En los últimos meses y semanas México se ha experimentado una serie importante acontecimientos de trascendente implicación en la lucha de clases y sobre los cuales es necesario ahondar lo necesario para visualizar las perspectivas que se abren hacia el futuro.
La bancarrota capitalista y la alternativa de la burguesía
Lejos del optimismo del 2010, cuando el Producto Interno Bruto (PIB) creció en un 5.5%, tras la contracción sufrida un año antes del -6.5%, la mas severa en 70 años, el nerviosismo es ahora el común denominador de los estrategas de la burguesía quienes ven con preocupación de la tendencia a la baja de la economía nacional demostrada en el dos últimos años, misma en el que el crecimiento ha sido del 3.9 y 3.5% respectivamente. Y si bien el Banco Mundial pronostica un ligero mejor comportamiento del PIB mexicano para 2013 (4.0%), los propios balances de dicha institución no contradicen la tendencia negativa pues sus cálculos señalan que en 2014 el crecimiento apenas alcanzará el 3.9%. En buena medida ese desenvolvimiento está muy asociado con la dinámica de la economía yanqui, para la cual se prevé un raquítico crecimiento en 2012 y 2013 de 2.1 y 2.4% respectivamente. Este último dato de forma paralela a la desaceleración de la economía China, misma que en junio pasado registró 18 meses consecutivos de decrecimiento, y la contracción sufrida por la Unión Europea de 0.1% durante el segundo semestre del año que corre, ya vaticinan una nueva recesión.
En ese marco la burguesía, y ante la perspectiva de una nueva recesión, se ha visto obligada a redoblar esfuerzos y luchar a toda costa por profundizar la estrategia que ha empleado en los últimos 30 años, lapso en el que los salarios se devaluaron un 80%. Bajo la política los capitalistas lograron que de 1980 a 2006 por ejemplo, el volumen de sus ganancias en proporción con el PIB pasara del 56.3 al 61.9%, mientras que al mismo tiempo el valor de la masa salarial decreció del 36% al 28.6%.
Además otro resultad de la táctica de los capitalistas en el contexto de la crisis de la economía mundial, misma que estalló en 2007-2008 y que perdura hasta el día de hoy, fue el crecimiento del PIB nacional en 2010 de 5.5%, el cual reposó sobre la espalda de los trabajadores, puesto que en aquel año mientras la producción manufacturera repuntó en un 43% y la productividad de los obres se desarrolló en un 5.8%, por su lado el costo unitario de la mano de obra en dicho sector se redujo un 9%. Particularmente la tendencia general entre producción, productividad y salarios impuesta por la burguesía, se puede visualizar contrastando los salarios nacionales con los de China, ambos en las manufacturas: mientras en 2002 el salario de dicho sector en México eran 237% superiores a los de sus pares enchina, esta diferencia se fue recortando al paso del tiempo hasta ya ser en la actualidad del 7.3%. Es de esta forma como se explica el que en junio-julio pasado las exportaciones mexicanas hayan ocupado el 14.2% del total de las importaciones de los EEUU, nación destino del 80% de las exportaciones nacionales, siendo el caso contrario el de China cuyas exportaciones a territorio yanqui ahora son apenas del 26.5% respecto a las importaciones totales de la principal nación imperialista, cifra por debajo del máximo histórico del 30% de 2009.
El fraude electoral y contrarreforma laboral
Está claro que la burguesía no tiene otro camino que el continuar por la misma senda si es que pretende albergar alguna esperanza seria para superar las vicisitudes económicas, es por ello que jamás titubeo en su idea de evitar a toda costa perder el control sobre el Estado, aunque fuera de forma marginal, pues bajo las condiciones actuales el capitalismo no puede tolerar nada que no sea en su beneficio, aunque se trate de la reforma mas tibia que pretenda aligerar modestamente la enorme carga que pesa sobre la clase trabajadora. En esencia esa es la explicación de fondo que motivó a la burguesía a actuar de la forma más osada y cínica posible implementando un nuevo fraude electoral que le dio al PRI y a su candidato, Enrique Peña Nieto (EPN), casi 19 millones de votos, es decir 100% más que lo alcanzado por éste partido en las elecciones presidenciales del 2006, cuando apenas superó los 9 millones de sufragios. Con EPN al frente se pretende que el Estado siga siendo el principal garante de la política de choque contra la clase trabajadora, objetivo que podría verse limitado por un gobierno dirigido por López Obrador (AMLO) el cual estaría enormemente presionado por las clases desheredas demandando justicia social.
Prueba de la importancia que esta medida ha tenido para la burguesía fue la inmediata confianza que sintió tras el 30, día en que el tribunal electoral convalidó las elecciones, y 31 de agosto, cuando esa misma instancia le entregó a EPN su constancia como presidente electo, y el 9 de septiembre, fecha en la que en los hechos AMLO renunció a cualquier forma de lucha seria contra el fraude electoral. Tras el 1 de julio AMLO optó por no llamar a las masas a movilizarse y a cambio depositó toda su apuesta en la vía legal por medio de la impugnación de las elecciones, prácticamente dejándole las manos libres a las instancias electorales para que actuaran en consonancia con los planes de los empresarios; sin embargo la puntilla para el movimiento sería el 9 de septiembre cuando en plena mitin en el Zócalo de la Ciudad de México el máximo dirigente de la izquierda llamó a su seguidores a debatir sobre la idea de mantener a Morena como organización social o transformarlo en un nuevo partido político, transformado de esta manera a la imposición de EPN en el poder en un aspecto secundario y marginal.
En ese contexto Felipe Calderón, a pesar de estar en la recta final de su gobierno, se animó a lanzar de nuevo la contrarreforma laboral, misma que ya fue aprobada este 28 de septiembre por los diputados del PRI, del PAN y demás partidos de derecha, quienes impusieron su mayoría sobre las fracciones parlamentarias del PRD, PT y MC, y en la que contempla eliminan importantes derechos de los trabajadores, muchos de ellos a través de la contratación por hora. Si bien aun falta su ratificación en el Senado, mismo que tiene un plazo máximo de 30 días para dictaminar, la perspectiva se presenta muy similar al resultado de la Cámara de diputados pues los dirigentes del sindicalismo independiente, los cuales arengaban apenas hace un par de semanas sobre la convocatoria a la huelga general, ahora están proponiendo como centro de la lucha la impugnación de la contrarreforma ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Lucha de clases
Esos episodios podrían representar el fin del paréntesis de casi 12 años en los que los gobiernos del PAN, el de Fox y el de Calderón, estuvieron semiparalizadas en el impulso de las contrarreformas más añoradas por la burguesía a consecuencia de la acción de las masas proletarias en las calles. Se trató de un periodo en el que incluso, como lo fue en 2006, se presentó la oportunidad para que los trabajadores tomaran el poder. Sin embargo toda esa energía ha sido desperdiciada por la dirección del movimiento, factor que está siendo aprovechado por la burguesía para atacar.
No es descartable que en algunos meses el nuevo gobierno del PRI esté impulsando una contrarreforma fiscal para eliminar la tasa cero en IVA para alimentos y medicamentos y acto seguido, ahora si ir por una privatización clásica del sector energético, Pemex y CFE, o cuando menos profundizar de manera más agresiva la “privatización silenciosa” de ambas paraestatales.
El hecho es que sería un error pensar todo ello significará un día de campo para el PRI. Nada más parecido a ello. El lapso de 2001 a 2006 fue de una significativa actividad sindical, siendo éste último año el más intento; tras las elecciones de 2006 y la lucha contra el fraude electoral de ese año el movimiento de masas se expresó en los últimos años principalmente a través del frente político, significando ello un respiro para los dirigentes sindicales quienes veían como las masivas convocatorias de AMLO le sacaban presión a los sindicatos, cuestión que fue aprovechada pro estos para sólo convocar tibiamente en el mejor de los casos cada que se requería que los trabajadores se hicieran presentes en las calles a través de sus gremios, siendo un ejemplo de ello el del SME, cuya lucha tras el golpe de Calderón en Octubre del 2009 no fue acompañada de los llamados verdaderamente serios a la movilización por parte de la dirección de la UNT. Pero ahora la crisis de capitalismo impone dos realidades a la lucha de clases: a pesar de la aprobación de la contrarreforma laboral, para la burguesía aún no es suficiente y necesita apabullar más todavía las condiciones de vida de los trabajadores (desmantelas la seguridad social, aplastar las pensiones, eliminar el reparto de utilidades y los aguinaldos…) y por otro lado el Estado no puede comprar la paz social y sí por el contrario, requiere recortar más las conquistas sociales, entre ellas la educación pública.
Todo ello, para mala fortuna de los dirigentes sindicales, pone en el centro de los ataques al movimiento obrero. Y los síntomas de cambio ya empiezan a notar, tal es el caso de dirigentes como Agustín Rodríguez del STUNAM y miembro de la dirección colegiada de la UNT, pero también otros dirigentes, que se han visto obligados a plantear la posibilidad de pasar a la huelga general como forma de lucha. Otro síntoma es el de los 4 mil obreros de Nissan tomando en dos oportunidades la carrera México DF-Cuernavaca pretextando contra el reciente ataque; destacamos este caso porque salvo los mineros, la actividad política de los sindicatos de industria ha sido baja en los últimos años, haciendo del caso de Nissan un hecho destacable pues puede ser ya un anticipo de la entrada a mediano plazo de este tipo de batallones a la lucha de clases.
Por otra parte el surgimiento del #YoSoy132 en mayo pasado, siendo esta la primera expresión del movimiento estudiantil de alcance nacional desde 1968, también es un síntoma digno de destacar. Y precisamente el día de hoy, cuando se cumplen 44 años de la masacre de estudiantes en la plaza de Tlatelolco, viarias escuelas de la UNAM, del IPN y de la UAM, todas en el DF, han respondido favorablemente al llamado de huelga estudiantil de 24 horas. Seguramente este, que es un hecho inédito en varios años, será el caso de varias decenas más de colegios y universidades de distintas ciudades del país.
No negamos la posibilidad de un impase que incluso sea aprovechado por la burguesía para ser mas agresiva, pero en todo caso de darse será temporal, pues el cambio de eje de gravitación del frente político-electoral al sindical y la irrupción del movimiento estudiantil, significan también la entrada de batallones frescos a la lucha de clases. Existen síntomas importantes de lo que se está cocinado en las entrañas del movimiento obrero y juvenil y llegado el momento toda la rabia acumulada brotará sobre la superficie y más que un día de campo, lo que se está gestando en México es nuevo choque de trenes.
¿Se trata del final de ese largo periodo de 12 años de espera de la burguesía o de tan sólo de un paréntesis? Aún no está la última palabra al respecto, pero está claro que la estabilidad social no es el panorama más probable para el transito del nuevo gobierno del PRI.
Ante ese panorama resulta doblemente trascendente una alternativa revolucionara como la que defiende Militante en la que se llame al movimiento obrero a expropiar a los capitalista bajo el control democrático de los trabajadores.
Por encima de detalles que rayan en lo grotesco, tales como la prohibición de la Secretaria de Economía para emplear la palabra “socialista” para “el uso y cambio de las denominaciones o razones sociales con las que pretenden constituirse las sociedades y asociaciones”, ello por considerar dicho termino como “humillante y ofensiva”, según la reglamentación de dicha dependencia pública, esta reciente medida del gobierno de Calderón dada a conocer en La Jornada en línea de este domingo, 30 de septiembre, titulada Prohíbe SE usar palabras 'socialista' o 'migrante' para registrar empresas, posee mucho fondo político. (1)
Esta ultrareaccionaria iniciativa de Calderón similar a las de la peor época del oscurantismo cuando miles de libros eran quemados, en muchas ocasiones junto con sus propietarios, por considerarlos impíos, definitivamente refleja de manera indirecta las características fundamentales del actual periodo histórico de la lucha de clases en México y el mundo.
La época actual está lejos de ser la del verano de 1987 cuando el expresidente de los EEUU Ronald Reagan pronunciara ante la Puerta de Brandeburgo aquel discurso en el que, contrastando los avances de Occidente contra el “fracaso”, “retrocesos” y “declive” de la ex Unión Soviética, por emplear los términos del propio exmandatario yanqui, éste decretara la superioridad del capitalismo sobre el socialismo para, acto seguido, exigirle a Gorbachov , ex presidente ejecutivo de la antigua URSS, que derribará el muro de Berlín(2). Así, apelando a la “libertad”, la “paz mundial”, la “democracia”, el “desarrollo”, entre otras categorías todas ellas virtudes de “los mercados libres” de acuerdo al entonces dirigente de la principal potencia imperialista, Reagan señalaría que el conjunto de la humanidad se dirige a un “mundo más libre y más seguro” para finalmente aseverar que “…el día de hoy [es decir, el supuesto triunfo del capitalismo sobre el socialismo (3)] representa un mundo de esperanza.”
Pero bastó poco tiempo para que el optimismo capitalista se fuera por tierra, siendo la Guerra del Golfo (cuando las potencias imperialistas se unieron para lanzar una ofensiva militar en enero de 1991 con el objetivo de aplastar a Irak) y la Guerra de Bosnia (promovida por las naciones imperialistas entre 1992 y 1995 para balcanizar y desgarrar países enteros de la ex “cortina de acero” y de la propia ex URSS de acuerdo a sus intereses) una severa respuesta de la realidad ante la idea de el capitalismo como supuesta única alternativa posible para la humanidad y como garantía para la “estabilidad”, la “paz mundial” y el “desarrollo”.
Pero también los datos de la evolución de la pobreza niegan el falso optimismo del capitalismo de hace dos décadas y media pues, de acuerdo a los propios balances del Banco Mundial (BM), actualmente viven en extrema pobreza, es decir que dependen de dólar y medio o menos al día para subsistir, de acuerdo a la cuestionada metodología del BM, 1.1 mil millones de personas tan sólo en los llamados países en desarrollo; para el caso de África Subsahariana este tipo de pobreza creció de los 205 millones de 1981 a los 395 millones de 2005. Sin embargo cuando el estándar de medición se eleva a los dos dólares por día como máximo, segmento también considerado en condiciones pobreza por el BM aunque no extrema, el número de pobres en los países dependientes se eleva a los 2.47 mil millones. Sobre este último sector el propio BM, quien hiciera esta medición en 2008, reconoce que prácticamente no ha habido avances desde 1981.(4). Sin embargo el flagelo de la pobreza también golpea el corazón del capitalismo mundial y máxima potencia imperialista, los EEUU, nación en la que producto de la actual crisis económica el número de pobres pasó de 36.6 millones en 2006 a 46.6 millones en 2010, siendo éste último dato el mayor registro desde 1993 (5). Ello mientras que al mismo tiempo en Europa se registran 80 millones de pobres (6).
Además el desempleo, de acurdo a cifras producto de una metodología también cuestionable de BM, alcanza a 205 millones de personas, representando la cifra más alta en la historia según la ONU (7). Pero la situación es más dramática si consideramos que la cantidad de aquellos con empleo vulnerable o temporal es de mil 530 millones de trabajadores(8), es decir empleos de basura de los cuales hay muchos en los que la diferencia entre el ser empleado o desempleado es casi inexistente, como el caso de los 6 millones de mexicanos que laboran sin ningún salario y que dependen de propinas o dadivas similares.
Contrario a todo ello, durante todos estos años en el mundo entero se ha desarrollado un proceso obsceno e inédito en la historia del capitalismo de concentración de riquezas en pocas manos, esto no sólo a pesar de la actual crisis económica sino también como producto de esta ya que mientras en 2005 había en todo el planeta 8.8 millones de ricos con activos mayores al millón de dólares y menores a los 30 millones, para 2009 esa cantidad de personas ya ascendía a los 10 millones. Para ese último año la riqueza calculada del total de esa capa de ricos era de 39 billones de dólares, equivalentes a tres veces el PIB de los EEUU; por su parte también para 2009 el número de multimillonarios con activos superiores a los 30 millones de dólares se limitaba a las 93 mil 100 personas cuya fortuna en su conjunto sumaba los 13,845.000.000.000 millones de dólares, cantidad similar al valor de todo el PIB de la Unión Europea(9).
Y por si todo lo anterior no fuera poco, a todo eso se le agrega el viacrucis que le está haciendo padecer el capitalismo de todo el mundo a la clase trabajadora, pues la burguesía necesita aplastar las condiciones de vida de las masas desposeídas como una más de las condiciones importantes para superar la crisis económica que sacude al planeta entero desde 2007-2008 a la fecha: recortes a los salarios, desempleo masivo, destrucción de las conquistas sociales… En síntesis barbarie y más barbarie como producto de la crisis y como precondición para salir de ella, es lo único que puede ofrecer en estos momentos el capitalismo en el mundo entero.
En ese marco, en el que todas las mentiras acuñadas por los capitalistas desde hace dos década y media en la víspera del colapso de la URSS caen por tierra sin el más mínimo argumento en su defensa, es en el que millones de trabajadores y jóvenes ponen en duda todos los días la vigencia de un sistema, el capitalista, que los condena a la desesperación y al sin futuro y en el que al mismo tiempo reflexionan sobre la pertinencia de algo diferente; en ese marco en el que como nunca en la historia reciente la democracia burguesa y el Estado se han quitado toda careta de hipocresía demostrando su verdadero rostro como herramienta de dominación al servicio del gran capital; en ese mismo marco en el que también todos los días esos mismos millones de trabajadores y jóvenes son testigos de la inconsecuencia política de sus dirigentes que los codena a una lucha estéril para detener los ataques de los banqueros y empresarios; en ese marco en el que a pesar del freno objetivo que representan los dirigentes del movimiento obrero y de izquierda, todos los días cientos de miles de trabajadores y jóvenes salen a protestar, a luchar, a defender sus derechos y sus intereses de clase frente a los capitalistas y sus respectivos estados; precisamente es en ese marco en el que, fruto de esas contradicciones, todas, absolutamente todas, las tesis fundamentales del socialismo científico de Marx y de Engels y del bolchevismo de Lenin y Trotsky, son sido ratificadas por la realdad demostrando con profundidad extrema toda su vigencia como instrumentos de emancipación de la humanidad; y, por consecuencia, es exactamente en ese mismo marco en el que la palabra “socialismo” puede alcanzar un mayor eco que en el pasado entre importante batallones de la clase trabajadora y la juventud que buscan una alternativa que sea coherente con sus anhelos de justicia y transformación social.
Es por ello que en esencia la prohibición de Calderón sobre la palabra “socialismo” no es más que un temeroso reconocimiento de la burguesía sobre la realidad más arriba descrita. Siendo así, en consecuencia, lejos de amedrentarnos, para nosotros los marxistas esa medida híperreaccionaria es un aliciente para continuar con más energía y entusiasmo nuestra tarea de luchar por un programa socialista para el movimiento obrero en México y en todo el mundo.
También es necesario señalar que el proceder de la burguesía y Calderón por medio de esta clase de prohibiciones, al mismo tiempo refleja que estos se sienten capaces de lanzar esta clase de ofensivas ante la incapacidad de los dirigentes para asumir un papel militante frete a los diferentes ataques lanzados recientemente por el Régimen: por un lado AMLO renunció en los hechos a toda clase de convocatoria seria para luchar contra el fraude electoral y la imposición de Peña Nieto y por el suyo los dirigentes sindicales jamás pasaron de las amenazas y las arengas a la lucha decidida para frenar la contrarreforma laboral aprobada recientemente por la Cámara de diputados; semanas y días después de esta clase de resultados Calderón se ánima a imponer esta prohibición sobre la palabra “socialismo”, atacando de esta manera por la vía de los hechos los derechos democráticos de la clase trabajadora.
Sin la respuesta adecuada, llegado el momento y en cuanto la burguesía lo necesite, la prohibiciones aumentarán (hoy es la palabra “socialismo”, mañana será la publicaciones socialistas) y se recortarán más derechos democráticos. La clase trabajadora tienen una importante responsabilidad para evitar que ello suceda, pero en especial la tienen sus dirigentes quienes están obligados a organizar e impulsar la lucha decidida en defensa de los derechos democráticos. Y a propósito de esto nos resulta pertinente lanzar la siguiente alerta: se equivoca cualquier dirigente del movimiento obrero y de izquierda que piense que, en un contexto de ofensiva contra las libertades democráticas, el no llamar a la movilización le permitirá no provocar la ira del Estado y al mismo tiempo no ser visto en los individual como enemigo de éste; se equivoca todo el piense de esa manera, pues en ese contexto los titubeos de los dirigentes sólo alimentarán la confianza del Estado para ser cada vez más agresivo.
Sin embargo también es cierto, por que así lo demuestra la historia, que es un grave error de la burguesía medir el potencial de lucha de la clase trabajadora a través del cristal de sus dirigentes y sus titubeos, en nuestro caso retrocediendo ante el fraude electoral y la contrarreforma laboral; la burguesía cree que por ello ahora puede agredir las libertades democráticas y lanzar más ataques contra los trabajadores. Se equivoca pues como explicó Trotsky, el proletariado posee un límite moral para soportar los ataques. Con su política la clase dominante lo único que está estimulando es un estallido social no visto en décadas en este país y que cimbrará en todo lo alto al capitalismo mexicano. Bajo esas condiciones una organización marxista lo suficiente desarrollada e incrustada en la organizaciones tradicionales y de masas del movimiento obrero, podría transformase en una fuerza capaz de atraer un apoyo masivo para el programa socialista.
Se aproxima la hora y los días de los socialistas y la burguesía lo sabe, de ahí su tímida, inocente, ingenua, pero al mismo tiempo peligrosa por su trasfondo político, prohibición sobre la palabra “socialismo”; restricción que no deja de ser ridícula no porque el Estado considere “humillante y ofensiva” a la palabra “socialismo”, sino porque es imposible cerrarle el paso por medio de estas medidas a la tarea histórica del proletariado: sepultar a capitalismo y a los capitalistas.
Desde 1990 en Militante hemos defendido abiertamente las ideas socialistas y también luchado por su difusión entre los sindicatos y entre los militantes de base del PRD y de Morena, así como en cualquier otra organización de lucha en las que hemos tenido oportunidad de intervenir. Sin excepción en todos los casos, también de manera abierta, hemos insistido en la necesidad de un programa que expropie a los capitalistas, que derroque al Estado burgués y que instaure una genuina democracia obrera y el socialismo, a la vez de suscribir la trascendencia de un partido que unifique al conjunto de la clase obrera en pos de esos objetivos.
Durante un poco más de dos décadas hemos defendido esa política, la mayor parte de esos años ha sido en condiciones sumamente adversas y a pesar de reiterados y fracasados intentos del Estado por destruir a Militante; por consecuencia ahora que el viento sopla en favor del pensamiento socialista mejor que en el pasado, con mucha más razón no renunciaremos a nuestras tareas y por el contrario mantendremos muy en alto las banderas de la lucha por el socialismo.
Así como pretender frenar la rueda de la historia decretado prohibiciones sobre la palabra “socialismo”, así de ingenuas son las pretensiones de la burguesía para tratar de frenar a las fuerzas del progreso. El proletariado moderno es la fuerza más poderosa y progresista de la historia de la humanidad, misma fuerza a la que pertenece Militante. En ello y en la vigencia de las ideas que defendemos basamos nuestro optimismo. ¡No nos detendrán!
Desde estas páginas reiteramos nuestra lealtad con la clase trabajadora y nuestro compromiso para asegurar que, sean las condiciones que sean y contra toda adversidad y prohibición, Militante continuará firme en su causa luchando con toda firmeza por el socialismo y la difusión de las ideas de Marx, Engels, Lenin y Trotsky.
Camarada trabajador, ha llegado el momento, únete a Militante y lucha por el socialismo.
Notas:
Faltan menos de 90 días para que finalice el sexenio de Felipe Calderón. Al igual que el año pasado, este sigue vanagloriándose de supuestos “logros históricos” en combate al narcotráfico, salud, educación, inversión en infraestructura, y estabilidad económica con crecimiento y generación de empleo. Sin embargo, contrario a este discurso demagógico, un balance real de lo que ha significado el actual gobierno panista es: más violencia, crisis económica, deuda, precariedad laboral, informalidad, desempleo, carestía de la vida, corrupción, privatizaciones y pésimas condiciones de vida para la mayoría de trabajadores y jóvenes en nuestro país.
La “guerra contra el narcotráfico”: un fracaso total
El 1º de diciembre de 2006, en medio de protestas y un fuerte cerco de seguridad, Felipe Calderón tomaba posesión de su cargo en la Cámara de Diputados. Fue una rápida y tensa ceremonia, en la que el mismo Calderón tuvo que ponerse la banda presidencial, pues había llegado a ocupar la presidencia después de un fraude electoral más en la historia de nuestro país. Consciente de su debilidad política, decidió tratar de legitimar su gobierno declarando la “guerra contra el narcotráfico”.
A menos de tres meses de concluir su sexenio, ¿cuáles han sido los resultados de dicha “guerra”?. No sólo no se consiguió acabar con el narcotráfico, sino al contrario, se incrementó la violencia en nuestro país. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2011 se cometieron 27 mil 199 homicidios en México. Esto significa que diariamente 74 personas fueron asesinadas, tres por hora o una cada 20 minutos durante el quinto año de este gobierno; proporción 160% superior al número de homicidios perpetrados en 2006, año en que concluyó la primera administración del Partido Acción Nacional (PAN). En total, de 2007 a 2011, según el INEGI, se perpetraron 95 mil 632 homicidios documentados (La Jornada, 21/08/12). Por las muertes que en promedio sucedieron a diario, la “guerra” de Calderón ha resultado ser más sangrienta que la de Irak y la de Afganistán.
Por estas terribles consecuencias de la supuesta “guerra contra el narcotráfico”, el año pasado un grupo de 23 mil personas interpusieron una denuncia contra Calderón ante la Corte Penal Internacional acusándolo de crímenes de guerra y de lesa humanidad, detallando al menos 470 casos de “abusos y violaciones a los derechos humanos” que se han cometido en el marco de su fracasada “guerra”. Antes de concluir 2012, la Corte resolverá si acepta la petición para enjuiciar a Calderón y a su gabinete de seguridad por los crímenes que se les imputan. De iniciarse el proceso judicial, el aún mandatario no podría alegar inmunidad presidencial por los “daños colaterales” de su principal política pública; se analizaría su responsabilidad de al menos 60 mil civiles ejecutados (de los cuales más de mil 300 eran niños y más de mil eran migrantes), 13 mil desaparecidos, 250 mil desplazados, centenas de heridos, decenas de torturados en cuarteles militares y de “falsos positivos”, es decir, inocentes asesinados por militares y policías federales presentados como delincuentes (Contralínea 299, 26/08/12).
La cantidad de desaparecidos es incluso superior a los que hubo durante la Guerra Sucia, y los actuales crímenes de lesa humanidad son 962.9% más que los cometidos en el periodo de 1962 a 1987. En este sexenio, 110 servidores públicos han sido procesados por el delito de desaparición forzada (Contralínea 285, 20/05/12). También han aumentado las quejas en contra de militares por su posible implicación en desapariciones forzadas de civiles. El caso más reciente, ocurrido en Tamaulipas, involucraría a marinos en la desaparición de 15 personas (Contralínea 245, 07/08/12).
A pesar de esto, Calderón sigue repitiendo lo que declaró en su Tercer informe de gobierno (2 de septiembre de 2009) sobre que: “La Estrategia Nacional de Seguridad no sólo ha permitido revertir la tendencia ascendente de la delincuencia y el narcotráfico, sino que ha debilitado las condiciones que hacen posible su reproducción y su ampliación. Por primera vez en mucho tiempo, el Estado está poniendo un límite a la acción de los criminales”. Sin embargo, según la tesis sustentada por tres mandos superiores de las Fuerzas Armadas Mexicanas en marzo pasado, la prioridad del actual gobierno fue sólo “mantener controlados los niveles de violencia y no la eliminación de los cárteles” (Contralínea 296, 05/08/12).
De manera tal que, en realidad la “guerra contra el narcotráfico” ha sido una completa farsa, pues, este negocio ilícito sigue floreciendo y goza de todas las garantías para su crecimiento y expansión funcional al capitalismo. Se ha documentado, por ejemplo, la presencia de cinco cárteles mexicanos, encabezados por el de Sinaloa, que se han extendido a más de 50 países, donde producen y trafican drogas, pero también lavan dinero y trafican seres humanos, maderas y piedras preciosas. La demanda mundial que contribuyen a satisfacer está calculada entre 155 millones y 250 millones de personas consumidoras de sustancias ilícitas (Contralínea 286, 27/05/12).
Crisis, deuda, crecimiento mínimo y corrupción
A mediados del mes de agosto Calderón presumía que el crecimiento económico de México, por segundo año consecutivo espera sea el doble (cerca del cuatro porciento) que el de la economía de Brasil, apenas del dos porciento (La Jornada, 20/08/12). Por su parte, el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, días antes pronosticó que incluso a pesar de un entorno internacional complicado y con signos de desaceleración en la economía estadunidense, México alcanzará la meta de crecimiento de 3.5% este año. Dijo que “la economía exhibe bastantes buenos datos, las exportaciones son vigorosas, el consumo y la inversión están creciendo; los datos marginales del consumo vienen bien soportados en un crecimiento robusto del crédito y el empleo” (La Jornada, 01/08/12).
Contrario a este optimismo ilusorio que mantienen Calderón y su equipo de trabajo, lo cierto es que el estado de salud de la economía mexicana sigue dependiendo fuertemente del comportamiento de la todavía mayor economía del mundo, la de los Estados Unidos (EEUU). Esto explica, por ejemplo, que en el año 2009, cuando EEUU experimentó una contracción del 2.6% en su Producto Interno Bruto (PIB), México haya sufrido una caída económica del -6.5%, la más grave en setenta años. Si hacemos un balance en términos del crecimiento económico, el resultado al final del sexenio de Calderón es el peor desde el gobierno de Miguel de la Madrid, con un promedio anual de 1.9%, asociado estrechamente al desarrollo de nuestro vecino del norte (La Jornada, 20/07/12).
Un dato que refleja muy bien la poca confianza que tuvieron los empresarios en la supuesta solidez de la economía mexicana que tanto pregona el titular del poder ejecutivo federal es el aumento de 266% en las transferencias de capitales de particulares y empresas de México hacia el extranjero en cinco años y medio del gobierno de Calderón (de diciembre de 2006 a junio pasado enviaron 145 mil 10 millones de dólares) en comparación con igual periodo de Vicente Fox (39 mil 614.8 millones de diciembre de 2000 a junio de 2006). Aunque este hecho, para el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gerardo Rodríguez Regordosa, no es “un foco de preocupación” y sigue afirmando que la economía está más sana que nunca, sin ningún tipo de desequilibrios (La Jornada, 26/08/12).
Otro hecho a señalar es que mientras el crecimiento fue mínimo, la deuda del gobierno federal (interna y externa) se incrementó 130% (pasando de un billón 791 mil 500 millones de pesos en diciembre de 2006, a 4 billones 84 mil 125.5 en mayo pasado) y 165% en el caso del sector público federal (pasando de un billón 878 mil 114 millones a 4 billones 988 mil 227.7 millones de pesos en el mismo lapso). Esto significa que en los seis años de “para vivir mejor”, la deuda por habitante pasó de 17 mil 226 pesos en noviembre de 2006 a 35 mil 514 pesos en mayo de 2012 (La Jornada, 23/08/12).
Junto al elevado endeudamiento de su gobierno, la corrupción es otra de las características distintivas del sexenio Calderonista. Según indicadores nacionales e internacionales, bajo la actual administración, México se colocó como el país más corrupto entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el menos confiable y transparente, de acuerdo con diversos indicadores elaborados por Transparencia Internacional (TI), quien afirma que en los últimos 12 años México subió del lugar número 58 al número 100 en el Índice de corrupción (Contralínea 285, 24/05/12).
Precariedad, Informalidad y desempleo
A mitad del año, Calderón declaró que durante su gobierno se han creado un total de 1.7 millones de nuevos empleos, cifra que representa casi el triple de los que se generaron en el sexenio anterior, en el mismo periodo, a pesar de la situación de crisis mundial (La Jornada, 28/06/12). Sin embargo, hemos visto que México no es inmune a la crisis económica mundial capitalista y las consecuencias para la mayoría de los trabajadores y jóvenes en nuestro país, durante el sexenio de Calderón, han sido la precarización de sus condiciones laborales, la informalidad o el desempleo.
Durante el actual sexenio, la precariedad laboral de los trabajadores mexicanos se ha agravado más todavía de cuando se empezó a implementar la política neoliberal capitalista bajo los gobiernos del PRI en los años ochenta. Cifras del INEGI, al mes de abril de este año, indicaban que de los 47.8 millones de trabajadores ocupados que había, únicamente 17.5 millones contaban con seguridad social (15.3 millones en el Instituto Mexicano del Seguro Social, y 2.2 millones ante el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado). El resto se encontraba en la “precariedad”. Indica también que el 28% de la Población Económicamente Activa (PEA) subsistía en el sector informal, es decir 13.3 millones de personas. (Contralínea 282, 29/04/12).
A lo anterior se suma también la obtención de un salario miserable y la caída del poder adquisitivo. La más reciente encuesta trimestral sobre ocupación y empleo del INEGI indica que la quinta parte de los trabajadores ganan hasta un salario mínimo, lo que implica que pueden recibir menos que eso e inclusive nada. Se trata de 9.8 millones de mexicanos en dicha condición, es decir 20.2% de los 48.4 millones ocupados. Tal grupo se divide a su vez en 6.7 millones que reciben un minisalario y otros 3.1 millones que carecen de remuneración alguna, la mayoría porque trabaja con la familia (La Jornada, 16/08/12).
Con Calderón, a inicios de este año, el poder adquisitivo del salario mínimo de los trabajadores había caído en 42 por ciento. De diciembre de 2006 a febrero de 2012, el salario mínimo nominal diario pasó de 48.57 a 62.33 pesos; en tanto, el precio de la Canasta Alimenticia Recomendable se incrementó más del doble: de 80.83 a 197.96 pesos. Asimismo, mientras en diciembre de 2006 una persona tenía que laborar 13.19 horas diarias para poder adquirir la Canasta, al 13 de febrero de este 2012 tuvo que hacerlo durante 25.41 horas. En este contexto, para sobrevivir, los trabajadores mexicanos tienen que emplearse horas extra o incorporar a otros de sus miembros de la familia al trabajo asalariado (Contralínea 282, 29/04/12).
Pero ahí no termina el fracaso en materia laboral de Calderón. Además de la precariedad y la informalidad laboral, el autodenominado “presidente del empleo”, cierra su administración con más de ocho millones de mexicanos en el desempleo, pues a diferencia del INEGI que ubica la tasa de desempleo en el 4.8% de la PEA (2.5 millones de personas), el periódico La Jornada en su Reporte Económico: Ocupación y Empleo 2012, al cierre del segundo trimestre del año, considera que la población desocupada real se eleva a 8.6 millones de personas y es el 15.1% de la PEA, cifras mucho más realistas que las oficiales (La Jornada, 20/08/12).
Es tal el grado de desigualdad y explotación alcanzados durante el sexenio de Calderón que, mientras los trabajadores han visto precarizadas sus condiciones labores, caído en la informalidad o el desempleo, los 22 grupos financieros que operan en México, obtuvieron utilidades acumuladas a junio de 2012 por 52 mil millones de pesos, monto 23.4% superior a los 42 mil millones obtenidos en el mismo periodo de 2011. Esa cifra es casi seis veces el crecimiento estimado de la economía mexicana para 2012, que podría ser de 3.9 por ciento (La Jornada, 08/12).
Privatización de PEMEX y CFE
El sexto informe de gobierno de Calderón ha ido acompañado del noveno gasolinazo de este año y como legado de su administración, con la venia del Congreso de la Unión, seguirán los incrementos mensuales en el precio de los combustibles hasta 2014. Esto al mismo tiempo que, Petróleos Mexicanos (Pemex) incrementó su deuda total consolidada en lo que va del sexenio en 282 mil 300 millones de pesos, equivalente a un aumento de 56 por ciento. De 2007, primer año de gobierno de Felipe Calderón, la deuda de Pemex pasó de 500 mil 900 millones de pesos a 783 mil 200 millones al cierre del primer semestre de 2012 (La Jornada, 24/08/12).
Además de que se benefició con más de 110 mil millones de dólares a un limitado grupo de empresas petroleras trasnacionales como Shell, Exxon, la venezolana Sitgo (filial de PDVSA, pero que está constituida legalmente en Estados Unidos) y Valero, las cuales concentran alrededor de 75% de las compras de gasolinas que se consumen en México y por las que en 2011 se pagaron 29 mil 403.6 millones de dólares, la cifra más alta en la historia del país. Sólo dos petroleras, la estadunidense Exxon y la anglo-holandesa Shell, le venden a México más de la mitad de las importaciones de combustibles automotrices. Durante el actual gobierno la dependencia de las gasolinas producidas en el extranjero se incrementó 98%, al pasar de 204 mil 700 barriles al día en 2006, a 405 mil 200 toneles en 2011. El gasto de las importaciones creció 193% en la actual administración gubernamental, al pasar de 10 mil 28.8 millones de dólares en 2006, a 29 mil 403.6 millones en 2011 (La Jornada, 02/02/12). Esto porque Calderón tampoco terminó la construcción de la refinería Bicentenario, en Tula, Hidalgo, que prometió.
Por lo que se refiere a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), su endeudamiento en lo que va del sexenio también se incrementó en 6 mil 223 millones de dólares, lo que significó un crecimiento de 73.3% respecto del saldo que tenía en 2007, primer año del actual gobierno, cuando se ubicaba en 8 mil 482.2 millones. De esta manera, la deuda de la autodenominada Empresa de Clase Mundial se ubicó al cierre del primer semestre de 2012, en un nuevo máximo histórico de 14 mil 705.2 millones de dólares, revelan informes oficiales de la paraestatal (La Jornada, 25/08/12).
También avanzó la privatización de CFE, mediante la entrega de contratos desventajosos a empresas trasnacionales, tales como Iberdrola, EDF International, Unión Fenosa, Mitsubishi, Intergen, Mitsui, TransAlta, EDFI y AES. Desde la llegada del PAN al poder, en 2000, hasta 2011, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) otorgó un promedio de 772 permisos a productores independientes y externos de energía. El Gobierno Federal pactó con muchos de ellos la compra de su generación eléctrica mediante desventajosos contratos para el país con vigencias de hasta 25 años. Esto explica el porqué de la premura del gobierno de Calderón por desaparecer a Luz y Fuerza del Centro y mandar a la calle, de la noche a la mañana, a más de 44 mil trabajadores en octubre de 2009 (Contralínea 298, 19/08/12).
Rezago y privatización de educación pública
A mediados de agosto pasado, Calderón aseguró que durante su gobierno se alcanzará 33% de cobertura en educación superior, tres puntos más que su compromiso asumido en campaña, y nueve más de los que México tenía en 2006. Dijo que lo logrado por su gobierno, ha dado oportunidad a miles de jóvenes que han accedido no sólo a la educación, sino también a incorporarse a la vida productiva del país, y con ello se han obtenido beneficios en materia social y económica (La Jornada, 14/08/12). Nada más lejano de la realidad que esto.
Aunque el gobierno federal presume que durante el presente sexenio se ha alcanzado una cobertura de más de 30% en educación superior, esa cifra sigue ubicando a México muy por detrás de Cuba, con cobertura total; Venezuela, con el 79 por ciento. Cada año, las tres principales casas de estudio: las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM), Autónoma Metropolitana (UAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) dejan fuera de sus aulas a miles de aspirantes. Este año, por ejemplo, se presentaron casi 300 mil solicitudes de ingreso, de las cuales 250 mil jóvenes fueron rechazados.
Mientras esto ocurre, desde los años noventa, con los gobiernos del PRI, y ahora los dos del PAN la educación privada universitaria ha experimentado un notable incremento. Datos de la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Eucación Pública (SEP) muestran que de las 3 mil 159 instituciones universitarias existentes hasta el ciclo escolar 2011-2012, 2 mil 36 son particulares. En estos colegios se concentra un tercio de la matrícula total del nivel superior (33.25%), incluyendo posgrado. De acuerdo con la SEP, en lo que va de este sexenio se han creado 750 mil nuevos espacios en educación superior (La Jornada, 06/08/12)
Si evaluamos los avances en la educación básica, aunque Calderón declaró la cobertura universal de primaria, tenemos que hay 5.4 millones de personas analfabetas, y de estas más de medio millón son jóvenes de entre 15 y 29 años; 10 millones de mexicanos no tienen completa la primaria, y 16 millones y medio no concluyeron la secundaria. En educación superior siete de cada diez jóvenes en edad de estar en este nivel educativo no pueden hacerlo por falta de oportunidades y opciones (La Jornada, 14/08/12).
Junto al elevado número de jóvenes sin trabajo ni empleo (cuyo número podría llegar a 9 millones al cierre de este sexenio), la mayoría de los que sí tienen la oportunidad de estudiar lo hacen en condiciones adversas, pues al menos 40% de los jóvenes que estudian en escuelas y universidades públicas a nivel profesional se ven obligados a trabajar para sostenerse y dedican entre cuatro y ocho horas diarias a su empleo (La Jornada, 30/07/12).
Gobierno débil y quinta columna del reformismo
A todo lo anterior se suma también la crisis del régimen político de Calderón durante todo su sexenio. Por un lado estuvieron las presiones constantes de los empresarios, quienes lo impusieron en la presidencia mediante el fraude electoral para aplicar las tan ansiadas reformas estructurales que se tradujeran en mayores beneficios para ellos. Así, por ejemplo, en mayo del año pasado, mientras el subsecretario de Hacienda declaraba que el gobierno había cumplido con su aportación al crecimiento económico de “generar condiciones de estabilidad” y exigía al sector privado que se arriesgara a invertir. Al día siguiente, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, respondía que “la estabilidad macroeconómica no bastaba para hacer crecer la economía, y al gobierno federal le hacía falta cumplir otras condiciones necesarias para poder invertir y, sobre todo, para que las empresas sean rentables”, por lo que “el gobierno debe ser un ‘facilitador’ para que podamos avanzar como se requiere” (La Jornada, 20-21/05/11).
Por otro lado estuvo la veintena de cambios realizados en su gabinete hasta diciembre del año pasado, incluidos los cambios obligados por la muerte en “accidentes” aéreos de dos de sus secretarios de gobernación (Juan Camilo Mouriño en noviembre de 2008 y Blake Mora en noviembre del año pasado). Junto a estos ajustes en su equipo de gobierno, también estuvieron las divisiones internas en su partido, el PAN. Un primer enfrentamiento se dio por la política de alianza con el PRD defendida por Calderón; luego por la definición de su candidato presidencial rumbo a las elecciones de este año; y ahora, la disputa entre Gustavo Madero (presidente nacional del PAN) y Calderón, por el control del partido después de la culparse ambos por su bancarrota total en las pasadas elecciones presidenciales.
Si la crisis económica, política y social, marcaron el sexenio de Calderón y los resultados electorales del pasado 1º de julio demostraron la poca aceptación de su gobierno, ¿por qué razón está logrando terminar su mandato? No es por la fortaleza del régimen, sino más bien por las insuficiencias de los dirigentes que se encuentran al frente de los sindicatos y partidos políticos de izquierda de los trabajadores, quienes siguen pensando utópicamente que pueden reformar a este sistema, sin necesidad de cuestionar el poder económico de los capitalistas. Los errores e inconsecuencias de estos ha permitido a Calderón su política de miles de muertos, precarización e informalidad laboral, desempleo, carestía de la vida, avance en la privatización de PEMEX, CFE y la educación, entre otras tantas calamidades para los trabajadores.
Ahora, nuevamente son puestos a prueba los dirigentes sindicales y López Obrador, o se ponen a la altura del reto impuesto por la burguesía, forman un frente único de lucha de todas las organizaciones de los trabajadores y convocan a la huelga general de 24 horas contra la imposición de Peña Nieto, o bien, cargan con la responsabilidad de los ataques que la derecha pretende seguir dando a los niveles de vida de la los trabajadores y la juventud.
Al capitalismo no se le reforma, se le derroca con la fuerza organizada y consciente de la clase trabajadora. Sólo expropiando a los empresarios expropiadores y poniendo bajo el control democrático de los trabajadores los medios de producción, podremos aspirar a un presente y futuro dignos de vivir bajo una economía planificada.
“VW cerró en 2011 con ganancias récord por 15 mil 409 millones de euros (257 mil 775 millones 474 mil 820.14 pesos mexicanos), es decir más del doble de los resultados alcanzados en 2010. La automotriz prevé que su crecimiento se centrará en Asia, Latinoamérica, EU y Rusia.”(1). La pregunta será siempre la misma ¿Quién ha producido esa riqueza? Y la respuesta será igualmente la misma: LOS TRABAJADORES. Esos trabajadores que ahora piden un aumento salarial de16%. Con justa razón pues los alimentos, el gas, la gasolina, las colegiaturas; han subido muy por encima del aumento al salario. Pero como siempre los empresarios no tienen para dar ese aumento. “Erich Junghanns Diestel presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), en entrevista mencionó que las actitudes que han asumido empresa y sindicato en el proceso de negociación son positivas. ...."Los trabajadores de la empresa armadora de vehículos VW deberán tener prudencia y en la medida de lo posible aceptar la propuesta salarial y de prestaciones que se realice por parte de los representantes de la industria".
Sólo les ofrecen migajas, el 5% directo al salario y el 0.45% a prestaciones, es decir 60% menos que la exigencia de los trabajadores negociadas alegremente por el Secretario General del sindicato Antonio Flores Trejo, quien al respecto de ellas dijo triunfal "concluye un resultado de forma histórica (…) fue una negociación atípica, en donde el Sitiavw actuó con responsabilidad y cuidando los derechos de trabajadores, con el objetivo de que mantuvieran su calidad de vida.” http://www.radioformula.com.mx/ .
Mientras tanto el vicepresidente de Recursos Humanos de Volkswagen de México, Dieter Neuhaeusser, admitió que esta revisión contractual “no fue una negociación fácil ya que las posiciones tanto de la empresa como del SITIAVW se mantuvieron firmes. Mi gran respeto por la comisión negociadora que luchó y nunca se rindió, teniendo la visión del trabajador”, expresó el directivo germano.” ¿En serio la comisión negociadora se mantuvo firme, o es un chascarrillo?
De haberse mantenido firme el aumento hubiera sido del 16%.
Frente a este panorama podemos destacar que es evidente la colaboración de clases entre cúpula sindical, empresa y gobierno, con la finalidad de seguir manteniendo un sistema económico caduco como es el capitalismo y que los empresarios sigan apropiándose de las ganancias (plusvalía) que los trabajadores producen y que éstos fueron hechos a un lado descaradamente a la hora de las negociaciones al no informarles del curso de las mismas y de haberlas dado a conocer a la prensa antes que a la base trabajadora. Sin embargo la base trabajadora ha demostrado su descontento porque el aumento no corresponde a sus necesidades y porque tampoco sus representantes han tenido el valor de defender la postura de la base, pues desde luego la burguesía ofrece prebendas jugosas a los representantes sindicales formando con esto una aristocracia que automáticamente se separa de la base trabajadora y hace las veces de un freno para la consecución más inmediata de las peticiones de los trabajadores.
Los que producen la riqueza son los trabajadores, sin su intervención no se mueve un sólo engrane de ninguna fábrica, por más sofisticada que ésta sea. Por ello deben hacer valer su autoridad sobre la cúpula sindical.
Los trabajadores manifestaron descontento también contra el llamado “banco de horas”, y aunque al respecto la empresa ha dado pasos atrás, en realidad se trata de un engaño pues se está esperando a que Peña Nieto asuma la presidencia y con todo el respaldo y una mejor correlación de fuerzas apliquen dicho ataque. De ahí la importancia que tiene que los trabajadores de VW presionen a su sindicato para que se una al llamado de la huelga general para evitar la imposición de Peña Nieto.
La burguesía nunca, por sí misma, dará a la clase trabajadora lo que por derecho le corresponde, así mismo los empresarios lucharán por mantener una división artificial entre los trabajadores. Por todo ello es necesaria la huelga general para mostrarle a la burguesía que quien manda son los trabajadores, y a la vez para dar confianza a la clase trabajadora en su capacidad de organización.
También es necesario que la clase trabajadora depure a su sindicato, elija a sus dirigentes con carácter revocable y confié que sólo ellos, la base sindical, tiene toda la fuerza y son los únicos que pueden conseguir sus auténticas demandas como la de evitar la imposición de Peña Nieto y sobre todo cambiar a un modelo económico que garantice realmente el bienestar de la clase trabajadora:
La conformación de MORENAJE significó una alternativa de lucha para miles de jóvenes descontentos con la política de miseria de los gobiernos del PRIAN, que no son otra cosa que el régimen de explotación al que nos somete el capitalismo. Bastó el simple llamado de AMLO el 2 de octubre del año pasado y el encuentro de jóvenes del 9 de enero en Pachuca para que el descontento saliera a flote y se convirtiera en una fuerza capaz de dar la batalla contra el fraude que el PRI y todo el aparato del Estado estaban maniobrando. Para el mes de mayo, ya existían comités de MORENAJE en 20 entidades y más de 10 mil miembros en todo el país.
La trascendencia de MORENAJE radica en que expresó la necesidad de la organización de la juventud de izquierda para influir en la campaña electoral con su empuje y poner al frente una serie de demandas en torno a la educación, empleo, salud, violencia, cultura, medio ambiente, entre otros. Este ambiente se ratificó en el Encuentro de jóvenes con AMLO del 21 de mayo, donde la actitud de los asistentes era la de movilizarse y luchar para poder obtener el triunfo el 1° de julio. Para una buena capa de jóvenes de MORENAJE, el objetivo no se limitaba solamente a que AMLO resultara electo presidente, sino se trataba de organizarse y luchar por mejorar sus condiciones de vida.
Sin embargo, era claro que para contrarrestar la campaña de la derecha, con las televisoras, el IFE, las encuestas y todo el Estado de su lado, se hacía necesaria una actitud más combativa por parte de la izquierda, y de AMLO en particular; basarse en la movilización de los jóvenes y trabajadores, en su organización y en un programa que trastocara los cimientos de la sociedad capitalista, la propiedad privada de los medios de producción y desafiara los privilegios de los empresarios y banqueros que hunden en la miseria al pueblo trabajador. Contrario a ello, AMLO basó su campaña en la reconciliación con estos empresarios y banqueros, mismos que han hecho todo lo posible por imponer a Peña Nieto; por ende, esta política fue la que emanó a MORENA y MORENAJE. Mientras varios de los comités organizaban mítines, marchas, brigadeos, charlas y reuniones con discusiones políticas, las medidas de la dirección de MORENAJE tendían más a la dispersión y falta de combatividad del movimiento.
Es por ello que con el surgimiento del movimiento #YoSoy132, una nueva capa de jóvenes que no se sentían atraídos por la política de AMLO, saltaron a la escena política. La lucha en las calles como una herramienta que no fue ofrecida por AMLO fue tomada con ambas manos no sólo por los integrantes del #YoSoy132, sino también por las bases de MORENAJE. Más aún, en muchas entidades del país los comités de MORENAJE sirvieron de base y red para conformar las asambleas del #YoSoy132, y una particularidad de este último ha sido la participación de militantes de ambas organizaciones. Sin embargo, la participación de MORENAJE en el #YoSoy132 ha sido de manera individual y no de forma organizada, lo cual hace que por la vía de los hechos la política de izquierda de MORENAJE se diluya y no se exprese en el movimiento juvenil.
Ante esta situación —la trayectoria que ha tenido MORENAJE como una organización de la juventud y la necesidad de continuar la lucha contra la imposición y mejorar nuestras condiciones de vida—, desde MORENAJE Facultad de Ciencias Política y Sociales (FCPyS), el CEDEP y Militante, hacemos un llamado a la dirección de MORENAJE y a cada comité del país a convocar al primer Congreso Nacional de MORENAJE. Ahora mismo, ha sido la iniciativa de diversos comités en todo el país la que ha dado continuidad a la lucha a través de MORENAJE, y no una firme política de su dirección que trace objetivos políticos y retome la movilización y coordinación de los comités para fortalecer la lucha. Es imprescindible aglutinar todas estas iniciativas aisladas y cohesionarlas para que se conviertan en un factor de peso para la lucha contra la imposición.
En dicho Congreso, se torna necesario debatir las perspectivas de la lucha contra la imposición, el significado de un gobierno de derecha para jóvenes y trabajadores, pero también el fortalecimiento de la Agenda de Jóvenes por la Regeneración Nacional, documento emanado del primer encuentro de jóvenes con AMLO en Pachuca, para potenciarlo como un programa revolucionario que recoja las demandas más sentidas de la juventud. Así mismo, es urgente la discusión de un plan de lucha que incluya la postura y participación de MORENAJE en el movimiento #YoSoy132 como el sector de izquierda del movimiento, la necesidad de un frente único de lucha entre el Movimiento Progresista, MORENA, MORENAJE, #YoSoy132, sindicatos, organizaciones de izquierda, y el impulso al paro nacional de estudiantes el próximo 2 de octubre y la preparación de una Huelga General de 24 horas contra la imposición.
Todos estos temas deben ser debatidos por las bases de MORENAJE, de forma democrática, y a través de delegados de cada comité, y de las resoluciones y acuerdos deben emanar llamados a AMLO a basarse en acciones más firmes y contundentes para frenar a la derecha y no condenar a los jóvenes y trabajadores a otros seis años de miseria y explotación.
¡Fortalecer a MORENAJE como una organización revolucionaria para la juventud!
¡La lucha contra la imposición es la lucha contra el capitalismo!
La CNTE tiene que organizar la huelga general
Las movilizaciones protagonizadas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) fueron la primera muestra de lucha y descontento contra la derecha en el contexto de las elecciones. La histórica marcha y el paro de labores del 3 de febrero en contra de la llamada Alianza por la Calidad Educativa (ACE), dieron una muestra contundente de que la lucha en defensa de los derechos laborales y las conquistas sociales, no estaba desligadas de la lucha de la izquierda por la presidencia. Así, el régimen temía seriamente que el escenario del 2006 se volviera a reproducir, desarrollándose combativas luchas sindicales paralelas al proceso electoral.
La vinculación entre la lucha de los profesores con la situación electoral era inevitable. La parálisis de la ACE habría significado una derrota para el gobierno de Calderón, urgido de “éxitos” que le granjearan el apoyo de la burguesía al candidato presidencial del PAN. Pero también, la derrota de la ACE estaba llamada a ser una fuerte derrota para Gordillo y el PRI, los cuales recién habían roto, en enero, su alianza electoral. Si ya el sólo hecho de la ruptura del PANAL con el PRI era un problema para este sector de la derecha, una derrota del SNTE (controlado por Gordillo) producto de la movilización en las calles, les habría puesto en una situación más complicada aún a la hora de rehacer su vínculo para operar el fraude electoral.
A pesar de todo, ambas luchas siguen vigentes. La CNTE sigue en plena batalla contra la ACE, a la par que Calderón, el PRI y Elba Ester, tienen la difícil tarea de consolidar el fraude electoral. La CNTE tiene amplias posibilidades de vencer en sus demandas gremiales si es que las unifica y se posiciona como un sector clave en la lucha contra la imposición de Peña.
Paro exitoso en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.
La jornada de paros magisteriales que se desarrollaron desde finales de mayo hasta el mes de junio, tuvieron resultados exitosos en los estados de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, donde la CNTE tiene más fuerza. El resultado de todo ello fue que se logró cancelar la aplicación de la prueba ENLACE, programada para la primera semana del mes de junio (dirigida a alumnos de educación primaria) en los estados de Oaxaca y Chiapas. En el caso de Guerrero los profesores agrupados en la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) retuvieron el 70% de los exámenes dirigidos a los alumnos, con ello la prueba no se aplicó en la mayoría del estado. En el caso de Michoacán, la organización de los profesores impidió la aplicación de la prueba en más de la mitad de las primarias. En menor medida, el boicot de la CNTE se extendió a los estados de: México, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, San Luis Potosí, Sonora, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y Durango. Lo cual da cuenta de los diferentes niveles de participación, pero también de la extensión de la lucha, a pesar de las amenazas de sanciones por parte de las autoridades.
El aspecto más candente de la lucha era evitar que se aplicara la Evaluación Universal, dirigida a calificar a los profesores; de tal manera que con ello se justifique, en el futuro, el recorte al presupuesto educativo así como la represión a los elementos más combativos del magisterio. En este sentido, fueron los estados de Chiapas y Oaxaca, donde con una participación masiva en los paros dirigidos por CNTE, se consiguió la cancelación de la evaluación. En Chiapas pararon y se movilizaron 40 mil profesores de un total de 75mil, el paro que duró cinco días. En Oaxaca, la participación fue del 100% de la sección 22, que se mantuvo en paro durante 20 días y protagonizó movilizaciones masivas.
La resistencia de las autoridades fue más férrea en Guerrero y Michoacán, lo que obligó a profundizar la lucha. En Guerrero, en diferentes jornadas de lucha, fueron tomadas casetas de autopistas, se obstaculizó el reparto de boletas electorales, se cercaron las cedes operativas de la secretaria de educación, así como la bodega donde estaban resguardados los exámenes de la prueba ENLACE. Finalmente el gobierno se vio obligado a plantear que la aplicación de la Evaluación Universal sería opcional y no obligatoria. El balance de la participación en el examen de carrera magisterial, que a su vez fue considerado parte de la Evaluación Universal, fue así descrito por el dirigente de la CETEG: “Sabemos que de cuatro sedes previstas para la presentación del examen solamente se instalaron dos, fue un fracaso". El resultado fue un triunfo parcial para la CETEG.
Las acciones más contundentes se realizaron en Michoacán, donde el paro se realizó del 28 de mayo al 26 de junio. Además de las marchas, las jornadas de lucha se extendieron a la toma de casetas así como al bloqueo de la vía del ferrocarril en la ciudad de Morelia. Ante la cerrazón de las autoridades para cancelar la Evaluación Universal, el día que se tenía planeado presentar el examen de carrera magisterial; que implícitamente contenía la Evaluación Universal para los profesores, la sección XVIII del CNTE tomó las sedes donde se aplicarían los exámenes. Ello constituyó una importantísima muestra de arrojó y decisión por parte del sindicato.
Hay que destacar el hecho de que el gobierno de Michoacán no se atrevió a reprimir las movilizaciones de la CNTE, a pesar de que representaron un desafío directo al gobierno priista del estado; el mismo gobierno que en febrero pasado había intentado dar una muestra de fuerza reprimiendo a jóvenes de las casas de estudiantes. Este factor es una muestra clara de la correlación de fuerzas, favorable para el movimiento obrero en general, una vez que se organiza y se moviliza de forma contundente, haciendo uso de herramientas como el paro y la toma de áreas estratégicas para el estado y la burguesía.
Vincular las demandas gremiales con la lucha contra la imposición del PRI
El gobierno de Calderón está empecinado en aplicar la Evaluación Universal al conjunto de los profesores, para ello está previsto que el próximo 6 de julio se realice la segunda parte de la prueba. Si bien en Chiapas y en Oaxaca no se aplicará, en el resto de los estados sí, por lo que la CNTE tendrá que encabezar una nueva jornada de movilizaciones. Estas protestas se encontrarán enmarcadas en un ambiente de descontento generalizado y manifestaciones contra el fraude electoral. Una vez más, la suerte de la ACE estará ligada al ambiente político nacional. Una derrota para el gobierno de Calderón en el ámbito sindical daría confianza al conjunto de la izquierda para luchar contra la imposición de Peña Nieto. En sentido inverso, una derrota de la CNTE, permitiría al gobierno concentrar sus fuerzas en imponer a Peña.
Han sido diferentes sindicatos los que se manifestaron por el voto hacia AMLO, algunos directamente y otros de forma implícita como la CNTE, la cual se pronunció por el voto de castigo a los partidos de la derecha; PRI y PAN, así como a sus partidos satélites; Nueva Alianza, etcétera. Por otro lado, el PRI no tuvo ningún empacho en utilizar su aparato coercitivo en el ámbito sindical, para hacerse con la presidencia de forma fraudulenta. Es por todos sabido el papel del SNTE y de otras organizaciones sindicales como la CTM para realizar el fraude a favor del PRI. De ello se desprende la siguiente conclusión; Si los sindicatos no asumen una postura claramente de izquierda en el ámbito político y electoral, la derecha si lo hará, a tal grado que las organizaciones de los trabajadores sean utilizadas para sostener al régimen burgués, en perjuicio de las mismas bases sindicales.
Es apremiante para todos los sindicatos, especialmente para los democráticos y con más tradiciones de lucha como la CNTE, encabezar la batalla contra la imposición fraudulenta de Peña Nieto. La permanencia de la derecha en el poder pone en peligro el conjunto de nuestros derechos laborales y la existencia misma de las organizaciones sindicales. Incluso triunfando en nuestras demandas inmediatas, como la cancelación de la Evaluación Universal, será cuestión de tiempo -y no mucho- para que el PRI en caso de consolidarse en la presidencia retome los ataques. Es un deber doble para la CNTE, tomar la iniciativa contra el fraude, dado que en términos prácticos es el sindicato que de forma más inmediata puede vincular sus demandas particulares con la lucha política general contra el PRI. También, no debemos olvidar que de triunfar el fraude, se verá fortalecido el control de Elba Ester sobre el magisterio, lo que representa un motivo más para que la CNTE organice la lucha contra el fraude.
La experiencia de la CNTE al servicio de toda la izquierda
La experiencia de la CNTE representa una fuente inestimable de lecciones para el conjunto de la izquierda. Los recientes paros, manifestaciones, tomas de edificios públicos, medios de comunicación y comercio, son un ejemplo de la factibilidad de realizar una huelga general nacional para impedir el regreso del priismo. Son miles de trabajadores y jóvenes los que comulgan con la idea de paralizar el país: golpeando en el sector de la producción, comercio y servicios, a la burguesía, hasta hacerles retroceder en el fraude electoral. El problema ha sido que esta consigna, en boca de la mayoría de dirigentes sindicales y de Morena, no deja de ser una frase discursiva. La CNTE tiene la fuerza, experiencia y capacidad para dar el primer paso, manteniendo en alto la demanda de cancelación total de la ACE, así como el desconocimiento de las elecciones que dan cómo triunfador al PRI. Si la CNTE llamará decididamente a que otros sectores secundasen esta lucha, tendría un eco importante; principalmente si apelara a la dirección y a las bases de Morena, la UNT, SME, entre otros sindicatos.
Los trabajadores tenemos que asumir como propia la lucha contra el fraude, incluso más allá de las decisiones que el propio AMLO tuviera a bien tomar. La imposición del PRI pesará sobre las espaldas de todo el proletariado, en caso de concretarse. Así como la derecha está ejerciendo una presión enorme para que AMLO desista de movilizarse contra el fraude, desde la izquierda también tenemos que ejercer una sana presión sobre el dirigente de Morena para que ponga toda su influencia y autoridad política, en aras de la derrota del PRI, por medios como la huelga que han demostrado su eficacia.
La clase trabajadora, jóvenes, estudiantes, obreros y campesinos pobres estamos hartos de que un puñado de magnates manipulen, tergiversen, roben y pisoteen sin impunidad alguna los derechos de millones de personas que luchamos día a día por una sociedad mejor.
Con diversas movilizaciones y actos de protesta hemos salido a las calles a manifestarnos en contra del fraude y la imposición, sin embargo estos actos no han sido suficientes hasta el momento. La clase trabajadora, los jóvenes, los campesinos pobres y el resto de clases explotadas debemos sacar las lecciones necesarias de la lucha contra el fraude electoral de 2006 y la lucha que entonces dimos.
Para detener el fraude electoral es necesario que el movimiento dé pasos firmes hacia adelante, pero para ello necesitamos sacar todas las lecciones de la campaña electora y organizarnos aún más.
Morena y Morenaje: nuestras herramientas de lucha
A lo largo de siete años cientos de miles de personas se han organizado en las organizaciones creadas para defender el gobierno legítimo de AMLO. Contra el desafuero, en 2004; contra el fraude electoral, en 2006; contra la nueva Ley del ISSSTE, en 2007; contra la privatización de PEMEX y el desmantelamiento de LyFC, en 2008; contra la Alianza por la Calidad de la Educación, en 2009 y por la defensa de la economía popular, tras la crisis económica mundial que sacudió a nuestro país desde 2008, Morena se ha mantenido en pie de lucha.
Cientos de miles de trabajadores y jóvenes hemos dado la lucha a lo largo de siete años para defendernos de los ataques de un gobierno que fue impuesto por los mismos organismos que hoy imponen al candidato de la derecha Enrique Peña Nieto.
De la misma forma, la creación de Morenaje fue un impulso para que cientos de jóvenes salieran a la lucha y levantaran demandas como la de defensa de la educación pública, gratuita y de calidad para los hijos de los trabajadores así como la de ningún rechazado más de las universidades públicas, entre otras.
AMLO y la dirección de Morena y Morenaje deben hacer uso de la estructura que durante siete años cientos de miles de personas construimos para un objetivo contundente: defender la candidatura, y posterior triunfo, de AMLO de cara a las elecciones de 2012.
En estos momentos es cuando debemos de fortalecer dichas organizaciones. Morena y Morenaje deben posicionarse como las principales aglutinadoras y organizadoras del movimiento obrero y juvenil en nuestro país. Debemos hacer un llamado firme a la juventud, a la clase trabajadora, a los sindicatos, al campesinado pobre y al resto de clases explotadas a sumarse a dichas organizaciones para, desde ahí, defender realmente lo que nos corresponde.
Convoquemos a un Congreso de Morena y Morenaje ¡¡Ya!!
En estos momentos la primer tarea es realizar un análisis completo de lo que ocurre, este análisis no debe encerrarse en los cientos de pruebas sobre el fraude, sino sobre todo en los motivos que llevaron a este fraude y el contexto a nivel internacional. En segundo necesitamos profesionalizar la organización de todos nuestros comités, en tercer lugar luchar por el vínculo con todas las organizaciones de izquierda y finalmente debemos salir a las calles como un mismo cuerpo. Todo ello exige la realización de un congreso. Por supuesto que la lucha legal y pacífica debe de mantenerse, pero esto no quiere decir que debamos quedarnos sentados en nuestras casas esperando a ver cuál es la resolución de las instancias legales.
Un congreso de Morena y Morenaje permitiría darle mayor solidez a nuestra lucha. El impulso de una huelga general, de manera organizada y llevada adelante por los sindicatos, los jóvenes y las clases explotadas sería un duro golpe en la mesa para decirle a la burguesía quién manda en el país.
Pero para organizar la huelga general es necesario que el movimiento confluya en un gran congreso en el cual debatamos perspectivas y plan de acción del movimiento. Cada fábrica, cada centro de trabajo, cada colonia, cada centro de estudios, cada barrio y cada ejido debe de participar de lleno en la organización de medidas que detengan el colosal fraude electoral y sobre todo la imposición de un personaje funesto de nuestro país: EPN.
La mejor manera de defender el triunfo de AMLO es combinar la lucha legal con la movilización en las calles. Los millones de explotados de este país debemos unir todas nuestras luchas para decantarlas en una única lucha, la lucha por el cambio verdadero, la lucha por una sociedad libre de explotación, la lucha por una sociedad socialista.
A pesar de todas las irregularidades antes y durante el día de las elecciones del pasado 1 de julio, el PRI no pudo impedir que el voto de miles de jóvenes y trabajadores poblanos le dieran el triunfo al candidato de la Coalición “Movimiento Progresista” (integrada por los partidos de izquierda PRD, PT y Movimiento Ciudadano), Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Según el IFE, a nivel nacional el candidato de la coalición “Compromiso por México” (PRI-PVEM) Enrique Peña Nieto, obtuvo 19 millones 219 mil 139 votos, lo que representa el 38.21%, y López Obrador del “Movimiento Progresista”, sólo consiguió 15 millones 890 mil 147 sufragios, es decir 31.59% de la votación total. No obstante, en el Estado de Puebla, con una participación del 63.46% del listado nominal (3 millones 915 mil personas), AMLO obtuvo la victoria con 860 mil votos, es decir con 34.61% del total.
En cuanto a la elección de Senadores, al concluir el cómputo distrital se confirmó el triunfo del PRI con el supuesto 35.20% de la votación, por lo que la expresidenta municipal de la capital, Blanca Alcalá Ruíz, resultó ser la ganadora con 867 mil 929 votos; en segunda posición, y entra también a la Cámara Alta, queda el panista y exsecretario federal del trabajo Javier Lozano Alarcón, con el 28.47%, lo que significa 701 mil 815 votos. Y en tercer lugar llega también al senado el exgobernador priista y candidato por el Movimiento Progresista, Manuel Bartlett Díaz, con el 27.63%, al obtener 681 mil 150 votos.
Por lo que se refiere a las 16 diputaciones federales que le corresponden a Puebla, en los cómputos distritales también se confirmó la mayoría para el PRI, obteniendo supuestamente el triunfo en 12 distritos y el PAN en los cuatro restantes. Con estos supuestos resultados, llegan a la Cámara de Diputados Federal, por parte del PRI personajes como el ex-rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Enrique Doger Guerrero, quien avanzó en el proceso de privatizar la universidad pública más importante del estado; así como Jesús Morales Flores, hermano del exgobernador Melquiades Morales Flores, con quien se precarizaron más las condiciones de vida de los trabajadores poblanos.
Afirmamos que se trata de un triunfo supuesto del PRI con la obtención de una senaduría y 12 diputaciones federales, porque se han demostrado infinidad de irregularidades antes y durante el día de las elecciones. Previo al 1 de julio se rebasó el tope en gastos de campaña, se dio la compra (mediante tarjetas y entrega de despensas, entre otras cosas) y coacción del voto por parte del PRI en favor de sus candidatos. Y durante la jornada electoral, aparecieron votos de más (a favor del PRI) o de menos en las casillas, junto con votos anulados a favor de la izquierda; inconsistencias entre el llenado de las actas de escrutinio y el registro del Programa de Resultados Preliminares, hasta la entrega de boletas electorales ya marcadas a favor del PRI.
Lo que se demuestra con este tipo de actos ilegales llevados a cabo por el PRI durante el proceso electoral es, la utilización de las leyes y la “democracia” según convenga o no a los intereses de los empresarios que están detrás de los partidos de la derecha (PRIANAL y el PVEM). Por lo que no podemos, sólo impugnar la elección dentro de los causes legales y no en las calles, como lo hemos venido haciendo miles de jóvenes y trabajadores en los días posteriores a la elección. No podemos seguir confiando en instituciones como el IFE o el TRIFE, ni en las leyes burguesas que, como lo comprobamos hace seis años y ahora nuevamente, sólo están al servicio de los empresarios que pretenden imponer a Peña Nieto para que aplique las reformas estructurales tan anheladas por ellos desde hace tiempo.
La única manera de frenar el regreso del PRI a la presidencia de la república es demostrando, mediante la movilización en las calles, el rechazo absoluto que existe por parte de millones de jóvenes y trabajadores que votamos por AMLO. Porque ya sabemos lo que significaría un gobierno del PRI: más pobreza y desempleo; completa privatización de PEMEX y CFE, así como de la educación, la salud y la cultura; violencia y represión de nuestros derechos democráticos más básicos.
¿Luchamos por la democracia? Sí. Pero a diferencia de los capitalistas que la reducen al ámbito puramente electoral y la ajustan a sus intereses, para nosotros los trabajadores significa: empleo para todos los que están en edad de trabajar, reducción de la jornada laboral sin reducción del salario; educación y salud pública; vivienda digna y derechos democráticos (expresión, reunión y asociación), entre muchas otras demandas. Estas necesidades, ha quedado demostrado, no pueden ser satisfechas por los gobiernos del PRIAN que sólo han venido administrando los negocios de los capitalistas en nuestro país, durante los últimos 82 años.
Preservar y ampliar todos los derechos y conquistas logrados por las generaciones pasadas mediante la lucha, sólo es posible a condición de arrebatarle el poder económico y político a la burguesía. Es necesario demostrar la fuerza que tenemos los trabajadores al mover todos los engranes de este sistema capitalista. Demostremos que no funcionan las fábricas, que no se mueve el transporte, que no operan las oficinas, los hospitales ni las escuelas, etc., si nosotros no lo permitimos. ¡Paralicemos la economía la economía y al gobierno con una huelga general de 24 horas para frenar la imposición de Peña Nieto! ¡Tenemos la fuerza para ello y para tomar las riendas de la sociedad en nuestras manos! ¡Luchemos por una sociedad socialista, en la que se produzca de manera planificada y democrática para satisfacer las necesidades de la población en nuestro país y a nivel internacional!
¡Frente Único de lucha contra el fraude electoral!
¡Huelga General de 24 horas para frenar la imposición de Peña Nieto!
¡Por la expropiación de la burguesía y la transformación socialista de la sociedad!
La asamblea estatal de MORENAje DF se manifiesta por:
1.- No convalidar el resultado de la elección nacional, ante la evidente y sistemática demostración de un fraude electoral que ha confirmado el agotamiento y la inoperancia de las instituciones electorales en el país.
2.- Agotar las instancias legales e institucionales para detener la intención del PRI, los grandes dueños del capital nacional y extranjero, el monopolio mediático encabezado por las grandes televisoras del país y los poderes del Estado de imponer a EPN como presidente de la República. Reiteramos como MORENAje la instrucción política de AMLO de demostrar todas las irregularidades en un proceso electoral viciado e inequitativo.
3.- No limitarnos a los instrumentos institucionales de lucha contra el fraude pues la ciudadanía está demostrando su capacidad de exigencia ante la falta de respuesta concreta por parte de los instrumentos del Estado. En este sentido nos reiteramos por una lucha basada en la resistencia civil, pacífica, organizada, popular y democrática, que tenga como principal eje de acción la construcción territorial de comités de base como instrumentos de lucha contra el fraude.
4.- Concatenar al movimiento juvenil y estudiantil con los sectores económicamente productivos, con la finalidad de frenar las futuras reformas estructuras (laboral, fiscal y energética), así como para la construcción de la huelga general.
5.- Reiterar el llamado de unidad de todas las fuerzas progresistas, democráticas, populares, revolucionarias y de izquierda, ante la reaparición política de los peores personajes del neoliberalismo en México. Nos sumamos y nos congratulamos por el esfuerzo de diversas organizaciones de construir a nivel territorial el Frente Nacional Contra la Imposición (FNCI).
Reiteramos la activa y permanente invitación a todos los jóvenes y estudiantes a organizarse en torno a MORENAje, instrumento de organización y de lucha que busca la transformación de la vida pública en México.
“Sólo el pueblo organizado puede salvar a la Nación”
Los Resultados de las pasadas elecciones en el DF para jefe de gobierno, delegados y diputados ha sido un triunfo contundente de la izquierda. Miguel Ángel Mancera obtuvo el 63.57 % de la votación lo que significó 3 millones 24 mil votos, el PRI se mantuvo en 19.76% con 940 mil votos y el PAN obtuvo una votación históricamente baja con el 13.59 % y 646 mil votos. En diputados por elección directa el PAN obtuvo sólo dos, el PRI ninguno y la coalición de la izquierda obtuvo 38, es decir que la cámara de representantes esta con mayoría de la izquierda. Las jefaturas delegacionales quedaron en su gran mayoría en manos de la izquierda: el movimiento progresista obtuvo 14 mientras que el PAN triunfó sólo en Benito Juárez y el PRI ganó en Cuajimalpa. El triunfo de la izquierda en el distrito federal ha sido contundente, la derecha ha sido literalmente aplastada.
El PRIAN se derrumbó
En el año 2000, cuando AMLO triunfó como jefe de gobierno, el PRD obtuvo 1 millón 500 mil votos. En el 2006 Marcelo Ebrard consiguió 2 millones 213 mil votos. Ahora la izquierda ha obtenido 3 millones 24 mil votos, es decir que ha obtenido una cantidad record de votos, incrementándose estos en aproximadamente 800 mil votos respecto de la pasada elección.
El PAN es el partido de derecha que se muestra en plena banca rota. En el 2006 cuando casi gana la jefatura de gobierno, por una diferencia de un punto porcentual por debajo de AMLO, alcanzaron 1 millón 460 mil votos, para el 2006 cayeron a 1 millón 301 mil votos, es decir que perdieron cerca de 160 mil votos, pero para estas elecciones de 2012, el PAN obtuvo 655 mil votos menos. Es decir que desde el año 2000 el PAN ha perdido 800 mil votos. El diagnostico de la derecha en el DF lo completan los resultados del PRI. Este partido ha obtenido, desde las primeras elecciones en 1997 un promedio de un millón de votos. En estas elecciones apenas lograron mantener ese promedio y ello a pesar de la compra de votos y todo el apoyo mediático que televisa y TV Azteca le otorgó.
Si bien en toda la historia de las elecciones el PRI gana su segunda jefatura delegacional (en el 2003 obtuvo la primera), también es cierto que lo hace con un margen muy reducido. La delegación Cuajimalpa queda en manos de este partido con el 36.93% de las votaciones pero a punto estuvo de perderla pues la coalición de izquierda obtuvo el 35.68%.
La delegación Miguel hidalgo fue gobernada por el PAN desde el año 2000 y se consideraba uno de sus grandes bastiones políticos, pero ahora la han perdido contundentemente al obtener 11 puntos menos que el PRD. Y si bien logran el triunfo en Benito Juárez, también es cierto que lo logra de una manera muy apretada pues lograron apenas un punto porcentual más que el PRD-PT-MC
Cómo se logró el triunfo
Tan pronto como los resultados de las elecciones fueron quedando claros los dirigentes de los partidos de la coalición PRD-PT-MC se felicitaban los unos a los otros en un ambiente de fiesta y triunfo. Pero en realidad este triunfo de la izquierda no se les debe a ellos sino al movimiento obrero de todo el país. Como lo comentamos en nuestro numero pasado 208 de militante, los candidatos de izquierda, desde jefe de gobierno hasta delegados, no han ofrecido un auténtico programa de izquierda y en su gran mayoría se han mantenido lejanos a la lucha social a las movilizaciones en las calles y cada uno de los esfuerzos reales por derrocar al PRIAN. Pero las masas les han votado porque, a pesar de no ser la dirección política que se merece la izquierda en el DF, haber votado por los candidatos del PRIAN ello habría sido un puntal para Enrique Peña Nieto y para toda la derecha en general. El voto por el PRD-PT-MC es parte del repudio y la lucha general contra Calderón, y la derecha en su conjunto.
Este triunfo no es sólo producto del momento actual, sino que es la continuidad de la lucha que dio origen al PRD en el año 1989, las movilizaciones que llevaron al triunfo electoral de 1997 en el DF con Cuauhtémoc Cárdenas. Y es un triunfo de los trabajadores del país en su conjunto que con sus luchas han defendido lo mejor del PRD y han mantenido una presión política para que en el DF se respeten todos los derechos democráticos de movilización, organización y discusión.
La dirección oficial de la coalición de izquierda cree que el triunfo es producto de la estrategia que ellos mismos planearon y ejecutaron en sólo tres meses de campaña. Y creen que el triunfo se dio en las urnas el 1 de Julio. En realidad fueron las masas empobrecidas quienes les empujaron y fueron las masas a través de la lucha en las calles las que lograron este triunfo.
El triunfo electoral debe convertirse en cambio radical y movilización
Los trabajadores han votado por Mancera y por los candidatos de la izquierda para que las cosas cambien radicalmente. Es cierto que en estos años se han logrado avances en distintos terrenos, pero también es cierto que ha habido un freno y una destrucción a estas conquistas: los trabajadores del GDF viven condiciones de explotación propias de un gobierno de derechas sin contratos de base, sin derecho a manifestarse, sin derecho a organizarse; los trabajadores en general somos golpeados por bajos salarios y ataques a nuestras prestaciones; los derechos de salud no han alcanzado ni la cobertura ni la profesionalidad necesaria; el acceso a la vivienda sigue siendo a un precio bastante elevado; la marginalidad, la pobreza siguen siendo cosa cotidiana. Si bien se puede decir que el DF está mejor que otras ciudades, también es cierto que no podemos aceptar como límite lo logrado por los gobiernos de derecha. En el DF no puede existir pobreza, miseria ni explotación. Mancera y los candidatos de izquierda deben responder a las necesidades de los trabajadores. No hay excusa, tienen todo el gobierno en sus manos y deben usarlo en beneficio de los trabajadores. Pero no sólo queremos un cambio material, también exigimos que Mancera y el resto del aparato de gobierno se pongan al servicio de la lucha contra la imposición de Peña Nieto. Debemos convertir los 3 millones de votos en 3 millones de personas organizadas y luchando en las calles. El triunfo de la izquierda en el DF es contundente convirtámoslo en un puntal para luchar contra la miseria y la explotación en todo el país.
Según la dialéctica materialista, la práctica sin la teoría es ciega. Es por eso que los jóvenes y trabajadores agrupados en el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP) y la Tendencia Marxista Militante, desde hace varios años llevamos a cabo semestralmente la tradicional Miniferia de Libro Marxista en la BUAP. En esta ocasión la realizamos del 13 al 15 de Junio.
Durante esos días decenas de estudiantes, maestros y trabajadores en general, adquirieron literatura revolucionara de los clásicos del marxismo científico; la cual, en este escenario de crisis mundial del capitalismo, es el arma fundamental con la que cuenta la clase trabajadora para hacer frente a los centenares de ataques perpetrados por los empresarios y sus gobiernos de todos los países capitalistas del mundo.
Se vieron caras conocidas, así como también nuevas y algunas de jóvenes muy curiosos que se acercaron para hacer interesantes preguntas que desembocaron en acalorados y apasionantes debates sobre la situación de la lucha de clases en nuestro país y la alternativa que tenemos para aspirar a un futuro mejor.
La efervescencia juvenil de los últimos días en México, representada y agrupada principalmente por el movimiento #Yosoy132, también es un elemento muy influyente en el ánimo de jóvenes que hasta hace poco parecían indiferentes ante las circunstancias actuales. Muchos jóvenes, ante las descalificaciones burguesas de los movimientos estudiantiles, siempre tachándolos como “una bola de inadaptados sociales”, han optado por buscar una explicación alternativa y científica del por qué surgen y hacia dónde van tales movimientos; y es el marxismo científico, el que les ayuda a disipar sus dudas, además de darles las herramientas teóricas necesarias para organizarse y luchar.
Sin duda se percibió la energía y entrega de muchos compañeros que se interesaron en colaborar con Militante para futuras actividades, así como también para formarse en las ideas del marxismo científico. ¡Llamamos a más jóvenes y trabajadores unirse a las filas del CEDEP y Militante, para fortalecer la lucha por derrumbar los cimientos del capitalismo y construir una nueva sociedad: una sociedad socialista!