Nacional

El partido de Calderón, en contubernio con la dirección del PRD encabezada por Jesús Ortega intentan una vez más que la enorme insatisfacción de las masas con el capitalismo no se exprese a través de las elecciones. Para ello siguen impulsando la política de alianzas entre los partidos de izquierda - especialmente del  PRD- con el PAN, como ocurrió en las elecciones del año pasado. Ello aderezado con la adopción de ex priistas para presentarlos como candidatos del PRD (Guerrero), o de ex perredistas que ahora son candidatos por el PAN (Baja California Sur), redunda en que para la clase trabajadora el terreno electoral se presenta como un complicado mosaico, donde votar por los partidos de izquierda es insuficiente, además  es necesario luchar contra el oportunismo y el arribismo dentro de estos partidos para contar con una alternativa que genuinamente represente los intereses de la clase trabajadora.

La burguesía se prepara para el 2012

A lo largo del 2011 se realizarán elecciones para elegir gobernador en los estados de Guerrero, Baja California Sur, Coahuila, Nayarit, Estado de México y Michoacán. Una vez más estas elecciones se realizarán en el marco de la crisis económica y política que se cierne  sobre las espaldas de la clase trabajadora como desempleo, carestía de la vida, asesinatos, etcétera. Por ser el antecedente electoral inmediato a las elecciones presidenciales del 2012 sus resultados adquieren especial relevancia.

La burguesía no quiere correr riesgos, es consciente de que la “fortaleza” del PRI y de su candidato para las elecciones presidenciales, Peña Nieto, es un producto propagandístico más que una fuerza basada en un apoyo de masas. Por ello mismo no pueden darse el lujo de que la verdadera correlación de fuerzas, entre la clase trabajadora y la burguesía, se exprese de forma clara en el terreno electoral y en ningún otro terreno. Pretenden evitar a toda costa que una victoria de la clase trabajadora pueda desencadenar un proceso como lo vivimos en el 2005, donde un movimiento de masas logró derrotar a la burguesía echando por tierra el desafuero de AMLO que le impediría ser candidato presidencial; fue  esta victoria la que revitalizó la lucha de los trabajadores en el terreno electora y sindical, demostrando las posibilidades concretas de triunfo para las elecciones de un año después.

Para la burguesía se ha vuelto una necesidad sabotear la lucha de  los trabajadores infiltrando la dirección de sus organizaciones, en este caso para evitar que el PRD saliera airoso de las elecciones del 2010 recurrieron  a los “chuchos” que pactaron las alianzas entre dicho partido de izquierda y el PAN con resultados desastrosos para el movimiento obrero, pero desde el punto de vista de la burguesía este era precisamente el objetivo; dividir, confundir, desmoralizar, dejar sin alternativa electoral al movimiento, poniendo ante los electores la siguiente disyuntiva: o votas por el PRI o por el PAN en alianza con el PRD e incluso también con el PT y Convergencia, en síntesis esto significó dejar sin una alternativa propia a millones de trabajadores en los estados de Oaxaca, Sinaloa y Puebla, donde los candidatos del PRD abandonaron los principios de la clase trabajadora para asumir los de la burguesía. Igual de trágica fue la alianza en Chihuahua entre el PT, Convergencia y el PRI. Por medio de esta política el ala de derechas del PRD ha evitado que el descontento contra el régimen de la burguesía se exprese de manera contundente en un voto masivo hacia el PRD.

Para los “chuchos”, es digno de presumir que en las pasadas elecciones la coalición de los partidos de izquierda con el PAN lograran ganar las elecciones al PRI en los estados de Puebla, Oaxaca y Sinaloa, sin embargo para la clase trabajadora esto no ha representado ningún triunfo ya que lo que ha cambiado es la fachada pero no el contenido pues la política del PRI, de la burguesía, de terratenientes, narcotraficantes y burócratas continúa y continuará rigiendo en estos estados. No se ha ganado nada, por el contrario se perdió una oportunidad para que emanaran gobiernos locales que representaran los intereses de los trabajadores, y cómo muestra. En Oaxaca, Puebla y Sinaloa no solo no se instalaron gobiernos que representen los intereses de la clase trabajadora, sino que ni siquiera dicha administraciones, por su política, se aproximan a las reformas implementadas por AMLO en su gobierno en el DF que han beneficiado a adultos mayores, a jóvenes, a madres solteras, etcétera.

No, las cosas siguen igual que con el PRI y no podía ser de otra manera, las “alianzas” con el PAN son en realidad una capitulación de los dirigentes del PRD ante la política de la burguesía.

La batalla por el  Estado de México

La burguesía intenta repetir la dosis, particularmente para las elecciones en el Estado de México, donde se encuentra el mayor número de electores a nivel nacional además de ser el estado que gobierna Peña Nieto, con lo cual el resultado electoral presupondría la fuerza con lo cuál contaría en el 2012.

El 13 de enero la dirección del PAN y el PRD comenzaron a negociar las condiciones de una posible alianza electoral para el Estado de México, pero sin llegar a acuerdo alguno; lo que les complicó la ecuación fue el hecho de que Alejandro Encinas aceptó contender por la gubernatura con el apoyo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) descartando de antemano la alianza con el PAN. Después se sucedieron todo tipo de declaraciones, unas negando la posibilidad de concretar la alianza si es que se postulaba a Encinas, otras que no la descartaban, el nerviosismo de la burguesía se percibía en sus contradictorias declaraciones. Finalmente la postura oficial del PAN fue dada por su presidente, Gustavo Madero. Así lo describía el diario El Informador de Guadalajara del 14 de enero: “El tema de las alianzas en el Estado de México dio un giro inesperado. El partido del gobierno en el poder convoca al político más crítico del Presidente Felipe Calderón”

“Ayer, Gustavo Madero, líder del PAN hizo un llamado a Andrés Manuel López Obrador para analizar la viabilidad de una alianza entre el blanquiazul y el PRD, con una visión democrática, a favor de los ciudadanos, y no sólo por los intereses de las fuerzas políticas”.


Esta Invitación a AMLO de parte del PAN tenía el objetivo de atizar a los sectores oportunistas y de derechas del PRD para que forzaran la alianza y obligar a Encinas a declinar su candidatura por el PRD. Inmediatamente el dirigente del PRD en el Estado de México, Sánchez Jiménez, miembro de la corriente de los “chuchos”, convocó  una reunión donde se acordó los lineamientos para definir sí se concretaría la alianza con el PAN, el acuerdo fue el siguiente: “armar una consulta ciudadana abierta para que sean los mexiquenses quienes definan la conformación de una amplia alianza e impulsar un PRD "incluyente." Pero, para no dejar lugar a dudas Sánchez Jiménez planteo el objetivo que tiene la consulta: "el objetivo de unir al PRD, de unir a la izquierda y decir que vamos a ir a la consulta ciudadana, vamos por ella, vamos a trabajar juntos todos nosotros por el sí en la consulta". (SDP noticias 16 de enero)

Pero el segundo hecho que sorprende es que Encinas haya aceptado participar en la “consulta”: “Voy a participar en la consulta (de una alianza) con las reglas que se establezcan, que espero sea plenamente democrática, y asumiré sus resultados”. (Vanguardia, 15 de enero). Por donde lo queramos ver esta “consulta” no será otra cosa más que una trampa para el movimiento de izquierda en el Estado de México, ¿Los  “chuchos” que avalaron la antidemocrática elección del 2006, pueden ellos organizar una consulta democrática? ¿Qué tipo de democracia pueden ofrecernos los “chuchos”, que fueron impuestos antidemocráticamente por el tribunal electoral en manos de Calderón, en contra de la decisión mayoritaria de las bases del partido, que justamente había votado por Encinas? Pero incluso, el fondo del asunto no son los métodos con los cuales se realice la consulta, sino el objetivo fundamental de la burguesía que es bloquear al movimiento obrero en su lucha por una transformación social. De ahí se desprende que tanto Encinas como AMLO deben de basarse en la movilización y aspiraciones de las masas, que si por algo se han mantenido organizadas ha sido precisamente por su rechazo a la política de los partidos de la burguesía, el PRI y el PAN. Esto le queda claro a todo el mundo, lo que realmente quieren demostrar los chuchos con su consulta es que están dispuestos a utilizar los medios más burdos para frenar las aspiraciones del proletariado, incluido el fraude para avalar la alianza con el PAN que obligaría a Encinas a postularse bajo el apoyo de otro partido, dividiendo la fuerza de la clase trabajadora.

Es posible ganar las elecciones con la movilización y un programa socialista

El Estado de México es emblema del control que durante décadas ha tenido el PRI sobre la clase trabajadora más pobre del país ¡En esta entidad el PRI lleva gobernando 81 años! Sin embargo este control se ha mostrado con pies de barro cuando las masas han juzgado que existe una alternativa consecuente, este fue el caso de las elecciones del 2006, donde las masas pobres del Estado de México dieron un puñetazo sobre el PRI impulsando al PRD a los cielos.

En esas elecciones AMLO ganó la mayoría de los votos en el Estado de México ni más ni menos que con el 43% de la votación, lo que significó 2 millones 469 mil 093 votos,  representado el doble de votos que obtuvo el candidato del PRI, Roberto Madrazo, el cual apenas llegó al millón 33 mil 110 votos. En esa misma elección conquistó 20 de los 75 escaños del parlamento local, con tan sólo un diputado menos que el PRI el cual obtuvo 21 diputaciones de las cuales dos fueron producto de su alianza con el Partido Verde Ecologista. De los tres senadores que corresponden a esta entidad el PRD ganó dos, el restante fue para el PAN. También logró 34 de los 125 ayuntamientos del estado, pero dado que fueron los más poblados estos representaban casi al 50% de la población del estado, que es por cierto la entidad más poblada del país.

No resulta raro que el PRD haya conseguido todo ese impulso si consideramos las condiciones de vida que priman en el estado, para ejemplificarlo tomaremos un artículo del 28 de diciembre del 2010  de Milenio, uno de los diarios que más rabia han soltado contra AMLO: “Poco más de la mitad de la población total de la entidad no cuentan con un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades de salud, educación, alimentación, vivienda, vestido y transporte público, según cifras oficiales proporcionadas por la Secretaría de Desarrollo Social del Estado de México.”

“A su vez, el legislador federal del PRI, Rodrigo Reina dijo que cifras oficiales muestran que el Estado de México es una de las entidades que se coloca en los primeros sitios en el ámbito nacional por los elevados indicadores de pobreza y marginación social, tras admitir que no existe una referencia precisa si los programas sociales han reducido el número de habitantes que vive bajo estas condiciones.”

Pero no solo ha sido esta situación material la que dio  una base de masas al PRD, además de ello fue que el programa de AMLO aplicado el en DF durante su mandato se mostraba como una alternativa claramente de izquierda, que se distanciaba significativamente de la política de los gobiernos del PRI y del PAN. ¿Qué ocurrió con toda esta base de apoyo? Todos aquellos que ahora pretenden una alianza con el PAN cómo único medio para derrotar al PRI la han dilapidado en los últimos años, ya en el 2009 gracias a su política de continuidad con la de los gobiernos del PRI perdieron el primero y tercer municipios más poblados del estado, Ecatepec y Ciudad Nezahualcóyotl tan solo por citar un par de ejemplos.

La base de apoyo potencial del PRD sigue siendo masiva en el estado de México, en este sentido resultan significativas las declaraciones del ultra conservador Obispo de Ecatepec Onésimo Cepeda, relatadas en el diario  Milenio del 17 de enero; “Hay que abrir los ojos y reflexionar pues la pobreza se está agudizando”, mas adelante describe el artículo: “Calificó de fundamental mantener un ambiente cordial en las campañas electorales “para que el próximo 3 de julio se lleve a cabo un proceso electoral limpio y sin chanchullos”. En otras palabras esta advirtiendo que el frágil equilibrio podría romperse si es que el PRI no hace bien sus “chanchullos”.

Encinas y AMLO cuentan con una potencial  base de masas en el Estado de México, una base que tiene muchas cuentas pendientes con el PRI y el PAN, pero para movilizar a esta base de apoyo es preciso plantearse como una alternativa decididamente de izquierdas y revolucionaria, que no esté dispuesta a hacer ningún pacto con la derecha, por el contrario que plantee una alternativa consecuente para con la clase trabajadora por medio de un programa socialista en el que claramente se llame al movimiento a luchar por la nacionalización bajo el control democrático de los trabajadores de la banca, la industria, la tierra y demás palancas fundamentales de la economía. Es por ello  que no tiene ningún sentido y sería un error que AMLO, Encinas y demás dirigentes del  “Movimiento de Regeneración Nacional”(Morena), cayeran en la trampa de la “consulta” que organizarán los “chuchos”; lejos de ello AMLO y Encinas deben de seguirse diferenciando no sólo de la política del PRI y del PAN, como correctamente lo hacen, también tienen que romper todo tipo de acuerdo con los “chuchos”, deben de denunciarles ante el movimiento como lo que son: infiltrados de la burguesía dentro del PRD; deben retomar el sentir de las bases perredistas para expulsar a todos estos oportunistas del partido. La mejor forma de luchar contra la política de los chuchos no es pactando con ellos, es combatiéndoles activamente.

¡No a las alianzas con el PAN! ¡Ningún pacto con los “chuchos”! ¡La candidatura de Encinas se tiene que defender con la movilización!

El gobierno de Calderón ha hecho de la lucha contra el narco un aspecto central de su gobierno, sin embargo los resultados son desastrosos y más que solucionar el conflicto lo ha complicado aún más. Este tema tienen distintas aristas sin embargo creemos que los trabajadores debemos sobre todo estudiar las bases más fundamentales, es decir la economía que éste fenómeno genera y los aspectos que de ello se derivan.

El mejor de los negocios

A nivel internacional los beneficios económicos por narcotráfico rondan los 500 mil millones de dólares anuales, pero los cárteles del narcotráfico llegan a ingresar hasta 800 mil millones de dólares al tomar en cuenta resto de actividades delictivas que ahora han asimilado: secuestro, tráfico de indocumentados, extorción, etc. No existe un registro preciso de los ingresos del narco pero hay analistas que califican las cifras anteriores como “conservadoras”, incluso hay quienes plantean que los carteles del narco manejan hasta 1.5 billones de dólares anuales a nivel mundial.

Los carteles mexicanos también acumulan grandes ganancias, uno de los casos más conocidos es el del Chapo Guzmán quien, según la revista Forbes, amasa una fortuna de mil millones de dólares; otro es el del cártel de los Beltrán Leyva el cual logró beneficios por 5 mil 800 millones de dólares entre los años 1990 y 2008, un promedio de 1 millón de dólares diarios. Amado Carrillo fuentes, quien antes de morir dirigió al Cartel de Juárez, reunió una fortuna personal calculada en 25 mil millones de dólares, en aquellos tiempos su cartel produjo un promedio de 200 millones de dólares semanales. Se calcula que en el año 2008 los carteles mexicanos tuvieron ganancias por 70 mil millones de dólares.

Los ingresos de los carteles mexicanos son más del doble de la Inversión Extranjera Directa (IED) de nuestro país y también el doble de las remesas. Esto nos da una idea del tamaño del negocio. Por su lado los beneficios internacionales del narcotráfico se equiparan con los paquetes de estímulos económicos realizados por el gobierno de Obama para el rescate del sector financiero de los Estados Unidos en el marco re la reciente crisis económica y equivalente a 1.3 billones de dólares en dos años.   

El mercado crece a diario

Por ahora el negocio del narco ya es gigantesco, pero tiende a desarrollarse  aún más. En Europa existían 3.5 millones de consumidores de drogas en el año 2005 y para el siguiente año la cifra creció en un millón más, es decir que el mercado se desarrolló en un 30%. En Estados Unidos, quien es el mayor consumidor de drogas a nivel internacional, la cantidad de consumidores creció 60%  del año 1992 al 2008 y mantiene una tasa de crecimiento de 2.4 millones anualmente. A un ritmo mayor o menor la cantidad de consumidores va creciendo constantemente, esto lo hace todavía más atractivo como negocio, pues mientras el mercado mundial no puede consumir la gran producción de automóviles o computadoras, en el caso de las drogas la situación es totalmente distinta. 

Capital sin barreras

La tercer característica más importante del capital generado por el narco es su gran movilidad y su capacidad para integrarse a la economía legal. A nivel internacional existen  cerca de 65 paraísos fiscales, incluyendo al Vaticano, que realizan ésta tarea cotidianamente y sin ser molestados. Esto quiere decir que para efectos prácticos, el capital del narco es tan normal como cualquier otro: compra y vende mercancías de cualquier otro tipo, adquiere instrumentos financieros, especula en las bolsas de valores, etc. ¿Qué ocurriría si de repente México no tuvieras más ingresos por remesas, o si Afganistán perdiera el 50% de su PIB (hasta 1990 el negocio de la amapola  es lo que significaba para ese país), en el marco del capitalismo? la respuesta es sencilla: quedaría en banca rota. A nivel internacional el capital del narco juega un papel muy importante en toda la economía, de hecho sin él la crisis actual del capitalismo sería todavía más devastadora pues de acuerdo a Antonio María Costa, el zar antidrogas de la ONU, en 2008 miles de millones de dólares provenientes del narcotráfico fueron empleados para salvar del la quiebra a una cantidad significativa de bancos. (La Jornada 10122009)

No estamos haciendo una apología del capital proveniente del narco, lo que decimos es que los negocios sangrientos como el narco son parte natural y vital del capitalismo.

La miserable política de Calderón

Desde su inicio como presidente Calderón lanzó la batalla contra el narco, el objetivo no era eliminar a los carteles sino sobre todo tratar  de ganar puntos ante su gran descrédito por el fraude electoral que lo llevó al poder. El resultado de la política anti narco han sido los 35 mil asesinatos en lo que va del sexenio, además de miles de niños huérfanos, un ambiente de terror en ciudades y pueblos, muertes de personas que nada tiene que ver con el narco, etc. Es cierto que en el marco del capitalismo el problema del narco en sí mismo es complicado de resolver, pero también es cierto que Calderón ha fortalecido el conflicto respaldando al cártel del Chapo Guzmán en contra del resto. De hecho parte de los asesinatos a población inocente han sido perpetrados por el mismo ejército.

Con ello, la guerra actual del narcotráfico ha presentado escenarios totalmente nuevos que demuestran la magnitud del error de Calderón, uno de los casos que llamó fuertemente la atención fue el atentado terrorista en pleno centro de Morelia en el 15 de septiembre de 1998; otros han sido los casos de secuestros de pueblos completos en donde los narcotraficantes llegan y asesinan a sus enemigos con total impunidad. Los cierres de avenidas por parte del narcotráfico en Monterrey en el año 2010 también demuestran la incapacidad y el contubernio de los gobiernos locales y federales.

Los resultados de la lucha contra el narco demuestran no sólo la estupidez e incapacidad de Calderón sino sobre todo su debilidad como gobierno de la burguesía. Los medios de comunicación burgueses se encargan sobre todo de fortalecer un ambiente de miedo y zozobra con el fin de paralizar a todos los trabajadores que intenten luchar contra el gobierno panista, pero además tratan de cubrir esa debilidad de Calderón anunciando una y otra vez los “grandes” logros de la política de Calderón contra el narco. A pesar de esta campaña a favor del espurio, la realidad queda a la vista: Calderón representa un gobierno débil y en jaque por una guerra que el mismo fortaleció. 

El narco sólo tiene solución por la vía socialista

En muchos lugares de la República Mexicana el narcotráfico es la única manera de obtener ingresos que les ayude a solucionar las necesidades más básicas de la familia. Los halcones (vigilantes), los cobradores de piso (impuestos a comercios) los transportistas no ganan realmente cantidades exorbitantes de dinero, sus ingresos rondan los 10 mil pesos mensuales. Comparado con la inmensa mayoría de los trabajadores que mantienen salarios de hambre, los ingresos de la gente involucrada con el narco en sus niveles más bajos son superiores pero apenas suficientes para cubrir las necesidades más básicas y a ello se le agrega el riesgo de ser asesinado en cualquier momento.

La solución está aquí muy clara, la parte vital del combate al narcotráfico no es por vía armada sino por vía económica. Es fundamental eliminar el desempleo, los salarios de miseria y la destrucción de las prestaciones laborales. Para ello se debe desarrollar una poderosa industria que dé paso a un fortalecimiento de la cantidad de trabajadores ocupados y con un salario digno, ello traerá como consecuencia un desarrollo de la cultura de tal forma que la batalla contra el consumo de drogas obtiene una base material para realmente triunfar. El fortalecimiento de la clase trabajadora, el desarrollo de su cultura dará paso a otro aspecto que es la conformación de sindicatos y poderosas organizaciones obreras. Estas organizaciones se encargarían de defender a los trabajadores de cualquier ataque ya sea de los carteles de las drogas, o de cualquier otro grupo que intente afectar sus derechos.

Pero esto no se puede lograr en el marco del capitalismo, mucho menos ahora que la crisis económica internacional sigue galopando. Para lograr lo anterior y desarrollar una infraestructura educativa, de salud que fortalezca la lucha contra la descomposición de la sociedad es necesario expropiar los medios de producción y ponerlos bajo el control de los trabajadores. Sólo de esa manera saldremos del calvario que ahora significa el narcotráfico. 

El PRD, el PT, los sindicatos y todas las organizaciones obreras, campesinas y juveniles podrían iniciar ahora mismo las tareas lanzando una campaña en contra del pago de la deuda externa, en contra de las millonarias evasiones fiscales y en contra de los gigantescos rescates a empresas privadas. Con ello ya se obtendría una cantidad de recursos suficientes para solucionar parte del desempleo y para construir centros de atención a consumidores.

Pero esto debe ser la primer parte de la lucha contra el flagelo del narcotráfico, lo que sigue es extender la lucha revolucionaria por todo el continente incluyendo a los Estados Unidos. Si la revolución no se extiende entonces los empresarios y narcotraficantes se organizarán en otros países y desde ahí regresaran para tratar de mantener su régimen de pobreza y sangre.

Actualmente el capitalismo está en una franca situación de descomposición a nivel internacional, y por ello se fortalecen fenómenos tan detestables como el narcotráfico la guerra contra éste.  La alternativa hoy más que nunca es la revolución socialista en todo el mundo.

El 12 de enero hizo un año del terremoto que devastó Haití y que provocó casi 300.000 muertos, otro número similar de heridos y dejó a 1,3 millones de personas sin hogar, que en su inmensa mayoría aún siguen viviendo en tiendas de campaña en campamentos provisionales. Un año después, la reconstrucción casi no ha comenzado, en la capital, por ejemplo, sólo se han removido el 5% de los escombros.

Las condiciones en las que vive la mayoría de la población siguen siendo de miseria, la mayor parte no tiene acceso a los servicios básicos, sólo uno de cada cinco tiene acceso a las instalaciones sanitarias. El 80% de la población vive en la pobreza y la tasa de paro es del 70%. Como sucedió en el caso del tsunami en el Sudeste Asiático los gobiernos capitalistas prometieron miles de millones de dólares para la reconstrucción del país. ¿Qué ha sucedido con todo el dinero prometido? Como recogía The Washington Post (7/1/11): "La IHRC [Comisión Interina para el Desarrollo de Haití] no ha hecho demasiado. Todavía no se ha entregado ni el 10% de lo prometido por los donantes extranjeros y ha gastado menos aún de ese dinero. A parte de reconstruir el aeropuerto internacional y limpiar de escombros las principales arterias urbanas, no ha comenzado la reconstrucción de ninguna infraestructura importante: carreteras, puertos, viviendas o comunicaciones. Según las últimas noticias, de los 1.500 contratos de EEUU por valor de 267 millones de dólares, sólo 20, valorados en 4,3 millones, han ido a empresas haitianas. El resto ha ido a empresas norteamericanas, que casi exclusivamente utilizan suministradores estadounidenses. Aunque estos contratistas extranjeros emplean a haitianos, el grueso del dinero y los beneficios son reinvertidos en EEUU".

Parte de la ayuda ha profundizado aún más la crisis del país. EEUU ha subvencionado la exportación de arroz barato a Haití con la consiguiente amenaza de bancarrota para el sector agrícola local, del que depende la supervivencia del 66% de la población local.

Epidemia de cólera

Para empeorar la situación, en octubre estalló un brote de cólera que ha provocado más de 2.200 muertos y ha infectado a más de 100.000 personas, sin contar a los que han muerto en las calles o en sus casas sin recibir ningún tipo de tratamiento. El cólera es una de esas enfermedades relacionadas con las malas condiciones sanitarias y de higiene, perfectamente evitable y curable en pleno siglo XXI, es el primer caso que se da en el hemisferio occidental en un siglo.

En el caso de Haití el cólera no estalló debido a las malas condiciones sanitarias de la isla, que existen, sino que, como se demostró posteriormente, el origen fueron las tropas de la ONU, concretamente los soldados nepalíes. El cólera se ha extendido tan rápidamente debido a las condiciones de miseria y a la destrucción de la infraestructura, pero también a la política criminal del imperialismo. Debemos recordar que el imperialismo norteamericano en 2004 organizó un golpe de Estado para echar a Aristide del gobierno; previamente, para socavar su gobierno, como en el caso de Cuba, Haití sufrió un criminal bloqueo económico, EEUU bloqueó los préstamos del Banco Interamericano para el Desarrollo destinados a desarrollar la infraestructura del agua en la isla, incluido todo el suministro de agua potable en la región de Artibonita, el epicentro de la epidemia de cólera.

Fraude electoral

Si no bastara con el terremoto, el cólera, la ocupación militar y la represión, el 28 de noviembre, se celebró la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Tanto EEUU como los países de la UE, no cuestionaron el carácter "democrático" de todo el proceso electoral, a pesar de que fueron prohibidos todos los candidatos del Fanni Lavalas (el partido de Aristide) o de que habían desaparecido miles de haitianos del censo electoral. Nada más conocerse los resultados oficiales, tanto Mirlade Manigat (la candidata más votada), como Michel Martelly (tercero más votado), se negaron a reconocer los resultados. Los observadores de la UE dieron como vencedora a Manigat, pero la comisión electoral dio por vencedor a Jude Célestin, el candidato del partido de Préval (el INITE). Es tal la magnitud del fraude que la ONU ha pedido una investigación, mientras la OEA no las ha reconocido y pide la exclusión del candidato oficialista para la segunda vuelta que se celebrará el 7 de febrero.

A lo largo de este año, pero sobre todo estos últimos dos meses, hemos visto protestas masivas en Haití. Primero contra la ineficacia del gobierno en el caso del brote de cólera. Después contra el fraude electoral. En ambos casos los haitianos no sólo han dirigido sus protestas contra el gobierno, sino también contra las tropas de la ONU, exigiendo el final de la ocupación imperialista. La situación en Haití es un ejemplo de cómo el imperialismo utiliza la "ayuda humanitaria" para subordinar a los países más débiles al yugo imperialista y así afianzar sus intereses estratégicos, en este caso los de EEUU, en la región.

A partir del 1 de  enero de este año se impuso un aumento del 20% (un peso) en la tarifa del transporte colectivo en la capital del Estado de Puebla. Esto, luego de varias reuniones privadas entre el gobernador priísta Mario Marín y el electo gobernador panista Rafael Moreno Valle (RMV) con los empresarios del transporte. Así que ahora el pasaje costará seis pesos en autobuses y microbuses, y 5 pesos con 50 centavos en las combis; las personas de la tercera edad pagarán cuatro pesos (antes eran tres) y los discapacitados continuarán con la “tarifa cero”.

El aumento ha sido justificado por el gobierno en turno, mediante un supuesto “estudio técnico” basado en las constantes alzas de los combustibles, así como en los incrementos de otros insumos, como refacciones, necesarios para la operación. En palabras del Secretario de Gobernación del Estado, hablando por los empresarios, dijo: “Se concluyó que la actual tarifa ya era incosteable, luego de mantenerse vigente por casi tres años, por lo que fue necesario el ajuste con la finalidad de mantener sin afectación el servicio”.

Pero lo cierto es que, una vez más quedó de manifiesto que el gobierno (del PRI y/o del PAN) es sólo una junta que administra los negocios de la burguesía que lo impone. Pues desde el pasado mes de septiembre la ciudad capital vivió un caos originado por el paro parcial que realizaron algunas rutas del sistema de transporte colectivo, como medida de presión por parte de los concesionarios para que el gobierno permitiera aumentar el costo del pasaje.  Al final, el “Gober Precioso” terminó cediendo ante los intereses de su clase y pactó junto con RMV y los empresarios el alza en la tarifa del transporte colectivo.

Lo anterior, pone ya de manifiesto también los intereses de clase que representará el gobierno del panista (antes priísta) Rafael Moreno Valle. Pues, aunque supuestamente la actual tarifa se mantendrá durante los siguientes dos años y los concesionarios se han “comprometido” a consolidar la calidad en el servicio, certificar a los choferes, ampliar los horarios, instalar contadores electrónicos de pasaje en cada unidad, reguladores de velocidad y se expondrán las reglas del usuario; los empresarios del transporte señalan que el aumento autorizado sigue siendo “insuficiente” y presionaran a RMV para incrementar a siete u ocho pesos el pasaje.

En cuanto a los “compromisos” de los concesionarios, los mismos se hicieron desde que el ex-gobernador Melquiades Morales Flores (también priísta), al final de su mandato (en el año 2005) aumentó la tarifa del transporte público de $3.50 a $4.00 pesos, y en el 2008 cuando se aumentó nuevamente el costo del pasaje a $5.00 pesos, ya durante la administración de Mario Marín; desde entonces, poco o nada han hecho los empresarios del transporte para mejorar la calidad del servicio y las condiciones laborales de los operadores. Como siempre, los más afectados siguen siendo los trabajadores y sus hijos estudiantes, en su mayoría de escasos recursos, que sin duda verán otra vez perjudicada su economía con el aumento, mismo que se suma a los de la gasolina, el gas, los alimentos, las colegiaturas, etc. Pues, mientras el aumento al pasaje ha sido del 20%, el salario mínimo apenas tuvo un incremento de 4.1% (2 pesos con 23 centavos), pasando de 54.47 a 56.70 pesos, para la zona geográfica "C", la más baja del país y a la que está adscrita el Estado de Puebla.

Si para los empresarios ya no es rentable dar el servicio, como expresó el Secretario de Gobernación, y como han demostrado, no pueden mejorar la calidad, el transporte colectivo debe ser municipalizado y puesto bajo la administración democrática de los trabajadores. Esta debe ser la consigna en las acciones de protesta que están siendo convocadas ya por el Frente de Organizaciones Sociales, Sindicales, Campesinas y Estudiantiles del Estado de Puebla (Fossceep), a las cuales deben sumarse los demás sindicatos afiliados a la UNT y organizaciones de izquierda de la entidad (Casas del Movimiento en Defensa de la Economía Popular, el PRD, PT, etc.). Debemos demostrar la fuerza unificada de la clase trabajadora contra la carestía de la vida y, en este caso, por la municipalización del transporte colectivo. Esto permitiría bajar el precio, otorgar un mejor servicio y dar condiciones laborales dignas a los trabajadores del volante. Porque mientras sigamos viviendo en estasociedad capitalista, en la cual prevalece el afán de lucro de los capitalistas por encima de las necesidades sociales, no podemos esperar un futuro mejor, sino niveles de vida cada vez más precarios.

Definitivamente: ¡no podemos seguir viviendo así! Por eso, al mismo tiempo que luchamos contra el aumento a la tarifa del transporte colectivo y contra la carestía de la vida, es necesario luchar por una sociedad distinta y superior a la capitalista: una sociedad socialista, en la cual se planifique la economía y participen democráticamente los trabajadores en la toma de decisiones. Con ello, en cuanto al transporte colectivo, se podría (de forma más sencilla) rediseñar las rutas, construir transportes más rápidos, baratos y cómodos en donde tengamos que invertir menos dinero y tiempo para trasladarnos.

 

¡No al incremento a la tarifa del transporte colectivo!

¡Contra la carestía de la vida: escala móvil de precios-salarios!

¡Municipalización del transporte colectivo y puesto bajo la administración de los trabajadores!

¡Derechos laborales para los operadores del transporte colectivo!

¡Únete a Militante y luchemos juntos por la transformación socialista de la sociedad!

La crisis económica ha tenido como epicentro a los Estados Unidos (EEUU), mismo que vio la manera en que su Producto Interno Bruto (PIB) colapso en 2009 al contraerse 2.4%, impactando gravemente la económica mexicana dada su extraordinaria dependencia del imperialismo yanqui, destino éste último del 85% de las exportaciones nacionales y país de origen de mas del 50% de las Inversiones Directas Extranjeras (IED) que llegan nuestro país: en 2009, respecto al año anterior, las exportaciones mexicanas cayeron 21.2% y la IED se redujo 50.7%; por su parte el PIB sufriría su peor descalabro en 70 años al decrecer 6.5%. De todo ello los trabajadores sacarían la peor parte pues de acuerdo a la Asociación Latinoamérica de Micros, Pequeños y Medianos Empresarios (ALAMPYME) durante ese mismo año quebrarían 500 mil medianas y pequeñas empresas derivando ello n el despido de millón y medio de trabajadores. (La Jornada 22122009) Este balance contradice las maquilladas cifras del secretario del trabajo, Javier Lozano, quien sólo reconoce 189 mil 271 despidos durante 2009.

En los últimos 20 años los EEUU había estimulado a la economía mundial consumiendo cantidades ingentes de mercancías producidas en prácticamente todo el planeta; para México, dada su ubicación geográfica y su mano de obra barata, tal situación fue especialmente ventajosa. Pero ahora todo se ha transformado en su contrario ya que al mismo tiempo que los EEUU importaban mercancías de todo el mundo, su industria no cesaba de producir; y mientras el mercado interno de esa nación pudo palear dicha contradicción las cosas lograron marchar, sin embargo todo eso llegó a sus límites  con la saturación del mercado yanqui el cual se mostró en adelante incapaz de seguir desempeñando el papel que había jugado durante los últimos años como el más importante consumidor de mercancías del orbe, transformando al mismo tiempo de esa manera a nuestro vecino del norte en el principal motor de la economía mundial. Por consecuencia finalmente dicha contradicción terminaría manifestándose amargamente en 2007 tras el estallido de la crisis de la hipotecas subprime, marcándose así el inicio de la actual crisis del capitalismo mundial. 

El desarrollo de la crisis ha sido contradictorio pues al mismo tiempo que naciones como Grecia e Irlanda se encuentran al borde de la bancarrota, por otro lado vemos a China que sigue creciendo. Para el caso de México, el cual ha oscilado de su peor colapso en 70 años de historia en 2009 al 5% de crecimiento estimado en 2010, lo contradictorio de este proceso ha dado lugar a reiteradas declaraciones de Calderón señalando que nuestro país ha dejado atrás definitivamente la crisis y se enfila hacia el desarrollo. Aparentemente este éste último resultado del PIB le da la razón a Calderón, sin embargo las cosas no son tan así.

El tercer trimestre del 2009 representó el final de 18 mese consecutivos de recesión para los EEUU, durante ese trimestre su economía crecería en un 3.5% para un trimestre después escalar hasta los 5.6%, sin embargo a pesar de ello la economía yanqui culminaría ese año en medio de una aguda contracción del 2.4%. Para México ello representó un cambio significativo ya que a mediados de ese mismo año nuestro país ya había padecido una contracción del 8.2% en el primer trimestre seguida de otra aún más profunda del 10.3% en el segundo trimestres. Un mejor ritmo económico de los EEUU “suavizó” la caída en el tercer y cuarto trimestre al lograrse contracciones en el PIB del 6.4% y 2.03%, respectivamente. En ese contexto, ya en 2010, es en el que el PIB mexicano se desarrollaría en un 5%.

No obstante, y a pesar de dichos resultados, el tipo de recuperación en México ha estado plaga de contradicciones y está lejos de permitir señalar con certeza que nuestro país ha dejado de lado el riesgo de una nueva recesión y se enfila hacia un desarrollo firme, tal como reiteradamente lo señala Calderón.

Exportaciones e industria

Entre enero y septiembre del 2010 las exportaciones mexicanas acumularon 216 mil 800 millones de dólares, representando ello un crecimiento del 34% en comparación al mismo periodo del 2009. La perspectiva es la de que al finalizar el 2010 éstas hayan totalizado un crecimiento del 33.7%. Sin embargo el panorama continúa siendo incierto pues desde el 43.9% alcanzado en mayo, el ritmo de las exportaciones decreció hasta ubicarse en un 20.8% en septiembre.

La producción industrial estimulada por las exportaciones alcanzó su mayor repunte en junio pasado (8.2%), sin embargo éste resultado se mantiene 3.6 puntos abajo del nivel más alto alcanzado antes de la crisis.  Además el avance de este sector no ha sido homogéneo pues se ha basado principalmente en las manufacturas, las cuales crecieron durante el primer semestre un 11.6% (y al interior de éstas en la industria automotriz, la cual creció 76.8%), mientras la industria de la construcción en mayo pasado reportaba 22 meses consecutivos en “caída libre”, de acuerdo a los empresarios del ramo.

Incluso para la industria automotriz el panorama es contradictorio pues Volkswagen de México señala que en 2010 fabricaría sólo 435 mil unidades, más que los 320 mil autos fabricados en 2009 pero menos de las 450 mil unidades del 2008. Volkswagen de México señala que la cantidad de autos que se fabricarán en 2011 también será similar a la del 2010.

Tras ese significativo repunte de junio, ahora la producción industrial reporta crecimientos mucho mas moderados  que van del 6.6 al 3.7% en septiembre y octubre respectivamente.

Inversiones

Es cierto que la IED ha mejorado significativamente al acumular durante el primer semestre del año 12 mil 238 millones de dólares, cantidad superior al ingreso de todo 2009 y que alcanzó los 11 mil 900 millones de dólares; además se estima que la IED en 2010 escale hasta los 18 mil 857 millones y en 2011 a los 19 mil 913 millones. No obstante, de lograrse esas cantidades, el resultado aún será menor al del 2007 cuando la IED llegó a los 23 mil 230.2 millones de dólares.

Además a lo largo del primer semestre del 2010 se reportaron fugas de capitales por 9 mil 988 millones de dólares a través de empresarios y particulares mexicanos que transfirieron capitales al extranjero. Si bien es cierto que esta cantidad es menor en un 33% del 2009, también por otro lado no es desdeñable el hecho de que esa cifra al mismo tiempo represente aproximadamente la mitad de la IED estimada para 2010, cuestión que por sí misma es preocupante.

Otra paradoja que se agrega es el hecho de que el 26 de agosto pasado la Bolsa Mexicana de Valores cerraría operaciones con una pérdida del 0.75%, quedando el Índice de Precios y Cotizaciones en 31 mil 127.99 puntos. De acuerdo a los analistas para ese momento “éste nivel indica que todas las ganancias en el mercado local de valores durante 2010 han quedado eliminadas, incluso, la bolsa registra pérdidas nominales del 2.80% respecto a los valores que tuvo al término de 2009”. (La Jornada 27082010)

El PIB

También hay que destacar que el valor total del PIB durante el segundo trimestre, periodo en el que se logró el crecimiento más alto en 2010 con un 7.6%, fue de 8 billones 753 mil 916 millones de pesos, cantidad aun inferior a los 9 billones 40 mil 647 millones alcanzados el segundo trimestre del 2008, antes de que la crisis estallará en nuestro país.

Si bien durante el primer semestre del 2010 el PIB experimentó un crecimiento que pasó del 4.3 del primer trimestre al 7.6% logrado un trimestre después, ahora las cosas marcha en sentido contrario pues entre julio y septiembre el crecimiento se ubicó en 5%, finalizando, según estimaciones, en un 4% en el cuarto trimestres. 

Empleo

Sobre el desempleo las cifras también son contradictorias: al tiempo que la Secretaria del Trabajo y Previsión Social (STPS) señala que de enero al 30 de noviembre se registraban 980 mil nuevas plazas, por otro lado un balance comparativo entre los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de finales del 2009 (44 millones 535 mil 314 personas trabajando) y los del primer trimestre del 2010 (43 millones 633 mil 759 personas ocupadas) indica que entre enero y marzo se periodo se perdieron 901 mil empleos.

Por otro lado en octubre pasado la tasa de desempleo se ubicó en los 5 puntos, para después remontar hasta los 5.8% en noviembre.  Además se pronostica que éste índice al terminar 2010 será del 5.36% y en 2011 del 5.14%. De nuevo comparemos resultados: en enero del 2009 la tasa de desempleo se ubico en los 5%, siendo considerado en aquel entonces el nivel más alto el los últimos 12 años; después durante el segundo trimestre de ese mismo año, cuando el PIB experimentó su peor colapso al contraerse en un 10.3%, el desempleo alcanzo el 5.2%. Es evidente que todos esos porcentajes contradicen el discurso oficial. Como podremos ver, salvo el resultado de octubre de éste mismo año, que es idéntico al de enero del 2009, noviembre y la perspectiva para 2010 y 2011 arrojan porcentajes superiores al logrado en el segundo trimestre del 2009 cuando se presentó el peor registro del PIB en décadas.

La problemática del desempleo en 2010, a pesar del crecimiento logrado en éste año, es muy similar al que se tenía un año antes. De hecho el escepticismo ya es visible entre la burguesía e incluso en el gobierno pues los cálculos de la propia STPS sobre la generación de empleos para 2011 oscilan entra las 500 y 600 mil nuevas plazas; por su parte el vaticinio de la Concanaco es de 530 mil plazas. De cumplirse esas perspectivas, realmente muy poco se habrá solucionado pues ese medio millón de empleos se tendrán que repartir entre los 2 millones y medio de desempleados que oficialmente reconocen el gobierno y el millón 300 mil jóvenes que cada año se integra al mercado laboral. Pero si tomamos en cuenta que el desempleo real es de 8 millones de mexicanos (La Jornada 03092010)  ese medio millón de nuevos empleo para 2011, en caso de ser alcanzados, nada habrán solucionado.

Perspectiva económica

Un reconocimiento tácito de la seria debilidad de la recuperación es la línea de crédito solicitada por Calderón al Fondo Monetario Internacional (FMI) el pasado 14 de diciembre por un monto de 73 mil millones de dólares. De acuerdo a Calderón esta medida tiene un “carácter precautorio” para proteger a la economía “contra cualquier turbulencia externa”. Con esta medida el gobierno contaría con un “blindaje económico” que, sumado al monto actual de reservas internacionales (130 mil millones de dólares), se aproxime a los 200 mil millones de dólares.

México está fuertemente atado al de los EEUU, el cual desde mediados de 2010 ya presenta un menor ritmo económico. De hecho la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) señala que las exportaciones se mantendrán estacadas en 2011 al crecer ese año solamente 1%.

La perspectiva trazada en octubre pasado por el FMI para el 2010 ubican al PIB de los EEUU con un crecimiento del 2.6%  al mismo tiempo que señala  que “las perspectivas para Estados Unidos son inciertas” durante el 2011. Las expectativas trazadas por el Bank of America-Merrill Lynch para dicho año son de un crecimiento del 2.3%.

Los contradictorios resultados de México en 2010 demuestran que el crecimiento alcanzando hasta el momento por los EEUU no ha sido suficiente, derivando ello en una base para la recuperación económica particularmente frágil, fenómeno que ahora representa más peligros dado que la principal potencia capitalista da muestras de una tendencia hacia un menor ritmo de crecimiento. Pero el anterior no es el único problema para México, también lo es el hecho de que el imperialismo yanqui está fincando la mayor parte de sus expectativas de recuperación en el mercado externo con el objetivo de reducir su gigantesco déficit comercial.

Para que México se recupere se necesita que el mercado interno de los EEUU se reactive pudiendo éste último tener un aún mayor impacto positivo sobre nuestras exportaciones, sin embargo por el momento no se puede esperar ésta clase de resultados pues el desempleo en territorio yanqui roza el 10%; porcentaje cuestionado por Robert Reich, ex secretario del trabajo con Clinton, quien asegura que en realidad el desempleo es del 22%.

De acuerdo a los analistas para que el desempleo en los EEUU disminuya se necesita un crecimiento sostenido del 5% a lo largo de un año, pero bajo las condiciones actuales ello se presenta como una perspectiva poco probable en el mediano plazo. Eso lo sabe la administración de Obama la cual es consiente de que el camino del mercado interno está descartado por el momento, y por ello su apuesta hacia el mercado externo  se ha fortalecido.

Los EEUU han depreciación el dólar abaratando con ello el precio de sus exportaciones: tan solo desde el 7 de julio pasado, cuando presento su cotización más alta, el dólar se ha depreciado en un 6.6%. Si embargo esto no ha sido suficiente y ahora Obama pretende ir más lejos propiciando una mayor devaluación competitiva de la divisa yanqui inyectando la circulación de 600 mil millones de dólares. Además, una medida proteccionista adicional para hacer  más competitivas a las exportaciones yanquis, es el reciente recorte masivo de impuestos aprobada por el Senado, a través de las rebajas tributarias que vencían originalmente a finales de 2010. La iniciativa, la cual se extenderá durante dos años más, pondrá a disposición de la industria norteamericana buena parte de los 858 mil millones de dólares que costará para las fianzas de la administración de Obama la Ley de Recorte de Impuestos.

Para los socios comerciales de los EEUU como México, las anteriores medidas representan un golpe directo para su estabilidad económica. Pero EEUU no tiene otro camino, o ataca o de nuevo se hunde en la recesión con la fuerte posibilidad de que la próxima vez sean más catastróficos los resultados.  El crecimiento de los EEUU en 2010, estimado en un 2.6%, también ha sido bastante contradictorio pues a pesar de éste resultado su déficit comercial se incrementó acumulando un monto de 614 mil millones de dólares tan sólo en los primeros diez mese del 2010; esa suma representa más del doble del saldo desfavorable registrado por dicho rubro durante ese mismo lapso del 2009.

En este marco la producción industrial yanqui, que en el primer semestre 2010 creció 7%, para tres meses después escalar hasta el 9.1%, ha terminado por experimentar un menor ritmo que la ubicó en el 4.8% durante el tercer trimestre. 

Por el momento la estrategia de Obama ya ha rendido algunos frutos pues las exportaciones de los EEUU lograron en octubre pasado su valor más alto de los últimos dos años con ventas record a China y a México, lográndose durante ese mes la reducción del déficit comercial en un 13.2%.

No es descartable que el fenómeno de octubre se transforme en una tendencia que haga aún más lenta y tormentosa, y aún más contradictoria, la recuperación en México; pero las cosas podría ser peor si la administración de Obama siente que necesita profundizar esa clase de medidas para asegurar una más rápida recuperación, máxime ante la amenaza de un probable colapso económico de la unión europea.

En 2010, cuando la economía yanqui presentó un mayor ritmo al que se pronostica para el 2011, los resultados en México, a pesar del crecimiento del 5%, han sido contradictorios y pocos satisfactorios, dejando al país en una posición aun lejana al punto en que se encontraba antes de que estallará la crisis. Sin embargo, dada la limitada recuperación económica de los EEUU, la cual además ha disminuido su ritmo, ahora se abre la una perspectiva para México de una recuperación aun más lenta y larga, la cual tendrá que transitar por periodos de estancamiento e incluso recaídas. Pero si el déficit comercial de los EEUU sigue creciendo con el mismo rimo del 2010, año en el que se duplicó a pesar del crecimiento del PIB, a la par que su ritmo económico continúa decayendo, estoces se abre la posibilidad de una nueva recesión por parte de la principal potencia capitalista traduciéndose ello en una nueva y profunda catástrofe para la economía mexicana.

Lucha de clases

La crisis económica ha impactando seriamente las finanzas del Estado provocando recortes en el presupuesto que, sumando los ajustes del 2010 y los programados para 2011, ya alcanzan los 150 mil millones de pesos, todo ello en detrimentos de los servicios y programas sociales del Estado orientados hacia las familias trabajadoras del campo y de la ciudad.

Las finanzas del Estado están fuertemente presionadas y las perspectivas para que dicha situación cambie se ven más que complicadas, pues además de un crecimiento insuficiente otro presión adicional es el costo de recurrir al endeudamiento como una medida para paliar los desequilibrios fiscales; bajo esta lógica es que a lo largo de los primeros cuatro años del gobierno de Calderón y hasta noviembre del 2010, la deuda total del Estado acumuló los 4 billones 179 mil millones de pesos, representando ello un crecimiento del 90.7% durante ese lapso. Dado ello el gobierno ha tenido que programar para el 2011 240 mil 178 millones de pesos para el pago de deuda. Necesariamente las presiones de la deuda seguirán derivando en ajustes y recortes para la educación y salud públicas, el campo y demás programas sociales, siendo todo ello un elemento más de empobrecimiento masivo.

Las finanzas del Estado no sólo están objetivamente imposibilitadas para comprar la paz social sino que además son más combustible para la polarización entre las clases sociales; a ello se agrega otra combinación bastante volátil: salarios pobres y carestía de la vida.  El incremento del salario mínimo para 2011 fue del 4.1%, es decir, para la zona “A”, que es del nivel más alto, el alza salarial fue de 2 pesos con 34 centavos, pasando el salario mínimo de 57.45 a 59.80 pesos diarios; ello paralelamente al aumento del precio de la tortilla, alimento clave para la dieta de dos tercios mexicanos, de 8 a 12 pesos por kilo. De hecho la canasta básica de 40 alimentos se encareció a lo largo de todo 2010 en un 13%.

No existes una relación mecánica entre economía y lucha de clases, sin embargo en última instancia la base material de la sociedad es el factor que determina los derroteros de la lucha de clases. Y por lo que a la reproducción material del atrasado y dependiente capitalismo mexicano corresponde, es difícil percibir un resquicio que le permita generar un mínimo de bienestar social como para distensar la enorme polarización social en México. Lo que hay frente a nosotros es una receta acabada para la lucha de clases.

Se trata de una situación que incluso ha tenido que ser reconocida por algunos representantes de la burguesía quienes han advertido reiteradamente sobre el peligro en México de un “estallido social”, por emplear las propias palabras de dichos personajes. Tal es el caso de las declaraciones del 29 de agosto del 2009 del entonces secretario  de Desarrollo Social y hoy titular de la SHCP, Ernesto Cordero; mismas declaraciones haría quien en esa fechas, octubre del 2009, aun se desempeñaba como gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz. Y posterior mente, en febrero del 2010, el ex presidente Luis Echeverría también advertiría sobre dicho riesgo. Resulta imposible pronosticar un plazo o una fecha para que ese tipo de acontecimientos se repitan en nuestro país, pero lo que es un hecho es el de que esa es la tendencia general de la sociedad la cual sólo puede ser revertida con altos índices de crecimiento económico, mismos que simple y llanamente están descartados al corto y mediano plazo.

El capitalismo está agotado y ya no puede ofrecer más que barbarie. Además, como explicó Lenin, la pradera está seca y una chispa podría incendiarla. Bajo estas condiciones resulta doble la necesidad de un programa de lucha en el que se vean reflejadas demandas como más empleos y salarios de calidad, contra la carestía de la vida, por la reactivación del campo, etcétera, todas ellas atadas a la lucha por el socialismo, o sea a una lucha que también derive en la expropiación de los empresarios y el derrocamiento del Estado burgués, representado en estos momentos por Calderón.

Los sindicatos, López Obrador, los comités del gobierno legitimo, la base militante del PRD y demás partidos de izquierda, junto a las organizaciones campesinas y estudiantiles, para poder enfrentar con mayor certidumbre de éxito, tendrían que impulsar un Frente Único contra la burguesía adoptando un programa como el antes expuesto.

Bajel capitalismo los trabajadores estamos condenados a todas las adversidades producto de  las crisis recurrentes del capitalismo. Se trata de un círculo vicioso que sólo deriva en más pobreza, desempleo y todas las lacras sociales que los trabajadores y nuestras familias padecemos. Un ejemplo critico de ésta último realidad el es fenómenos del narco, el cual encuentra un contexto más que favorable para su reproducción en medio de la miseria que cunde en todo México y que se extiende a más de 50 millones de personas.

Mientras la realidad económica de nuestro país no cambie radicalmente este tipo de lacaras sociales se continuarán recrudeciendo. El capitalismo está totalmente desarmado para evitar que eso suceda, por ello la única solución definitiva a ese y todos los problemas que padecemos consiste en que los trabajadores tomemos en nuestras manos nuestro destino derrocando al régimen burgués por medio de una democracia obrera y expropiando al capital para poner toda la riqueza de la sociedad y su potencial productivo al servicio de las familias obraras y de campesinos pobres.

Camarada trabajador, únete a Militante y lucha por el socialismo.

La crisis económica mundial ha significado para millones de trabajadores en el mundo más pobreza y explotación. En diversos países, las políticas anti obreras impulsadas por la burguesía están traduciéndose en una terrible forma de vida para los que menos tenemos.

En el caso particular de México la política de los gobiernos panistas, y sus colaboradores del PRI, ha sido la de atentar en contra de los derechos de los explotados. Desde finales de 2008, cuando la crisis económica se agudizó, los trabajadores hemos tenido que soportar una baja importante en los salarios, un aumento generalizado a los productos de la canasta básica, un incremente histórico del desempleo y un detrimento en general de los derechos más básicos de los trabajadores, tales como la seguridad social, la educación, la vivienda y el empleo digno, además de reiteradas violaciones a nuestros derechos sindicales, entre otras cosas.

Las contradicciones sociales en las que nos encontramos se han traducido en fuertes luchas de los trabajadores en contra de la política de la  burguesía y su Estado. Ante cada ataque la clase trabajadora ha respondido demostrado su  resistencia, capacidad y espíritu de lucha, sin embargo esto no ha sido suficiente para derrotar a Calderón definitivamente. La crisis del capitalismo en la que nos encontramos exige de parte de los trabajadores y de sus organizaciones un programa de lucha que les permita orientarnos y unificar la fuerza de los distintos sectores del proletariado para combatir los ataques de la burguesía. Necesitamos un programa de lucha combativo, que retome las necesidades históricas de la clase trabajadora; un programa que rompa con el capitalismo, es decir con la lógica de la explotación sobre la mayoría de la sociedad en beneficio de una exigua minoría; en síntesis, un programa socialista.

La discusión sobre qué tipo de programa necesita el movimiento se vuelve más apremiante en el contexto de las próximas elecciones presidenciales del 2012, mismas que volverán a concentrar toda la rabia y el odio de las masas hacia el gobierno espurio de Calderón. Con las lecciones de las jornadas revolucionarias y de la lucha contra el fraude electoral de 2006 se levantará este nuevo intento de los trabajadores por llevar a la presidencia a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y tratar de cambiar así sus condiciones de vida.

Discutir el programa de lucha es fundamental, pues éste debe enarbolar las principales reivindicaciones de los trabajadores así como sus tareas históricas; pero además el programa es un puente para integrar y unificar a amplios sectores de la clase obrera en torno al objetivo de frenar las políticas de sus enemigos de clase y transformar la sociedad en la que vivimos. Recientemente AMLO ha hecho un llamado a discutir el programa alternativo de nación titulado: PROYECTO ALTERNATIVO DE NACIÓN, resumido en 10 puntos fundamentales. Por medio de este documento, los compañeros que formamos parte de la Tendencia Marxista Militante, y que además participamos en el Gobierno Legítimo, hacemos eco del llamado de AMLO contribuyendo a la difusión, análisis, discusión y enriquecimiento del programa alternativo de nación.

La actitud de la burguesía ante un programa de reformas en América Latina

Ante cada intento de las masas latinoamericanas por liberarse de la opresión y la miseria a las que han estado sometidas por el imperialismo y la burguesía nacional, ambas caras de la misma moneda han dejado ver su verdadera faz, tratando de imponer gobiernos dictatoriales por medio de golpes de Estado.

La falsa ilusión de que existen empresarios honestos, demócratas, patriotas comprometidos con el desarrollo nacional y dispuestos a limitar sus ganancias en aras de mejorar las miserables condiciones de vida de la clase trabajadora, se ha hundido por completo. Las más elementales reformas, incluso aquellas que en sí mismas no cuestionan al capitalismo, (mayor presupuesto para educación, salud, vivienda, salarios que alcancen para cubrir no la canasta óptima sino la mínima, nacionalizaciones con indemnización para los capitalistas, reformas para que los medios de comunicación sean objetivos, entre otras) han sido repelidas por la oligarquía, rompiendo las reglas de la democracia y organizando golpes de Estado violentos.

El hecho de que la burguesía, en cada país de Latinoamérica, se haya demostrado como antidemocrática y pro imperialista ratifica que los intereses del proletariado y la burguesía no son compatibles; cada ofrecimiento de conciliación entre las clases ha sido contestado con ataques e intentonas de golpes de Estado en Venezuela (2002), Bolivia (2008), Honduras (2009) y Ecuador (2010), prosperando únicamente en el caso de la nación centroamericana. Esta experiencia ratifica la necesidad de que la clase trabajadora luche por un programa propio, independiente de la burguesía, y que rompa con el capitalismo, de otra manera incluso las demandas más básicas serán irrealizables mientras la burguesía siga teniendo el control del Estado y la economía.

La lucha por las reformas

A lo largo de la última década han emergido gobiernos de izquierda en América Latina producto de la movilización y la lucha de la clase trabajadora; estos gobiernos, en algunos casos, han sido un subproducto de revoluciones e insurrecciones que no lograron derribar al Estado capitalista (Bolivia y Ecuador). Las masas han colocado a sus representantes en la presidencia de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Brasil, entre otros países, esperando que estos gobiernos sean la antítesis de los gobiernos de la burguesía, que en las últimas dos décadas han privatizado las empresas públicas, han empeorado las condiciones laborales, han condenado al desempleo crónico y a la emigración a millones de trabajadores, entre otras calamidades

Particularmente los gobiernos de Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y de Rafael Correa en Ecuador han tratado de ser consecuentes con las aspiraciones de las masas que los llevaron a la presidencia, sin embargo dicho objetivo se ha visto frenado por el hecho de que esos gobiernos no han dado el paso definitivo en el sentido de romper con el capitalismo, factor que incluso, en la medida de que el monopolio de la economía continúa bajo el control de los empresarios, los ha obligado, producto de la presión de éstos últimos, a aceptar concesiones que chocan con los intereses de la clase trabajadora y sus aspiraciones por deshacerse del yugo de la explotación capitalista e imperialista.

Por ejemplo, al inicio de su gobierno, Evo Morales declaraba en éstos términos sus objetivos: “Nacionalizaremos los recursos naturales, el gas y los hidrocarburos. No vamos a nacionalizar los bienes de las multinacionales. Cualquier Estado tiene el derecho a utilizar sus recursos naturales. Debemos establecer nuevos contratos con las empresas petroleras basados en el equilibrio. Vamos a garantizar los reembolsos de su inversión y sus beneficios, pero no vamos a saquear ni robar”. Más claro ni el agua, lo que Evo estaba proponiendo a la burguesía no era que ésta dejara de tener ganancias, ni siquiera se les despojaría de todo lo que han robado a la clase obrera boliviana, simplemente se establecería un nuevo “equilibrio”, es decir, un punto donde los ricos no serían tan ricos y los pobres no tan pobres, el llamado: “capitalismo con rostro humano”.

Posteriormente Evo fue consecuente con ésta política. Al respecto del problema de la  concentración de la tierra, donde dos millones de familias campesinas (casi todas indígenas) poseen 5 millones de hectáreas y cien familias son propietarias de 25 millones de hectáreas, el 95% de las cuales no se trabajan y sólo se utilizan para especular, Evo, en vez de plantear la expropiación de esas tierras y su reparto entre los campesinos pobres, planteó lo siguiente:

“Se repartirán 2,5 millones de hectáreas fiscales saneadas y disponibles (para los campesinos e indígenas). Son casi todas ellas tierras forestales y no para uso agrícola y pecuario, son de difícil acceso y poco uso, alejadas de los centros urbanos, anegadizas. En lo inmediato no pueden ser utilizadas, pero más adelante sí".

Lo mismo ocurrió con la nacionalización de los hidrocarburos que es, junto con el reparto agrario, la demanda más sentida para el proletariado boliviano. En vez de expropiar el conjunto de las industrias petroleras imperialistas, que durante décadas han saqueado las riquezas del país, el gobierno se limitó a hacerse del control del 51% de las acciones de las empresas. Por supuesto que ésta medida representa un paso adelante respecto a lo que anteriormente existía, donde las empresas actuaban sin ningún tipo de control, pero en el fondo esta política de conciliación no ha servido para establecer el pretendido “equilibrio” entre las clases, por el contrario sólo ha servido para que la burguesía se reagrupe buscando la revancha con el movimiento obrero, tal como ocurrió en el intento de golpe de Estado en el 2008, que de haber triunfado hubiera significado la imposición de una brutal dictadura y la eliminación de todas las reformas.

Algo parecido ha ocurrido en Venezuela y Ecuador, donde de inicio los gobiernos se han planteado llevar adelante una serie de reformas democráticas en la política y en la economía de sus respectivos países sin romper con el capitalismo, tales como aumentar los impuestos a los empresarios, mantener el control del Estado sobre los recursos naturales y energéticos, democratizar los medios de comunicación para que éstos no sean herramientas políticas en contra del gobierno, disminución de los altos sueldos para altos funcionarios, etcétera. En todos estos casos los diferentes intentos por atender las demandas más sentidas de los trabajadores y sus familias, de parte de los distintos gobiernos de izquierda en América Latina, han encontrado una férrea resistencia de la burguesía y el imperialismo, los cuales incluso, como ya ha sido el caso de Venezuela y mas recientemente el de Ecuador, han impulsado intentos de golpes de Estado para defender sus mezquinos intereses.

Por fortuna la fortaleza del movimiento de masas, tanto en Venezuela como en Bolivia y Ecuador, así como la determinación de los trabajadores por transformar radicalmente su realidad, ha arrojado como resultado no sólo la derrota de esos intentos de golpe de Estado sino incluso el fortalecimiento del proceso revolucionario que se vive en América Latina por medio de un proceso de tomas de fábricas para ser puestas bajo control obrero así como la nacionalización de diferentes empresas e industrias, tal como ha sucedido en el caso de, por ejemplo, la Revolución Bolivariana de Venezuela.

Precisamente la determinación de las masas oprimidas venezolanas para cambiar su realidad es la que ha dado como resultado que en dicho país el salario mínimo mensual sea de 247.5 dólares contra los 136.5 dólares que se pagan en México durante el mismo lapso de tiempo; otra resultado que habla de los avances significativos producto del proceso revolucionario de Venezuela es el de que, mientras en nuestro país el precio del litro de gasolina oscila entre los 67 y 80 centavos de dólar, ese mismo litro cuesta entre 3 y 4 centavos de dólar en ese país.

¿Es posible el capitalismo de rostro humano?

Reflexionar a este respecto es necesario por dos razones: una es de índole económica y otra de tipo política. Una constante a destacar en el caso de los diferentes países de América Latina, donde sus gobiernos de izquierda han impulsado una serie de medidas tendientes a tratar de revertir en algo la situación de pobreza de las mayorías, ha sido la reacción colérica de los empresarios y del imperialismo, quienes se han dado a la tarea de sabotear a esos gobiernos y a la economía de esos países con la intención de echar a tierra cualquier iniciativa que beneficie al campesinado pobre y a las familias trabajadoras de las ciudades. ¿Por qué los burgueses actúan de esa manera frente a medidas que benefician a los pobres y a los trabajadores? ¿Esa conducta se explica a razón únicamente de la voracidad de algunos empresarios? ¿Existen empresarios buenos y empresarios malos? ¿La mafia que tiene bajo su control el destino de los mexicanos actúa solamente movida por su maldad y su perversidad o además de eso hay más razones de fondo?

Desde luego que la mafia que domina los destinos de los mexicanos es perversa y siniestra. Nuestro país está controlado por un puñado de millonarios, es decir, por los barones del dinero, los cuales integran a un grupo de 39 familias cuya fortuna en su conjunto, en el 2008, ascendía a los 135 mil millones de dólares. Este puñado de empresarios, el cual tiene a la cabeza a Carlos Slim, controlan la banca, la industria, el comercio, los medios masivos informativos, etcétera. En fin, son los amos y señores de este país porque tienen bajo su monopolio los resortes más importantes de la economía, siendo ello la fuente de la que brota su poder político.

Es para esta mafia que Calderón aplastó a Luz y Fuerza del Centro (LyFC) con el objetivo de, entre otros, continuar con las privatizaciones poniendo al servicio de los capitalistas, a un precio de remante, la multimillonaria red de fibra óptica de la Comisión Federal de Electricidad; mientras que dicha red tiene un valor de 30 mil millones de pesos ésta fue concesionada a Televisa y Telefónica a lo largo de un período de 20 años por tan sólo 850 millones de pesos, ¡toda una ganga!

Por otro lado, anualmente el gobierno gasta 20 mil millones de pesos en el rescate bancario, es decir, en regalar recursos públicos a los banqueros por medio del IPAB (antes Fobaproa). Por medio de este mecanismo tanto los gobiernos del PAN como los del PRI han engrosado las arcas de los bancos con casi 600 mil millones de pesos en los últimos 12 años.

Además, en lo que a salarios corresponde, todos hemos sido testigos de su enorme pérdida de poder adquisitivo a lo largo de ya casi tres décadas. A ese propósito los datos hablan por si solos: mientras que en 1980 la masa total de salarios en México abarcaba el 36.04% del PIB, (Producto Interno Bruto, es decir, el valor monetario de la producción de bienes y servicios financieros de México durante un año) esta proporción, al paso de los años, ha descendido hasta ocupar el 29.2% en 2009. Sin embargo, contrariamente a lo anterior, en ese mismo periodo de años la parte correspondiente a las ganancias para los patrones creció del 47.6% de 1980 al 61.6% en 2009.

Esa pérdida de valor de los salarios es obra de la política de choque salarial definida en un principio como Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento Económico (PECE) e inaugurada por el ex presidente priísta Miguel de la Madrid (1982-1988); debido a esa política el salario ha sufrido una merma en su valor real del 82.20% desde 1982 hasta este 2010. En ello ha contribuido el gobierno de Calderón, mismo que, desde el 1 de diciembre de 2006 al 1 de abril del 2010, ha hecho que los salarios sólo hayan experimentando un incremento del 17% al mismo tiempo que, durante ese mismo lapso, la canasta alimentaria recomendable (CAR) se encareció en un 93%, al pasar su valor de los 80.83 a los 156.76 pesos diarios; esto último significa que durante la administración del espurio Calderón el salario ha sufrido una pérdida del 7.1%.

La cuestión es que dicha realidad, que ha mandado a la pobreza a más de 50 millones de mexicanos, no es fortuita y, por el contrario, si tiene responsables directos: con la política de choques salariales unos pierden (los trabajadores) y otros ganan (los burgueses). Por ejemplo, para ilustrar dicha realidad, de acuerdo a datos del INEGI en el 2009 el 60% de la población más pobre concentraba el 26.7% de la riqueza nacional, mientras que el 10% de las familias más ricas monopolizaban el 35.7% de dicha riqueza.

La pobreza, la muerte por enfermedades curables, la desnutrición infantil, el analfabetismo, el desempleo y toda la clase de barbarie que vivimos día a día la inmensa mayoría de mexicanos de la ciudad y el campo tienen responsables directos: los empresarios y su gobierno, ya sea bajo la conducción del PRI o del PAN. Y para que ellos puedan seguir enriqueciéndose a costillas de otros se necesita que exista la propiedad privada capitalista sobre los principales medios de vida, es decir el monopolio de los empresarios sobre las fábricas, los bancos, la tierra, el comercio, los transportes, etcétera; todo ello a cambio de que por otro lado haya una masa enorme de seres humanos totalmente desposeídos y que para llevar el pan a la mesa de su familia tengan la necesidad de venderse como mano de obra para ser explotada.

Mientras esa realidad, la de los empresarios dueños de todo y los trabajadores dueños de nada más que su fuerza de trabajo, sea lo que domina a la sociedad será imposible erradicar al desempleo y la miseria, pues los patrones, en la búsqueda de mayores beneficios, no tienen otro remedio más que el de explotar aun más a los trabajadores, abaratar sus salarios, despedir a miles para obligar a los trabajadores en activo a trabajar y producir cada uno por los dos, tres, cuatro o más trabajadores despedidos, situación que se recrudece cuando la economía capitalista entra en crisis y lanza al desempleo masivamente a los trabajadores, tal como sucedió en nuestro país cuando en el 2009 el colapso económico provocó la destrucción de un millón y medio de empleos de acuerdo a la Asociación Latinoamericana de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (ALAMPYME). Esa es la lógica del capitalismo: para que los beneficios de los patrones crezcan también se necesita que la explotación sobre los trabajadores se incremente.

Lo anterior, la explotación capitalista, cuya base es la propiedad privada de empresarios y banqueros, es apoyado por el Estado burgués, es decir un cuerpo de hombres armados que por medio de la fuerza (leyes, cárceles, el ejército) le imponen a los trabajadores el dominio del capital. Además, por si fuera poco, la burguesía usa al Estado burgués para transferir millones de pesos a sus arcas producto del dinero público, el cual es arrebatado a los trabajadores por medio de los impuestos. Ese dinero, en lugar de usarse para desarrollar la infraestructura hospitalaria del IMSS o del ISSSTE, por ejemplo, se emplea para incrementar las fortunas de los banqueros por medio del IPAB, antes Fobaproa.

Siendo ello así, bajo el capitalismo simplemente es imposible solucionar de fondo los principales problemas que condenan a la miseria y a la explotación a millones de seres humanos, por tanto tampoco es posible un capitalismo con rostro humano. El sin futuro que ofrece el capitalismo a millones de seres humanos no es un problema ético; es un problema material resultado de las leyes económicas del capitalismo, el cual se rige bajo la propiedad privada. Por consecuencia, en tanto tal la solución de nuestros problemas como clase trabajadora no está en la elección entre empresarios buenos y honestos, y empresarios malos y corruptos, la solución a nuestros problemas radica en elegir entre una economía planificada bajo la dirección democrática de los trabajadores y una economía capitalista bajo el control de un puñado de empresarios en la que los beneficios de la actividad productiva no sean para el disfrute de las masas sino para engordar las fortunas de los banqueros y empresarios.

Es por ello que nuestra lucha contra la mafia del poder, esa pandilla de empresarios coludidos con el Estado, pasa porque, al mismo tiempo que demandamos más empleos, salarios dignos, escuelas, hospitales, etcétera, y más democracia y menos corrupción en la administración pública, también luchemos por la eliminación de la propiedad privada capitalista nacionalizando los bancos, la tierra, la industria, los monopolios comerciales y el transporte, etcétera, así como por el derrocamiento del espurio Calderón y la destrucción del Estado burgués para iniciar mediante una democracia obrera las tareas por la instauración del socialismo.

Lecciones rumbo a la elecciones del 2012

Así como el proletariado saca lecciones de las luchas en otros países, también lo hace la burguesía. ¿Cómo explicar que los potentados de México hayan robado el triunfo a AMLO en el 2006 y se preparen para hacerlo en el 2012? La burguesía y el imperialismo en México tampoco serían capaces de aceptar las medidas que plantea AMLO para el país, por lo tanto saben que, de llegar a la presidencia, ellos se encontrarían en una situación muy similar a la de la burguesía boliviana, venezolana y ecuatoriana, tratando de detener las reformas y al movimiento obrero. Por lo tanto ellos están siguiendo la máxima militar: “la mejor defensa es el ataque”; en lugar de defenderse de un gobierno de izquierda dan una batalla feroz para evitar que éste llegue a la presidencia. Por otro lado, lo último que querrían los imperialistas norteamericanos junto a sus fronteras sería un gobierno que los trabajadores consideren suyo, pues éste estaría sujeto a enormes presiones para aplicar una política que chocaría con los intereses del capital nacional y transnacional.

Así como la burguesía se adelanta en sus acciones para evitar las consecuencias de un gobierno de izquierda, de la misma manera el movimiento en torno a AMLO debe de retomar el paso, en primer lugar siendo consientes de que en tanto que un programa que trate de conciliar los intereses de la clase trabajadora con los de la burguesía es imposible,  y que desde ahora mismo es rechazado por la burguesía y su Estado, el movimiento debe dar un paso al frente adoptando un programa que rebase los límites del capitalismo. Si la burguesía no está dispuesta a aceptar los designios de la mayoría de la sociedad pues entonces el movimiento debe de llevar adelante sus reivindicaciones sin miramientos de las “instituciones”, ya que éstas están al servicio de los empresarios y nunca aceptarán un triunfo del movimiento. El movimiento obrero tiene que imponer su triunfo por medio de la lucha y la organización, pero para movilizarse y organizarse en primer lugar se requiere levantar un grito de guerra que unifique y convenza al proletariado y al campesinado pobre para luchar hasta el final; se requiere un programa claro y que verdaderamente plantee una alternativa a las actuales condiciones de miseria en que está sumida la mayoría de la sociedad.

Es necesario sacar todas las conclusiones de la experiencia de la lucha de clases en nuestro continente; la burguesía no tiene el más mínimo interés de aceptar las reformas y los cambios que demanda el proletariado, por lo tanto, al igual que lo hizo en el 2006, utilizará el aparato estatal de nuevo para evitar que AMLO llegue a la presidencia en el 2012. Si el movimiento sigue manteniendo un programa que limita las reformas dentro de los márgenes del capitalismo y sus métodos de lucha se atienen a la legalidad burguesa no será posible el triunfo que esperan millones de trabajadores en el país. Por el contrario, un programa socialista que señale con claridad la necesidad de expropiar a la burguesía, a los terratenientes, a los banqueros y la nacionalización de las principales empresas bajo control de los trabajadores será cómo un puñetazo sobre la mesa que llevará al movimiento a organizarse consecuentemente con estos objetivos y, por supuesto, a llevar la lucha no a los tribunales electorales sino a las calles, las fábricas, los pueblos, las universidades, movilizando a millones por todos los rincones del país inspirados en una transformación radical de sus condiciones de vida y no en concesiones que en última instancia son imposibles bajo el capitalismo. El proletariado reclama que los cambios revolucionarios no se dejen en manos ajenas, jueces y tribunales burgueses, sino en las manos de obreros y campesinos que, organizados y movilizados, son capaces de erigir una nueva sociedad.

Proyecto Alternativo de Nación: 10 puntos para el renacimiento de México. La propuesta de Militante

1. Rescatar al Estado y ponerlo al servicio del pueblo y de la nación.

El Estado se encuentra secuestrado por una minoría que es la causa principal del desastre nacional. En nuestro país existe una República aparente, simulada, falsa.

Hay poderes constitucionales pero, en los hechos, un grupo ha confiscado todos los poderes. Por eso, lo primero debe ser recuperar democráticamente al Estado y una vez logrado este propósito, reintegrar las riquezas y los bienes públicos que han sido entregados o concesionados ilegalmente, a través de reglamentos o leyes secundarias que en ningún caso pueden estar por encima del principio constitucional que señala el dominio directo de la nación sobre los recursos naturales del país.

Este procedimiento debe aplicarse fundamentalmente en los casos de la minería, la industria eléctrica y el petróleo.

El Estado burgués es un Estado podrido que engloba dentro de sí todo tipo de barbaridades y que, junto con los empresarios y banqueros, es el causante de que millones de personas en el mundo mueran de hambre.

El capitalismo trae inherente a sí la explotación de los que menos tienen por parte de aquellos que concentran la riqueza y que se han adueñado de los medios productivos. Esto de por sí refleja que dentro del capitalismo los trabajadores no contamos con una alternativa de vida digna dado que este sistema tiene su base en la explotación del hombre por el hombre.

En ese sentido, lejos de luchar por restablecer al Estado o por aplicar sus leyes, lo que realmente necesitamos es luchar por un sistema económico y social distinto, basado en una economía planificada y que esté bajo el control de los trabajadores, esta es la única garantía que existe para aspirar a una vida de calidad.

 

El compañero AMLO señala que debe haber un dominio directo de la nación sobre los recursos naturales del país, fundamentalmente en los casos de la minería, la industria eléctrica y el petróleo. Sin embargo partimos de lo siguiente: la minería en México tiene una contribución al PIB del 9.3% anual, sólo situándose en cuarto lugar después del petróleo, de las remesas y del turismo, y equivalente a 1 millón 146 mil 458 millones de pesos; por su parte la industria eléctrica contribuye al PIB mexicano con un 1.6%, equivalente a 196 mil 502 millones de pesos; por su parte el petróleo, principal recurso energético de nuestro país, contribuye con el 8% del PIB y aproximadamente con el 40% de las finanzas del Estado. La suma de tan sólo estos tres rubros equivale a más del 18% del PIB mexicano, la pregunta entonces es ¿están los empresarios y la burguesía dispuestos a perder los recursos emanados de estos ingresos? La respuesta es no. En toda la historia de América Latina la burguesía nunca ha dejado sus privilegios sin luchar.

En todos estos ingresos confluyen una cantidad importante de empresas, mismas que se encuentran en manos de la burguesía nacional e internacional. Hablar de quitarles el control de estos recursos a los empresarios y a la burguesía es hablar de entrar en una lucha encarnizada en contra de ellos, pero para hacerlo no son necesarias las leyes sino la lucha en las calles.

Desde nuestro punto de vista la renacionalización y el fortalecimiento de todos esos sectores estratégicos para la economía sería un paso al frente y un golpe directo a los intereses mezquinos de la mafia del poder, sin embargo  la única forma de garantizar que estos recursos lleguen a las manos de las clases explotadas es mediante el control obrero de la producción, movilizando a la clase trabajadora y al campesinado pobre en las calles y haciendo huelgas y paros, pues las leyes por sí solas no podrían imponerle a la burguesía ni al imperialismo la voluntad de un gobierno de izquierda.

2. Democratizar los medios masivos de comunicación.

Es inaceptable que un pequeño grupo posea el control de la televisión y de la radio, y administre la ignorancia en el país en función de sus intereses. Que quede claro: no hablamos de expropiación, sino de que el Estado cumpla el mandato constitucional de garantizar el derecho a la información.

Para ello no hace falta eliminar el régimen de concesiones, ni crear una excesiva reglamentación y muchos menos optar por la censura; lo más eficaz es lograr la democratización de los medios, evitando el monopolio y auspiciando la libre competencia. Para ser más claros: Que hayan todos los canales de televisión o estaciones de radio que sean técnicamente posibles, con absoluta libertad, sólo impidiendo que se concentren en unas cuantas manos, como sucede actualmente.

Uno de los elementos más importantes en la lucha por construir una nueva sociedad es la lucha por informar y hacer llegar la información lo más lejanamente posible. Para la difusión de su ideología la burguesía cuenta con diversos recursos, uno de ellos son los medios masivos de comunicación

En México los dos principales monopolios informativos están en manos de la burguesía. Grupo Televisa, por un lado, se encuentra listado en la Bolsa Mexicana de Valores y posee además el 40% de las acciones del canal español La Sexta, estrenado en marzo de 2006. Además es la principal accionaria de empresas televisivas en diferentes países de América Latina y España; sus ingresos se valúan en aproximadamente 460 millones de dólares anuales. Por otro lado Televisión Azteca, la segunda mayor empresa de televisión de México, propiedad del Grupo Salinas, tuvo ingresos por 132 millones de pesos (11 millones de dólares) en el periodo de enero-marzo del 2010.

El compañero AMLO dice que no hablamos de expropiación, sin embargo para los marxistas la eliminación del duopolio televisivo, sin contar el resto de medios como la radio o la prensa escrita, sólo se acabará una vez que los trabajadores y el Estado asuman pleno control de ellos. De ninguna manera Televisa o Tv Azteca permitirán que se les elimine tan fácilmente del control de las comunicaciones ni renunciarán a su papel de manipuladores de la información en beneficio de la burguesía ni de la mafia del poder.

Para el movimiento de izquierdas hacerse de medios para hacer llevar las ideas más lejos es fundamental, esto quedó demostrado en el 2006 tanto en la lucha que los trabajadores dieron en contra del fraude electoral como con la lucha que el pueblo oaxaqueño dio en contra del gobierno represivo de Ulises Ruiz.

La toma de televisoras y radios permitió al movimiento de la APPO, a mediados de 2006, mantener informada de lo que sucedía a la población de la entidad, de la República y del mundo entero, todo ello logró combatir contra el cerco mediático que se hacía desde los medios masivos de comunicación.

Otro ejemplo es el caso de la revolución venezolana, en donde, tras el golpe de Estado que se llevó adelante en contra del presidente electo democráticamente, Hugo Chávez, las televisoras azuzaron, días antes, para que dicho acto se llevara adelante. Años más tarde los grandes monopolios televisivos se quejaron amargamente del retiro de las concesiones llevados adelante por el gobierno venezolano, sin embargo, si eso hubiera sucedido en México en contra de Calderón el gobierno hubiera tomado la misma medida. En este caso el gobierno de Hugo Chávez retiró las concesiones con el fin de mantener una programación  de calidad para el pueblo venezolano.

La única forma de garantizar la apertura de los medios de comunicación a toda la sociedad, y no sólo a los empresarios, es mediante su expropiación y su colocación a manos de toda la sociedad mediante la apertura de radios y periódicos en las comunidades, las fábricas, las Universidades, etcétera.

El hecho de que haya todos los canales de televisión o estaciones de radio que sean técnicamente posibles, con absoluta libertad, sólo impidiendo que se concentren en unas cuantas manos resulta imposible dentro de los marcos del capitalismo, pues las leyes del mercado no permitirían a la población, ni siquiera a los medianos empresarios, y ya no digamos a los trabajadores que carecen de medios, competir en contra de las grandes corporaciones televisivas.

3. Crear una nueva economía.

Hay que cambiar la actual política económica que ni en términos cuantitativos ha dado resultados. México es uno de los países del mundo con menos crecimiento en los últimos años. La nueva política económica debe ser conducida por el Estado. Debe impedirse la injerencia de gobiernos extranjeros y de organismos financieros internacionales. El Estado debe recuperar su facultad para planear el desarrollo de acuerdo con el interés nacional. Hay que hacer a un lado la especulación financiera y enfocar todos nuestros esfuerzos a la economía real, a trabajar y producir los bienes que necesitamos. Sin producción no hay empleos, industrias, consumo, mercado, bienestar colectivo, ni economía poderosa, ni nación soberana.

Como explicábamos anteriormente, dentro de los márgenes del capitalismo el llevar adelante una economía que vele por los intereses de los trabajadores sólo sería posible si las leyes del mercado no estuvieran hechas para beneficiar a unos cuantos.

La burguesía se ha hecho de sus grandes fortunas a partir de explotar al trabajador y de hacerse de la plusvalía que éste produce. Un obrero sólo requiere de una parte de la jornada de trabajo, y no de toda, para producir el número suficiente de mercancías y cubrir con ello el precio de su fuerza de trabajo, cubierto bajo la forma de salario. A esta parte de la jornada de trabajo Marx la llamó Trabajo Socialmente Necesario; al resto de la jornada de trabajo, es decir en las horas que el obrero trabaja gratis para su patrón y por consecuencia son las horas en que se genera la plusvalía, o sea la ganancia para el patrón, el padre del socialismo científico la llamó Trabajo Excedente. 

En una fábrica automotriz, por ejemplo, quien genera la producción son los trabajadores; los capataces son los que se encargan de “supervisar” que el trabajador haga sus labores y el empresario es el que se lleva las ganancias. Para el capitalismo las leyes del mercado son necesarias de esta forma, que es la única para que un grupo parasitario se adueñe de la riqueza que generan millones.

Ello es así por la existencia de la propiedad capitalista, que permite que un puñado de burgueses sean dueños de los principales medios de vida y que la gran mayoría, al no poseer nada más allá que su fuerza de trabajo para venderla a cambio de un salario, quede a expensas de la explotación de los empresarios, los cuales le arrebatan a los productores directos el producto de su trabajo. Por consecuencia, la creación de una nueva economía pasa necesariamente por la eliminación de la propiedad privada capitalista; cualquier medida que, por muy progresista que sea, no rompa con el capitalismo, a la postre será incapaz de tener algún efecto serio para solucionar la agobiante situación económica que viven millones de familias trabajadoras de todo México.

Los marxistas pensamos que los trabajadores debemos luchar por una economía planificada, en donde las principales palancas de la economía se encuentren bajo la administración directa de la clase trabajadora y en donde la distribución de la riqueza se dé de manera planificada y equitativa. Los trabajadores necesitamos una economía planificada que permita condiciones adecuadas y dignas para la clase trabajadora y que no se guíe por la  suma excesiva de la riqueza sino por la satisfacción de las necesidades sociales, que permita una inversión en salud, educación, vivienda, alimentación, etcétera.

4. Combatir las prácticas monopólicas.

El artículo 28 de la Constitución prohíbe los monopolios, pero en México hay grandes monopolios vinculados al poder que encarecen bienes y servicios, dañando la economía de sectores populares y de las clases medias, a pequeños y medianos productores, empresarios y comerciantes, que se ven obligados a comprar insumos a precios exagerados.

Es inaceptable, por ejemplo, que los mexicanos paguemos por el cemento gris 146 por ciento más que los estadunidenses; 17 por ciento más por teléfono de línea fija; 240 por ciento más por llamadas de larga distancia nacional; 256 por ciento más por electricidad residencial de alto consumo; 52 por ciento más por electricidad de alta tensión; 185 por ciento más por la tarjeta de crédito; 309 por ciento más por televisión por cable; 145 por ciento más por Internet de banda ancha; 176 por ciento más por crédito a la vivienda. Y todo ello, a pesar de que el salario mínimo en México es nueve veces menor que en Estados Unidos.

En este país pobre se paga más que en las naciones ricas y con peores condiciones de servicio. No podemos permitir que esto siga ocurriendo. En noviembre del año pasado propusimos al Senado la aprobación de una ley de precios competitivos con la cuál los consumidores lograrían ahorros entre el 10 y el 18 por ciento de sus ingresos. Sin embargo, este proyecto está detenido porque los legisladores del PRI y del PAN no son realmente representantes populares sino que están al servicio de los potentados.

Las prácticas monopólicas en México y otras partes del mundo han sido llevadas adelante con el objetivo de aumentar las ganancias de los empresarios. Las famosas medidas de rescate orientadas al sector financiero, y que han significado una inversión millonaria de dinero público a los bancos, ha impedido que la burguesía vaya en picada.

Como los marxistas explicábamos hace unos meses, “este trasvase de recursos públicos se convirtió, en la práctica, en una aceleración de la concentración del capital financiero y un nuevo paso en el fortalecimiento de los monopolios. Lenin explicó, en su libro sobre el imperialismo, cómo funciona este mecanismo: "Los magnates bancarios parecen temer que el monopolio del Estado se deslice hasta ellos cuando menos lo esperen. Pero, naturalmente, dicho temor no rebasa los límites de la competencia entre dos jefes negociando en una misma oficina, porque, de un lado, son al fin y al cabo esos mismos magnates del capital bancario los que disponen de hecho de los miles de millones concentrados en las cajas de ahorro; y de otro lado, el monopolio del Estado en la sociedad capitalista no es más que un medio de elevar y asegurar los ingresos de los millonarios que están a punto de quebrar en una u otra rama de la industria".

Los monopolios, es decir la cada vez mayor concentración de riquezas en pocas manos, es una tendencia natural del capitalismo. Día a día los burgueses luchan entre sí por el mercado, dando como resultado el que los peces grandes devoren a los peces más chicos, incrementando los primeros su rango de acción sobre el mercado y acrecentando al mismo tiempo sus ganancias. En tiempos de crisis económica, cuando producto de esta miles y miles de medianos y pequeños capitalistas quiebran, los peces grandes, los cuales suelen sortear con más éxito los periodos de recesión y estancamiento, se quedan con los mercados que abandonaron las empresas quebradas y, una vez llegada la recuperación económica, ven cómo su radio de acción se ha ampliado junto con sus utilidades. Otro mecanismo es el de las fusiones, es decir el de capitales de empresas diferentes, pueden ser de un mismo ramo o no, se unen para luchar en mejores condiciones contra sus competidores para desplazarlos del mercado. Un ejemplo reciente de ello es la fusión de Grupo Financiero Banorte e Ixe Grupo Financiero, en noviembre del 2010, representando ello una operación de 16 mil 200 millones de pesos.

Esta tendencia a la concentración de capital, y por consecuencia la creación de monopolios y las prácticas monopólicas, forma parte de la propia naturaleza del capitalismo; la leyes antimonopolios no pueden actuar contra leyes más poderosas como son las que rigen a la dinámica del capitalismo, un magnifico ejemplo de ello son los Estado Unidos, país plagado de leyes contra los monopolios pero al mismo tiempo suelo patrio de los principales monopolios del mundo en cada uno de los diferentes terrenos de la economía yanqui y mundial: Coca-Cola, Marlboro, Ford, Exxon Mobil, Monsanto, etcétera, son tan sólo algunas de la larga lista que engrosa el menú de monopolios de los Estados Unidos.

Como está demostrado históricamente, el poder financiero de los monopolios es tanto que son capaces de organizar el sabotaje necesario para arrodillar a los diferentes gobiernos y ponerlos a su servicio; pero si eso no es suficiente y ven sus intereses amenazados esos mismo monopolios no dudan en organizar la desestabilización de un gobierno que consideren hostil hasta derrocarlo. Tal fue el caso de Jacobo Árbenz, presidente guatemalteco, derrocado en 1954, o de Salvador Allende, presidente del gobierno de la Unidad Popular de Chile, derrocado en 1973. En ambos casos, en colaboración con las respectivas oligarquías locales y en defensa de las multinacionales yanquis, el imperialismo yanqui organizó y dirigió los dos golpes de Estado.

Por ello, para asegurar que los monopolios extranjeros y nacionales (entre esos últimos Cemex y Gruma, por citar un par de ejemplos) no impongan sus reglas que sólo los benefician a ellos a costa de lucrar con el hambre y el destino de millones de mexicanos, nuevamente la medida más de fondo es la nacionalización sin indemnización de todas esas empresas para ponerlas bajo el control de los trabajadores. Sin estas medidas las leyes antimonopolio, tal como sucede en los Estados Unidos, terminan sin efecto alguno.

No obstante la fortaleza de los monopolios y del imperialismo, dos caras de una misma moneda, es decir del capital financiero, puede ser derrotada. Históricamente este es un hecho demostrable, pero para ilustrar esta realidad basta recordar dos casos recientes en los que las masas trabajadoras, decididas a defender lo que consideran suyo, salieron a las calles e impidieron que los funestos objetivos de las transnacionales se cumplieran: nos referimos a los ejemplos de Venezuela, en abril del 2002 y Ecuador, en septiembre del 2010, cuando los imperialistas y sus monopolios, en acuerdo con las respectivas oligarquías, intentaron derrocar, por medio de un golpe de Estado, a los gobiernos de izquierda que gobiernan en aquellos países. En ambos países los golpes de Estado fueron derrotados y los imperialistas, junto con los monopolios y sus socios locales, se llevaron un fuerte palmo en la nariz.

Los resultados fallidos de golpe de Estado en América Latina y los frustrados intentos del imperialismo yanqui, europeo, japonés, etcétera, así como de la burguesía latinoamericana para frenar el giro a la izquierda que se experimenta en toda la región desde hace poco más de una década,  no hace más que ilustrar el hecho de que las cosas han cambiado. A diferencia de los años que van desde que finalizó la segunda guerra mundial hasta los ochentas, periodo en el que el imperialismo yanqui y sus socios capitalistas de todo el mundo derrocaban gobiernos en América Latina que consideraban hostiles a sus intereses, hoy en día la burguesía no está en condiciones para intervenir de una forma tan extremadamente unilateral e imponer su voluntad sobre los trabajadores. Y este hecho, totalmente irrefutable, obedece por supuesto a la debilidad del propio capitalismo como tal, pero sobre todo se explica porque el movimiento obrero y de los pobres en toda América Latina definitivamente se ha recuperado de las derrotas de los años 70 y 80 y se ha fortalecido enormemente, tan es así que incluso ahora ha sido capaz de derrotar golpes de Estado.

La clase trabajadora debe confiar en sus propias fuerzas; se trata de un poder tan fenomenal que solamente ella es capaz de hacer que la sociedad funcione y produzca todo lo que ésta necesita para subsistir. Partiendo de esa realidad, por consecuencia, y reconociendo al mismo tiempo que los monopolios son también una expresión del carácter internacional del capitalismo y de la burguesía, es necesario señalar la importancia de unir las fuerzas y el deseo de trasformación social de los trabajadores mexicanos con los de Venezuela, Ecuador, Brasil, Bolivia, Argentina, Colombia, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Guatemala y del resto de América Latina. Contra el capitalismo mundial la unidad de la clase obrera de todo el mundo.

La unidad del proletariado latinoamericano no sólo es la mejor garantía para frenar al imperialismo y sus monopolios, sino incluso para derrotarlos de manera definitiva. Es por ello que como parte de nuestra lucha contra la derecha y la burguesía mexicana, el programa que los trabajadores debemos defender para combatir a los monopolios también debe contener llamados a la unidad de todos los trabajadores y pobres latinoamericanos, contra la opresión capitalista, en defensa de la Revolución Cubana y Venezolana, así como por la integración de una federación socialista de América Latina.

5. Abolir los privilegios fiscales.

Recientemente se confirmó que desde la época de Luis Echeverría se celebró un pacto secreto entre el poder político y el poder económico que se ha ampliado y ratificado sexenio tras sexenio. El acuerdo consiste en conceder a los grandes empresarios y banqueros, el privilegio de no pagar o de devolverles los impuestos. Inclusive, Calderón lo reconoció y dijo que “las empresas que más ganan, rara vez, muy rara vez, pagan impuestos”.

Pero no basta con la denuncia. Es necesario aprobar una reforma fiscal progresiva. Es decir, que paguen más los que tienen más.

En México, a la inmensa desigualdad social y económica, tenemos que sumarle la injusticia fiscal, ya que la mayor parte de las contribuciones recaen en los trabajadores asalariados, los profesionistas, los pequeños y medianos empresarios y comerciantes.

Debe buscarse que, al menos, las grandes corporaciones que operan en México y los más ricos del país, paguen impuestos en la misma proporción que lo hacen sus similares en países desarrollados o de las llamadas economías emergentes.

>Por si no fueran suficientes las enormes ganancias que los capitalistas obtienen a costa de nuestra explotación, exigen que el Estado los exente de toda contribución fiscal para aumentar el margen de sus ganancias y pretenden que se incrementen los impuestos para los trabajadores mediante la imposición del IVA en alimentos, medicinas y otros rubros.

El famoso pago de impuesto mediante supuestas campañas de beneficencia ha sido utilizado por los grandes empresarios para quedar exentos de pagarlo, eso se ha visto demostrado en el famoso “Teletón”, un supuesto acto de beneficencia donde las grandes corporaciones hacen como que apoyan y al final de cuentas se les exenta de pagar los impuestos.

Más allá de hablar del cobro de impuestos como debería de ser, haciendo que las grandes empresas paguen lo que les corresponden, se deben eliminar los estratosféricos salarios de jueces, de secretarios presidenciales etcétera. AMLO debe levantar un programa completo de defensa de derechos de los trabajadores, un salario de 10 mil pesos mensuales, creación de más y mejores escuelas así como de hospitales y toda la infraestructura de salubridad.

Los recursos para lograr esto se deben obtener de la expropiación de todas las empresas fundamentales: mineras, de transporte, puertos, la banca. Los trabajadores ya hemos sufrido por muchas décadas y ahora que la crisis arrecia no podemos seguir soportando más. Basta de que el rico se haga más rico y el pobre más pobre.

Además de eliminar los privilegios fiscales, y con la idea de dotar al Estado de más recursos frescos, se debería definir una política impositiva que asegure que los empresarios y las familias más ricas paguen altos impuestos, pues de acuerdo a un análisis publicado por el Informativo del Sur de Jalisco, titulado: Los privilegios fiscales de las grandes empresas, se señala que los “asalariados pagamos alrededor del 30% de impuestos sobre nuestros ingresos, mientras que las grandes empresas que obtienen millonarias ganancias pagan porcentajes ínfimos, menores al 5% de esos ingresos”. http://www.periodicoelsur.com/columna.aspx?idopinion=51436. ¡Que paguen más impuestos quienes más tienen!

6. Ejercer la política como imperativo ético y llevar a la práctica la austeridad republicana.

Es necesario cambiar la forma de hacer política. Este noble oficio se ha pervertido por completo. Hoy la política es sinónimo de engaño, arreglos cupulares y corrupción. Por eso es urgente darle un nuevo sentido al quehacer político, imprimiéndole convicciones y principios. Quienes se dediquen a esta actividad deben entender que el poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud, cuando se pone al servicio de los demás.

También hay que hacer valer el principio de austeridad republicana; retomar el ejemplo de Juárez y los liberales: el apego al criterio de la justa medianía en que deben vivir los servidores públicos. Nada de sueldos onerosos y ofensivos, ni flotillas de aviones y helicópteros al servicio de la llamada clase gobernante. Debe revisarse todo el funcionamiento del gobierno para eliminar los gastos improductivos, el derroche y los privilegios. Actualmente, le cuesta mucho al pueblo mantener al gobierno.

La única forma de garantizar un sistema político acorde con las necesidades de los trabajadores es mediante el gobierno de los trabajadores mismos. La corrupción, el engaño y los arreglos cupulares son prácticas inherentes al capitalismo.

Mientras exista el capitalismo los gastos improductivos, el derroche y los privilegios se mantendrán, dado que el sistema capitalista necesita de estas prácticas para poder sobrevivir. Mientras las palancas fundamentales de la economía se mantengan en manos de unos cuántos las clases explotadas no podrán gozar de una vida de calidad.

Como explicaba Lenin en “El Estado y la Revolución”, el derrocamiento de la burguesía sólo puede realizarse mediante la transformación del proletariado en clase dominante, capaz de sofocar la resistencia inevitable y desesperada de la burguesía y de organizar para el nuevo régimen económico a todas las masas trabajadoras y explotadas. Para ello es necesario garantizar mínimamente:

1. Elecciones libres y democráticas con derecho a revocar a todos los funcionarios.

2. Ningún funcionario recibirá un salario superior al de un trabajador cualificado.

3. No al ejército o la policía permanentes, sino el pueblo en armas.

4. Gradualmente, todo el mundo, por turnos, debería participar en todas las tareas de gestión del Estado. “Cuando todo el mundo es un ‘burócrata’, nadie es un burócrata”.

Estos 4 puntos son elementales si los trabajadores y demás clases explotadas queremos llevar adelante un sociedad justa, libre de explotación.

Siendo esto así, significa, en otras palabras, que el viejo y degenerado Estado capitalista sería sustituido por un Estado obrero en el que se asegure que éste estará bajo el control democrático de los trabajadores, es por ello que las medidas antes señaladas también tendrían que ir acompañadas de acciones que aseguren la participación de los trabajadores en los asuntos mas importantes de su vida, entre ellos el garantizar que la corrupción no corroa al Estado y cree una nueva casta privilegiada. Para tal efecto es necesario reducir la jornada de trabajo sin reducción de salario, de tal manera que todos dispongamos del tiempo necesario para participar en asambleas y toda clase de acciones tendientes a decidir y programar las tareas de Estado obrero, así como supervisar el uso adecuado de sus recursos y sus cargos.

7. Fortalecer al sector energético.

Es urgente detener la terrible crisis que se avecina por la caída en la producción petrolera y la salida de divisas para comprar gasolinas y otros derivados en el extranjero.

El manejo de Pemex, como hemos venido insistiendo, se ha caracterizado por el vandalismo y la irracionalidad. Hay que limpiar a Pemex de corrupción. No es posible que se sigan otorgando contratos millonarios sólo en beneficio de empresas extranjeras y de políticos corruptos. Tal es el caso de proyectos como los de la Cuenca de Burgos o de Chicontepec, donde no se ha logrado producir más gas ni más petróleo, pero sí se ha causado un gran daño al patrimonio nacional.

Por otro lado, se continúa con la sobreexplotación de los yacimientos para exportar petróleo crudo, sin reponer reservas.

Por esta causa, de 2004 a la fecha, se han dejado de producir 774 mil barriles diarios. Es decir, ahora producimos 2 millones 600 mil barriles al día y de seguir esta tendencia, en cuatro años sólo alcanzarían para cubrir la demanda interna; con el agravante de que por la falta de refinerías y por el abandono a las plantas petroquímicas, seguiríamos vendiendo crudo y dependiendo por completo de la importación de gasolinas y otros petrolíferos.

Por eso, debemos insistir en modificar radicalmente la actual política petrolera. Es urgente recuperar la administración de Pemex, invertir en exploración e iniciar de inmediato la construcción de tres grandes refinerías para dejar de importar el 40 por ciento de las gasolinas que consumimos. El objetivo debe ser industrializar la materia prima y ya no vender ni un solo barril de petróleo crudo al extranjero, para generar empleos y utilidades en beneficio de los mexicanos.

Una de las prácticas más recurrentes de los gobiernos de derecha en nuestro país fue el de hacerse de dinero a partir de las finanzas públicas y a partir del desfalco a las empresas estatales, entre ellas Petróleos Mexicanos.

En nuestro país aproximadamente el 40% de los ingresos del Estado son obtenidos gracias a las ganancias de estos recursos petroleros, sin embargo los largos años de despilfarro y de robo al por mayor hacia la empresa paraestatal han significado terribles pérdidas económicas que se han traducido en peores condiciones de vida para millones de trabajadores.

Incluso el hecho de que aproximadamente el 40% de los ingresos del Estado lo genera PEMEX significa una enorme sangría de recursos que limitan la inversión de la paraestatal y ampliar con ello su plataforma productiva tanto para la extracción de petróleo como para su procesamiento para producir toda clase de derivados, entre ellos gasolinas, mismas para las cuales, dada la falta de la infraestructura necesaria, México tiene que gastar cuantiosas cantidades para traerla de otros países, en especial de los Estados Unidos. Por ejemplo, a consecuencia de ello, en 2009 nuestro país invirtió 9 mil 170 millones de dólares.

Otro grave problema que enfrenta PEMEX a consecuencia de la falta de inversión es el desplome de la producción en la extracción de crudo, el cual durante los primeros ocho meses del 2009 fue del 22%; por ejemplo a este mismo respecto la caída durante la primera semana de noviembre fue de 222 mil barriles diarios.

PEMEX tiene que seguir siendo un pilar de las finanzas públicas, pero es necesario que, para que siga desempeñando ese papel, desarrolle su infraestructura de manera significativa. Una medida para lograrlo es el que todas las empresas que tienen contratos con la paraestatal sean nacionalizadas. Pero otra acción, la cual se traduciría en la liberación de recursos frescos para la inversión en infraestructura y nueva tecnología, así como en más mano de obra, es la cancelación de la deuda de PEMEX, misma que a junio del 2010 asciende a los 616 mil 194.4 millones de pesos.

Los marxistas de Militante hemos explicado en anteriores escritos que las medidas propuestas por AMLO respecto a PEMEX son correctas, pero es necesario señalar que aun faltaría más: por ejemplo PEMEX está terriblemente endeudada, por consecuencia, para sanear sus finanzas, es necesario que dicha deuda sea desconocida y cancelada.

Por otro lado las empresas contratistas, nacionales y extrajeras, son un auténtico parásito que le roba cuantiosas sumas de dinero día a día a PEMEX, representando un freno también para el desarrollo de esta última. Todos esos contratos parasitarios de PEMEX, y un sinfín de empresas que le prestan servicios o desarrollan obras de infraestructura para la paraestatal petrolera, tendrían que ser cancelados sin indemnización.

Es por ello que los bienes de estas empresas y su tecnología tienen que ser expropiados y nacionalizados para ponerlos al servicio de PEMEX; por su parte los trabajadores de dichas empresas, sometidos a una tremenda explotación y víctimas de la escasa existencia de derechos laborales, tendrían que ser contratados por PEMEX y sindicalizados. Además, sobre esta última cuestión, nuestra lucha también debe ir encaminada a expulsar al charro sindical Romero Deschamps y su pandilla quienes, además de corromper al sindicato, han sido importantes cómplices de los gobiernos del PAN y del PRI para lanzar sus ataques contra PEMEX.

Pero todas estas medidas, sin eliminar la corrupción que corroe PEMEX, serían insuficientes. En dicha corrupción los principales actores son siempre los altos directivos y su sistema de mandos. Ante ello es necesario sacar esa escoria y, para evitar la corrupción, poner a PEMEX bajo la administración directa y democrática de los trabajadores.

8. Alcanzar la soberanía alimentaria.

Desde 1983 se dejó sin apoyo al sector agropecuario y se optó absurdamente por comprar los alimentos que consumimos en el exterior. Ahora, en consecuencia, hay tierras ociosas, potreros abandonados, se ha despoblado el medio rural y millones de mexicanos han tenido que emigrar.

En 2009, para la compra de alimentos en el extranjero, se destinaron 16 mil millones de dólares. La mayor parte es maíz, frijol, arroz, leche, carne de res, de cerdo y desechos de pollo, que podríamos producir en el país.

Asimismo, debe fortalecerse la agricultura de autoconsumo de la que dependen millones de indígenas y campesinos pobres. Además, es donde se conservan semillas orgánicas y variedades de maíz que forman parte de la riqueza genética de México. No al maíz transgénico.

Cada día mueren en el mundo alrededor de 60 mil personas y, según la Asociación de Bancos de Alimentos, en México cada día mueren alrededor de 26 personas de hambre y desnutrición; ello quiere decir que aproximadamente 10 mil personas mueren a causa de ello cada año en promedio en nuestro país. Aunado a ello, durante los primeros meses de gobierno de Felipe Calderón, la cifra de mexicanos en condición de extrema pobreza, oficialmente llamada “pobreza alimentaria”, creció de 14.4 millones a 19 millones de personas -de finales de 2006 a este año- debido a la crisis de precios en los alimentos y la escasez de oportunidades para hallar un ingreso fijo, según se desprende de datos oficiales y de estimaciones contenidas en un informe del Congreso.

Una de las tareas del movimiento de izquierda es luchar por cambiar radicalmente esta situación. Los recursos obtenidos de la explotación de los recursos energéticos y alimentarios de nuestro país suman cantidades millonarias de recursos que bien podrían utilizarse para alimentar a la población mundial no una sino varias veces.

Es escandaloso que en pleno siglo XXI miles de personas mueran de hambre, y ante ello debe ser tarea del movimiento de izquierda y del propio AMLO luchar no solamente por fortalecer la agricultura sino por expropiar las grandes industrias alimentarias. Más que hablar de un problema de producción debemos hablar de un problema de distribución, pues como hemos explicado a lo largo de todo este documento el sistema capitalista es incapaz de dotar de una vida digna a los trabajadores debido a que está basado en la explotación.

Lo que hace falta no son ajustes al sistema capitalista, lo que en realidad debemos hacer es eliminar el sistema capitalista y sustituirlo por un sistema capaz de dotar a las amplias masas de una vida digna, un sistema que tenga el control de las grandes industrias productoras de alimentos, del campo y de los recursos necesarios para dotar a los trabajadores, los campesinos y sus familias de una alimentación decente.

El caso de los alimentos es un ejemplo bastante gráfico de la complicidad entre el gobierno y los capitalistas: para muestra basta señalar que bajo el amparo del Estado (el cual, por ejemplo, recortó la inversión pública en el campo en un 95.3% entre 1982 y 2000) se desarrollaron consorcios como Gruma. Esta empresa, propiedad de Roberto González, cuya fortuna personal en 2008 ascendía a los 2 mil millones de dólares, se ha erigido como uno de los monopolios mundiales más importantes de la industria de los alimentos, especialmente para el caso del maíz y sus derivados, entre ellos la harina. Tan sólo esta situación recientemente, entre julio y septiembre del 2010, le dejó ganancias por 276 millones de pesos. Ello al mismo tiempo de que miles padecen hambre en México.

Estos monopolios de la industria alimentaria son los que definen la política del gobierno hacia el campo, el cual se encuentra en el abandono total; ellos son los que se benefician del TLC, el cual ha puesto al campo mexicano a competir en condiciones totalmente desventajosas contra el campo mas poderoso del mundo, el de los Estados Unidos, significando la ruina para miles y miles de familias campesinas y la reducción de la superficie de cultivo en nuestro país. Es por ello que ahora México tiene que importar alimentos, incluso, para colmo, maíz, y poder cubrir la demanda interna de granos y de todo tipo de productos agrícolas. Tal realidad se ha trasformado en un negocio que deja todos los días ganancias más que jugosas para los monopolios nacionales y trasnacionales de la industria alimentaria. Para hacernos de una idea de lo que significa ello para los capitalista basta citar un reciente informe de la FAO dado a conocer en mayo pasado y en el que se señala que “en el primer trimestre de 2010, México erogó 4 mil 291 millones de dólares para comprar alimentos en el mercado internacional (fundamentalmente en Estados Unidos), lo que representa un crecimiento de 14 por ciento respecto de igual periodo de 2009, y equivale, en ese lapso, a un gasto de 2 millones de dólares por hora.”

En definitiva el empleo de todo ese dinero para comprar alimentos a las trasnacionales yanquis y sus socios en nuestro país, representaría una inversión más que extraordinaria que podría trasformase en un fuerte estimulo para iniciar con paso firme el camino hacia la recuperación del campo mexicano.

Partiendo de todo ello, desde el punto de vista de los marxistas de Militante, la recuperación de la soberanía alimentaria exige medidas muy de fondo, entre ellas cancelar el TLC y nacionalizar a multinacionales como Gruma, además de la propiedad de los monopolios extranjeros en territorio nacional, así como todas aquellas empresas relacionadas con la producción de equipo e insumos para el campo. Ello por sí mismo ya representaría un estímulo importante para la reactivación del campo, sin embargo para liberar recursos frescos del Estado y destinarlos a diferentes programas sería también necesario cancelar la deuda pública y destinar parte de ese dinero al estímulo de la producción agrícola. También otra medida a tomar sería la de dotar al campesinado pobre de créditos blandos de parte de la banca. Sin embargo es obvio que los banqueros se negarán a otorgar esta clase de créditos, razón por la cual tendría que ser expropiada la banca y puesta bajo el control democrático de los trabajadores.

También, para evitar el coyotaje y el parasitismo sobre la producción agrícola, mismos que suelen apropiarse de una buena porción de la rentabilidad del campo, derivando ello en un freno para el incremento de la producción agrícola, el Estado tendrá que crear mecanismos que permitan la comercialización directa entre los productores rurales y los consumidores.

9. Establecer el Estado de bienestar.

Hay que proteger a los pobres, a los débiles y olvidados ante la desigualdad social, la incertidumbre económica y otras calamidades. Debe garantizarse el derecho a la educación, al trabajo, a la salud, a la alimentación y a la vivienda.

Es necesario seguir insistiendo hasta lograr la pensión universal para los adultos mayores del país; el otorgamiento de becas a todos los discapacitados pobres; y la atención médica y los medicamentos gratuitos para la mitad de los mexicanos que no cuentan con seguridad social.

La solidaridad con los desposeídos no sólo es un asunto de justicia, es la manera más eficaz, más humana y más barata para garantizar la tranquilidad y la seguridad pública. Por eso reiteramos que por el bien de todos, primero los pobres.

Para alcanzar una vida digna, en donde el derecho a la educación, al trabajo, a la salud, a la alimentación y a la vivienda sean respetados, es necesario garantizar primero un gobierno que vele por ellos, sin embargo esto no es suficiente, pues dentro de los márgenes del capitalismo ese gobierno no tiene la garantía de que la burguesía lo permita. De tal forma que regresamos a lo anteriormente planteado. La única forma de garantizar una vida digna es estableciendo una nueva sociedad, libre de explotación y en la cual los trabajadores controlen las principales palancas de la economía.

El capitalismo con rostro humano no existe, es una contradicción hablar de un capitalismo con rostro humano dado que es este sistema el causante de la carestía de la vida, de la eliminación de los derechos de los trabajadores y del horror sin fin que vemos a diario en la sociedad.

Es correcto decir que debemos seguir insistiendo hasta lograr todos estos beneficios, sin embargo no basta con insistir, necesitamos luchar para conseguirlo, y para ello es necesario luchar por la estatización del sector salud, poniendo al servicio de la clase trabajadora y de sus familias los hospitales existentes y con ello toda su infraestructura médica; es necesario luchar por una escuela de calidad para los hijos de los trabajadores, eliminando del sistema todas aquellas escuelas “patito” que lo único que hacen es hacerse del dinero de los trabajadores y a cambio no dan ninguna educación de calidad, la escuela debe ser pública, gratuita, científica y de calidad, a esa educación debemos aspirar; debemos luchar por puestos de trabajo dignos, en donde los salarios sean acordes con las necesidades de los trabajadores, debemos luchar por una sociedad en donde todo el mundo tenga un trabajo decente y bien remunerado; debemos luchar por una vivienda de calidad, en donde los trabajadores puedan vivir a gusto con sus familias y no hacinados como la mayoría de las familias pobres de este país.

Pero luchar por todo ello implica cambiar el sistema económico en el que vivimos y eso se logrará sólo con la participación activa de la clase trabajadora de la ciudad y el campo y de todas las clases explotadas.

El bienestar social, mismo que en todo caso sería el objetivo a alcanzar por medio del Estado de bienestar, es una cuestión concreta que depende de cuestiones materiales: escuelas, hospitales, libros, viviendas, empleos, alimentación, cines, teatros, caminos, trasportes, luz eléctrica, telecomunicaciones, bibliotecas, computadoras, parques, guarderías, centros turísticos, infraestructura para el desarrollo del arte y la cultura, comedores públicos, centros de investigación y desarrollo tecnológico, universidades, etcétera, etcétera. Todo en cantidad y calidad necesaria para asegurar una vida digna en la ciudad y el campo. Junto con todo ello, además, condición indispensable, tiempo suficiente para el disfrute de todos esos beneficios materiales.

Desde luego que el Estado puede ser un motor gigantesco para lograr todo ello, sin embargo no puede ser cualquier clase de Estado. No podría ser el Estado tal y como lo conocemos, corroído por la corrupción y al servicio de los burgueses. Es por ello que, para lograr todos esos objetivos, tendría que ser un Estado diferente; un Estado que esté al servicio del conjunto de la sociedad y no al de una puñado de parásitos de magnates.

Por consecuencia se necesitaría un Estado verdaderamente democrático que asegure el domino de la mayoría, es decir de los trabajadores, sobre la minoría, o sea sobre la burguesía. Por consecuencia ese nuevo Estado, un Estado obrero, requeriría, para poder desempeñar su función como motor del progreso humano y del bienestar social, los medios materiales suficientes, cuestión que es imposible lograr sin expropiar los bienes, las fortunas y los negocios de los banqueros y empresarios. Solamente bajo una democracia obrera que desconozca cualquier compromiso con la burguesía y el imperialismo, y que además le arrebate a éstos últimos el monopolio sobre la economía, será posible la solución de fondo a los problemas que vivimos día a día y de esta manera asegurar el bienestar social para las clases desposeídas.

Por ejemplo, para exponer más claramente a lo que nos referimos con esta clase de ideas, basta preguntarse cuántas escuelas, hospitales, viviendas, universidades, carreteras, obras de electrificación y de potabilización de agua, etcétera, se podrían construir si la fortuna de Carlos Slim es expropiada. Dicha fortuna, ya en julio de este 2010, se ubicaba en los 53 mil 500 millones de dólares, de acuerdo a la revista Forbes. Esa misma pregunta resulta pertinente si reflexionáramos en la clase de beneficios que significarían para las familias trabajadoras de la ciudad y del campo si en lugar de gastarse cifras multimillonarias en el pago de la deuda del Estado, deuda que nadie de nosotros adquirió pero que si se nos obliga a pagar, esas cantidades fueran destinadas a obras de desarrollo social en todos los terrenos. La deuda del gobierno con los bancos mexicanos y extranjeros, a cifras del noviembre del 2010, es de de 4,5 billones de pesos (unos 360.000 millones de dólares).

La fortuna de Slim y del resto de multimillonarios debe ser confiscada por el Estado y la deuda pública tiene que ser desconocida y cancelada para lograr armar al Estado de todos los medios necesarios para abocarse a su tarea de desarrollo social. Bajo el capitalismo la democracia y su ejercicio, en la cual el Estado tiene un papel preponderante, no es otra cosa más que la dictadura de los burgueses sobre la clase trabajadora. Por consecuencia, si somos objetivos, un verdadero Estado de bienestar sólo se puede lograr por medio de una democracia obrera; es decir a través de una Estado que rompa con la burguesía y el capitalismo.

10. Promover una nueva corriente de pensamiento.

La transformación que necesita el país no sólo debe tener como propósito alcanzar el crecimiento económico, la democracia, el desarrollo y el bienestar. Implica también y sobre todo, cristalizar una nueva corriente de pensamiento sustentada en la cultura de nuestro pueblo, en su vocación de trabajo y en su inmensa bondad; añadiendo valores como el de la tolerancia, la solidaridad, el respeto a la diversidad y la protección del medio ambiente. Hay que alentar un pensamiento que ayude a impedir el predominio del dinero, del engaño, de la corrupción y del afán de lucro, sobre la dignidad, la verdad, la moral y el amor al prójimo.

La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases. Pensar en una nueva corriente de pensamiento, basada en el crecimiento económico, la democracia, el desarrollo y el bienestar, es imposible en una sociedad donde exista la lucha de clases, en donde exista un grupo parasitario de personas que viven a costa  del sudor de millones de trabajadores.

Para hablar de crecimiento económico debemos hablar de economía planificada, en donde la distribución de la riqueza sea hecha por los trabajadores; para hablar de democracia debemos hablar del principio de la subordinación de la minoría a la mayoría, pues la democracia es precisamente el reconocimiento de este principio; para hablar del desarrollo debemos hablar del control de los medios de producción en manos de la clase trabajadora, que es la que verdaderamente puede llevar la batuta, y para hablar del bienestar debemos hablar de una nueva sociedad.

El capitalismo es horror sin fin. Dentro del capitalismo estamos condenados a vivir una vida de miseria, en donde los recursos energéticos y los naturales son utilizados para beneficiar a sólo unos cuantos. La derecha de nuestro país, la burguesía y los capitalistas defienden este sistema porque bajo él viven en muy cómodas condiciones, para ellos no es problema que la gente del norte del país, por ejemplo, viva en medio de balazos y muertes a diario, de ello hablan los más de 30 mil muertos que ha habido por la llamada guerra en contra del narcotráfico en el gobierno de FeCal; tampoco les importa echar a la calle a los trabajadores y mantener a los que quedan con salarios que no alcanzan ni para comprar la mitad de los productos de la canasta básica, las familias de los trabajadores mexicanos adquieren hoy 35 por ciento menos alimentos que al inicio del actual gobierno debido a la pérdida del poder adquisitivo que han sufrido a consecuencia de los bajos salarios que hay en el país y la precariedad del mercado laboral.

La misma suerte respecto a los salarios de miseria y empleos mal pagados están sufriendo los jóvenes, quienes además no pueden continuar con sus estudios y se están enfrentando a un mercado laboral mutilado en donde el porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan ha aumentado lenta pero constantemente desde 2007. De 22.21 por ciento, en el primer trimestre de ese año, a 23.04 por ciento en 2008, 23.79 por ciento en 2009 y actualmente se encuentra en 23.94 por ciento.

En cada sociedad las formas de pensamiento dominante reflejan la ideología de la clase dominante, es por ello que las ideas dominantes no hacen más que expresar en última instancia la forma en que se reproduce el capital. Los valores y principios de la sociedad son individualistas y mezquinos porque los capitalistas actúan de manera individual en la producción y luchan entre sí de manera encarnizada por el mercado; además los capitalistas sólo se pueden reproducir, en lo individual y como clase, explotando, estrujando y oprimiendo a otros. Además los capitales necesitan, para mantenerse vigentes en la lucha por los mercados, incrementar a toda costa y con la mayor rapidez posible sus ganancias, por tanto los burgueses son rapases y depredadores. Y también, para mantener su posición privilegiada en la sociedad, los burgueses tienen que crear una serie de ideas falsas sobre la sociedad para justificar su domino sobre ésta; además, como un recurso de especial relevancia, los burgueses cuentan con el Estado para, de ser necesario, emplear las leyes y la fuerza para imponer su voluntad sobre los demás.

Siendo esto así, la mentira, la avaricia, la intolerancia, el abuso, la competencia, la mezquindad, etcétera, son todos ellos valores inherentes al capitalismo dada la forma en que éste se reproduce como sociedad. Por consecuencia una nueva corriente de pensamiento sustentada en la cultura de nuestro pueblo, en su vocación de trabajo y en su inmensa bondad; añadiendo valores como el de la tolerancia, la solidaridad, el respeto a la diversidad y la protección del medio ambiente,  tal como se expone en estos 10 puntos, requiere como condición, en última instancia, una nueva base material sobre la que se reproduzca la sociedad, en la que se tenga como objetivo el beneficio ya no de un puñado de empresarios sino el de la sociedad en su conjunto; nos referimos a una base material de reproducción que tenga como precondición del beneficio individual el que al mismo tiempo se satisfagan las necesidades de los demás y en la que los seres humanos, dada la abundancia, no tengan necesidad de competir con los demás para cubrir los requerimientos de su vida cotidiana.

Sólo de una situación en la que la economía pueda satisfacer plenamente al ser humano, en lo material y en lo espiritual, y en la que no se tenga que explotar a otro para poder sobrevivir, podrán brotar otra clase de valores y formas de pensamiento que lleven al ser humano a un nivel de dignidad que le permita desplegar todas sus capacidades. El capitalismo, frente a este objetivo, representa no sólo la negación del potencial de desarrollo espiritual y humano de la gente, sino además una plataforma que obliga día a día a millones de seres humanos a pauperizarse y degradarse material y moralmente. Por ello el camino hacia una mejor convivencia entre los seres humanos, razón de ser de valores más elevados y supremos a los que rigen a la actual sociedad, necesariamente exige la eliminación de la putrefacción que brota de la propiedad privada capitalista, esencia ésta última de la pobreza material y moral que lacera a la humanidad hoy en día.

En la medida en que la clase trabajadora tome sus futuro en sus propias manos podremos ir haciendo un cambio real, un cambio que implique la destrucción y total aniquilamiento del capitalismo para pasar a una sociedad sin explotación, ¿cómo lograrlo?, ese es el tema que abordaremos en nuestro siguiente apartado.

La organización del movimiento

El movimiento encabezado por López Obrador desde 2006 a la fecha ha dado serias muestras de lucha en todos los rubros. Cada vez que ha habido un intento descarado de la derecha por aprobar medidas que van en contra de los trabajadores el movimiento ha salido a las calles.

El movimiento de AMLO ha logrado mantenerse organizado a pesar de todas las dificultades. La participación en círculos de estudio, la distribución del periódico “Regeneración”, la asistencia a las movilizaciones, el impulso de más actividades de concientización y la participación directa y constante en las luchas de los sindicatos, los campesinos o los estudiantes son la muestra más clara de que, como explicamos los marxistas desde 2006, México ha entrado a la órbita de la revolución latinoamericana.

Los trabajadores han demostrado con creces su interés por transformar la sociedad, sin embargo no es necesario con desear algo, hay que luchar por obtenerlo. El problema al que nos enfrentamos es el de la falta de un partido que aglutine todos los esfuerzos de los trabajadores y demás clases explotadas. El gobierno legítimo, impulsado por AMLO, ha sido un primer intento por organizar a miles de personas y hasta el momento ha resultado adecuado pero hace falta más.

Para detener los ataques de la burguesía en contra de los explotados es necesario que las amplias capas de los trabajadores luchemos por hacernos de una organización sólida y fuerte, un partido que aglutine dentro de sí a trabajadores, campesinos, estudiantes y demás sectores explotados de la población.

Si bien AMLO ha sido solidario con las distintas luchas del pueblo trabajador, también es cierto que ha hecho falta una mayor unidad del movimiento obrero. En ese sentido, los sindicatos, las organizaciones campesinas y estudiantiles, los trabajadores en general y el gobierno legítimo, junto a las bases del PRD, del PT y Convergencia deben hacer un frente único que se planteé como primer tarea la caída del gobierno de Felipe Calderón, convocando y organizando una huelga general de 24 horas.

El gobierno de Calderón es tremendamente débil, hace falta el empuje organizado de la clase trabajadora para tirarlo. Eso lo demuestran las fuertes divisiones que existen al interior de su partido, el malestar de un sector de la burguesía hacia la política que ha llevado adelante, los resultados de la famosa “guerra en contra del narco” y los fracasos por el momento para tratar de imponer la contrarreforma laboral, en donde se ha tenido que enfrentar a fuertes movimientos.

Los trabajadores debemos luchar por ser un sólo puño y una sola voz. Debemos tomar conciencia de que sin el permiso de la clase trabajadora simplemente el país no funciona. Los trabajadores son la principal fuerza de la sociedad, son los que en realidad generan la riqueza y son los que pueden detener los ataques de la clase dominante, sin embargo los trabajadores no pueden hacerlo todo, es necesario que todos los sectores explotados unifiquemos nuestras fuerzas y levantemos un programa de lucha que sume todas las demandas de las clases explotadas, pero también es necesario luchar por obtener una plataforma, un partido que nos permita llevar ese programa hacia adelante y esa organización de la que hablamos a un nivel superior, en ese sentido la lucha de los trabajadores y demás clases explotadas también debe ser la de rescatar al PRD de los oportunistas y de los arribistas.

La fundación del PRD se dio en un contexto de luchas muy importantes en nuestro país. Por la conformación de ese partido cientos de trabajadores, campesinos y gente humilde dieron su vida. El PRD surgió de la necesidad de las clases explotadas de contar con un partido que defendiera los derechos de la clase trabajadora y en ese sentido es que debemos rescatarlo.

De ninguna manera podemos soslayar la historia de nuestro partido ni permitir que aquellos que lo han asaltado lo sigan utilizando para hacer todo tipo de barbaridades con él, tal es el caso de las alianzas con los partidos de la derecha. Debemos estar conscientes de que la crisis del PRD se debe a la misma crisis del capitalismo, el PRD es una organización viva, llena de contradicciones y que no está al margen de las contradicciones de clase. No nos encontramos en una situación normal dentro del partido, en donde existe democracia y en donde la base del partido puede participar sin ningún problema, todo lo contrario.

AMLO ha dicho en varias ocasiones que el gobierno legítimo también cuenta con el apoyo del Partido del Trabajo (PT) y del PC (Partido Convergencia). Si bien el apoyo de estos dos partidos es un importante paso al frente de cara al impulso de la candidatura de AMLO para las elecciones presidenciales del 2012, por otro lado es necesario señalar que la participación para dicho objetivo de parte del PRD es vital para darle mayores posibilidades al principal dirigente del Gobierno Legitimo de llegar a la presidencia de la República, pues hay que reconocer que el Sol Azteca es el partido más desarrollado y de mayor influencia nacional de entre todos los partidos de izquierda.

Lamentablemente el PT y Convergencia no tienen la fuerza para sustituir el papel que a nivel nacional puede jugar el PRD. De hecho la razón mas importante de Calderón y sus testaferros, los chuchos, para separar al PRD de las masas y girar hacia la derecha, aliándolo electoralmente con el PAN, es la de impedir a toda costa que dicho partido, dado su arraigo a nivel nacional y debido a que se trata de la mayor fuerza de la izquierda partidaria en el país, sea empleado como un instrumentos de lucha y electoral por los millones de seguidores de AMLO.

Una alianza electoral entre los partidos que integran el DIA (PRD, PT y Convergencia) apoyada enérgicamente por los sindicatos y con un programa socialista prácticamente condenaría al PAN y al PRI y prepararía la derrota de dichos partidos en las elecciones del 2012. Por ello los chuchos, Camacho Solís y Calderón se han dado a la tarea de dividir artificialmente al movimiento de izquierdas.

Las divisiones en el movimiento de izquierdas sólo benefician a los empresarios, a Calderón y a sus partidos, el PAN y el PRI. Es por ello que los chuchos se han dado a la tarea de tratar de marginar al PRD del movimiento que se organiza en el Gobierno Legítimo. Por esa razón, y también por la enorme fuerza que representa a nivel nacional, los trabajadores debemos orientar una parte importante de nuestras fuerzas a rescatar al PRD de las garras de los chuchos y demás corrientes de derecha a su interior.

En ese sentido, además de buscar el apoyo del PT y del PC, AMLO debe dar la batalla, junto al movimiento y junto a las bases del PRD, por rescatar al partido y expulsar del mismo a los “chuchos” y a los “Camacho Solís”, quienes han utilizado al partido para atacar al gobierno legítimo ya sea utilizando al partido mismo o al Diálogo por la Reconstrucción de México  (DIA), antes Frente Amplio Progresista (FAP).

No basta con acusar a los chuchos, no basta con denunciar las alianzas con la derecha panista o priísta, no basta con pelear en los tribunales y tampoco basta con repudiar la política seguida por los “poderosos” de este país, lo que es necesario, y debe ser tarea del movimiento de cara al 2012, es luchar al interior del PRD para ponerlo al servicio de los trabajadores, de los campesinos, de los jóvenes y de las demás clases explotadas. AMLO debe dar una seria y decidida batalla para conseguir que el PRD sea un instrumento de lucha de cara a las elecciones de 2012 y para que la izquierda vaya junta, de lo contrario la burguesía y la derecha lograrán su cometido de dividir el voto y confundir a las amplias capas de la población.

El gobierno legítimo se ha planteado una tarea tremendamente trascendente: llevar a la presidencia de la república en 2012 a López Obrador y con ello luchar por establecer una sociedad más justa. Insistimos, esto podrá lograrse siempre y cuando los sindicatos, las organizaciones campesinas, las organizaciones estudiantiles, las bases del PRD, los partidos PT y Convergencia y en general todas las clases explotadas de nuestro país vayamos de manera unificada y demos la batalla en contra de la derecha y la burguesía representadas en sus partidos, el PRI y el PAN.

Estamos en tiempos de batalla, de batalla ideológica, de batalla política, de batalla económica, y así debemos asumirnos. La derecha dará la pelea para que no logremos nuestro objetivo, sin embargo la unidad de la clase trabajadora podrá más que una bola de parásitos que creen tener el poder.

La lucha por el socialismo

Los trabajadores y los jóvenes aglutinados en torno a la Tendencia Marxista Militante, sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria, plasmamos todo lo aquí expuesto atendiendo al llamado del compañero AMLO para discutir el programa de lucha y en el sentido de aportar ideológicamente a la lucha que millones de trabajadores estamos dando por obtener una nueva sociedad y con ello una vida de calidad.

Los marxistas de Militante cumplimos este año 20 años de lucha ininterrumpida. Durante esos 20 años hemos participado codo a codo con la clase trabajadora en sus luchas. Cada vez que las clases explotadas han salido a las calles a defender lo que le pertenece Militante ha estado presente.

Los marxistas de Militante nos consideramos fundadores del PRD. En cada batalla de este partido y de la lucha que dirige AMLO hemos estado presentes defendiendo la necesidad de un programa socialista para el movimiento obrero y el pueblo trabajador en su conjunto, y además hemos dado una batalla ideológica, durante todos estos años, para que el PRD adopte un programa revolucionario.

Creemos que sólo con la lucha por una sociedad más justa, eliminando al capitalismo desde su raíz, es como lograremos tener una vida más digna. El capitalismo es un cáncer que corroe y así como en términos médicos un paciente enfermo de esta enfermedad lucha a muerte por erradicar el cáncer de su organismo, la clase trabajadora y las demás clases explotadas debemos hacer lo mismo, erradicar a la enfermedad llamada capitalismo.

Compañero trabajador, compañero campesino, compañero estudiante, te invitamos a integrarte a la Tendencia Marxista Militante y luchar junto con nosotros por una nueva sociedad, una sociedad en donde lo absurdo no esté por encima de lo necesario, un sistema que nos garantice salud, vivienda, educación, trabajos dignos, cultura, recreación, etcétera, un sistema que nos asegure una vida de calidad: ¡¡Otro mundo es posible, sólo con el socialismo!!

Únete a la Tendencia Marxista Militante, sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria, y lucha por el socialismo.

En el libro El origen de la familia, la propiedad privada y el estado, Engels describe la existencia de la opresión de la mujer como una situación material y que a su vez el primer antagonismo de clases que apareció en la historia coincide con el antagonismo del hombre y la mujer con la monogamia, la primera opresión de clases, con la del sexo femenino por el masculino.

En la actual sociedad capitalista además de problemas cotidianos derivados de la explotación laboral la mujer trabajadora vive otra amarga experiencia derivada de su género. Al vender su mano de obra en el mercado  se convierte en obrera pero dadas sus peculiaridades derivadas del género el capitalista se aprovecha y ofrece un salario por debajo del que percibe un obrero hombre sin que esto implique una reducción de esfuerzos para desarrollar dicho trabajo. Aunado a esto la mujer es presa de otro escenario social: la cuestión de la maternidad; dado ello la mujer trabajadora es vista desde otro ángulo no sólo como el ser capaz de producir mercancías tangibles si no como aquella persona que es necesaria para la reproducción de le especie, como generadora de más mano de obra que permita a los capitalistas renovar y aumentar la demanda de mano de obra a fin de malbaratar aun más el salario.

Estas dos fases no son las únicas a las que se enfrenta al mujer; estos no son los únicos problemas a los que se enfrente hoy en día; es presa de diversos escenarios dependiendo de la situación socio-económica en la que se educa.

Podemos definir tres situaciones bajo las cuales se educa a la mujer:

1.      Mujeres educadas en lugares semi y/o desarrollados (cuidad) en los cuales tiene algunos derechos; tales como “acceso a la educación”, “fuente de trabajo” y “participación en la democracia burguesa”. pero que por la situación económica no solo se encargan de los quehaceres domésticos si no que se ven obligadas a trabajar para solventar los gastos de la casa.

2.      Mujeres educada en lugares atrasados (campo) en los cuales los derechos se limitan al simple voto en el mejor de los casos y que existen derivado de una educación moralista y religiosa sujeción total  siempre subordinada al machismo; en su infancia respecto y obediencia absoluta al padre de familia y en la edad adulta a su pareja; no se tiene acceso a la educación  y se convierte en una esclava del hogar.

3.      Mujeres  que viven en países donde por su condición de género no tienen ni voz ni voto, en los cuales no pueden siquiera ver a los hombres directamente a los ojos sin que esto implique un castigo que se asemeja a la edad media.

Sea el escenario bajo el cual se encuentre la mujer siempre se les inculca una educación moralista que las educa para ser la ama de casa perfecta y la esposa ejemplar; dicho en otras palabras una esclava del hogar.

Bajo esta educación determinada por la sociedad capitalista la mujer es vista por el sexo opuesto en la mayoría de los casos como un genero inferior que ha originado en los últimos años de manera alarmante aumento de violencia hacia la mujer en los campos laboral, familiar y de pareja.

Los famosos “femicidios” que han arrojado cifras anteriormente alarmantes en ciudad Juárez Chihuahua se han regado a otros estados de la republica tal es el caso de Jalisco donde se ha registrado una cifra escandalosa este año llegando a 67 femicidios en lo que va del año reportando un aumento del 16% respecto al año pasado; mientras que las desapariciones de personas del sexo femenino subieron 52 por ciento.

Respecto a las desapariciones “se trata de niñas y mujeres jóvenes, la mayoría habitantes de las zonas urbanas, solteras, y de ocupación estudiante”, estas son utilizadas por redes del crimen organizado que las explotan ya sea en el ámbito laboral y/o sexual.

En la actualidad no hay legislación alguna que castigue y vele de manera tajante por los derechos de las mujeres, si bien es cierto  que se han venido dando en algunas regiones algunas concesiones hacia la mujer; el derecho a l voto, a la educación,  en algunos estados el derecho a decidir sobre su cuerpo, etc. también es cierto que mientras no haya una educación fuera de cuestiones molares que tenga como objetivo reproducir los prejuicios capitalistas, mismos en los que la mujer, en particular la trabajadora, es presentada como un objeto, no se podrá frenar el problema de la violencia a la mujer e igualad de género en todos los ámbitos de la sociedad.

La cultura capitalista es un instrumento que tiene como objetivo auxiliar la explotación del proletariado, factor éste último sobre el cual descansa la opresión de la mujer trabajadora. Por consecuencia la tarea actual no sólo es luchar por algunos derechos y/o concesiones que si bien son importantes al mismo tiempo ha demostrado sus límites al no haber un verdadero cambio en esta sociedad que asegure una vida digna para la mujer trabajadora; de nada nos sirve el tener derecho a decidir por ejemplo sobre la maternidad si no se cuenta con la información, las clínicas y la educación sexual correcta que nos permita tomar nuestra propia decisión sin poner en riesgo nuestra vida.

No se trata pues de luchar por estar “concesiones” lo que permitirá a la mujer desencadenarse de los prejuicios que ha engendrado el capitalismo. Nosotras como parte de la clase obrera debemos de luchar firmemente por la desaparición de este sistema económico que nos ha condenado a la miseria.

Es hora de pasar de ser la típica trabajadora y ama de casa que ha creado el capitalismo y pasar al terreno de la acción; debemos de ser mujeres combativas que junto a la clase obrera derroque este sistema, dejémonos de prejuicios burgueses nosotras somos capaces de luchar desde la misma trinchera que los obreros en contra de nuestros opresores.

En el marco del capitalismo no existe reforma alguna que  permita a la mujer una verdadera equidad de géneros y liberación femenil, la única salida es la participación decidida y férrea contar este sistema. Solo luchando junto a la clase obrera podremos dar fin a nuestros problemas y lograr una mejora a nuestra realidad.

No somos una clase aparte del proletariado formamos parte de él y en ese sentido es hora que desde nuestra trinchera impulsemos una lucha decidida en contra del capitalismo y sus operadores los burgueses.

Difusión Cencos México D.F., 7 de diciembre de 2010

Boletín de prensa

ANAD

La Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD) denuncia las constantes amenazas y hostigamiento de las que son víctimas nuestro compañero abogado Guadalupe Espinoza Sauceda, las abogadas Claudia Gómez Godoy y Evangelina Robles González, los defensores de derechos humanos Marco Von Bostel y el sacerdote Gabriel Espinoza Iñiguez, así como a la periodista Jade Ramírez Cuevas Villanueva por difundir y dar voz a los afectados (que sigue recibiendo amenazas en su correo electrónico) y a integrantes de la comunidad Temacapulín en represalia por la defensa de su comunidad, la de Acasico y Palmarejo en los Altos de Jalisco contra el proyecto denominado “Presa Zapotillo”.

El gobierno del Estado de Jalisco ha tomado como medio para la solución de los conflictos sociales, las amenazas y la violencia antes de argumentar, discutir y consensar alternativas para evitar respetar los derechos fundamentales de la comunidades y sus habitantes.

Como consecuencia de la resistencia de los pobladores de mantener un campamento en el predio de Talicoyunque por 22 días se le ha llamado a las organizaciones defensoras como "células ciudadanas" o los "opositodo" o los que siempre engañan a la gente con falsas esperanzas.

Llamamos la atención de las recientes declaraciones vertidas por el Titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA), Héctor Castañeda Náñez en las que dijo que las personas que han estado al frente del movimiento en defensa del pueblo de Temacapulín y contra la presa El Zapotillo están vendiendo “falsas esperanzas” a los pobladores y “pueden ponerlos en riesgo”, sin precisar el motivo de esta grave acusación.

Mencionó este funcionario en declaraciones aparecidas en medios de comunicación del pasado viernes 3 de diciembre del año en curso:

“Las personas de Temacapulín es gente que podrá o no estar de acuerdo con el proyecto, pero es gente, en términos generales, bastante pacífica, bastante buena gente y nos preocupa que el tema de los engaños, principalmente de quienes los representan sobre todo en materia jurídica les vendan falsas esperanzas y los expongan a una serie de actos que eventualmente puedan estar fuera del marco de la ley y que les pudiera llegar a traer una serie de consecuencias importantes hacia sus personas”

Son graves imputaciones en contra de los abogados y los defensores de derechos humanos que han estado cerca y acompañan a los pobladores en una lucha legal y pacífica en defensa de sus derechos.

La Asociación Nacional de Abogados Democráticos ante estas irresponsables declaraciones del Titular de la Comisión Estatal del Agua (CEA), Héctor Castañeda Náñez demanda:

1. Se cumplan las recomendaciones emitidas al Estado Mexicano sobre el tema de los defensores de derechos humanos y se acaten las obligaciones contraídas en la Declaración Universal sobre los derechos de los defensores.

2. Se acepte y cumpla cabalmente la Recomendación 35/2009 emitida por la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco (CEDHJ) en la que señala que “no deberá otorgarse autorización licencia o permiso para efectuar edificaciones que implique la afectación de los recursos naturales de de las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo.

3. Se investiguen estos hechos, se sancione a los responsables y se dicten las medidas necesarias para proteger y salvaguardar la seguridad y la vida de los habitantes de las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo a los integrantes del colectivo COA, de IMDEC (Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario) y quienes conforman el “Movimiento de Afectados y Represas y en Defensa de los ríos” y de otras agrupaciones a acompañantes.

4. Se suspenda de inmediato el proyecto de la presa “El Zapotillo”.

A T E N T A M E N T E

 

Por la Asociación Nacional de Abogados Democráticos

Dr. Manuel Fuentes Muñiz

Presidente

Dr. Lucio # 103 Edif. Orión A-4 despacho 103, Colonia Doctores, Delegación Cuauhtémoc, D.F. cp. 06720

TELS. 55744557, 55785133, 557815556 FAX: 55781599

Correo Electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

blog: anad1991.wordpress.com.mx

 

Información difundida por el Área de Comunicación y Visibilidad de Cencos

Los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista

La Tercera Internacional surgió a partir del colapso del capitalismo en la pasada guerra (Primera Guerra Mundial). La Revolución Rusa desató una oleada de entusiasmo revolucionario en las filas de la clase obrera de todo el mundo. Para las masas, cansadas de la guerra, desilusionadas y amargadas, llegó como un mensaje de esperanza, de inspiración y de valor. Mostraba la salida del caos en que el capitalismo había sumido a la sociedad. Nació como una consecuencia directa de la traición y derrumbamiento de la Segunda Internacional, que apoyó a las clases dominantes en la Primera Guerra Mundial y que, de forma aún más traidora, saboteó y destruyó las revoluciones que estallaron al final de la anterior guerra mundial. Las revoluciones en Alemania, Austria, Hungría y los acontecimientos revolucionarios en Italia, Francia e incluso Inglaterra, demostraron la crisis del capitalismo. El fantasma de la revolución socialista se cernía sobre toda Europa.

Ted Grant

Ascenso y caída de la Internacional Comunista

Vivimos un contexto en el que resulta incuestionable el asenso del movimiento obrero en todas partes del mundo. Desde América Latina, pasando por Europa, Asia y África, en todas partes hemos visto en los años recientes reiterados intentos de la clase trabajadora por transformar su realidad. En América Latina estos ánimos de lucha han derivado en un abierto proceso revolucionario que está haciendo que el suelo se mueva debajo de los pies de la burguesía y del imperialismo; y en el caso de Europa recientemente hemos sido testigos de trascendentes episodios de lucha de los trabajadores respondiendo a los ataques del capital contra sus niveles de vida a consecuencia de la crisis económica.

En estas circunstancias resulta trascendente la necesidad del partido mundial de la clase obrera que cohesione y coordine todos esos esfuerzos de transformación social en dirección a un objetivo común, el de la lucha por el socialismo. Dado ello, por consecuencia, resulta de vital importancia que los jóvenes y trabajadores nos demos al estudio de la experiencia más desarrollada respecto a los diferentes intentos del proletariado por construir su partido mundial para dotarse de la más poderosa palanca y luchar bajo su dirección contra el capitalismo y por la construcción del socialismo. Dicha experiencia la podemos encontrar en la Internacional Comunista formada por Lenin y Trotsky en sus primeros cuatro congresos, mismos en los que los bolcheviques rusos y demás delegados de otras partes del mundo debatieron a profundidad y en detalle los temas mas candentes respecto a la organización del proletariado y sus organizaciones de combate, así como la táctica y estrategia revolucionarias para unificar a la clase trabajadora de todo el mundo y llevarla al poder.

En su momento, armada teóricamente por la experiencia de la Revolución Bolchevique de 1917 y bajo conducción de Lenin y Trotsky, la Internacional Comunista, con tres millones de afiliados y mas de 70 secciones nacionales, se transformó en una herramienta de lucha que puso a temblar como nunca a la burguesía de todo el mundo. Sin embargo las derrotas de las revoluciones en Europa, siendo la mas trascendente la alemana, el aislamiento y el atraso de Rusia, la muerte de miles de los mejores bolcheviques tras años de guerra civil, así como el agotamiento de la clase trabajadora rusa, entre otros aspectos, crearon las condiciones para el desarrollo de una capa gigantesca de burócratas que gradualmente tomaron bajo su control al partido comunista ruso y al joven Estado soviético, derivando ello en que a la postre, y tras la muerte de Lenin y la cacería lanzada por Stalin contra Trotsky, quien incluso después sería expulsado de Rusia, éste instrumento de lucha mundial del proletariado sería puesta al servicio de la caricatura antimarxista del socialismo en un solo país y transformada en una plataforma que tenía como principal tarea apuntalar el poder de la burocracia estalinista.

Es por ello también que estudiar la experiencia de la Internacional Comunista es al mismo tiempo nutrirnos de los elementos necesarios para luchar contra todos aquellos elementos de distorsión que tienen como objetivo desviar al proletariado de sus tareas históricas en su lucha contra el capitalismo. Y estamos convencidos que el estudio de los Los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista, obra recientemente editada por la Fundación Federico Engels, es vital para dicho fin.

La experiencia de la Internacional Comunista bajo la conducción de Lenin y Trotsky está plagada de lecciones revolucionarias de todo índole, mismas que continúan siendo totalmente vigentes para el movimiento obrero y para todo aquel trabajador y joven que esté deseoso de armarse de la adecuada teoría revolucionaria para organizarse y luchar contra el capitalismo.

Consecuentes con esos argumentos los compañeros de la Tendencia Marxista Militante, sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria, nos hemos dado a la tarea de impulsar nuestra tradicional y anual Escuela Nacional de Formación Política, teniendo como centro de debate Los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista. Pensamos que ésta también es una forma muy útil de contribuir con la formación de revolucionarios en este que es un contexto de especial agitación y tención social y en el que reiteradamente el proletariado mexicano y de todo el mundo ha dado muestras de sus enormes deseos de transformación social.

Asiste a la Escuela Nacional de Formación Política organizada por Militante y únete a la lucha por el socialismo.

Escuela Nacional de Formación Política

Los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista

Fecha: 11 de diciembre

Hora: 10 am.

Lugar:Casa del Movimiento de Azcapotzalco

Dirección: Allende 291 Col. Clavería. D.F.

El pasado 13 de noviembre tuvo lugar en La Casa del Obrero en Puebla el Curso de Formación sobre la filosofía del marxismo –el Materialismo Dialéctico-, la cual fue abordada en dos sesiones: Materialismo versus Idealismo (por la mañana) y la Dialéctica y sus leyes (por la tarde).

Al Curso asistieron, entre invitados y miembros del Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública y la Tendencia Marxista Militante, sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria, alrededor de una treintena de personas. Entre los invitados, contamos con la presencia de trabajadores del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Puebla (SUNTUAP) y del Sindicato de Trabajadores de El Sol de Puebla, así como de asistentes al Círculo de Estudios de la Casa del Movimiento La Reforma y estudiantes universitarios, entre otros.

La primera sesión, acerca del Materialismo versus Idealismo, fue introducida brillantemente por la camarada Karla Torres, integrante de nuestra Tendencia Marxista Militante, y contó con la participación entusiasta de nueve de todos los asistentes que hicieron preguntas y comentarios (incluidos algunos ejemplos) que ampliaron lo expuesto inicialmente por nuestra camarada: desde el problema fundamental de la filosofía, los materialistas griegos (Heráclito, Leucipo, Epícuro y Demócrito), el idealismo de Aristóteles, hasta la Teoría del Conocimiento y la lucha permanente por formarnos en las ideas científicas del materialismo dialéctico para comprender y transformar la sociedad.

Luego de un receso para la comida, reanudamos el Curso con la segunda sesión sobre la Dialéctica y sus leyes, introducida de manera bastante didáctica, por la compañera Alondra Ramos (integrante también de nuestra Tendencia) y la participación de nueve de todos asistentes más con preguntas y ejemplos (tanto de la naturaleza, como de la sociedad y el pensamiento humano) donde podemos encontrar las leyes de la dialéctica: la deltransito de los cambios cuantitativos a cualitativos (y viceversa), la de la unidad y lucha de contrarios, así como la de la negación de la negación.

Este Curso tuvo la intención de aproximarnos a los conceptos fundamentales del método de análisis con el cual Marx logró visualizar el desarrollo de la humanidad y la existencia de la lucha de clases en la sociedad, para incidir en su transformación y, pensamos que lo hemos logrado en parte. Pues, algunos de nuestros invitados se interesaron más y adquirieron varios documentos y libros publicados por nuestra editorial, la Fundación Federico Engels.

Las obras de Marx y Engels no fueron escritas para un grupo de privilegiados intelectuales; parten de hechos que los trabajadores pueden aprender y experimentar ellos mismos, pues tratan esencialmente de sus condiciones e intereses como clase oprimida y explotada. Así, pues, la teoría marxista no está alejada de la realidad común que vivimos día a día, más que por los prejuicios y mentiras que la burguesía, la iglesia y demás defensores del sistema capitalista han lanzado como cortina de humo para confundir e impedir que la clase trabajadora, se dote del marxismo que, además de científico es revolucionario.

Pensamos que este breve Curso ha contribuido a acercarnos más a la teoría marxista de manera tangible y esto ha cambiado la perspectiva de varios de los asistentes que se sintieron motivados a estudiar y organizarse con nosotros para comprender más afondo las ideas del socialismo científico y llevarlas a la práctica para la liberación de la humanidad.

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