Nacional

La lucha que la clase trabajadora y la juventud deben dar es una lucha muy fuerte, larga y complicada, sin embargo es la lucha más necesaria y fundamental para todos nosotros, de otra forma estamos condenados a vivir bajo un régimen que prioriza las ganancias millonarias para unos cuentos a costa de provocar las más grandes desgracias sociales.

Esta lucha requiere basarse en las ideas del socialismo científico para que cada uno de sus pasos sea un golpe a este régimen. Por ello la Fundación Federico Engels ha hecho un gran esfuerzo por recuperar y reeditar decenas de títulos clásicos del marxismo, al mismo tiempo hemos publicado nuevos análisis sobre los más variados temas referentes a la lucha por el socialismo.

Desde el 22 de Abril y hasta al 26 estaremos en la explanada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales en la UNAM (cerca del metro CU, L3 del metro), ahí presentaremos el amplio y nuevo catálogo que tenemos para todos los compañeros.

 

Esperamos tu asistencia para que además puedas compartirnos tus experiencias de lucha.

Si te encuentras en el interior de la República y no puedes asistir contáctanos en Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. para que a través de internet podamos mantener una charla y enviarte los títulos que desees.

 

Página Oficial de la Fundación Federico Engels

 

 

 

En la editorial de Militante 211 se escribe: “El caos creciente de la economía mundial, el avance inexorable de la crisis capitalista, ha obligado al imperialismo y la oligarquía mexicana a imponer a su candidato a cualquier costo. Con la imposición como ya casi un hecho, se sienten seguros para lanzar ataques hacia la clase obrera, todo con la finalidad de asegurar que la riqueza social sea propiedad privada sólo de la clase burguesa; es la decadencia del sistema capitalista, su inestabilidad, lo que los obliga.

 

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Contenido aquí...

 

 

La coyuntura política global demuestra que la clase dominante no piensa resignarse a las perdidas, lo que están perdiendo por la recesión lo están sacando, a toda costa, de sobreexplotar al trabajador ¿Cómo? con una reforma laboral como en Grecia y España. La derecha necesita nuevamente echar polvo a los ojos de los explotados, infundir credibilidad nuevamente a la democracia burguesa. Busca nuevamente poner todo el poder del Estado al servicio de industriales y banqueros. Santificar nuevamente las relaciones entre el trabajo y el capital con el credo de la ley para hacerlas aceptables, adecuar el marco legal para, sin problemas, poder mandar a la policía contra quién se queje, quien reclame. “Modernizar las relaciones de trabajo”, legalizar la explotación más salvaje y asegurar la mayor cantidad de riqueza para los ya ricos.”

En ese contexto la unidad en la acción de la clase trabajadora y sus organizaciones se transforma en una condición sin la cual será muy difícil frenar el programa de Peña Nieto y la burguesía. Frente a la política antiobrera los recursos judiciales, la llamada lucha por la vía legal, han demostrado sus enormes limitaciones; todo el aparato judicial, incluidos los tribunales electorales y la SCJN, son instrumentos al servicio de los poderosos, es por ello para que los amparaos o impugnaciones judiciales contra las determinaciones del gobierno sólo pueden tener alguna clase de futuro a condición de que los trabajadores se movilicen en las calles e incluso pasen al terreno de la huelga general. No hay otro camino, dejar el destino de la clase trabajadora en manos de jueces y tribunales representa la garantía segura de que Peña Nieto terminará por imponer su voluntad. AMLO y otros dirigentes como Martín Esparza o Hernández Juárez deben aceptar esa realidad y de cara a los siguientes episodios llamar a la clase trabajadora a pasar a la ofensiva con acciones y movilizaciones que por su magnitud demuestren la verdadera fuerza cuantitativa y cualitativa de las clases explotadas y oprimidas del capitalismo.

 

01 de octubre del 2012

Editorial:

La lucha contra la reforma laboral

http://militante.org/node/2188

Páginas centrales:

Balance de la lucha contra el fraude electoral y las tareas del proletariado: por un partido obrero y socialista

http://militante.org/balance-de-la-lucha-contra-el-fraude-electoral-y-las-tareas-del-proletariado

 

Nacional:

Informe de la actividad del Comité Promotor de la Huelga General y próximas acciones

http://militante.org/informe-de-la-actividad-del-comite-promotor-de-la-huelga-general-y-proximas-acciones

Fuera el ejército de Ciudad Neza

http://militante.org/fuera-el-ejercito-de-ciudad-neza

La problemática social en el Edomex tiene solución; se llama socialismo

http://militante.org/node/2144

México se adhiere al Acuerdo Transpacífico

http://militante.org/mexico-se-adhiere-al-acuerdo-transpacifico

 

El TEPJF ataca a la izquierda en el DF y Guerrero

http://militante.org/node/2143

 

Sindical:

Un ejemplo de organización de los profesores en “la casa de Elba Esther”, sección 36 del SNTE

http://militante.org/un-ejemplo-organizacion-trabajadores-cnte-seccion-36

 

Audi en Puebla: sobre explotación laboral y lucha de clases

http://militante.org/audi-en-puebla-explotacion-laboral-y-lucha-de-clases

 

Juvenil:

La lucha en las universidades: por la unidad de trabajadores y estudiantes

http://militante.org/node/2155

Después del #YoSoy132 un nuevo impulso del movimiento juvenil

http://militante.org/despues-del-yosoy132-un-nuevo-impulso-del-movimiento-juvenil

 

Internacional:

Venezuela: elecciones 7 de octubre

http://militante.org/elecciones-7-ocubre-en-venezuela

 

 

 

El caos creciente de la economía mundial, el avance inexorable de la crisis capitalista, ha obligado al imperialismo y la oligarquía mexicana a imponer a su candidato a cualquier costo. Con la imposición como ya casi un hecho, se sienten seguros para lanzar ataques hacia la clase obrera, todo con la finalidad de asegurar que la riqueza social sea propiedad privada sólo de la clase burguesa; es la decadencia del sistema capitalista, su inestabilidad, lo que los obliga.

La coyuntura política global demuestra que la clase dominante no piensa resignarse a las perdidas, lo que están perdiendo por la recesión lo están sacando, a toda costa, de sobreexplotar al trabajador ¿Cómo? con una reforma laboral como en Grecia y España. La derecha necesita nuevamente echar polvo a los ojos de los explotados, infundir credibilidad nuevamente a la democracia burguesa. Busca nuevamente poner todo el poder del Estado al servicio de industriales y banqueros. Santificar nuevamente las relaciones entre el trabajo y el capital con el credo de la ley para hacerlas aceptables, adecuar el marco legal para, sin problemas, poder mandar a la policía contra quién se queje, quien reclame. “Modernizar las relaciones de trabajo”, legalizar la explotación más salvaje y asegurar la mayor cantidad de riqueza para los ya ricos.
La iniciativa patronal presentada por Calderón defendida por PAN y PRI consiste en dos grandes frentes de ataque. Por un lado liberar el mercado laboral, abaratar la fuerza de trabajo para que el patrón tenga el mínimo gasto. Para esto se atacan 1. La contratación (contratos de prueba, por hora, contrato verbal, base por productividad), 2. El costo de mantener el empleo (seguro médico, programa para vivienda, prestaciones, evitando generar antigüedad, subcontratación u outsourcing, pensiones y clausulas de jubilación) aquí entra el despido libre, es decir, sin aviso previo y sin liquidación, 3. El salario (pago por hora, productividad). El segundo frente es la organización obrera: la patronal no solamente necesita legalizar las prácticas que le aseguren las mayores ganancias, también requiere eliminar toda capacidad de respuesta de los trabajadores. El segundo objetivo de la reforma laboral es debilitar a los sindicatos y reducirlos a su mínima expresión poniendo límites de todo tipo contra ellos. Restricción, hasta casi desaparecer, del derecho a huelga y sindicalización (aumento de requisitos para constituir un sindicato, para emplazar a huelga, solo doce meses de salarios caídos). Trabas para la recolección de cuotas, informes financieros públicos obligatorios. Se propone que el dinero de cuotas no utilizado sea inmediatamente dado al IMSS, esto junto a la eliminación de cuotas patronales al seguro significa que el trabajador pague doble por su seguro de salud; si lo llega a tener.

Es de todos conocido que la letra de la Ley Federal del Trabajo, a la hora de trabajar, es cosa muerta o desaparecida. Los derechos laborales, las conquistas sociales son negadas a cada paso que da la patronal en su lucha incansable por explotar más la fuerza de trabajo, por expoliar más al proletariado. En el país, y en el mundo, se ha creado una situación de extrema explotación del asalariado, de miseria acumulada y la negación de todo futuro para las masas laboriosas. Esta forma de proceder, alargada en el tiempo va provocando, sobre la explotación “normal”, sobre la contradicción fundamental de la sociedad, un cúmulo enorme de pequeñas contradicciones, pequeños atropellos, faltas, insultos, vejaciones que van acumulando rabia, odio y malestar entre los trabajadores, va tapando las salidas individuales, las distracciones particulares, desnuda la relaciones de trabajo hasta los huesos, dejando a la vista la más descarnada realidad sobre como la sociedad levanta la fortuna de pocos sobre la miseria escalofriante de millones.
Sin embargo ningún gobierno en el mundo puede hacer esto sin provocar las más hondas reacciones de la sociedad. El ejemplo más inmediato lo encontramos en España y Grecia, dónde la lucha y la conciencia ha provocado manifestaciones, huelgas generales, tomas de fábricas y que millares de personas cuestionen frontalmente la viabilidad del capitalismo. Es destacable como, en México, la debilidad orgánica de la derecha la ha hecho titubear antes de enfrentarse a un escenario como este. Para ellos tan solo la posibilidad de la movilización obrera les hizo ya, trastabillar y tropezar.
La respuesta generalizada del movimiento obrero ha sido el rechazo abierto, reconociendo sin reservas su carácter reaccionario y retrograda. La respuesta del movimiento, el debate y la movilización se vio levemente retrasada debido a la falta de orientación desde las direcciones sindicales por un lado y, por el otro, a la orientación puramente parlamentaria que al principio se quiso dar. Utilizar únicamente la vía parlamentaria y legal para enfrentar este ataque es repetir los errores de pasadas luchas, de la Ley del ISSSTE en 2007, de la extinción de LyF en 2009, y para mayor desgracia, del fraude electoral de este 2012. Lamentablemente la actitud de la dirección de MORENA y de AMLO no ha dado para que participe activamente como si lo hizo en otras ocasiones, como 2008 en la contrarreforma petrolera o en 2009 apoyando la lucha de SME.

Rápidamente se ha demostrado la total insuficiencia de la “acción legislativa”. La experiencia de un movimiento que lleva varios años topándose de frente contra la barrera de la falsa legalidad dio paso casi de inmediato a la necesidad de la movilización, pero inclusive esto ya no al mismo nivel que antes. Las acciones del SME, la CNTE, han sido unificadas con la UNT, telefonistas y STUNAM. La respuesta por parte de la base de estas organizaciones está obligando a sus dirigentes a pasar del acostumbrado radicalismo verbal a las acciones tangibles. En particular los llamados de Agustín Rodríguez a la Huelga General son muestra inequívoca no de su radicalismo sindical sino de la presión de la base y en general. También se ha dado un nuevo paso, una situación poco vista en luchas pasadas, la participación de los sindicatos industriales. Los trabajadores de Nissan de Morelos han salido a la lucha convocados por su sindicato. La entrada en escena de los sectores donde la movilización no ha sido la constante en pasados años muestra las hondas repercusiones que provocará la reforma laboral pero también, y más importante, que los tiempos están cambiando y, poco a poco, estirando los músculos la clase obrera esta entrando en escena para imprimir su sello a la lucha de clases.

De los momentos más característicos de esta nueva situación, donde los trabajadores usuran sus organizaciones para defenderse y obligaran a quien esté en las secretarias a ponerse al frente de la lucha o hacerse a un lado, es el protagonizado por los trabajadores de Nissan, quienes pararon la carretera a Cuernavaca durante varias horas; por el momento son la excepción, pero también son el comienzo del camino hacia un sindicalismo combativo. Hasta ahora, uno de los principales retos a superar, en la lucha contra la reforma laboral, y todas las que vienen atrás es incorporar a los grandes sindicatos industriales, cuya mayoría está en manos de agentes de la burguesía metidos a dirigentes del Congreso del Trabajo y la CTM. El rechazo que hasta ahora han mostrado estos dirigentes es muy diferente a la actitud que habían mostrado frente a otros ataques o en la vida sindical diaria, donde han sido quienes han solapado muchos de los atropellos cometidos. Por supuesto que están defendiendo intereses propios y de camarilla pero no se mueven por gusto sino por que saben que el terreno bajo sus pies se está convirtiendo inexorablemente en un volcán en nacimiento; es el movimientos creciente en la base lo que hace que se muevan las alturas. No podría tener más razón el presidente del consejo de vigilancia del sindicato petrolero y priísta Ricardo Aldana cuando declara que “hoy México tiene tranquilidad social y laboral gracias a los sindicatos”. La paz laboral, las reformas a leyes secundarias, al apaciguamiento de los conflictos y el descabezamiento de las disidencias, el abandono de las huelgas y los atropellos de la patronal, todo esto ha descansado durante décadas en el control ejercido por lo charros. Pero ahora la situación económica y política puede obligar a dar un giro.

Ante la aprobación de la reforma es necesario pasar de las palabras a los hechos, a la violencia de arriba la violencia de abajo. La dirección de los sindicatos independientes debe ponerle fecha a la Huelga General y organizarla consecuente y minuciosamente. Hay que llamar a un Consejo Nacional de Huelga, que defina un plan de acción único, que construya un Frente Único contra la reforma laboral y todas las que vienen detrás. Un calendario unificado de movilizaciones para lograr la unidad en la acción; el hecho de que entre el miércoles  26 y el viernes 28 la gran mayoría de las movilizaciones confluyeran en los mismos puntos, en las mismas demandas, al mismo tiempo y en el mismo lugar es una prueba irrebatible de la dirección natural del movimiento hacia la unidad. Hay que coronar este proceso y llevarlo a un plano superior con la unificación de la lucha también en las direcciones, en los hechos y no solo palabras. Con una fecha para la Huelga General y una convocatoria a la unidad hay que llamar a la acción conjunta también a los sindicatos oficialistas, obligándolos frente a sus bases a actuar o desenmascararse.

La forma en que el movimiento ha respondido ha despertado del letargo a muchos sectores de la clase trabajadora, pero aun hace falta más. Hagamos que los sindicatos sean pilar de la lucha clasista, combativa y revolucionaria contra el capitalismo y no su sostén. Hay que dar una orientación revolucionaria a la actividad inmediata de la organización sindical. El momento puede ser aprovechado para obligar al dar marcha atrás a la reforma laboral, a la imposición pero sólo a condición de que exista una alternativa marxista organizada en los sindicatos que pueda incidir en el proceso a favor de los interese de toda la clase obrera y de sus tareas históricas. Para combatir la reforma laboral y todos lo ataque del próximo sexenio debemos tener bien en claro: Al capitalismo no se le reforma, ¡se le destruye!

 

01 de octubre del 2012

 

 

 

La derecha, ni es fuerte ni tendrá paz social 

La derecha en México domina la inmensa mayoría de los puestos de elección popular. Actualmente, el PRI tiene la gubernativa de 20 Estados, el PAN seis, y el partido verde uno. De un total de 32 entidades Federativas (31 estados más el DF), la derecha domina el 84% de éstas. En la cámara de senadores entre el PRI, PAN, Verde y Nueva Alianza suman 100 escaños de un total de 128 (78%). En cuanto a diputados la historia se repite, pues estos mismos partidos aglutinan 365 curules de los 500 (73%). Y por si fuera poco la presidencia ha sido ganada por el PRI mediante otro fraude histórico.  A partir de ello puede generarse la falsa impresión de que la derecha mexicana, sea cual sea su filiación partidista, tiene una amplia capacidad de acción para seguir con sus planes de ataques a los trabajadores y pasar como locomotora por encima del movimiento obrero. Pero la realidad es que el nuevo gobierno de Peña Nieto es débil y tiene frente a sí a un proletariado que ha acumulado una profunda rabia. 

Doce años sin paz social

Los doce años pasados han estado marcados por profundos conflictos de clase que han acabado por destruir una de las apuestas más importantes de la burguesía: el PAN.  La llegada de Fox al poder en el año 2000 provocó un periodo breve de confusión entre un sector de los trabajadores, después de 71 años la tan ansiada derrota electoral del PRI finalmente se lograba, pero al mismo tiempo el candidato identificado con la izquierda había sido derrotado ¿Qué significaba ello? ¿Era un paso al frente o un paso atrás? La confusión fue más grave debido a que los principales dirigentes de izquierda no explicaban claramente que el PAN era la nueva cara de la derecha. Personajes del PRD como Jesús Ortega y Amalia García se llenaban la boca con frases de “apoyo a la transición democrática”, el subcomandante Marcos, que en aquel entonces gozaba de un peso político muy importante entre la izquierda, también abonó a la confusión en una carta dirigida a Fox le planteó a nombre del EZLN “(…) con los zapatistas, usted parte de cero en credibilidad y confianza. Esto significa que no tiene que remontar, todavía, nada negativo (porque es justo señalar que usted no nos ha atacado). (…) puede usted, partiendo de ese cero, empezar a construir con hechos lo que todo gobierno necesita en su labor: la credibilidad y la confianza”. A pesar de ello la gran fiesta de la democracia burguesa en México y toda la verborrea sobre los cambios que vendrían cayeron poco tiempo después por su propio peso. 

En este nuevo periodo vimos transformaciones muy importantes que impactan decisivamente en la estabilidad del actual gobierno peñista: la gran estructura corporativa sindical y campesina que el PRI había usado por décadas para controlar al movimiento social entró en franca decadencia, y vinculado a ello el sector campesino aparece en la escena levantando demandas contra los proyectos de la derecha y protagonizando movilizaciones muy importantes; en el periodo histórico del PRI esto era imposible siquiera de pensar. Este es un aspecto decisivo, el PRI en estos momentos no cuenta con todo ese entramado social y no puede, por simple voluntad propia, volver a rearmarlo con toda la fuerza del pasado. Un ejemplo sobre el posible impacto de esta situación en el gobierno de Peña Nieto es el caso del sindicato minero que, a pesar de tener una dirección directamente vinculada al viejo charrismo sindical, ha protagonizado huelgas y jornada de lucha que han puesto en jaque al panismo. Actualmente un sector de la intelectualidad de izquierda supone a priori que el regreso del PRI ha de ser avasallante, pero al afirmarlo olvidan que una de las principales armas priistas ya no existe. 

En el foxismo el ambiente de lucha social tuvo una tendencia siempre a la alza, los trabajadores del IMSS, los profesores, los campesinos marcaron este periodo. Los intentos de privatizar PEMEX, de grabar alimentos y medicinas, etc, tuvieron una respuesta organizada en las calles y si bien no fue posible frenar por completo las contrarreformas también es cierto que estas no pudieron ser tan profundas como originalmente estaba planeado. Hacia mediados del 2005 y todo el 2006 México vivió una crisis revolucionaria a tono con lo que ocurría en el resto del continente; la lucha contra el desafuero de AMLO movilizó a miles de trabajadores, jóvenes y campesinos por todo el país, luego en el 2006 los mineros protagonizaron una huelga muy poderosa en todo el país.  Poco después en Oaxaca el magisterio encabezó una lucha que por un periodo logró arrebatarle el poder al gobierno estatal; las principales estaciones  de radio comercial y la televisión estatal fueron tomadas por el movimiento; la seguridad pública estaba a cargo de las brigadas; por las noches toda la capital oaxaqueña quedaba paralizada por las barricadas, cientos de trabajadores se apostaban en cada calle y enfrentaban físicamente a las fuerzas represoras del estado que pretendían frenar el movimiento. Aquello fue una auténtica insurrección proletaria.

Todo ello fue el preludio para el estallido social más poderoso que habíamos visto en nuestro país: la lucha contra el fraude electoral de 2006.  Ya no miles, sino Millones de trabajadores, jóvenes y campesinos se movilizaron por todo el país; el plantón que se realizó en las calles centrales del DF rebasó el nivel de lucha que originalmente quería la dirección del PRD y AMLO. Las masas explotadas querían no sólo un plantón sino además debate a fondo y sobre todo una lucha que llegara a las últimas consecuencias. Estas experiencias de lucha fueron tan profundas y son tan recientes que se mantienen en la conciencia de la clase trabajadora y constituyen una poderosa fuente de lecciones con la cual los trabajadores han de salir a la calle para enfrentar los nuevos ataques.  

Calderón asumió la presidencia en el marco de una profunda rabia social que lo acompañó desde que tomó el poder hasta el último día de su gobierno; a pesar de ello el espurio de Calderón logró dar golpes al movimiento obrero como la extinción de LyFC que además se tradujo en un ataque directo al SME, uno de los sindicatos más combativos a nivel nacional. Si en el segundo gobierno panista las movilizaciones no superaron ni mantuvieron el mismo nivel que el gobierno de Fox fue gracias a la colaboración de un sector de los dirigentes sindicales y a que los dirigentes de los partidos de izquierda prefirieron lanzar una política totalmente electoral, “ya vendrán las nuevas elecciones y entonces retomaremos lo perdido ahora”. La acción conjunta entre los sindicatos y la base de los partidos como el PRD y PT, con AMLO a la cabeza, nunca se dio, este fue el elemento fundamental que permitió al calderonismo avanzar en sus proyectos. 

La debilidad del régimen calderonista queda expuesta por la cantidad de derrotas electorales que lograron a pesar de haber actuado de la manera más cínica para imponer a sus candidatos. En el 2007 el PAN gana sólo una gubernatura de las tres que estaban en juego, en el balance general de las elecciones (en 14 estados a nivel diputaciones y alcaldías) el PRI es la primer fuerza en 10 estados, mientras que el PAN sólo en dos al igual que el PRD. Al año siguiente la elección en cinco estados pone de nuevo al PAN en tercera posición de votos recibidos, en ninguno de ellos obtiene más del 25% de los votos, mientras en Guerrero obtiene 9% lo cual constituye la cifra más alta de votos obtenidos en el Estado. En 2009 el PAN alcanza a ganar una gubernatura de las seis que celebran votaciones, y en las diputaciones federales pierde una fuerza importante al pasar de 206 a 143 representantes, la derrota era inocultable y el partido del presidente de la República pierde aproximadamente 5 millones de votos. Estos resultados fueron la guillotina que cortó la cabeza de Germán Martínez quien hasta ese año fungió como fiel representante de Calderón al frente del partido. Agobiado por las derrotas, Calderón lanzó la política de alianzas con el PRD en algunos estados, la táctica provocó un debate muy serio dentro del partido, situación que se agravó pues finalmente ni siquiera ello le permitió repuntar: de las 12 gubernaturas que se disputan en 2010 sólo ganaron tres de ellas. El ala panista disidente responde con un golpe a Calderón, Cesar Nava es reemplazado por Gustavo Madero al frente del partido. Finalmente, para cerrar con broche de oro, en las elecciones del 2011 el PAN gana una gubernatura de siete que están en juego mientras el PRI reafirma su poder con seis gobiernos para sus arcas; las dos cerezas del pastel (no podía ser de otra forma) fueron los resultados en el Estado de Guerrero donde el PAN pierde su registro local por obtener menos del 2.5% de las votaciones y las batallas interpanistas en el estado de Michoacán debido a que Calderón impuso a su propia hermana como candidata a la gubernatura que, claro está, perdió ante el PRI. 

Desde el primer año de su gobierno Calderón acumuló derrota tras derrota lo cual no puede explicarse sino por la profunda debilidad del gobierno de derechas. Y si bien por el otro lado el PRI fue el gran triunfador, prácticamente ganándolo todo, ello no fue gracias a sus propias fuerzas sino a que en los hechos los partidos de izquierda renunciaron a dar una lucha seria incluso en el terreno meramente electoral; las alianzas PRD-PAN, el dominio de los chuchos al frente del PRD y las tibias y absurdas campañas electorales de la izquierda, como la del Estado de México en 2011, permitieron al PRI ir construyendo ese poder que luego harían efectivo en el fraude del 2012.  

PAN versus PAN y viceversa 

PAN y PRI son dos partidos que representan las distintas tendencias, intereses y tácticas de una misma burguesía. Ahora más que nunca necesitan de una acción conjunta, sin embargo, uno y otro se han golpeado duramente acusándose de corrupción, vínculos con el narco y otras tantas oscuras acciones que por supuesto son verdaderas. Calderón no escatimó recursos para regresar las ofensas, recordemos el increíble operativo militar que acabó con el encarcelamiento de Jorge Hank Rhon (2011), los priistas también respondieron el favor de la misma forma. Estos conflictos, y otros tantos, reflejan las divisiones en el seno de la burguesía y constituyen un campo minado para los planes que Peña Nieto pretende lanzar. Pero aún suponiendo que dichos conflictos no existieran el PRI tiene ahora, o pretende tener, como apoyo a un PAN enfrentado consigo mismo y con una militancia en desbandada.   

En las elecciones pasadas de julio del 2012 el PAN perdió la presidencia y cinco gubernaturas de las seis que estaban en juego (cifra que se suma a las derrotas pasadas), Santiago Creel reconoció que una de las causas de los resultados fueron las “divisiones internas”. Este mismo personaje declaró en repetidas ocasiones que  a la candidata panista a la presidencia, Josefina Vázquez Mota, se le dejó sola hasta muy entrada la contienda electoral. Se refería concretamente a que Calderón y todo su grupo no le dio el respaldo que se debía, pues el candidato del presidente era Ernesto Cordero. 

En este contexto electoral Javier Lozano (actual senador por Puebla, ex secretario del trabajo y uno de los hombres más importantes de Calderón) calificó a Vicente Fox de “miope, torpe, cínico, cobarde, miserable, convenenciero y golpeador peñista” todo ello en respuesta al apoyo que el ex presidente brindó al PRI durante la campaña electoral del 2012. El dividendo fue un hecho inédito en la historia de la derecha, Fox es el primer expresidente de la República que queda fuera, por partida doble, de su propio partido; el proceso de expulsión que tenía en contra acabaría, según se veía el desarrollo del caso, dejándolo fuera de las filas panistas pero luego el proceso de expulsión quedó anulado porque el expresidente no refrendó su militancia en el PAN.  

En el reciente proceso de refrendo de afiliación (enero 2013) el PAN ha perdido 86% de su militancia, el caso es doblemente grave por todos los procesos internos de expulsión que existen contra miembros y simpatizantes acusados de apoyar a otros partidos. En Jalisco la lista de candidatos a expulsión suma un total de 500 miembros activos y adherentes, se incluye a seis diputados locales lo que implica que quedarán con sólo 8 legisladores locales. En Querétaro se pretende expulsar a 480, en el Estado de México a cerca de 40 mil (50% de su militancia estatal). A ello se le suma un ambiente de desobediencia interna que incluye a personajes históricos como Diego Fernández Ceballos. 

En otro hecho inédito Manuel Espino, expresidente interno del partido (2005-2007), fiel y duro defensor del programa panista, además de responsable de llevar a Calderón a la presidencia, fue expulsado de manera vergonzosa. Otra salida histórica del panismo la protagonizó en 2010 Fernando Gómez Mont quien fue fundador e ideólogo del partido, las razones de fondo fueron las de sus discrepancias con el equipo y la táctica electoral del Calderonismo. Por otra parte la lista de los “pesos pesados” panistas que han preferido abandonar el barco parece no tener fin, en 2012 Rogelio Sada Zambrano, importante empresario de larga militancia panista, renunció dejando en la mesa una sentencia muy dura: “el PAN está muerto”; en ese mismo año Manuel Clouthier, hijo del histórico dirigente panista, hace lo propio lanzando fuertes acusaciones a Calderón sobre la guerra del narco y las mentiras que están detrás. Más recientemente, otros panistas han preferido no reafiliarse al partido: Cesar Nava, fiel Calderonista; Patricio Patrón Laviada, exgobernador de Yucatán; Héctor Ortiz, exgobernador de Tlaxcala; Francisco Barrio Terraza y Luis H Álvarez que en su momento fueron claves en el panismo están fuera.  Esta es una debacle total y absoluta. 

Es muy importante no pasar por alto que el PAN fue la gran apuesta de los empresarios y banqueros para mantener su dominio sobre la sociedad, el hecho de que en 12 años hayan acumulado tantas derrotas electorales, tantas fricciones internas, la muerte misteriosa de algunos de sus altos dirigentes y finalmente la derrota en las elecciones presidenciales del 2012, habla no sólo de la caída de un partido común y corriente, sino sobre todo habla de la profunda debilidad que los capitalistas padecen. No es el PAN el que ha perdido y dado pasos atrás, es la burguesía misma, el capital, el que se muestra débil y decadente.

El robusto PRI que nunca regresará 

La fortaleza actual de Peña Nieto no puede derivar sólo del hecho de ostentar la presidencia de la República, mucho menos cuando esta fue lograda mediante fraude. Hay que tomar muy en cuenta que el PRI que retoma la presidencia en el año 2012 no es el mismo PRI que perdió las elecciones en el año 2000 y mucho menos es el PRI de los años 70. En su momento este partido no sólo era un partido de derecha, era la expresión directa, acabada y concentrada del dominio capitalista; todo el poder político, económico y buena parte social estaba concentrado en él. Hasta 1989, año en que perdió la gubernatura de Baja California, el PRI dominó todos los gobiernos estatales y tuvo la mayoría absoluta en la cámara de diputados hasta 1997; directamente organizaba y daba el visto bueno a las elecciones, tenía una poderosa estructura social que aglutinaba a obreros, campesinos y estudiantes; incluso una cantidad importante de grandes artistas, deportistas e intelectuales estaban vinculados a la estructura del Prigobierno. Todo ello le daba un gran margen de acción.

Aquel partido no fue producto de ninguna voluntad en particular, fue producto de un profundo y largo proceso histórico que inicia en la revolución mexicana de 1910, en donde el pueblo explotado no puede ser derrotado pero tampoco puede triunfar, todo ello en el marco de un capitalismo en plena expansión pues basta recordar que entre 1935 y 1882 la economía nacional creció a una tasa anual de 6.1%, contrastado ello con el ritmo de 2.4% con que en promedio el PIB se ha desarrollado cada año de las últimas tres décadas. A ello se le agregan particularidades de todo tipo que nos entregan un partido de derechas que no tiene igual en la historia del resto de Latinoamérica. No hay forma de repetir aquel proceso. 

Éste es uno de los aspectos más determinantes en el nuevo gobierno que como explicaremos ahora no tiene solución. Con el fin del llamado “desarrollo estabilizador” se abrió una nueva etapa en el capitalismo mexicano, el neoliberalismo hizo su aparición en México desde el sexenio de Miguel de La Madrid. Ello significaba un cambio profundo a la economía mexicana que tuvo aparejado grandes transformaciones políticas. En tan solo seis años se vivió un proceso de privatización que redujo el sector paraestatal dramáticamente, en 1982 se contaba con 1155 empresas y para 1988 con 412, al final del gobierno salinista se redujeron a 215. El reingreso y puesta en práctica del GATT (General Agreement on Tariffs and Trade) redujo los aranceles a las importaciones, situación que permitió una invasión de mercancías extranjeras en detrimento de la producción nacional, unos años después con la firma del TLCAN, en el gobierno de Salinas de Gortari, la apertura económica alcanzó prácticamente todos los renglones de la economía. Los reflejos negativos se hicieron sentir en todos los derechos de los trabajadores, en el gobierno de Miguel de la Madrid los salarios acumularon un incremento total de 128%, mientras la inflación general subió hasta 4 mil 30%; con Salinas de Gortari los salarios siguieron sufriendo severos golpes y si bien acumularon un incremento de 52% la inflación por su parte llegó al 142%. En el campo la nueva forma del capitalismo también golpeó muy duro, el caso de las importaciones de maíz lo deja muy claro, entre los años 1993 y 1999 las importaciones de este grano crecieron en 3 mil porciento todas ellas sin pagar un sólo peso de aranceles. Los productores mexicanos simplemente no podían competir en el voraz mercado desregulado.  

El descontento social se hizo sentir, y producto de ello en las filas del PRI se crearon muchas tensiones, un sector de ellos planteaba la defensa de la vieja política económica mientras que otro empujaba al naciente neoliberalismo, las bases priistas también reclamaban frenar esa política. El gran reflejo de ello fue la fractura que el PRI vivió rumbo a  las elecciones del 1988, en donde un sector de sus dirigentes decide tomar otro camino, entre ellos estuvo Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez, Andrés Manuel López Obrador, y otros más. La base social del PRI también se dividió y dio paso a la formación de organizaciones “independientes”. Un documento de la dirección cetemista dirigido a la presidencia refleja fielmente la situación “muchos trabajadores coqueteaban con los partidos de oposición, otros se abstendrían de votar e incluso algunos votarían contra los candidatos obreros postulados por el partido” (La Jornada, octubre 1990) 

El peso que estas organizaciones tenían dentro del PRI y en la política nacional se puede ver en la composición de diputados y senadores que no eran sino una forma de pagar los favores a los dirigentes que se encargaban de controlar la rabia social. En las elecciones de 1988, ya en medio de la crisis política dentro de las filas priístas, de 500 diputaciones el PRI obtuvo 261 y 60 curules en el senado. De ellas el sector obrero y el sector campesino sumaron el 54% en los diputados y el 35% en la cámara de senadores, que concretamente permitió al sector campesino obtener 72 diputados y 5 senadores, mientras que el sector obrero recibió 67 diputados y 16 senadores, el resto de espacios quedan para el llamado sector popular. Estas cuotas políticas se entregaban religiosamente sexenio a sexenio, hoy día en el gobierno de Peña Nieto aunque formalmente está representado el sector campesino y obrero en las distintas instancias del gobierno, en realidad hay una distancia abismal con el significado y el peso político que antes tenían. 

La crisis del PRI se reflejó de manera virulenta, en 1994 fue asesinado su candidato presidencial Luis Donaldo Colosio y pocos días después de las elecciones el coordinador parlamentario José Francisco Ruiz Massieu sufre la misma suerte. Los conflictos además llevaron a que Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente, fuera encarcelado en el año 1995 acusado de asesinato y enriquecimiento ilícito, su esposa también pisó la cárcel. La situación era insostenible y para el año 2000 la derrota en las elecciones cierra el ciclo del PRI histórico, aquel que todo lo dominaba a su antojo.  

Los años fuera del poder

Después de salir de la presidencia, las batallas dentro del PRI continuaron y se hicieron más profundas. Si antes el presidente de la República era a la vez el jefe supremo dentro del partido ahora el poder se dividía entre gobernadores, senadores, diputados y puestos internos del partido. Decenas de grupillos surgieron, se consolidaron y respondían, en el marco del programa de derechas, a los intereses particulares de su propia dirección, como resultado general de esta situación vimos un PRI dividido y débil a pesar de mantener posiciones importantes a nivel gubernaturas.   

Uno de los conflictos internos priistas más sintomáticos fue la batalla entre Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, la alianza (2001) que les permitió  llegar a la presidencia y secretaría del partido, que tenía como objetivo obtener la candidatura presidencia en las elecciones del 2006 y la presidencia del partido respectivamente. La situación acabó tan mal que Elba Esther renunció a la secretaria en el 2005 y en el 2006 fue expulsada del partido. Si ninguno emuló a Luis Donaldo Colosio, que no era ningún demócrata ni nada parecido, fue gracias a que la responsabilidad de tal acontecimiento habría quedado muy clara, y porque las consecuencias políticas habrían sido muy graves para el priísmo en general (esta batalla tiene en medio un asesinato muy importante: el de Enrique Salinas de Gortari, que aunque nunca se supo las razones del crimen no es descartable que esté relacionada a las pugnas internas). Elba Esther desplegó sus fuerzas para desacreditar a Madrazo con aquella campaña “¿Tu le crees a Madrazo?... ¡Yo tampoco!”, y paralelamente tejió alianzas con Calderón que fueron fundamentales para que este lograra imponerse con aquel descarado fraude del 2006.   

En toda su batalla por la candidatura presidencial, Madrazo enfrentó además a un nutrido y muy variado grupo de priístas que no aceptaban su candidatura, a Arturo Montiel, quien peleaba la candidatura para sí mismo y con respaldo del llamado popularmente TUCOM (Todos Unidos Contra Madrazo). Por primera vez en la historia la designación del candidato priísta a la presidencia se veía envuelto en un escándalo público que acabó exhibiendo la corrupción de ambas partes. Las fracturas dentro del PRI contribuyeron en mucho a la derrota en las elecciones presidenciales del 2006. En esas elecciones, pese a que el PRI gobernaba 17 estados, Madrazo como candidato presidencial no obtuvo la mayoría de votos en ninguno de ellos. Y si en contraparte la posición del partido en las cámaras no fue un desastre (210 diputados y 73 senadores) ello sólo demostraba que en el PRI había una fractura muy fuerte. Después de aquel estruendoso fracaso en el 2006, el PRI regresa como locomotora recuperando espacios pero con la ayuda invaluable de los errores de la izquierda.  

Lo que todo esto demuestra es que el PRI ha cambiado, ni tiene la misma base social, ni tiene la misma cohesión interna de aquel partido histórico. Lo cual acaba por acotar gravemente el margen de acción de Peña Nieto. Este es en realidad “El nuevo PRI”.  

La responsabilidad de la izquierda

Si el PAN y el PRI han demostrado por todos los perfiles posibles su debilidad entonces ¿por qué no ha sido derrotados en las elecciones? ¿Por qué siguen manteniendo ese amplio margen en la gubernaturas y demás puestos de elección popular? ¿Por qué sus ataques no han sido frenados? ¿Por qué la guerra contra el narco sigue siendo un látigo para la clase trabajadora? ¿Por qué ha sido posible un nuevo fraude electoral, más descarado y más grave? Las respuestas a ello es muy sencilla: porque los dirigentes de los sindicatos, organizaciones y partidos de izquierda han sido incapaces de llevar las luchas hasta sus últimas consecuencias; porque en lugar de hacer uso de la movilización, de la huelga y de la organización de los explotados para frenar los ataques han preferido los amparos legales ante tribunales que están dominados por el enemigo; porque han prometido, una y otra vez, responder seriamente ante los ataques y luego guardan el más frío de los silencios; porque contra el fraude electoral del 2012 no convocaron a una sola concentración masiva, ya ni que decir de movilizaciones; porque  regatean la verdad y no dicen claramente que este país, como todo el mundo, está dividido en pobres y ricos, en proletarios y burgueses cuyos intereses son irreconciliables. 

Los errores, zigzagueos, confusiones y hasta traiciones de los dirigentes de izquierda es lo que explica que la derecha siga dominando el país. Los chuchos en el PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, Cárdenas Batel, Mario di Constanzo, Rosario Robles (los tres últimos miembros del gobierno peñista) encabezan la vergonzosa lista de traidores; AMLO por su parte ha cometido errores y zigzagueos (ejemplos: confiar en Camacho Solís, no luchar por la expulsión de los chuchos en el PRD, llamar a los panistas a luchar contra el fraude del 2012), y ha provocado mucha confusión incluso entre los compañeros que honestamente le han seguido. El Subcomandante Marcos ha desarrollado una admirable habilidad para escribir historias y chiste mordaces pero en cambio es incapaz de presentar un plan de acción y un programa para el movimiento en su conjunto. 

Las características políticas, el contexto económico, las batallas internas de la derecha prianista demuestran que una acción consecuente con la lucha de clases de parte de estos dirigentes habría sido suficiente no solo para frenar las continuas contrarreformas, sino incluso para derrocar a sus gobiernos. Ahora México entra en una nueva fase, pero lejos estamos de vivir una situación absolutamente favorable para la derecha. 

Un pacto entre mafiosos

Tan pronto asumió la presidencia Peña Nieto llamó a la firma del “Pacto por México”, uno de los objetivos era presentar públicamente el apoyo que el PAN y el PRD le brindan. En el fondo hay mucho de ilusiones y mucho de juego sucio. El nuevo gobierno está facturando todos los problemas del país al pasado gobierno de Calderón. César Camacho presidente del PRI lo pone así “Los beneficiarios del cambio supusieron que su sola llegada a los Pinos resolvería por ensalmo los problemas. La canalización del gobierno y la intransigencia crearon una administración más grande y costosa que no ofreció más ni mejores resultados. No supieron y a veces no quisieron gobernar, fueron alternancia sin alternativa y el saldo es la decepción”. Esta es una declaración de guerra al Calderonismo y para evitar que la respuesta de los panistas sea firme y unificada están metiendo una cuña entre el ala Calderonista y todos los disidentes panistas, por ello han atraído a Santiago Creel, a Vicente Fox, a Manuel Espino y otros. Los calderonistas, saben que están en el centro de la mira Peñista por eso Javier Lozano ha respondido “Por un lado nos convocan al pacto y al día siguiente nos ponen como lazo de cochino. Me sorprende más que no le haya contestado nuestro Presidente Nacional de manera puntual y directa. No sólo es esquizofrénica la actitud… ¡es cínica! ¿Y así pretenden que nosotros en el congreso tomemos las iniciativas del pacto?” (Milenio Televisión 13/12/12)

La firma del Pacto ha avivado muchos conflictos dentro de los partidos, en el PRD Jesús Zambrano firmó pero sin el apoyo de los órganos internos lo cual llevó a un debate muy ríspido entre las distintas tendencias, en donde para no variar, la izquierda no hizo lo que debía: pospusieron una posible sanción a Zambrano hasta el congreso del partido, luego pospusieron la fecha del congreso y finalmente todo se ha olvidado. 

La firma del Pacto deja al descubierto el miedo de Peña Nieto ¿para qué pedir apoyo si se es tan fuerte? Pero además las dos muletas en que pretende apoyarse el nuevo gobierno, PAN y el ala de derechas del PRD, están carcomidas por conflictos internos y enfrentados hasta con el mismo gobierno.  

El periodo que viene 

Los próximos ataques de Peña Nieto ya están muy claros y tocan aspectos claves para todo el proletariado mexicano: reforma energética, en concreto la privatización de PEMEX, reforma fiscal que significa la imposición del IVA generalizado; poner en práctica la reforma laboral; reforma educativa que tiene como centro la destrucción de empleos, el ataque a sindicatos y la destrucción de la calidad educativa. A ello se le agregaran otros más en los próximos días, pues Peña Nieto pretende actuar rápido antes de que sus alianzas políticas empiecen a deshilvanarse y a entrar en mayores dificultades. 

Es posible que estos ataques sí logren ser aplicados con cierta profundidad, sobre todo gracias a que las direcciones de la izquierda no están actuando firmemente, un ejemplo de su disposición a la lucha queda clara en la manera que respondieron a la Reforma Laboral: los sindicatos, Morena, el PRD, todos hicieron declaraciones en contra pero ni una sola acción en concreto. En el corto plazo la derecha tendrá inevitablemente algunos triunfos contra los trabajadores, campesinos y jóvenes.  La situación de las organizaciones de la clase trabajadora, el campesinado y la juventud será decisiva, lo importante de ello es no confundir los errores, zigzagueos y confusiones de las direcciones de la izquierda con un ambiente de pesimismo, apatía o aprobación al nuevo gobierno por parte de la base trabajadora. El proletariado mexicano sí quiere luchar y ello no es producto de una simple idea, es producto de una desastrosa realidad que está azotando al país con salarios de miseria, con una destrucción cada vez mayor del empleo, con una destrucción del gasto social. 

Del fraude a la movilización

La profundidad de los ataque que Peña Nieto pretende aprobar están motivamos por la profunda crisis del capitalismo a nivel internacional, esta misma crisis multiplicará los efectos negativos sobre los trabajadores mexicanos. Inevitablemente la voracidad de la burguesía fortalecerá las tensiones de clase y abonará razones para desatar la lucha, sin embargo, los errores de las direcciones de izquierda pueden retrasar esta respuesta, lo más importante es que la rabia contra la derecha se seguirá acumulando. Esta es una lucha de clases y no hay nada escrito, pero debemos ver la manera en que ya se está manifestando el descontento. En el estado de Guerrero se ha desatado un ambiente de organización, armas en mano, para frenar al narco que en cierto sentido es una lucha contra el mismo Estado; recientemente, enero del 2013, la CNC ha protagonizado durante tres días la toma de 54 ingenios azucareros en cuatro estados de la República, esto es mucho más sintomático si recordamos que la CNC ha sido dominada históricamente por el PRI, ha protagonizado la toma de la tribuna de los diputados (2011), y ha sido clave en las movilizaciones campesinas de enero que incluyen la unidad con sindicatos; el nacimiento del movimiento llamado “los malnacidos” ha incluido la movilización trabajadores y sectores de la pequeña burguesía en contra del pago de tenencia vehicular; los miles de amparos sindicales contra la reforma laboral y las movilizaciones dispersas, que incluyen sobre todo al sector magisterial, hablan de que existe un fermento muy grande para desarrollar la lucha contra una de las propuestas pilares del nuevo gobierno; la campaña de afiliación a Morena, si bien está plagada de errores políticos por parte de la dirección, también demuestra que hay miles de trabajadores que ya no quieren las mismas políticas que la derecha perredista ha impulsado durante el periodo pasado. La movilización de miles de zapatistas en diciembre pasado demuestra que mientras el Sub Marcos sigue divirtiéndose en su exquisito debate epistolar, mientras las bases están dispuestas a la lucha. 

Todo ello ha ocurrido en menos de dos meses del nuevo gobierno. ¿Habrá paz social? No, definitivamente esto está descartado. 

La única alternativa es la lucha

La derecha está reflejando en términos políticos toda la decadencia del capitalismo, la imposición presidencia actual no elimina esta conclusión, más bien la confirma. La clase trabajadora se encuentra en una situación muy grave y no aceptara fácilmente los ataques de Peña Nieto. A pesar de ello es fundamental decir que aunque las condiciones objetivas estén totalmente dadas para un estallido revolucionario, este no ha de ocurrir si no hay un rescate de las organizaciones, partidos de izquierda y de los sindicatos. La tarea fundamental de todo el pueblo trabajador es rescatar estos espacios y convertirlos en auténticas armas de lucha. En Morena debemos exigir que las palabras se conviertan en hechos, debemos pasar a la movilización y mantener al mismo tiempo la campaña de afiliación, debemos exigir que los comités municipales se vinculen a todas las luchas locales y que la dirección de estos sea determinada mediante la misma base, debemos exigir a AMLO que se pronuncie y actué firmemente contra la invasión de esos arribistas provenientes de los chuchos del PRD u otros. En el movimiento obrero debemos combinar la acción legal (amparos y otras) con la acción en las calles, debemos luchar por la construcción de una coordinación nacional que convoque a una huelga general de 24 horas.  Todo el proletariado, la juventud y el campesinado pobre deben construir un frente único, manteniendo la independencia de sus organización, pero siempre actuando juntos. La derecha no caerá como fruta madura del árbol, para ello se necesita de la acción consciente, organizada y decidida de la clase trabajadora, el campesinado pobre y la juventud; al gobierno de Peña Nieto hay que responderle con los métodos de lucha de los explotados, los cuales requieren un programa de lucha por el socialismo.  

 

15 de febrero del 2013

¡Por un programa y métodos de lucha revolucionarios!

Tras un prolongado proceso de preparación y discusión, durante el segundo semestre del 2012, jóvenes y trabajadores del Estado de Puebla constituyeron formalmente el Congreso Progresista, estableciendo sus Estatutos y Declaración de Principios, bajo los cuales se regirá la nueva organización cuyo objetivo es “promover la más amplia articulación de movimientos, organizaciones y emprendimientos colectivos que confronten las distintas prácticas de dominación y sujeción económica, social y cultural”, “con miras hacia la conquista del poder para el cambio social”.

La constitución formal tuvo lugar el pasado cinco de enero en las instalaciones del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla  (SUNTUAP). Durante algunas de las reuniones preparatorias, integrantes de la Tendencia Marxista Militante hemos podido estar presentes, pues consideramos como un paso adelante en la organización de los trabajadores del Estado de Puebla, este esfuerzo de agrupar a los diversos sectores oprimidos y explotados que luchamos contra el capitalismo. Desde un inicio, planteamos la necesidad de que dicha organización debía incluir como método de lucha en su plan de acción la difusión de la huelga general contra el fraude electoral, la imposición de Peña Nieto y la contrarreforma laboral, pues acciones colectivas como ésta permitirían demostrar y hacer conscientes a los trabajadores de su papel fundamental en la producción económica que sostiene a esta sociedad.

Las Escuelas Ciudadanas serán el eje integrador del quehacer del Congreso Progresista, enfocadas  a la formación de los participantes en el conocimiento de sus derechos y del contexto histórico de la sociedad actual. Acciones como estas son fundamentales para que los trabajadores comprendan las causas de las condiciones de vida precarias en que viven y la manera de luchar para mejorarlas. En este sentido, retomar las ideas del marxismo permitiría entender el papel histórico del capitalismo, sus contradicciones inherentes y la necesidad de trascenderlo para la mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadora, que sólo es posible en una sociedad socialista.

En cuanto a los métodos de lucha para la defensa de los intereses de los trabajadores, el Congreso Progresista deberá tener presente que tales métodos habrán de propiciar una mayor organización y participación, así como elevar la conciencia de clase de los propios trabajadores, es decir, no limitar sus acciones al ámbito legal únicamente, sino basarse en la movilización social en las calles y la huelga general. La experiencia de luchas anteriores nos ha demostrado que no se puede confiar en las instituciones del Estado burgués, la confianza debe recaer en las masas y sus acciones organizadas.

Con base en lo anterior, el reto del Congreso Progresista será ir más allá de los procesos electorales, participando en todos los frentes de lucha de la clase trabajadora en contra de los ataques de los capitalistas. Apostar todo a obtener una victoria electoral para resolver las demandas de los trabajadores es incorrecto pues la experiencia ha demostrado que los capitalistas impedirán a toda costa una victoria de los trabajadores, ejemplos como los fraudes de 1988, 2006 y 2012 lo demuestran. En el pasado reciente, por ejemplo, se postergó la lucha contra la extinción de Luz y Fuerza del Centro por parte de la dirección del movimiento encabezado por López Obrador, quien aseguró que restituiría los puestos de trabajo a los electricistas una vez ganada la presidencia, y el resultado es por todos, conocido.

Reiteramos que en el actual contexto de crisis del capitalismo, la conformación del Congreso Progresista es un paso adelante en la organización de la clase trabajadora para enfrentar los ataques de los empresarios y su gobierno prianista mediante una lucha que preserve las conquistas sociales e incluya en su programa las demandas por la transformación socialista de la sociedad.

¡¡¡Unidos y organizados venceremos!!!

fecha:15 de febrero del 2013

 

Por un partido no conciliador, sino revolucionario

Tras la decisión de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de abandonar las filas del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para formar un nuevo partido político (Movimiento de Regeneración Nacional) y después de que el dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, firmará el llamado “Pacto por México” el pasado 2 de diciembre, se ha abierto una nueva crisis al interior del partido, profundizando más las divisiones entre sus corrientes de derecha e izquierda.

Antes y después de haber firmado el “Pacto”, Jesús Zambrano no se ha cansado de justificar el haberlo hecho. Primero señaló el camino por el que las corrientes de derecha de los chuchos piensan continuar llevando al PRD, diciendo: "Queremos cambiar la idea de que la izquierda es solamente contestataria y opositora, y que su único objetivo es denunciar lo que hace el sistema. Esa percepción ya es vieja y obsoleta. La izquierda que planteamos para el nuevo PRD es de una izquierda sí crítica; pero no solamente opositora a todo, sino con propuesta”; un partido no violento, sino comprometido “con la legalidad” que respete los procesos electorales y las leyes (Milenio, 11/11/12). Luego afirmó que el “Pacto” retoma gran cantidad de banderas que el partido enarboló durante la campaña electoral pasada y, debido a que “la población quiere acuerdos” y que se dejen “de lado confrontaciones estériles”, pidió cerrar filas y dijo estar dispuesto al “diálogo constructivo y responsable para todos los acuerdos que beneficien el desarrollo democrático del país, con el PAN y con el PRI” (La Jornada, 19 y 26/12/12).

Nada más lejano de la verdad que todo lo anterior. El llamado “Pacto por México”, en realidad es un Pacto entre los partidos de la burguesía y las corrientes de derechas que tienen secuestrado al PRD. Dicho “Pacto” tiene como objetivo legitimar la fraudulenta imposición de Enrique Peña Nieto en la presidencia de la república para llevar a cabo otras tan anheladas contrarreformas como la de aumentar y generalizar el IVA, así como terminar de privatizar la educación y la industria petrolera.

El agravamiento de las divisiones entre las corrientes del PRD por el aval de su dirigente (sin haber consultado siquiera al Consejo Político Nacional) al “Pacto por México”, llevó a la suspensión temporal del XIV Congreso Nacional del partido, que se realizaría del 14 al 16 de diciembre pasado, donde se debatiría sobre las reformas a sus documentos básicos y las posibilidades de ir en alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) en las elecciones que habrán este año. En su conjunto estarán en juego 467 diputaciones locales y mil 348 presidencias municipales de 14 estados, donde están inscritos casi 40 millones de electores, alrededor del 46% del padrón electoral nacional integrado por 85.7 millones de mexicanos (La Jornada, 27/12/12).

El tema de las alianzas electorales es otro punto que avivará la confrontación entre las corrientes, pues mientras las corrientes de izquierda se oponen a cualquier negociación con el PAN (que junto con el PRI, son partidos de la burguesía), la dirigencia nacional encabezada por el chuchista Jesús Zambrano las apoya; así como el coordinador del PRD en el senado, Miguel Ángel Barbosa, para quien supuestamente la alianza con los panistas, es una fórmula que ya se probó y trajo buenos resultados para la izquierda en Puebla, Oaxaca y Sinaloa en el año 2011.

En esencia, esta nueva crisis al interior del PRD expresa la agudización de la lucha de clases en nuestro país. Ante la irrupción de los trabajadores en el proceso electoral del año 2006, quienes orientaron todo su apoyo al PRD (junto a los otros partidos de izquierda) y a su candidato AMLO para tratar de mejorar sus condiciones de vida, la burguesía en nuestro país y el imperialismo norteamericano sintieron temblar el suelo bajo sus pies, así que hicieron todo lo necesario (fraude electoral) para imponer al administrador de sus negocios en el gobierno de la república, apoyándose en las corrientes de derecha del PRD (los chuchos) para sostener al panista Felipe Calderón en el poder hasta terminar su sexenio.

Eso ocurrió hace seis años, antes de que estallara la crisis capitalista mundial que tuvo su impacto en nuestro país en el año 2009. Dicha crisis vino a agudizar más las contradicciones entre los intereses de los empresarios y los trabajadores. Los primeros, quieren seguir acumulando ganancias a costa de eliminar todas las conquistas sociales de los segundos, pero estos han demostrado en varias ocasiones, y a pesar de sus dirigentes, su disposición a luchar tanto en el ámbito sindical como político para frenar la explotación a la que son sometidos. Así lo demostraron millones de jóvenes y trabajadores que dieron nuevamente su voto a AMLO y el PRD, pero ahora menos que nunca (pues la crisis capitalista continúa), la burguesía podía permitirse perder el control del gobierno, aun cuando López Obrador se esmeró por decir que no estaba en contra de los empresarios. De ahí que, la burguesía descaradamente haya vuelto a cometer fraude electoral para salvaguardar sus intereses con Peña Nieto al frente.

Dada la ilegitimidad y debilidad de Peña Nieto, así como la necesidad de continuar con los ataques a los trabajadores, la burguesía requiere seguir apoyándose en los dirigentes reformistas de las organizaciones sindicales y políticas de los trabajadores. En este caso, requiere de los reformistas de derecha del PRD para contener o al menos desviar la lucha de los trabajadores hacia los causes de la legalidad burguesa. Como hemos visto, los chuchos están dispuestos a continuar jugando el papel de quinta columna del régimen.

Los trabajadores no podemos dejar al PRD en manos de los burócratas que viven del partido, pues formarlo costó la sangre de alrededor de 600 trabajadores asesinados bajo el salinismo; necesitamos luchar por rescatarlo y transformarlo en una auténtica herramienta de lucha contra los ataques de los capitalistas y su gobierno prianista; necesitamos un partido, no conciliador, sino revolucionario, que defienda nuestros derechos básicos (alimentación, vivienda, vestido, educación, salud, cultura, etc.) y se planteé la transformación socialista de la sociedad. ¡Fuera Chuchos del PRD! ¡Romper el “Pacto” con los partidos de los empresarios y sólo formar una alianza con los partidos de izquierda y los trabajadores!

fecha:15 de febrero del 2013

La expropiación de 1938

El porfiriano promulgó una serie de leyes que convirtieron a los consorcios extranjeros en propietarios de enormes extensiones territoriales del suelo nacional y en prácticamente dueños únicos de la riqueza mineral del país: por medio de la Ley de Colonización de 1883 serían expropiadas en los hechos cientos de miles de hectáreas de tierras indígenas, traduciéndose ello, ya en 1892, en la venta del 18% del territorio nacional a las multinacionales, siendo los empresarios petroleros los más beneficiados, principalmente el británico Weetman Dikinson Pearsons y el estadunidense Edward L. Doheny; en el caso de éste último sus propiedades territoriales en México posteriormente pasarían a manos de la Standard Oil Company.

Después, la Ley Petrolera de 1901 facultaría al Estado para otorgar concesiones petroleras en territorios nacionales y zonas federales, es decir permitir la explotación del hidrocarburo más allá de las posesiones territoriales de las empresas petroleras y además se reconocería el privilegio de los dueños de la propiedad para explotar el petróleo. Otro caso es el de la Ley Minera de 1909 en la que se declara “propiedad del dueño del subsuelo los criaderos o depósitos de materias bituminosas”, es decir de hidrocarburos naturales.

Con el Estado y las leyes a su servicio, los dueños de las industrias petroleras adquirieron un poder que aparentaba ser amo y soberano de todo México. Solamente bajo la condición de la Revolución de 1910 se crearon las condiciones para enfrentar a ese poder, hasta darle un golpe mortal el 18 de marzo de 1938: en 1917 el Constituyente reivindicaría en la nueva Carta Magna la propiedad original del subsuelo para México. Y después otro obstáculo para las trasnacionales del petróleo se presentaría con la reglamentación de 1926 del artículo 27 constitucional.

No obstante las limitaciones impuestas tras la revolución de 1910, ello no impidió que para 1937 el 95% de la industria petrolera estuviera bajo el control de los monopolios multinacionales. En ese marco, y ante la férrea resistencia de los trabajadores petroleros ante los abusos laborales, es que se daría el paso más radical a través del decreto de expropiación del 18 de marzo de 1938. Tras ese hecho histórico, un nuevo avance de especial relevancia se presentó con la reforma al artículo 27 constitucional promulgada en 1940, en la que se definen términos precisos respecto a las facultades de la nación sobre la explotación del petróleo, estableciéndose que: el Gobierno Federal no puede otorgar concesión alguna para la exploración, extracción, refinación, transporte, almacenamiento, distribución y ventas de primera mano del petróleo, sus productos y el gas; además de que sólo la nación está facultada para llevar a cabo los trabajos de exploración, extracción, refinación, transporte, almacenamiento, distribución y ventas de primera mano del petróleo, sus productos y el gas.

Sólo con esa clase de medidas se le pudo arrebatar el poder que tenían las trasnacionales petroleras sobre nuestro país, el cual era tan desmedido que en 1919 tuvieron la arrogancia de exigirle al gobierno surgido de la revolución la eliminación de los artículos 3°, 27, 33 y 130 constitucionales, ello a través de la Comisión Fall (por el apellido del senador yanqui que la encabezaba) la cual le propuso al gobierno de los Estados Unidos intervenir militarmente contra México en caso de que las exigencias no fueran aceptadas. Pero más aún, de forma paralela a esas presiones los trasnacionales petroleras estaban conspirando para tratar de desmembrar el territorio nacional y construir una nueva “República independiente”, con los territorios de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y el norte de Veracruz, del mismo modo que lo hizo el imperialismo yanqui en 1835-1836 con la “independencia” de Texas.

Reformas privatizadoras

Lo anterior describe el enorme poder que tenían los monopolios multinacionales sobre el destino de México y a la vez nos permite pensar qué tan lejos podrían haber llegado en caso de que no se les cercenaran las alas. Sin embargo, ahora priistas y panistas trabajan fuerte desde hace dos décadas y media por devolverle ese poder al gran capital sobre el petróleo.

Con ese objetivo desde Salinas hasta Calderón, todos los gobiernos han contribuido con creces imponiendo contrarreformas que de manera gradual, pero a paso firme, le han abierto terreno a los capitalistas extranjeros y sus socios nacionales para beneficiarse del petróleo mexicano a manos llenas e ir privatizando diferentes actividades que antes eran de dominio exclusivo de PEMEX.

Uno de los más importantes impulsos y que creó una estrategia general de largo plazo que se extiende hasta nuestros días sobre la privatización del petróleo, es la reforma del año de 1992 impulsada por Salinas y que transformó a PEMEX en un corporativo y cuatro filiales (Exploración y Producción; Refinamiento; Gas y Petroquímica de base; Petroquímica) y en la que se abrió paso a la inversión privada por medio del esquema de franquicias.

Después, bajo el gobierno de Zedillo, tras los estragos de la crisis económica derivada de los llamados “errores de diciembre” de 1994 y con el objetivo de atraer inversión foránea, se implementaron los Proyectos de Impacto Diferido en el Gasto (PIDIREGAS) a finales del 1995, consistentes en deuda adquirida de capitales privados para la inversión en infraestructura para PEMEX y CFE; además durante ese sexenio se ratificó el Tratado de Marcos Regulatorios de América del Norte (North American Framework Agreement, NAFA) con Estados Unidos, bajo el cual el gobierno zedillista abrió las puertas a la generación privada de electricidad y permitió la apertura a los capitalistas en la distribución y el trasporte del gas natural.

Siguiendo la misma tónica, en 2003, el primer gobierno del PAN encabezado por Fox, introdujo los Contratos de Servicios Múltiples (CSM) para toda clase de obras y servicios para PEMEX, viéndose inmediatamente beneficiadas las petroleras trasnacionales; Repsol, Petrobras, Teikoku Oil, Techint, Tecpetro y D&S Petroleum, las cuales ampliaron drásticamente su rango de control sobre la paraestatal y el petróleo mexicano.

Y el más reciente capitulo, trascendente respecto a los que muchos han dado en llamar la “privatización silenciosa” de PEMEX es el caso de los “contratos incentivados” impulsado por la reforma de Calderón en 2008, por medio de los cuales empresas privadas pueden lograr asociaciones con la paraestatal para exploración y producción de crudo.

Los resultados

Desde que inició el esquema de privatización de las reformas son tres los argumentos que han empelado sistemáticamente la burguesía y sus partidos, el PRI y el PAN, cada que se impulsa alguna nueva medida: uno, que PEMEX resultará fortalecido; dos, que ello acarreará beneficios importantes para los trabajadores y campesinos del país y, tres, que se hará respetando la soberanía nacional y la rectoría del Estado sobre el petróleo y que, por consecuencia, las contrarreformas no son privatizadoras. Pero si revisamos los resultados en detalle no hace falta gran esfuerzo para señalar que estos han sido lo contrario de lo prometido.

Sobre el supuesto fortalecimiento de PEMEX la caída de la producción a lo largo de la administración de Calderón contradice ese argumento, pues de 2007 a junio de 2012 la producción diaria bajó de los 3.7 millones de barriles diarios a los 2.5 millones de barriles al día; además la perspectiva indica que de mantenerse esa tendencia en 2015 México tendrá que empezar a importar petróleo pues se calcula que en ese año la demanda interna (2.5 millones de barriles) superará el nivel diario de producción (2.3 millones de barriles).

Además “de enero a agosto del 2011, las compras foráneas de gasolina promediaron 399,000 barriles diarios, casi el doble (94.9%) frente a la media de 204,700 barriles registrada en el 2006” (El Economista 13-10-2011). En la actualidad el 49% de la demanda nacional de gasolina es cubierta por importaciones. El anterior es el resultado de la banca rota provocada por las contrarreformas petroleras sobre el Sistema Nacional de Refinación (SNR) lo cual ha significado que las importaciones de gasolinas “se dispararon durante el periodo del 2000 a noviembre del 2010, mismas que pasaron de 1,298 millones de dólares a 10,535 millones”. (El Economista 17012011)

En ese contexto es como PEMEX reportó pérdidas sistemáticamente durante los últimos años, salvo 2012. De acuerdo con El Economista, del pasado 23 de febrero, dichas pérdidas se comportaron de la siguiente manera: pasaron de “18,307 millones (de pesos) en el 2007 a 112,000 millones en el 2008, luego a 94,662 millones en el 2009, a 47,462 millones en el 2010 y a 91,483 millones en el 2011, según los reportes anuales consolidados de Pemex”. En 2012 el saldo fue positivo en unos 4,977 millones de pesos, cantidad más que insuficiente para resarcir siquiera modestamente el descalabro del año anterior.

Y sobre los beneficios para la clase trabajadora ¿en dónde están todos esos cientos e incluso miles de empleos ofrecidos y argumentados a favor de cada una de las contrarreformas petroleras? Al igual que en caso anterior los resultados desmienten a los reformadores pues desde la tasa media de desempleo del 2000, cuando se ubicó en 2.5%, de 2009 a la fecha los índices acostumbrados van del 5.5, 5.6 en 2010, 5.2 en 2011 y 5% en 2012. De hecho, según datos oficiales, Calderón terminó su sexenio con 876 mil desempleados más que en 2006.

Y las cosas en ese terreno irán empeorando aún más pues como lo divulgó la revista Contralínea el 13 de noviembre de 2011, entre los planes de la nueva generación de contrarreformas petroleras se encuentra el despido de 5 mil técnicos y profesionistas de PEMEX.

Por lo demás ¿qué no han sido ya privatizadoras las reformas? Veamos los datos concretos: tan solo por medio de los Contratos de Servicios Múltiples entre 2003 y 2008, PEMEX estableció compromisos con diferentes empresas trasnacionales con un valor de 88 mil millones de dólares, cantidad con la que se podrían construir 8 refinerías de acuerdo al monto estimado por la propia paraestatal para este tipo de infraestructura (expansion.com 20-01-2009). De esa celebre el de las PIDEREGAS, las cuales en 1998 ya cubrían el 63% de las necesidades financieras de la paraestatal, porcentaje que escalaría en 2008 hasta el 443%, con esta dinámica la empresa más favorecida ha sido la trasnacional yanqui Haliburton, la cual para 2008 ya tenía 160 contratos con valor de 2 mil millones de dólares. En 2011 se otorgaron los primeros contratos privados para operar campos petroleros a Petrofac (Británica) y Dewell Schlumberg (USA); otro contrato de esa naturaleza se le otorgaría en 2012 a esta última empresa con un valor de 38.5 millones de dólares para la perforación de pozos en la Sonda de Campeche. Y a finales de ese año, por un monto de mil millones de dólares, Pemex firmó contratos para la renovación de la flota naval petrolera, la adquisición de tres plataformas, la exploración y producción de campos maduros y la tardía construcción de la Refinería Bicentenario en Hidalgo, la cual se calcula estará concluida hasta 2017.

De este modo es que hoy día empresas privadas son dueñas de 47 plataformas petroleras que operan en las costas de Campeche y Tabasco; también lo son de 155 de los 257 equipos de perforación que operan en yacimientos petrolíferos mexicanos; lo mismo sucede con los 66 ductos que operan en Veracruz y Tabasco.

La táctica de ese proceso de privatización, además de las contrarreformas, se ha apoyado en un sistemático y sostenido abandono presupuestario del Estado hacia PEMEX, pues la inversión pública, por mencionar un ejemplo, paso del 2.9% en proporción al PIB destinado en 1983 al 0.5% de 2007. Además mientras que los ingresos de PEMEX entre 2007 y 2011 fueron en promedio anual de un billón 439 mil 470 millones de pesos, la inversión pública apenas alcanzo en promedio cada año los 188 mil 242 millones; es decir aproximadamente el 10% de lo recaudado por la paraestatal.

De ese modo los diferentes gobiernos priistas y panistas han justificado la inversión privada sobre actividades petroleras originalmente reservadas para el Estado a través de PEMEX y consagradas por la reforma al artículo 27 constitucional de 1940.

Pero también bajo el argumento de la necesidad de financiar PEMEX esta ha sido endeudada a tope, siendo una muestra de ello la decisión tomada en octubre del año pasado, al mismo tiempo que se aprobaba la contrarreforma petrolera de ese año y ante el peso asfixiante de esa clase de deuda sobre PEMEX, Calderón emitió un decreto que trasformó a las PIDIREGAS en deuda federal, sin embargo, esta solución no mitigó en anda la pesada carga sobre PEMEX, cuya deuda total se abultó de los 569 mil millones de pesos de 2006 a los 772 millones de pesos de junio de 2012. Durante la administración de Calderón se pagaron solo en intereses 233 mil 796 millones de pesos derivados de la deuda de PEMEX.

Siendo así, ya sea a través de múltiples contratos con empresarios o por medio de su deuda, PEMEX y el petróleo mexicano ha sido puesto al servició del gran capital tanto nacional como extranjero.

La reforma de Peña

El petróleo mexicano representa un negocio bastante jugoso para la burguesía, tan sólo para hacernos una idea de su potencial basta recordar que las exportaciones se tradujeron en ingresos de divisas para el país por un monto de 213,976 ,247 millones de dólares entre 2006 y 2011. Además el ranking mundial de empresas, petroleras y no petroleras, ubican a PEMEX como la número 13 entre las más rentables del planeta sólo después de Exxon Mobil, Wal Mart, Chevron, Conoco Phillips, General Motors, Petrobras, General Electric, Berkshire Hathaway, Fannie Mae, Ford Motors, Hewlett-Packard y AT&T. Está claro que los capitalistas no están dispuestos a perder las oportunidades de negocios que significa PEMEX y se preparan para una nueva ofensiva, esta vez con Peña Nieto al frente.

Si bien en el Pacto por México firmado por Peña y los dirigentes nacionales de los tres principales partido políticos, el PRI, el PAN y el PRD, se señala que PEMEX continuará siendo de propiedad pública, los focos rojos se prendieron al momento de convocarse la 21 Asamblea Nacional del PRI, el pasado 23 de febrero, para eliminar de su Programas de Acción, sus Estatutos y de su Declaración de Principios toda clase de impedimento para adoptar sin el menor empacho propuestas de Peña como avanzar en la privatización de PEMEX e imponerle IVA a alimentos y medicamentos. Por ejemplo de la Declaración de Principios del PRI fue eliminado la parte que dice: “Ratificamos el dominio directo, inalienable e imprescriptible de la nación sobre los hidrocarburos y los demás recursos naturales del subsuelo”.

Otra forma de darnos una idea respecto al carácter de la reforma peñista del petróleo son las propuestas priistas en 2008 frente al planteamiento de Calderón. Por ejemplo, mientras que el expresidente proponía una privatización de lo más cínica al asegurar según él la rectoría del Estado, los priístas proponían lo mismo pero de manera más matizada. Por su lado Calderón proponía contratos con la IP para la construcción y operación de refinerías, así como el transporte y almacenaje de hidrocarburos, con remuneraciones en efectivo, sin compartir porcentajes del producto o la renta petrolera, ni transmitir la propiedad del petróleo, por su parte, el PRI pugnaban por la creación de organismos descentralizados de carácter estratégico, filiales a Pemex y de propiedad 100% estatal, para desarrollar todas esas actividades pero facultando a esos organismos para celebrar con inversionistas privados los contratos de obras y prestación de servicios que la mejor realización de sus actividades requiera. De ese modo lo que la iniciativa de Calderón proponía en un solo paso, la del PRI lo proponía en dos. Sin embargo en ambas iniciativas en esencia se trasformaba a PEMEX una simple oficina de administración, dejando bajo el control del gran capital las actividades sustanciales de la actividad petrolera.

El tipo de reforma que requieren los grandes consorcios petroleros ha quedado en claro por medio de la declaraciones de la representación en México de la Royal Dutch Shell en las que esta empresa literalmente dice que “El Gobierno mexicano quiere atraer a grandes jugadores internacionales a su rico sector petrolero, pero sólo podrá hacerlo si corona una reforma energética que permita la entrada al capital privado a todas las áreas del sector y garantice reglas del juego claras” Es decir, lo que Shell exige es lo mismo que demandan el resto de grandes consorcios petroleros: contar con las manos libres para actuar sobre el petróleo mexicano para beneficiarse a manos llenas como lo hicieron por décadas antes de la Revolución de 1910 y la expropiación de 1938 y sin que ello significara ninguna clase de beneficio para el pueblo trabajador sino todo lo contrario.

Las petroleras, Peña, el PRI y el PAN pretenden regresar la rueda de la historia a tiempos de “Don Porfirio” para asegurar un control desmedido sobre la riqueza mineral del país y para expoliar con más energía al pueblo trabajador.

La defensa de PEMEX

Para el gran capital el estatus ideal respecto al petróleo es que ellos posean un dominio total sobre el mismo y ven en la reforma de Peña una oportunidad de oro para aproximarse esta vez muchos más que en el pasado a su sueño dorado, e intentarán ir con todo para que así sea. De lograrlo, los capitalistas estarían usufructuando una cantidad de dinero por mucho mayor a la actual, dada su relación parasitaria con PEMEX, medrando la contribución de la paraestatal en las finanzas del Estado, la cual equivale aproximadamente al 40% de los ingresos de las finanzas públicas, viéndose afectadas las de por si golpeadas partidas presupuestales para educación, salud y toda clase de políticas y programas para el beneficio de las familias trabajadoras.

Ante el peligro los trabajadores debemos responder organizando comités en defensa de PEMEX en cada barrio y poblado, así como en cada centro de trabajo y escuela para que se coordinen a nivel regional, estatal y nacional por medio de delegados democráticamente electos lanzando toda clase de iniciativas de lucha que permitan explotar toda la fuerza del movimiento obrero y del campesinado pobre.

También debemos sacar todas las lecciones del pasado, en particular de la lucha del 2008: el 8 de abril de ese año Calderón presentó su contrarreforma con la intención de que fuera aprobada fugazmente, sin embargo, la presión en las calles y la toma de la tribuna parlamentaria por parte de los diputados del llamado Frente Amplio Progresista (PRD, PT y Convergencia) frenaron la maniobra forzando un periodo de debate que se extendió hasta octubre. En todo ese tiempo, dado el temor a un movimiento que demostraba mucha fuerza en las calles, Calderón se vio obligado a eliminar parte de sus planes privatizadores de su reforma; en esos momentos había una situación de fuerza favorable para los trabajadores y bastaba una acción de mucho peso para derrotar en su totalidad a la contrarreforma; esa acción era el llamado al paro nacional acordado entre AMLO y los cientos de miles que abarrotaron el Zócalo capitalino el 18 de marzo en un multitudinario mitin en defensa del petróleo. Sin embargo AMLO no convocó al paro y en ello encontró Calderón una oportunidad para filtrar en la contrarreforma los “contratos incentivados” que tanto han perjudicado a PEMEX en tanto importante palanca de la privatización silenciosa del petróleo.

Dada esa experiencia, esta vez frente a Peña no puede haber cabida para los titubeos. Por ello AMLO y Morena, el ala de izquierda del PRD y los sindicatos deben llamar a un frente único de lucha en defensa de PEMEX, impulsando los comités de acción y llamando a organizar una huelga general contra la política antiobrera de Peña y en defensa del petróleo. Los burgueses, su gobierno y sus partidos van con todo por el petróleo y lo han demostrado a tal grado de que han logrado hacer del bombazo en las oficinas centrales del PEMEX el 2 de enero pasado, que dejó media centena de trabajadores de muertos, en un elemento de distracción para sus planes; por ello el movimiento obrero, y en especial sus dirigentes, tienen que actuar con toda firmeza frente a las pretensiones de los empresarios, pasando también al terreno de las expropiaciones bajo control obrero para dar el golpe definitivo que termine con la explotación capitalista.

Luchemos por:

- Cancelación inmediata de la deuda de PEMEX.

- Desconocimiento sin indemnización de los contratos parasitarios con PEMEX.

- Expropiación sin indemnización de la maquinaria, edificios e infraestructura de las empresas contratistas de PEMEX y la contratación de base de sus empleados por la paraestatal.

- Ni un solo despido más en PEMEX.

- Por la democratización e independencia respecto del gobierno del sindicato de PEMEX

- Por una PEMEX bajo el control directo y democrático de los trabajadores.

Únete a Militante y lucha por estas ideas y por el socialismo.

La magnífica movilización zapatista del 21 de diciembre de 2012 en la que marcharon 40 mil indígenas y en la que además tomaron cinco ciudades chiapanecas, deja al desnudo que en la base de los indígenas hay fuerza, conciencia y organización para luchar, esto es mucho más necesario ante los planes venideros del gobierno de Peña Nieto. Dado ello, y por lo que el EZLN representa para los indígenas y por lo que puede representar para el movimiento de los pobres de todo México, es necesario pararnos a reflexionar sobre los aspectos más nodales de su política, haciendo un balance compañero sobre éstos con la mejor intención de visualizar las mejores alternativas de lucha para enfrentar la arremetida que ya tiene preparada el Régimen para tratar de desarticular a ésta que ha sido una de las organizaciones más importantes del país surgida al calor de la lucha de clases. Lamentablemente, dada la virulencia que ya ha demostrado Peña Nieto en apenas pocos meses de iniciada su administración, si el EZLN no adopta métodos de lucha a la altura de las circunstancias, las consecuencias de ello pueden ser muy duras

Una heroica lucha

El levantamiento zapatista del 1 de enero de 1994 es sin duda uno de los acontecimientos más importantes en la lucha de clases de las dos décadas pasadas. Aquella primera declaración de la selva lacandona fue contundente “HOY DECIMOS ¡BASTA!, somos los herederos de los verdaderos forjadores de nuestra nacionalidad, los desposeídos somos millones y llamamos a todos nuestros hermanos a que se sumen a este llamado como el único camino para no morir de hambre ante la ambición insaciable de una dictadura de más de 70 años encabezada por una camarilla de traidores que representan a los grupos más conservadores y vendepatrias”.

Las palabras zapatistas literalmente sacudieron a todo el mundo, miles de jóvenes se integraron a la lucha gracias al impulso zapatista, los trabajadores que en México venían de un periodo muy grave de traiciones sintieron fuerzas renovadas al ver ese ejemplo, los medios de comunicación internacionales y nacionales no pudieron sino reflejar por todos lados la mítica capucha negra de los zapatistas. El Estado Mexicano incluso sufrió fracturas internas que, en parte, se debieron a la presión política que sufrieron por el levantamiento zapatista.

El estallido zapatista fue además un paso adelante muy importante porque por primera vez en la historia de México, el movimiento indígena se presentaba perfectamente organizado, actuando con un plan diseñado milimétricamente, superando el aislamiento que antes habían sufrido y presentando una declaración política que superaba por mucho las demandas del movimiento campesino tradicional.

Los marxistas reconocemos la heroicidad, la importancia y el derecho de los pueblos indígenas a aquel levantamiento indígena. Por supuesto, aunque no aceptamos el método de la guerrilla, respaldamos la Primer declaración de la Selva Lacandona. Pero después de ello es necesario decir que sin un programa y una táctica revolucionaria el EZLN estará condenado a la derrota, muy a pesar de lo que ellos y nosotros deseemos. También rechazamos la actitud acrítica que muchos de los supuestos amigos del EZLN practican desde siempre, una actitud tal sólo puede ser de quienes en realidad han aceptado la derrota del movimiento.

Un cambio en el apoyo

Es innegable el apoyo, el respeto y el cariño que el movimiento obrero, campesino y juvenil le han tenido desde el inicio al EZLN. Eso se reflejó en todas las convocatorias organizativas a las que llamaron, en 1994 la respuesta a conformar la Convención Nacional Democrática fue de cientos de delegados a nombre de todos los explotados en el resto del país y hasta a nivel internacional; la Convención Nacional Estudiantil en noviembre de 1994 se convirtió en una gran oportunidad para que miles de jóvenes encontraran un espacio donde participar, por lo menos 800 delegados de 22 estados de la republica dieron con su asistencia el respaldo al “Ya basta” zapatista. En la consulta de 1995 participaron un millón 300 mil personas todas ellas, en su mayoría, votando un respaldo al movimiento. En otras oportunidades, literalmente ríos de jóvenes y trabajadores apoyaron al zapatismo; en 1996 la comandanta Ramona fue recibida en el DF en un ambiente de alegría y ánimos de lucha realmente electrizantes. En ese mismo año el “encuentro intergaláctico” reunió a más de 6 mil activistas de todo el mundo, en 1999 la movilización de los 1,111 zapatistas también fue recibida con gran entusiasmo. La última gran campaña respaldada masivamente fue la del 2001, la caravana zapatista con el subcomandante Marcos era recibida por miles de personas que hacían vaya a los lados de los autobuses en los que viajaba el EZLN. Ni el PRD, ni ningún sindicato tenían en ese periodo tanto apoyo.

Pero en 2006 todo ese respaldo cayó significativamente, la llamada “otra campaña” solo arrastró a unas cuantas personas, en realidad las personas más fieles a las palabras de Marcos. ¿Qué provocó esto?

Prejuicios y confusiones en la dirección

La dirección del EZLN ha estado marcada desde su inicio por un sinfín de confusiones teóricas, en la segunda declaración de la Selva lacandona podemos leer “La Sociedad Civil asumió el deber de preservar a nuestra patria (…) Eso todos los mexicanos honestos y de buena fe, la Sociedad Civil, lo han comprendido, (…) Es en la SOCIEDAD CIVIL, en quien reside nuestra soberanía, es el pueblo quien puede, en todo tiempo, alterar o modificar nuestra forma de gobierno (…) Condenamos la amenaza que sobre la Sociedad Civil se cierne al militarizar el país,(…) Llamamos a la Sociedad Civil a que retome el papel protagónico que tuvo para detener la fase militar de la guerra (…) Llamamos a los elementos honestos de la sociedad civil a…”

La “sociedad civil” es un término de la sociología que no acepta la división de la sociedad en clases, ricos y pobres, obreros y burgueses sino entre grupos de interés político, cultural, social pero que no son parte del gobierno. Desde ese punto de vista la sociedad civil es el pequeño empresario, el empresario, el campesino pobre, el terrateniente, el obrero, el artista, etc. La sociedad civil son todos los ciudadanos sin distinción económica.

Lo que esto deja claro es que la dirección del EZLN no comprende que la división fundamental del mundo entero es entre burgueses y obreros, tampoco comprende que la burguesía como clase dominante se asegura de una herramienta política para mantener su domino, mucho menos comprende el papel y las distintas formas de dominación del Estado Burgués ni cómo combatirlo. El EZLN da sus primeros pasos públicos acertando y superando el nivel anterior de las luchas indígenas y campesinas, pero sin una teoría que le explicara las relaciones de clase, y su vínculo hacia los indígenas, tropiezan a cada rato en las siguientes acciones.

Alineados con esta confusión teórica, los representantes del zapatismo civiles (intelectuales de la pequeña burguesía) repetían la frase acabada de que los obreros se habían “aburguesado”, por tanto se justificaba no llamar a la unidad con los sindicatos y mucho menos a realizar una Huelga General. Con el amplio prestigio y respaldo que en aquel entonces el EZLN tenía pudo haber provocado una acción huelguística capaz de convertir la caída del PRI en realidad; por lo menos habrían logrado aprobar constitucionalmente los derechos y cultura indígena. Incluso un llamado a la lucha podría haber tenido como eco jornadas de movilización en por lo menos Latinoamérica y Europa.

Estas confusiones teóricas se expresan ampliamente, una y otra vez, desde el inicio del movimiento zapatista: “esta revolución no concluirá en una nueva clase, fracción de clase o grupo en el poder, sino en un "espacio" libre y democrático de lucha política”. El proyecto más amplio era derrocar al PRI sin destruir la base material que lo mantiene en el poder, de esta forma el EZLN busca abrir una etapa de democracia auténtica en donde “Nacerá una relación política nueva. Una nueva política cuya base no sea una confrontación entre organizaciones políticas entre sí, sino la confrontación de sus propuestas políticas con las distintas clases sociales, pues del apoyo real de éstas dependerá la titularidad del poder político, no su ejercicio. Dentro de esta nueva relación política, las distintas propuestas de sistema y rumbo (socialismo, capitalismo, socialdemocracia, liberalismo, democracia cristiana, etcétera) deberán convencer a la mayoría de la Nación”. En esta cita extraída de la segunda declaración de la Selva Lacandona el EZLN le otorga derechos políticos y económicos a la burguesía siempre y cuando esta actué democráticamente, con ello le están dando al opresor de los pueblos indígenas las herramientas para que siga actuando igual.

La dirección zapatista le cierra la puerta a los sectores más proletarios y a sus métodos de lucha que son los únicos que les podían haber ayudado a triunfar, pero recibe con bombo y platillo a toda la intelectualidad pequeñoburguesa. La entrevista que Elena Poniatowska hace al subcomandante marcos en 1994 es muy clara al respecto:

S Marcos: ¿Va a venir Krauze? ¿Va a venir Monsiváis? ¿Va a venir Fuentes? ¿El Grupo San Ángel?

Elena P: ¿Por qué le hacen tanta ilusión los intelectuales?

S Marcos: Es que son líderes de opinión.

Elena: Pero ¿cuál es su fuerza?

S Marcos: Esa misma, inciden en la opinión pública, en la sociedad civil.

Aquí no vamos a analizar las razones, históricas o personales, que en el Subcomandante Marcos y el resto de la dirección zapatista, han influido para que llegue a este nivel de confusión teórica y táctica, lo importante es reconocer que esa confusión existe y que ha sido tan grave que lo ha llevado a afirmar que Gómez Morín, fundador del PAN, fue un gran demócrata; y por la misma razón ha protagonizado debates tan bochornosos y absurdos como aquel con ETA y Garzón.

Las organizaciones tradicionales

El aspecto más crítico de los errores zapatistas tiene que ver con la concepción y la táctica que han asumido hacia las organizaciones tradicionales de la clase trabajadora sindicatos, pero fundamentalmente hacia los partidos. Desde el punto de vista zapatista las elecciones “son los tiempos de arriba y no los de abajo” vaya que permiten que el Congreso se forme con fraudes y con una mayoría de derecha, para luego exigirle a esa misma derecha la aprobación de una ley; la dirección del PRD, AMLO en particular es un bribón, un espejo de salinas, etc. Y el PRD en su conjunto “simplemente no es alternativa de nada”. La campaña zapatista contra el PRD se ha desatado sobre todo a partir de abril de 2001 cuando todos los diputados incluyendo los perredistas aprobaron una Ley Indígena que en el fondo negaba los acuerdos de San Andrés.

Lo que el Subcomandante Marcos no ve, ni verá, es que dentro del PRD han existido desde siempre dos grandes grupos, los burócratas que viven económicamente del partido, tal cual lo han hecho los chuchos por muchos años, y por otro lado los trabajadores de base que honestamente usan al PRD o Morena para dar la lucha por sus derechos. Marcos tampoco comprende que los trabajadores aprenden de la experiencia y no de palabras, y que por tanto los trabajadores no saldrán del PRD o de Morena, como exige el Subcomandante Marcos, sino sólo a condiciones de ponerlos a prueba en los grandes acontecimientos históricos.

Tan grande han sido los disparates de Marcos hacia el PRD, Morena y AMLO que hay una cantidad, no pequeña, de trabajadores que por esa razón lo ven como un traidor, un “invento” de Salinas de Gortari. Por supuesto que ni el Subcomandante Marcos, ni la dirección del EZLN son agentes de Salinas de Gortari ni son traidores. Se trata de hombres profundamente confundidos e incapaces de presentar un análisis correcto y por tanto una táctica para enfrentar los acontecimientos actuales. El desprecio, no se le puede llamar de otra forma, que muchos trabajadores le dedican a Marcos es que no movió un dedo, ni durante el fraude electoral del 2006 ni en el del 2012; para los trabajadores estas batallas eran decisivas y el EZLN simplemente guardo silencio. En las elecciones la tarea de los zapatistas no era simplemente llamar a votar por AMLO sino sobre todo dotar la campaña electoral de movilización y organización que levantarán un auténtico programa que tocará los puntos más sensibles de los trabajadores y la juventud. Sumado a ello debieron impulsar la unidad con los sindicatos y organizaciones en su conjunto. Nadie le hubiera negado la participación ni la palabra al EZLN, pudieron influir en la campaña y quitarle ese perfil electorero para convertirla en jornadas de lucha profundamente combativas.

El menor apoyo que el EZLN ha recibido en las últimas campañas no se debe, como dice el Sub Marcos, porque “han pasado de moda” sino porque ante los grandes capítulos de la lucha de clases nacional han cometido error tras error.

FZLN

El ya muy olvidado Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN) se conformó en septiembre de 1997, meses antes cuando se conoció la convocatoria se generó un gran ambiente de participación entre miles de trabajadores y jóvenes. Todo el mundo quería apoyar a los indígenas y sumarse a la lucha que ellos dirigían, en todos lados se discutían los asuntos referentes al FZ, a las tareas que se debía realizar, al programa, la estructura organizativa, la posición ante el gobierno de Cárdenas en el DF, etc.

Aunque las cifras no son claras, se dice que al FZLN solicitaron ingreso más de 5 mil comités de toda la república y que a la reunión inaugural asistieron más de 2 mil delegados de todo el país, una sola organización de la Huasteca pidió el ingreso para sus 20 mil miembros. El potencial que ahí existía para conformar una poderosa organización nacional de los trabajadores y jóvenes era increíblemente poderoso. Pero casi inmediatamente el FZ se vino abajo, desde la dirección en las montañas el EZLN planteó que no se permitiría la participación de miembros de partidos con registros, la dedicatoria iba directamente dirigida al PRD, pero a miles de trabajadores esto les sonó a absurdo ¿Cómo no permitir la militancia en el FZ de trabajadores que afiliados al PRD han estado en la lucha social durante años, incluso antes que el mismo EZLN apareciera? Este fue uno de los debates más importantes dentro del FZ que marcaría al mismo tiempo su decadencia, pues para justificar la cláusula se echó mano de todo tipo de argumentos falsos, absurdos y de métodos totalmente antidemocráticos.

El día más importante en la vida del FZ fue el de su conformación, casi inmediatamente después se sumió en una espiral de debates teóricos eternos que sólo eran comprendidos por los supuestos grandes teóricos del movimiento, a ello se sumaron enredos organizativos de todo tipo, nadie sabía cómo lograr la coordinación más básica entre los comités; luego emergió un pequeño grupo de personajes que se sabía eran cercanos a la dirección del EZLN, al Subcomandante Marcos en lo particular, y que amparados en ello aprobaban todo tipo de acuerdos sin siquiera consultarlos al resto de los comités u órganos. Muy rápidamente se perdió aquel gran ambiente de participación y en determinado momento el FZ se convirtió prácticamente en una agencia de viajes que promovía las visitas a las comunidades indígenas; “zapatours” les llamaron algunos. El FZ acabó siendo un reducto de “güeritos” (pequeñoburgueses para decirlo bien) y unos cuantos intelectuales fumando pipa y vendiendo café orgánico.

En el año 2005 la comandancia del EZLN disolvió al frente zapatista con esta argumentación: “Hubo, es cierto, quienes usaron al FZLN y su cercanía con el EZLN para provecho propio, para lastimar a otr@s, para aislarse y aislarnos, para tomar fuerza en rivalidades personales y pugnas inútiles, como plataforma para el protagonismo individual o de grupúsculo, y para simular compromiso donde sólo había una posición cómoda”

Lo que destruyó al FZ no fueron las pugnas personales sino el vacio absoluto de un programa, una táctica y tradiciones revolucionarias, eso le abrió la puerta a todo tipo de tendencias pequeñoburguesas que acabaron destruyendo el potencial que en un inicio el FZ tenía. La misma suerte han corrido todas las iniciativas organizativas zapatistas que han lanzado más allá de las comunidades indígenas. La experiencia del FZLN no se debe olvidar porque demuestra en los hechos concretos el impacto tan grave de las ligerezas teóricas y las frivolidades que el Subcomandante Marcos y parte de la dirección del EZLN ha tenido a bien practicar desde hace años.

Petróleo y zapatistas

El estado de Chiapas produce el 54% de la energía eléctrica del país en la cuenca del Grijalva, además el 20% de petróleo y el 47% de gas natural. Analistas afirman que en Chiapas hay mucho más petróleo del oficialmente aceptado, se podría hablar de yacimientos gigantes y supergigantes, la razón para ocultar esta información es que esos yacimientos coinciden con el territorio zapatista. Este va a ser un punto nodal en la situación, Peña Nieto no va tomar el tema zapatista como Calderón, quien prácticamente los dejo ser y hacer, el nuevo gobierno ira con fuerza sobre la privatización de PEMEX y sobre el resto de recursos naturales, esto es prioritario para la derecha y no darán pasos atrás fácilmente. Si como se ven las cosas, los ataques a PEMEX serán en este mismo año, queda claro que el EZLN debe actuar inmediatamente.

La campaña que anunciaron los zapatistas en sus recientes comunicados tendrá un carácter de alcance nacional, es muy posible que todo el presente año los zapatistas se mantengan lanzando convocatorias que decanten en el 20 aniversario del levantamiento armado y que también busquen con ello hacer la defensa de los territorios.

El gobierno de Peña Nieto ya echó a andar su táctica nombrando a Jaime Martínez Veloz como comisionado para el “Dialogo con los Pueblos Indígenas”, su designación no es casualidad, él fue asesor de Luis Donaldo Colosio con quien en su momento el EZLN tenía ciertas simpatías porque ofrecía, en 1994 como candidato presidencial, promesas de solución al movimiento indígena. Peña Nieto espera que ese viejo vínculo sirva para que Martínez Veloz tenga margen de acción.

Esta es la cara “buena” del PRI hacia el zapatismo, Martínez Veloz incluso ya ha declarado que es posible llegar a la aprobación de la ley que reconozca los derechos y cultura indígenas, y va mas allá aceptando el grave impacto de las concesiones mineras en territorio indígena. De ello ya se derivan las primeras promesas que las mineras, en este caso, tributaran como se debe para que las comunidades indígenas se beneficien. Lo mismo estará planteando con el tema del petróleo y el resto de recursos naturales.

Para debilitar al EZLN, lo primero que hará el PRI es hacer “buenas” ofertas al resto de comunidades indígenas intentando con esto evitar su movilización y el retiro del apoyo a los zapatistas. Al EZLN también lo intentaran chantajear con los apoyos económicos pero en vista de que esto no asegura ningún resultado le agregaran además una presión militar y paramilitar, mayor a que la que han tenido en los últimos años, justificada por algún conflicto entre comunidades no zapatistas y por razones religiosas o por propiedad de tierra. Por si fuera poco, Peña Nieto también usará el aislamiento que el EZLN guarda respecto del resto del movimiento social en México.

Por supuesto que el gobierno priista no tiene todas las herramientas para actuar a su antojo y despojar a los indígenas de sus tierras, sin embargo es inevitable que tarde o temprano sea este mismo gobierno el que se abalance sobre los recursos naturales en Chiapas.

Retomemos un programa y una táctica revolucionaria

Para lograr aquellas demandas planteadas en la primera declaración de La Selva Lacandona, para preservar la cultura, el idioma, las tradiciones indígenas y para frenar los ataques venideros de Peña Nieto es fundamental que la dirección del EZLN saque las conclusiones de lo que han hecho en los últimos 20 años rescatando los mejor de su experiencia en esas dos décadas y cambie radicalmente su táctica y sus planteamientos políticos

Lamentablemente lo segundo está muy lejos de ocurrir, los últimos comunicados “ellos y nosotros” no sólo reivindican los viejos errores sino que incluso los profundizan. En el terreno organizativo “Todos ustedes conocen que nuestro pensamiento no es el de construir una gran organización con un centro rector, un mando centralizado, un jefe, sea individual o colegiado. (…) estamos convencidos que todo intento de homogeneidad no es más que un intento fascista de dominación” y alimentando las acciones ultraizquierdistas agregan “Claman por el fuego justiciero de las masas, y se desaparecen cuando llegan los chorros de agua de los tanques antimotines”. Finalmente para justificar el fracaso de la campaña que viene dicen que “Quienes, con el resurgimiento del EZLN, esperen una nueva temporada de templetes y grandes concentraciones, y las masas asomándose al porvenir, y los equivalentes a los asaltos al palacio de invierno, se desilusionarán. Es mejor que se vayan de una vez. No pierdan el tiempo, y no nos hagan perder el tiempo. El andar de la Sexta es de tranco largo, no para enanos del pensamiento”

Lo que el EZLN necesita es justamente todo y absolutamente todo lo contrario, necesitan dejar a un lado el sectarismo, la ligereza táctica, la superficialidad teórica, necesita romper con todos esos intelectuales progresistas, necesita tomar los métodos de lucha de clase obrera internacional. Pero queda muy claro, la dirección zapatista no hará ningún giro hacia una táctica y un programa revolucionario. Las consecuencias de ello pueden ser muy graves.

Los jóvenes simpatizantes del zapatismo son quienes deben asumir la tarea de indagar en la historia de este movimiento, juzgarlo con un sentido crítico dejando a un lado todo ese romanticismo del sub marcos. Estos jóvenes deben tomar al marxismo como una herramienta para la acción, deben comprender las relaciones de clase, el papel del estado, deben comprender las lecciones históricas del pueblo obrero.

Si los jóvenes y trabajadores adoptamos esta tarea, el triunfo no sólo de los derechos y cultura indígena están asegurados sino además, y sobre todo, los de todo el pueblo explotado mexicano.

¡Ya Basta¡

Como todos nos habremos ya enterado, el día de ayer el gobierno de EPN detuvo a Elba Esther Gordillo (EEG) con cargos de desvíos de fondos por alrededor de 2300 millones de pesos. Inmediatamente, el análisis más superficial se relaciona el hecho con la incapacidad del sector oficialista del SNTE de controlar el gran descontento que ha provocado la Reforma educativa. De ello hablan las manifestaciones de Tabasco, Veracruz o Sinaloa, donde las manifestaciones de los maestros no han sido convocadas por la CNTE sino por el propio SNTE. Pero por el otro lado se halla también las acciones de las secciones consolidadas por la CNTE, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, que son, por decirlo breve, un polvorín pronto a estallar.

Las movilizaciones de Oaxaca, han alcanzado su punto más alto desde 2006. Ahora, en las recientes movilizaciones el cierre de las escuelas es lo de menos, toma de casetas, cierre de carreteras, cerco a edificios públicos y cierre de centros de comercio industrial. A esto se suman las acciones de Chiapas dónde se tomaron las casetas de la frontera internacional. En Michoacán hubo una marcha de 40 000 personas, con presencia nacional. Y, finalmente, Guerrero sumó todas las contradicciones posibles, pues aquí no solo está la lucha magisterial democrática; está la situación de las normales, el narcotráfico y los núcleos de autodefensa, que ahora se han extendido cerca de 10 Estados, que con armas en la mano y proclamando abiertamente que el Gobierno no puede, pone de manifiesto quién tiene el control en la sociedad.

Sin embargo, la detención de EEG, no solo tiene que ver con la Reforma Educativa. Es muestra de las gigantescas divisiones que están bullendo entre la derecha. Hemos visto, últimamente, enfrentamientos entre PAN y PRI, pero también dentro del propio PRI. Así, la detención de EEG cumple, entre otros, tres objetivos, a saber, primeramente es mandar un mensaje, decir a toda la derecha, a sus facciones, que es necesario alinearse y a quién no lo haga esto le va a pasar; es un intento de un gobierno sumamente débil por provocar unidad frente a la gran polarización social que ya se está reflejando en los desencuentros entre la derecha. Por otro lado, y por esta misma debilidad, el EPN busca legitimidad, lo medios hablarán del hecho y vomitaran largo sobre el tema, buscando crear imagen para EPN. Sin embargo más allá de la reacción que puedan tener algunos sectores de burgueses y pequeño-burgueses furibundos el movimiento obrero verá y es viendo el hecho con cautela extrema.

Y es que, por tercer objetivo, se adivina que el logró mayor será poner a la patronal y al gobierno en una posición de ventaja para atacar con mayor fuerza al movimiento obrero. Ante la situación ocurrida, muchos portavoces de la derecha ya dicen que es tiempo de que los maestros apoyen la reforma laboral y que es oportunidad para dividir el SNTE en un montón de sindicatos estatales, etc. Tratan de quitarse de en medio una fuerza política muy poderosa y a uno de los sectores de oposición más activos y con mayor posibilidad. Pero la apuesta es demasiado riesgosa. EPN no tenía motivos para quitar tan formidable tapón del movimiento, la acción en si misma constituye una sobreestimación de sus fuerzas. Ante la inconformidad, protesta y combatividad que aumenta a cada momento las ondas de choque provocadas por el golpe pueden tener consecuencias imprevisibles e incontrolables para el régimen.

Evidentemente no creemos que la acción haya sido en busca de democracia sindical o mejorar la situación educativa, buscan una posición y parapetarse para atacar a la CNTE y todo el sindicalismo democrático. La CNTE debe aprovechar el gran debate que esto originará, la inestabilidad del aparato charro y el gran descontento existente para entrar con fuerza, sin un gramo de confianza en la derecha ni el gobierno y sus buenas intenciones. La torpeza de EPN debe ser aprovechada por el ala combativa del magisterio para lanzar una lucha a fondo por la democratización del SNTE enfilando todas sus baterías contra un aparato burocrático y charril que ha quedado evidenciado en su debilidad al no poder convocar a ninguna acción de fuerza para defender a su presidenta vitalicia y forzar su excarcelación. Lo natural habría sido que tras la detención de EEG, Juan Díaz de la Torre, secretario general  del SNTE, llamara al más de un millón de profesores agrupados en dicho gremio a movilizarse y a, incluso, paralizar todo el sistema de enseñanza básica nacional, pero no lo ha hecho y sólo se ha limitado, junto con el resto del Comité Ejecutivo Nacional del gremio magisterial, a ratificar su "lealtad, cariño y solidaridad" para EEG, tal como lo hicieron hoy a través de un comunicado público. Y no llama a ninguna de esa clase acción de fuerza porque dicho dirigente, del mismo modo que el resto de los charros del SNTE, teme que el largo brazo de la ley también lo alcance pues, al igual que la Gordillo, él y los demás charros están involucrados en toda clase de corruptelas; pero más aún, y por encima de ello, no convocan a la acción porque temen que la mayor parte de la base sindical esté escéptica o de plano no tenga ni la más mínima voluntad de responder a los llamados para movilizarse en defensa de EEG.

Es la hora para el movimiento de aprovechar las divisiones de la derecha para meter una cuña y utilizarla como palanca para hacer saltar por los aires todos los planes de la burguesía e imponer la voluntad obrera, avanzar la democracia sindical y la lucha por la transformación social.

Las contrarreformas impuestas sin consulta alguna a los artículos tercero y 73 constitucionales tienden a suprimir la inamovilidad en el empleo garantizada en el artículo sexto de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, reglamentaria del artículo 123 de la Carta Magna. Permanencia que se obtiene, según ésta, a los seis meses de expedido el nombramiento respectivo. Y, además, tales cambios legales violan de manera general y sistemática las condiciones generales de trabajo, lo cual es causal de huelga, según el artículo 94 de la ley citada. Así, las amenazas de Emilio Chuayffet al magisterio en lucha no se apoyan en legalidad alguna sino en la tradicional vocación represiva del priísmo, misma que ya se refrendó el primero de diciembre en San Lázaro.

La proclamada reforma educativa, por otra parte, no es sino el congelamiento presupuestario y la mayor carga a los padres de familia a través de crecientes cuotas escolares, que infringen la fracción cuarta del artículo tercero, que estipula que toda la educación que el Estado imparta será gratuita. Finalmente, la llamada recuperación por el Estado de la rectoría de la educación es una falacia. Se trata en realidad de la sustitución de la fracasada descentralización centralizada de Carlos Salinas por una recentralización autoritaria y antifederalista en manos del Ejecutivo, negando el papel de los educadores y la sociedad.

Sección 9 del SNTE democrática: Francisco Nicolás Bravo, Pedro Hernández. Movimiento Revolucionario del Magisterio: Iván García Solís y Jesús Ríos Ponce

La verdadera “guerra” de Calderón

Las movilizaciones que se desarrollaron antes y después del fraude electoral en el 2006 pusieron a temblar a la clase dominante en México y Estados Unidos, ambos sectores se mostraron impotentes para frenar el auge revolucionario que se estaba desarrollando en el país; en Oaxaca el movimiento había adquirido un carácter insurreccional; la fallida represión a los mineros huelguistas de Michoacán  derivó  en una convocatoria a huelga general para siete días antes de las elecciones –que finalmente desconvocaron los dirigentes sindicales-; en el DF las movilizaciones alcanzaron su punto cumbre con más de tres millones de jóvenes y trabajadores al grito de ¡Si hay imposición, habrá revolución! y ¡Huelga general, huelga general! Era tal el peligro de que el movimiento adquiriera una madurez revolucionaria y surgieran otros epicentros de lucha que el mismo Calderón como “presidente electo” pidió al ejército reprimir  el plantón de Reforma para frenar definitivamente la radicalización. Los altos mandos del ejército se negaron, alegando que una acción de ese tipo terminaría por incendiar la pradera. La declaración de guerra de Calderón estaba lanzada, contra la clase trabajadora. Posteriormente, el 1 de diciembre del 2006, Calderón ordenó la movilización de 30 mil soldados por todo el país, “contra los narcotraficantes”.

Conforme ha pasado el tiempo se ha obtenido información documental que ratifica que la “guerra contra el narco” no era sino una forma indirecta de represión que buscaba inhibir la protesta social. Una de las más recientes fue la petición del periodista Daniel Lizárraga al IFAI sobre el “diagnóstico” y  la “estrategia”  de la que disponía Calderón al inicio del sexenio pasado para lanzar su seudo-persecución contra los cárteles de las drogas. La SEDENA respondió que no existían tales; respuestas similares recibió de la Presidencia de la República (Proceso 1871).

A finales del 2012 finalmente se logró documentar el infierno que ha padecido la clase trabajadora, los verdaderos destinatarios de la “guerra de Calderón”. Trabajadores despedidos de la PGR dieron a conocer a la prensa la base de datos sobre desapariciones que se conformó en los últimos meses del año pasado, en ella se indica que hay reportadas  21,581 personas como desaparecidas durante el sexenio de Calderón en todo el país, de ellos, se señala la ocupación de 4, 053. Si agrupásemos a los grupos que se desglosan; estudiantes, desempleados, amas de casa, campesinos y  maestros, es decir a las capas más bajas del proletariado, en su conjunto representarían el  ¡84.7% de los desaparecidos!

Los políticos y servidores públicos, más propensos a interponer una denuncia, representan apenas el 0.2%; policías y agentes ministeriales el 1.6%, militares el  0.8%,  comerciantes, empresarios y ganaderos 11.8%. Es decir, los elementos del Estado  que están “al frente de la guerra” sólo aportan el 2.6% de los desaparecidos, ya con los empresarios, podría pensarse “más propensos a las extorciones y el secuestro” en total sumarían apenas el 14.4% de los desaparecidos. Entonces ¿Quiénes son las verdaderas víctimas de esta guerra?

Sobre los más de 101 mil muertos, también producto de la “guerra contra el narcotráfico”, durante el sexenio pasado, la periodista Marcela Turati (Proceso 1887) basándose en la información de organizaciones que se han dedicado a reunir la información que el gobierno conscientemente se ha negado a recabar, realiza el perfil global tanto de las víctimas como de los victimarios: “Los muertos de la guerra (…) tienen rostro de joven de 24 a 35 años, de sexo masculino, habitante de la frontera norteña. Estaba casado, si no es que vivía en unión libre. Era padre. No tuvo más que la educación básica. Siempre fue pobre. Murió de forma violenta. Si tuviera que describirse en uno solo, este sería el perfil que compartirían la mayoría de los asesinados del sexenio. Un retrato idéntico al de su homicida, que sólo varía en la edad: era cinco años más joven. Víctima y victimario son reflejos del mismo espejo”.

Al mismo tiempo el balance global para el negocio del narcotráfico ha sido bastante positivo: Por un lado la influencia de los carteles mexicanos del narcotráfico no sólo no ha menguado, sino que se ha extendido a lo largo del continente Americano, de Europa y Oceanía. Así mismo, la revista Forbes incluyó en su lista de los hombres más poderosos del mundo por primera vez al Chapo Guzmán en 2009 en el lugar 40; para el 2012 éste ocupaba la posición número 63, sólo once peldaños debajo de Peña Nieto, ya como presidente electo. Como una muestra de hasta dónde el negocio del narco está fusionado con los sectores más decisivos de la economía y el Estado capitalistas, el banco HSBC (el más grande de Europa) aceptó, en diciembre pasado, pagar una multa de 1,900 millones de dólares por lavado de dinero del narco de diferentes países, incluidos México y Colombia,  por un monto total de 881 mil millones de dólares entre 2006 y 2010 (agora.com) Todos los analistas en la materia coinciden en que los carteles mexicanos de la droga tienen una perspectiva de desarrollo ambiciosa.

El fortalecimiento del narcotráfico y la persecución sangrienta contra los sectores más empobrecidos del proletariado, son los resultados de la “guerra de Calderón”.

El PRI y el narco ante la clase trabajadora

Dos fueron las condicionantes de la clase dominante norteamericana para apoyar el regreso del PRI a la presidencia: que Peña Nieto se comprometiera a aprobar las mentadas “reformas estructurales” y a continuar con la “lucha contra el narcotráfico”, aferrándose a la táctica militarista de Calderón y prolongando la “colaboración” con los cuerpos de seguridad norteamericanos. La primera condición refleja el objetivo del imperialismo y la segunda la táctica para llegar a él. Un ejemplo que muy bien ilustra del uso político que para el imperialismo tiene la “lucha contra el narco” es que la condición para que EUA reanude relaciones diplomáticas con el gobierno Venezolano, es que éste acepte la operación de las agencias policiales y militares norteamericanas en su territorio “para combatir al narcotráfico”. Los fallidos golpes de estado militares, organizados por la oligarquía y el imperialismo, en Venezuela y Bolivia en la década pasada les han obligado a actuar represivamente so pretexto del combate al narco y no ya de forma tan directa. En Guatemala, por ejemplo, en enero del 2012 fueron movilizados 200 marines norteamericanos para combatir al cartel mexicano de Los Zetas, con ello “Es la primera vez después de 50 años que los marines operan directamente en ese país” (elsalvador.com).

La imposibilidad de que Peña cambie la táctica de la  seguridad interna del país no sólo radica en las presiones que ejerce el imperialismo, de hecho, tanto la oligarquía norteamericana como la mexicana, necesitan ante todo de la inmovilidad de la clase trabajadora para que su programa de contra-reformas pueda prosperar. El escenario de criminalidad en el que han sumido al país no ha sido un obstáculo para sus objetivos, de hecho ha contribuido para que la clase trabajadora no haya retomado la senda de movilizaciones con un carácter revolucionario como en el  2006. El factor fundamental que ha terminado de cerrar la pinza contra la clase obrera ha sido la política de los dirigentes de la izquierda y de las organizaciones de masas (partidos y sindicatos) que ante cada ataque severo contra las condiciones de vida de las masas, ya sea en el terreno económico, político o social, cómo lo es la criminalidad, no han convocado a la lucha, en lugar de ello dan un par de declaraciones monótonas “condenando” la violencia, o bien se quedan callados, pero aún, algunos han sido cómplices en el parlamento y en los gobiernos estatales donde han aprobado la política de la burguesía “para combatir al narco” sin rechistar. ¿Cuáles han sido las acciones de los partidos y organizaciones de izquierda más importantes; llámense PRD, PT, Movimiento Ciudadano, Morena, etcétera, para detener la masacre de trabajadores, campesinos, jóvenes y niños a manos del ejército y los narcotraficantes? ¡Ninguna!

Sólo la clase trabajadora puede acabar con la catástrofe

“Al menos en los últimos 15 años ´no habían estado los astros tan alineados como ahora´ para aprobar un buen número de reformas estructurales en México y eso hay que aprovecharlo” (La jornada, 14 enero 2012), dijo el priista de viejo cuño y secretario general de la OCDE,  Miguel Ángel Gurria, reflejando el análisis que del momento realizan los estrategas del capitalismo. ¿Qué problema representan cientos de miles de trabajadores asesinados si con ese nivel de represión y persecución se obstaculiza la participación política de millones de obreros y campesinos? ¿Qué importa si durante el sexenio de Calderón fueron lanzados como abono 15 millones de “nuevos pobres” al floreciente negocio del narcotráfico, si así, y sólo así, se logró ganar terreno a las manufacturas chinas en Estados Unidos? La clase dominante seguirá haciendo uso de la violencia contra la clase obrera en tanto este elemento le sea útil y necesario para realizar sus negocios.

 Peña Nieto prometió demagógicamente que reduciría el número de homicidios al 50% en su primer año de gobierno, es verdad que el negocio del narco podría seguir creciendo a raudales –como conviene a todos los políticos ligados al narco, muchos de ellos priistas- al mismo tiempo que disminuye la violencia, el problema es que la violencia contra los pobres no ha sido una consecuencia inevitable de la “lucha contra el narco” o del crecimiento económico del mismo, al menos no en los niveles en que se ha desarrollado; la violencia ha sido un objetivo consciente del Estado y de los capitalistas: ¡violencia contra la clase obrera hasta doblegarla! Una vez echado a andar el carro, este ha adquirido su propia dinámica, cómo otro negocio capitalista  ha crecido y por lo tanto ha atraído la participación de grandes capitalistas “legales”; bancos y empresas de todo tipo. Se disputan los mercados diferentes sectores del negocio, sus intereses se mezclan con los de la burocracia estatal y militar en México y en otros países, incluidos los EUA; todos quieren participar de una parte de las ganancias, más en un contexto de crisis mundial donde lo que urgen son ganancias y rápidas. Todo ello en su conjunto ha generado más violencia de la que podría “planificar” o “dosificar” el Estado, de ahí que influyentes elementos del Estado y algunos capitalistas terminen “victimas” de su propio negocio, de su propia estrategia, pero mientras la balanza de perdidas políticas y económicas sea menor a la de ganancias para el conjunto del sistema, todo este entramado seguirá adelante y esa es la perspectiva.

Las verdaderas víctimas de este devenir de intereses caóticos son las únicas que pueden acabar con la catástrofe. El creciente número de pueblos que han recurrido a la formación de grupos de autodefensa en Michoacán y Guerrero para repeler la violencia del Estado y de los narcotraficantes señala el rumbo: la auto-organización del pueblo trabajador, pero estas medidas tienen que profundizarse en un sentido económico y social, luchando por un empleo digno, un salario mínimo de 18 mil pesos, la nacionalización de las tierras y la inversión  productiva en las mismas, recuperando los derechos democráticos de reunión, tránsito, expresión y organización política. Arranquemos el problema de la violencia de raíz, luchemos por la expropiación de los capitalistas y terratenientes. ¡Organízate en Militante!

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