una oportunidad de oro a Calderón para, con la excusa del combate a las bandas de narcotraficantes y sicarios, endurecer el aparato represivo del Estado para utilizarlos contra el movimiento obrero, estudiantil y del campo. Tras recibir la noticia del atentado terrorista en Morelia, seguramente lo primero que hizo Calderón fue frotarse las manos.

Los vínculos entre el Estado, la burguesía y los narcotraficantes son inevitables y una condición para que esta clase de negocios funcionen y prosperen. De hecho, regresando al caso de Escobar Gaviria, en este caso el capo colombiano también es un buen ejemplo para ilustrar esa realidad ¿O acaso no Escobar Gaviria fue electo en 1982 representante suplente para el Congreso de la República de Colombia? Incluso recordemos que, también en 1982, este mismo capo, a invitación del empresario español Enrique Sarasola, asistió a la toma de posesión como Jefe de Gobierno de Felipe Gonzáles. Esta realidad aplica para México e incluso, y sobre todo, para el propio imperialismo yanqui.

Bajo el capitalismo la erradicación del narcotráfico es caso perdido, no sólo por el magnifico mercado que significa la frustración y el sin futuro que le ofrece esta sociedad a la inmensa mayoría de seres humanos en todo el mundo, sino además por las profundas raíces que este tiene entre el aparato de los diferentes gobiernos y los distintos negocios de la burguesía. Por consecuencia el narcotráfico es un producto directo del capitalismo y sólo puede ser erradicado eliminando al capitalismo y a sus capitalistas.

Detener a ese flagelo y a la violencia que nos quiere imponer pasa por acciones que inevitablemente nos plantean la necesidad de eliminar a este Estado incapaz de solucionar este problema, derrocando a Calderón y sustituyéndolo por una democracia obrera que nacionalice los principales medios de producción que nos garanticen una vida digna, que además organice a la clase obrera para lanzar una lucha para aplastar a los narcos y sus sicarios. La organización de la clase obrera, teniendo en sus manos las palancas más poderosas de la economía, solucionará en relativamente poco tiempo todos aquellos problemas que la burguesía y sus gobiernos no han podido solucionar en bastantes décadas en el poder, incluido el narcotráfico.

16 de septiembre de 2008

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