El año de 1968 fue un gran episodio en la historia de la lucha de clases, mujeres y hombres, millones de personas salieron a manifestarse a las calles. La inconformidad se reproducía país tras país con la misma dureza y combatividad; en 1968 en todo el mundo retumbó un ¡Ya basta! que cimbró a la historia hasta nuestros días. De estos grandes eventos debemos rescatar grandes lecciones.
El año de 1968 llega con el boom de la segunda guerra mundial, que brindó relativa estabilidad económica al capitalismo internacional, en especial a los países desarrollados; fortaleció al proletariado, que se extendió y jugó un papel más importante en la economía. Sin embargo al mismo tiempo el contexto político estaba marcado por la guerra de Vietnam, las traiciones del estalinismo, la revolución cubana, las dictaduras, el reciente asesinato del “Che” y en general la acumulación de un ambiente de descontento a escala internacional en contra del status quo. Había un sentimiento de frustración por los intentos fallidos de transformación social a causa de la traición del estalinismo y por la inutilidad del reformismo, que se fueron acumulando, hasta que, como nos los ha demostrado la historia, las contradicciones estallaron produciendo un terremoto de voluntad, de arrojo, de ánimo por dar una batalla de tal magnitud que puso en cuestión quien debía tener el control de la sociedad. Con sus más y sus menos en este mundo imperialista es inevitable que el eco resuene en todo el mundo, las voces de millones llegaron a todos los rincones y ese día la burguesía tembló de miedo.
Francia fue uno de los escenarios más importantes de aquel 1968, la clase trabajadora logró descubrir su propia fuerza, y prescindir del Estado capitalista para organizar a la sociedad en beneficio de la mayoría de la población. En mayo de 1968 el descontento de la juventud, que había iniciado por un “accidente” dos meses atrás, ahora se extendía a toda la sociedad francesa. El desarrollo de la lucha encontró una vía lógica hasta sofocar al Estado, cuando unos meses atrás, se presumía de un régimen muy fuerte en Francia, de una economía sólida y de gran control de la lucha social, sin embargo, el hartazgo acumulado tras diez años del régimen de De Gaulle, explotó con la movilización de los estudiantes en primer lugar, como el barómetro más sensible de la situación se la sociedad francesa. Rápidamente los trabajadores y estudiantes empezaron a asociar todos los males que aquejaban a la sociedad, con la raquítica mejora que implicó el boom para las condiciones de estudio y trabajo en comparación con los millonarios beneficios que obtuvo la burguesía. El boom había sido producto del sudor de los trabajadores y era hora de exigir la correspondencia a estos esfuerzos. La guerra, las luchas de los años 30, y el ataque imperialista a uno de los pueblos más pobres que luchaba por su libertad, eran indicadores de que el mundo andaba mal. Las cosas no funcionaban pese a los esfuerzos y sacrificios de millones de trabajadores, era urgente un cambio. Francia fue el eslabón por donde se expresaron las contradicciones del capitalismo internacional.
El régimen quedó paralizado y los trabajadores tomaron el control de la situación, las cosas debía seguir funcionando pero no en beneficio del gobierno y la patronal, sino de los trabajadores, la máxima expresión la vimos en la ciudad de Nantes, donde entre otras medidas los trabajadores bajaron los precios, repartieron la producción, organizaron guarderías y comedores comunitarios. Es decir, estaban reproduciendo el esquema de la sociedad socialista a pequeña escala, estaban tomando su destino en sus manos, y en tanto esto daba resultado la tendencia de la lucha que se desarrolla en todo el país tendía hacia allá instintivamente.
Pero el instinto no es suficiente, hay que hacerlo consiente, organizado y quitar todos los obstáculos del camino, no bastaba con un germen de Estado obrero, sino que era necesario destruir al Estado capitalista, desarmarlo. Este nuevo punto de inflexión, era la clave, esta era la gran prueba y la más complicada, y justo aquí el movimiento miro a su dirección política y no obtuvo las respuestas correctas, ¿Hacia dónde ir?, ¿Qué sigue ahora?, hasta aquí el movimiento insurreccional lleno de voluntad y heroísmo había avanzado contra todos los obstáculos, incluso pese a su propia dirección que se reveló como un ajeno a los intereses del movimiento, mezcla de ineptitud, miedo, cobardía y traición, nadie pudo dar respuesta. Los falsamente denominados “representantes” de la revolución rusa de octubre, es decir el Partido Comunista Francés, no tenían la mínima intensión de que el movimiento se desarrollará, los dirigentes sindicales apelaban a la “calma”, “la paz”, etc. El desconcierto y el agotamiento producto de la táctica de desgaste de la dirección de los sindicatos llevaron a una caída en el ánimo, la burguesía agazapada no titubeó en aprovechar este momento, hasta aquí todo parecía perdido para ella, pero los burócratas sindicales la salvaron a cambio de algunas concesiones. Cuando el movimiento podía haber tomado todo, sus dirigentes negociaban unas migajas. La tensión social no pudo mantenerse indefinidamente, el cansancio también llevó al viraje de la clase media en apoyo a “la paz”. El movimiento obrero francés tenía todo para derrocar al régimen burgués: fábricas bajo su control, el apoyo de la clase media, apoyo de la policía, una organización social socialista incipiente. Lo único que no tuvo fue una dirección consecuente.
Los movimientos que se presentaron en 1968 tuvieron eco internacional, no podía ser de otra manera, la solidaridad también fue internacional, los acontecimientos se desencadenaron inspirados unos en otros, en occidente contra el capitalismo, en oriente contra el estalinismo, en América y en general por una sociedad más justa.
La primavera de Praga, otro suceso de 1968 de gran relevancia, planteó la bancarrota del estalinismo y las aspiraciones de la clase obrera de realizar el auténtico socialismo. Afectados por los acontecimiento de 1956 en Polonia y Hungría los trabajadores y la juventud obrera, lanzaron lo que pudo ser una revolución política que diera fin al estalinismo en Checoslovaquia, pero fue la misma falta de una dirección revolucionaria realmente bolchevique lo que impidió llegar a las últimas consecuencias de aquella gran batalla. En contraste con occidente las lucha del Este fueron a causa de una debacle económica por la ineptitud de la burocracia del régimen para planificar la economía, esta situación llevó a exigir grandes sacrificios a la clase obrera checa, las demandas económicas rápidamente se convirtieron en el cuestionamiento del régimen, con consignas como "Lenin despierta, Breznev se ha vuelto loco o "Él nunca nos habría hecho esto". El pueblo checo se levantó por un régimen democrático que llevara a cabo el socialismo, por la presentación de partidos democráticos, la libertad de expresión.
En México, 1968 se vivió a través de un poderoso movimiento estudiantil-obrero que movilizó incluso a la clase media, a favor de derechos democráticos y mejores condiciones laborales. En todos los casos de movilizaciones en 1968 se hace relevante la unión obrero-juvenil para dar la lucha y es una de las claves de que hayan llegado tan lejos, la combinación de la efervescencia juvenil y la experiencia y disciplina obrera y su papel en la economía, son una bomba para la burguesía. Es importante mirar en retrospectiva, reconocer a esa magnífica lucha como nuestra, reivindicar las demandas de aquel momento pues siguen siendo vigentes, y prepararnos para enfrentar los siguientes acontecimientos para los que será fundamental contar con una organización juvenil permanente, combativa y con carácter proletario, y luchar desde ahora por la independencia y democratización de las organizaciones obreras de izquierda para que sean verdaderas herramientas de lucha por lograr un Frente Único de obreros y jóvenes, capaces de influir en el sector industrial para paralizar al Estado e impedir la represión, y ganar para la lucha a la policía y al ejercito que también son explotados, así como sucedió en Francia. Las lamentables pérdidas de vidas de jóvenes estudiantes que se despertaban a la lucha en México el 2 de octubre, fue la respuesta más cruel del régimen por miedo a perderlo todo, los únicos culpables son los capitalistas y sus defensores.
En Praga, Francia, México, Chile, EEUU, etcétera, los acontecimientos pudieron ir más allá. Era una lucha eminentemente política por la transformación de la sociedad, aun con el boom económico quedaba clara la bancarrota del capitalismo. No fue por falta de voluntad de la clase obrera que resistió los peores embates, sino por falta de una dirección consecuente. Las luchas en este año fueron una revolución, el régimen se tambaleó, se paralizó o incluso colapso temporalmente, los trabajadores y los jóvenes tomaron el destino de sus vidas en sus propias manos, pero el siguiente paso: la derrota contundente del capitalismo, no fue posible sin una dirección, sin táctica, sin la orientación, sin la claridad política, ni perspectivas, era responsabilidad de las direcciones políticas dotar de estos elementos al movimiento y pero fallaron en esta complicada, pero no imposible, tarea.
En esta época de imperialismo las relaciones internacionales son más fuertes que nunca, lo que afecta a un país repercute en el resto del mundo, los acontecimiento en 1968 por su magnitud no pudieron más que tener un efecto internacional, animando manifestaciones revolucionarias, y también provocando temor en los regímenes de por si inestables que respondieron con dictaduras en Panamá y Perú y se fortaleció la de Brasil. Es por ello que 1968 fue el año en que el mundo se convulsionó, fue un año de revolución y contrarrevolución, fue la expresión de la bancarrota del capitalismo, fue una maravillosa demostración de la fuerza de la clase trabajadora que no se dejó vencer, una clase trabajadora que decidió salir a la lucha con ímpetu revolucionario, una clase obrera que nos demostró lo que muchos se negaban a reconocer: el titánico poder profundamente transformador que contiene en sus entrañas la clase trabajadora y la juventud proletaria.
¡Por lo caídos ni un minuto de silencio, toda una vida de lucha!
El 19 de septiembre pasados se cumplieron 25 años del sismo de 1985 en el que aproximadamente murieron 10,000 personas en la Ciudad de México. El cinismo de la burguesía y su gobierno no puede ser mayor cuando hace tan sólo unos día, el pasado 17 de septiembre, parte de una estructura con daños que datan del 85 se colapso en la colonia San Rafael.
Antecedentes
Para los marxistas la historia no es producto de eventos casuales, sino un proceso en el que se acumulan y se expresan las contradicciones. El temblor del 19 de septiembre de 1985 fue sólo el accidente que proyectaría las contradicciones sociales del capitalismo en México. Es importante señalar que entonces México se encontraba padeciendo las secuelas de la crisis económica de 1982 y sus efectos en la capacidad adquisitiva producto de la inflación en los precios. Es a su vez entre 1970 y 1990 cuando la concentración demográfica da un salto importante en el DF para pasar de 6.9 a 8.2 puntos.
Generalmente los intelectuales a sueldo de la burguesía han presentado el sismo del 85 y sus consecuencias, como un accidente del cual nadie tiene la culpa. Pero esto es totalmente falos. Anterior a los sismo de septiembre del 85 diversas organizaciones de vecinos se habían movilizado para exigir a las empresas inmobiliarias y al gobierno federa solución a los problemas de vivienda. Un ejemplo importante de ello fue el de los vecinos de la Unidad Habitacional Tlatelolco, quienes pedían la reconstrucción de algunos de los edificios y el adecuado mantenimiento de los estos. Dichas demandas databan desde 1975 ¡diez años antes del sismo! pues la Administración Inmobiliaria S.A. (AISA) había incrementado los gastos de administración sin el adecuado cuidado en el mantenimiento de los edificios.
¿Quién paga los platos rotos?
Mientras hoy vemos el descaro de la burguesía que llora las lagrimas de cocodrilo por los acontecimientos de hace 25 años, poco se dice sobre los verdaderos derroteros de estos acontecimientos. Bajo el capitalismo somos, y seremos, los trabajadores quienes paguemos los platos rotos de un banquete al cual ni siquiera hemos sido invitados. Igual que ahora que la burguesía pretende que seamos los trabajadores quienes paguemos la crisis económica, en 1985 las familias trabajadoras fueron obligadas a pagar de manera trágica la indiferencia y la incapacidad del capitalismo para dotar de vivienda digan y en condiciones estructurales optimas a miles y miles de mexicanos.
En el censo de 1980 se registraron en el DF un millón 747. 107 viviendas de las cuales el 10% quedaron registradas con más de 9 habitantes por cada uno. Sin duda estas viviendas eran habitadas por las clases con menos ingresos económicos de la ciudad. Si tomamos en cuenta que, como señala Guillermo Boils del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, que las viviendas más afectadas fueron las de los sectores medios y bajos , fue dentro de la clase trabajadora donde se dio el mayor número de pérdidas humanas, que sin duda fueron responsabilidad del gobierno federal al ignorar las demandas de mejora de vivienda que muchos de los colonos ya habían señalado anticipadamente.
Se estima que entre 20 mil y 50 mil fueron las viviendas caídas o que sufrieron un daño en su estructura tal que tenían que se derribadas. De estas por lo menos 117 siguen en pie . Entonces la solución del gobierno federal encabezado por Miguel de la Madrid fue la de otorgamiento de créditos para solventar el déficit de vivienda que aumentó con el sismo, pues ya para 1984 el déficit era de 800 mil . Pero el otorgamiento de los créditos de vivienda no fue para favorecer a los sectores más desprotegidos, que aun hoy a 25 años del temblor no encuentran un lugar adecuado para vivir.
Como bien señala Boils “Sismo o no, todo indica que la política económica del actual régimen no habrá de variar, con lo que, en términos reales, la disponibilidad de recursos para atender los requerimientos de la población mayoritaria del país se verá más reducida”. En otras palabras, el sismo del 85 fue un elemento casual para el gobierno de la burguesía que encabezaba De la Madrid, y que en nada modificó su actitud frente a las contradicciones sociales.
La clase obrera pone el ejemplo
El temblor del 19 de septiembre se desarrollo alrededor de las 7:20 am. Su duración de aproximadamente dos minutos fue suficiente para que los servicios públicos de la ciudad colapsaran. Con el colapso de los servicios y en medio de la tragedia se evidencio a su vez la incapacidad del gobierno federal y local, entonces del Departamento del Distrito Federal, para reaccionar contra el siniestro. Los intelectuales a sueldo de la burguesía han intentado taparle el ojo al macho, diciendo que los sismos del 85 mostraron a la sociedad civil organizada. Lo que pretenden ocultar realmente es la capacidad de organización de la clase obrera que es capaz, incluso en casos de siniestro, de sobreponerse a la situación y de sobrepasar a la burguesía y sus gobiernos. La burguesía le teme a la organización de la clase obrera, de ahí sus intentos por minar el desarrollo de la organización clasista de los trabajadores y minimizar la capacidad organizativa de la clase trabajadora misma que en 1985 demostró con creces su superioridad sobre el Estado burgués para afrontar catástrofes tan demoledoras como lo fueron los sismos de hace 25 años. Sin esta clase de participación de la clase trabajadora la tragedia del 19 de septiembre de 1985 habría sido por mucho mayor.
Uno de los ejemplos más significativos de la capacidad de organización lo dieron las compañeras costureras. Este es sin duda uno de los ejemplos de la tenacidad y lucha de la clase trabajadora para sobreponerse a las condiciones. Hay que señalar que las condiciones laborales en las que se encontraban eran de por sí bastante deplorables, lo cual se agudiza con el sismo pues algunas de estas compañeras, ante esta situación y los intentos de la patronal por reducir pérdidas materiales a costa incluso de la propia vida de algunas obreras atrapadas entre las ruinas de los talleres de costura, se organiza en el Sindicato de Costureras “19 de septiembre”.
Son los sindicatos quienes salen a las calles a dar la cara en los días posteriores al sismo para solidarizarse con sus hermanos de clase. Entre ellos el STUNAM, la CNTE, y el FNCR. Actualmente en el ambiente anti laborista que ha creado el espurio de Calderón y de linchamiento contra los sindicatos, los trabajadores tenemos que rescatar este tipo de ejemplos y sacar lecciones de las batallas que las generaciones pasadas han dado entre ellas la de salvamento contra la incapacidad de la burguesía por ofrecer nada incluso en la desgracia.
A 25 años la única alternativa es el socialismo
Hoy se celebran 25 años de un sismo que cimbro las bases de la sociedad mexicana. Desde hace mucho tiempo que el capitalismo ha dejado de ser una alternativa para la humanidad. Eventos naturales como sismos, huracanes, etcétera demuestran que la sociedad capitalista se ha vuelto un cuerpo obsoleto que los trabajadores cargamos sin ninguna necesidad. Lo anterior quedó demostrado tras los sismos de septiembre de 1985, pero también ha quedado de manifiesto por la tragedia provocada por el huracán Katrina, el cual devastó a la ciudad de Nuevo Orleans, EEUU, en agosto del 2005 o como está sucediente en estos mismo momentos en buena parte del estado de Veracruz a consecuencia del impacto del huracán Karl, el cual dejó a su paso mas de una decena de muertos y a cientos de miles de familias que perdieron todo.
La mejor forma de rendir tributo a nuestros hermanos muertos entre escombros en el 85 es la lucha por la transformación de la sociedad. Por una economía planificada que permita el desarrollo de nuevas tecnologías contra las catástrofes naturales, por viviendas adecuadas y dignas para todos, una economía planificada que no se guíe bajo la acumulación de riqueza sino por la satisfacción de las necesidades sociales. Una economía socialista.
Compañero trabajador, desde Militante te invitamos a que te organices en torno a nuestra alternativa para que nuevos 85 no se vuelvan a repetir.
¡A 25 años de los sismos, la lucha socialista es la única salida!
¡La crisis del sistema no tiene solución, la única salida es la revolución!
León Trotsky es sin duda uno de los más grandes revolucionarios del siglo XX. Participó en la primera revolución rusa en 1905, dirigiendo el primer Soviet de Diputados Obreros de San Petersburgo y desarrollando la teoría de la revolución permanente, una de las contribuciones más brillantes del pensamiento marxista.
Trotsky junto con Lenin dirigieron la revolución Rusa de 1917, proceso en el que por primera vez las masas obreras tomaron su destino en sus propias manos y emprendieron la tarea de transformar la sociedad y construir el socialismo. Tras la muerte de Lenin, la revolución proletaria es traicionada por una camarilla burocrática encabezada por Stalin.
León Trotsky, fiel a sus principios marxistas, dio una batalla a muerte, literalmente, por la la defensa de la revolución socialista y el internacionalismo proletario. Formó la Oposición de Izquierda con la intención de aglutinar a las fuerzas del autentico marxismo, continuó dando la batalla ideológica en contra del estalinismo y en defensa del programa marxista. Nunca claudicó y murió con una fe inquebrantable en el futuro socialista.
Por todo eso y a 70 años de su cobarde asesinato (el 20 de agosto de 1940) en México, el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP) y la Tendencia Marxista Militante (sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria), invitan a la:
Presentación del Libro: “MI VIDA” de León Trotsky
(Coeditado por la Fundación Federico Engels y la Casa Museo León Trotsky).
Jueves 9 de Septiembre, 12:00 hrs.
Auditorio de Posgrado de la Fac. de Derecho y Cs. Sociales en Ciudad Universitaria de la BUAP.
En los últimos años hemos sido testigos de un aumento considerable de la delincuencia, tan sólo por citar un ejemplo el robo a transporte de carga ha aumentado en el primer semestre del año cerca del 30%, del cual aproximadamente de la mitad (47%) han ocurrido en la zona metropolitana del DF y Estado de México según datos de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada e Industria Satelital (AMESIS).
La crisis social por la que atraviesa el país es sólo una expresión de la crisis orgánica de un sistema que es incapaz de ofrecer una alternativa a la sociedad: el capitalismo. Y es que la crisis por la que atraviesa la sociedad mexicana no es solo producto de la delincuencia como pretende señalar el gobierno espurio de Calderón, pues dicho fenómeno sólo una consecuencia de la acumulación de las contradicciones del capitalismo y la burguesía; bajos salarios, desempleo, ínfimo acceso a la educación, pobreza, etcétera es lo que la burguesía y Calderón nos ofrecen a los trabajadores.
Los intentos de linchamiento que hemos visto en los últimos días no son sino el reflejo del hartazgo de los trabajadores y demás sectores oprimidos que se expresan contra la incapacidad del gobierno para garantizar la seguridad de nuestras condiciones de vida, ya bastante deplorables. Aunque los medios masivos de comunicación, la mayoría propiedad de la gran burguesía mexicana, han intentado orientar el debate en torno únicamente al distrito federal, casos como el de Ecatepec, Estado de México, del 18 de mayo o bien el más reciente en las cercanías de Toluca, demuestran que el hartazgo también se está expresando también en el estado de “la gaviota”.
Pero hay que decir en primer lugar que la delincuencia es en su mayoría producto de la falta de oportunidades. No es una casualidad el aumento de la participación de jóvenes en actos delictivos dada la falta de oportunidades de educación, empleo y libre esparcimiento. Aunque en este mismo rubro hay que decir que paras la burguesía los jóvenes son delincuentes por naturaleza y no porque ello así sea sino por que reconocen en la juventud a un sector sensible de la sociedad y que puede transformarse en la chispa que encienda la llama de la revolución.
La alerta roja que se ha encendido dentro de la intelectualidad burguesa en torno a los ninis (jóvenes que ni estudian ni trabajan), quienes representan el 30% de los jóvenes entre 15 y 29 años de edad, es sólo un reflejo del miedo que le tienen a la juventud. El ejemplo más claro de ello ha sido el actual rector de la UNAM, José Narro Robles, quien ha insistido en torno a la problemática de la educación y las oportunidades para la juventud. Para él, esto “una vergüenza” que 7.5 millones de jóvenes se encuentren sin educación y sin empleo, como realmente deberían ser llamados sinsin, cuando durante las últimas dos décadas ha sido uno de los principales impulsores de la elitización de la máxima casa de estudios que se reflejó en medidas como el recorte a dos de los cuatro turnos del Colegio de Ciencias y Humanidades en 1996.
Es necesario insistir que la delincuencia es fundamentalmente producto de la falta de empleo que permita llevar a los hogares de los trabajadores en pan de cada día. La crisis económica por la que atraviesa el mundo es uno más de los factores que se agregan a las variables que han influido en la delincuencia. Y no es una casualidad pues este fenómeno es una expresión de la podredumbre social. Esta crisis es pues también uno de los acicates de la delincuencia por la que atraviesa el país. Según datos del INEGI el desempleo durante el segundo trimestre se ha aumentado 1% con respecto al mismo trimestre en 2009, situándose en 5.3% de la PEA para el periodo comprendido entre abril-junio del 2010. Claro estas cifras están completamente amañadas pues según la misma institución el desempleo en las grandes urbes es mayor (6.4%) que el de las zonas menos urbanizadas (5%). Y esto empeora si se analiza detalladamente los datos pues la tasa de desocupación por estados (Coahuila con 8.1%; Distrito Federal 7.4%; Querétaro 7.2%; Tabasco 7.0 %, Chihuahua y Tamaulipas 6.9%, Nuevo León 6.8%; Aguascalientes y el Estado de México 6.5%, Sonora y Tlaxcala 6.3%) dan muestra de que son justamente los éstos donde se encuentran las principales ciudades y centros industriales del país. Pero la farsa del pleno empleo aun no termina pues 12.8 millones de la PEA se encuentra en el sector informal, que representa 28.8% de ésta ¡Una tercera parte! Significa que el ingreso de ésta población no es regular sino fluctuante. Tan solo estos datos ya demuestran que el problema del desempleo y subempleo es bastante serio, con lo que el problema de la delincuencia no sólo se mantendrá sino incluso puede empeorar.
Otro factor importante que se agrega a los ya mencionados es la guerra perdida que Calderón encabeza contra el narcotráfico. El espurio pretendía usar la guerra contra el narcotráfico como un medio de legitimar su gobierno ante el fraude electoral del 2006, y como aprendiz de brujo que invoca fuerzas mucho mayores a las de su fuerza, éstas se han apoderado de la situación. El evidente fracaso de su guerra contra el narcotráfico no sólo envalentona a esta capa de zánganos, que como el defienden los intereses de sus ganancias, sino incluso puede animar a algunos sectores que, producto de las presiones para llevar algo de comer a casa, vean en la delincuencia una falsa alternativa al desempleo.
Son en general estos los factores que han animado el aumento de la delincuencia. Pero los trabajadores y jóvenes debemos ver en este problema, una cuestión de clase y no dejarnos guiar por los juicios y llamados histéricos de la burguesía y sus medios sobre este problema. A los trabajadores y jóvenes proletarios es difícil que nos secuestren pidiendo millones de pesos por nuestras vidas. Los medios masivos han explotado esta situación delicada para mediante llamados histéricos y poco claros, llaman a la sociedad a protestar contra la delincuencia; hay que recordar el caso Martí hace unos meses que incluso ha sido olvidado por los medios sin aparentemente razón alguna. La burguesía entiende la lucha contra la delincuencia sólo como la lucha contra quienes se atreven a despojarles de sus inmensos bienes. Para nosotros los trabajadores la delincuencia es más que el que nos despojen algún bien, pues atenta directamente contra nuestras condiciones de vida que son ya bastante deplorables.
Pero los explotados también sufrimos de la delincuencia de la burguesía, que para ellos es completamente legal cuando no nos pagan nuestros salarios completos, cuando no pagan derechos como la seguridad social, cuando no pagan liquidaciones si somos despedidos, cuando desaparecen nuestra empresa por serle incomoda a los intereses de su gobierno: es decir cuando mutilan y mancillan nuestros derechos laborales.
La mejor forma de resguardar nuestra integridad como la de nuestras condiciones de vida es mediante la organización, y en especial mediante la organización de comités barriales o coloniales y comités de fábrica que permitan una articulación de todos nosotros contra aquellos que pretendan atentar contra nuestra clase. La formación de cuadrillas de seguridad que estén subordinadas a estos comités puede ser alguna de las medidas que tomemos los jóvenes y trabajadores para resguardar nuestros bienes, es decir nuestras condiciones de vida. Pero como hemos explicado más arriba, la lucha contra la delincuencia pasa por aniquilar la base material que le permite desarrollarse: la decadencia del capitalismo. Nuestra lucha debe pasar de la defensiva a la ofensiva. Es decir tenemos sí que organizarnos contra los delincuentes que azoten nuestras colonias, pero a la par tenemos que dar una batalla por transformar nuestras condiciones laborales.
Los trabajadores tenemos que luchar por la reducción de la jornada laboral sin disminución de salario, que permitirá sectores en desempleo o subempleo se integren al trabajo con lo que degollaríamos el aumento de la delincuencia. Tan sólo este elemento garantizaría disminuir el capital humano de la delincuencia, que se traduciría en un paso adelante. Pero además de ello tendríamos que exigir la escala móvil de salario con respecto al aumento de la canasta básica, pues el sólo empleo no garantiza que las condiciones laborales mejoren. Ello significaría no sólo menor explotación hacia nosotros sino incluso permitiría mejorar nuestras condiciones de vida, pues la burguesía pretende cargar a nuestras espaldas la crisis que ellos han provocado que indudablemente significa malas condiciones de vida.
Los trabajadores tenemos que huir de la lumpenización, es decir de la degradación humana de nuestra clase. Claro que estas medidas pueden realizarse en unas fábricas con mayor o menor facilidad, pero ello en nada significa que por implementar estas medidas en nuestra fábrica ya todo está solucionado. Por el contrario la delincuencia al ser un problema de clase, tiene que ser solucionado por el conjunto de nuestra clase; para ello será importante llevar este tipo de propuestas a más compañeros trabajadores con lo que estas medidas se generalicen en el país. Ello hace necesario que pensemos en mecanismos mediante los cuales podamos articularlas por ejemplo entre distintos centros de trabajo mediantes comités regionales o de zona para una mayor garantía de erradicar la delincuencia de nuestros barrios y centros de trabajo.
Evidentemente la burguesía pondrá el grito en el cielo ante estas medidas contra la delincuencia, ante eso los trabajadores tenemos que tomar la fábrica y ponerla a funcionar bajo nuestro control, expropiando a la burguesía. Nosotros sabemos qué papel debemos de jugar en el proceso productivo, sabemos cómo manejar la maquinaria y hasta en qué podemos mejorar la producción en nuestros centros de trabajo. No necesitamos de los patrones que nos digan que hacer o como hacerlo, por el contrario ellos sí nos necesitan para echar a andar las fábricas. Somos los trabajadores quienes tenemos el poder de la sociedad en nuestras manos, somos quienes tenemos que luchar decididamente contra la delincuencia luchando por la mejora de nuestras condiciones de vida junto con la de nuestros hermanos de clase. La lucha por el socialismo es la verdadera y única lucha seria contra la delincuencia.
Julio del 2010 representa una fecha histórica para la Tendencia Marxista Militante, sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria, pues en dicho mes se cumplen dos décadas desde que Militante, voz marxista de los trabajadores y la juventud salió por primera vez a la luz pública. Desde entonces a la fecha Militante se ha publicado sin hacer una sola pausa, analizando los principales acontecimiento nacionales e internacionales de la lucha de clases, todo ello basado en el pensamiento de Marx, Engels, Lenin, Trotsky y nuestro camarada Ted Grant.
Son dos décadas defendiendo las ideas del socialismo científico en el seno de las organizaciones del movimiento obrero, mismas en las que siempre hemos mantenido firmes nuestros principios de clase exponiendo abiertamente y sin regateos nuestro programa ante la clase trabajadora, en el que llamamos con toda claridad a expropiar a la burguesía como una condición para la solución de fondo a los graves problemas de hambre y explotación que padecen las masas desposeídas. Militante llama a una lucha sin cuartel contra el capitalismo y señala sin titubeos la necesidad de derrocar al régimen para sustituirlo por una democracia obrera en la que la clase trabajadora intervenga directamente y bajo una economía planificada.
Es por ello, y para acometer esa tarea, que durante todos esos años Militante también ha invertido mucho espacio de sus páginas exponiendo la necesidad de que los trabajadores recuperen sus organizaciones tradicionales para sus intereses, transformándolas en verdaderas herramientas de lucha dotadas de un programa socialista.
Nuestra política, misma que nos permite vincular las demandas mas sentidas del movimiento obrero con la lucha por el socialismo, nos ha forjado un importante espacio en el movimiento obrero y el reconocimiento de parte de miles de activistas sindicales y militantes de base del PRD y el movimiento organizado en torno a López Obrador. De este modo es como Militante se ha transformado en un punto de referencia para una capa importante de jóvenes y trabajadores.
No ha sido una tarea fácil avanzar, pues para hacerlo hemos tenido que superar toda clase de adversidades. Militante es un periódico hecho por trabajadores para los trabajadores y no se reproduce bajo los mecanismos económicos de la prensa burguesa; es por ello que a lo largo de su vida ha tenido que recurrir al apoyo de la clase obrera para mantener su publicación. Esto que para algunos sería una limitante, para los compañeros que nos organizamos en torno a Militante representa una virtud, pues el depender de la clase obrera al mismo tiempo fortalece nuestro compromiso con ésta y sus luchas. Es por ello que, si bien los compañeros que elaboramos y difundimos Militante hemos hecho lo que nos corresponde para impulsar una genuina prensa obrera, el resto lo ha hecho la clase trabajadora pues en definitiva sin su apoyo la publicación de nuestra prensa a lo largo de 20 años simplemente habría sido imposible. Por consecuencia Militante en excelencia es propiedad de la clase trabajadora; su arraigo entre el proletariado demuestra al mismo tiempo la aceptación de sus ideas entre esta.
El apoyo de la clase trabajadora hacia Militante también se ha dejado sentir de manera decidida en lo momentos difíciles, pues a lo largo de todos esos años hemos sido presa de diversos ataques del Estado, incluido el encarcelamiento de algunos de nuestros camaradas. En esos momentos la clase trabajadora siempre ha salido en nuestra defensa sin ninguna clase de titubeo.
Militante tiene de su lado dos factores que le han posibilitado mantenerse vigente a lo largo de ya 20 años: las ideas del marxismo y el apoyo de la clase obrera. Son estos dos mismos elementos los que le permitirán seguir caminando por muchos años más entre las filas del proletariado, luchando por un programa socialista para el movimiento obrero. Siendo esto así, tras varios años de lucha y en el marco del XX Aniversario de la Tendencia Marxista Militante, sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria, es como Militante logra su registro legal.
Nos llena de orgullo el celebrar dos décadas de lucha por el programa socialista, pero nos enorgullece más aún saber que esta batalla la hemos podido desarrollar a lo largo de ya varios años gracias al apoyo de miles de obreros que simpatizan con las ideas que defiende nuestra prensa. Sin ese apoyo, repetimos, habría sido imposible algún día hablar de ya dos décadas de lucha de Militante. Por todo ello Militante manifiesta públicamente todo su agradecimiento a la clase trabajadora por su valioso apoyo, razón por la cual se siente doblemente comprometido para continuar impulsando y difundiendo las ideas de Marx, Engels, Lenin y Trotsky hasta el triunfo de la revolución socialista en México y el mundo entero.
El pasado 1 de julio los compañeros de Militante intervenimos en la marcha convocada por la UNT para denunciar la política que la burguesía y sus sirvientes como Lozano y Calderón han asentado contra el nivel de vida de todos los trabajadores. Ya desde las 4 de la tarde se habían dado cita varios sindicatos en el ángel de la independencia pero aún faltaban muchos de los contingentes más aguerridos y combativos que fueron decisivos en la movilización.
La marcha partió rumbo al zócalo alrededor de las 5pm. Entre los contingentes se encontraban el Sindicato de Telefonistas (STRM), el Sindicato de Trabajadores de la UNAM (STUNAM), la CNTE, la Confederación Nacional Campesina (CNC) junto con varias organizaciones campesinas más como la CCC, compañeros de Copala, varias secciones del Sindicato de Mineros y todo esto coronado con el combativo y nutrido contingente de electricistas del SME que, después de casi 9 meses de lucha, mostró gran energía.
A lo largo de la marcha, el repudio al decreto de extinción de Luz y Fuerza(LyFC), la toma de la mina de Cananea, la Ley Federal del Trabajo, el desempleo, los paros técnicos y los ataques de los empresarios y su vasallo Calderón a la clase trabajadora en general fueron la orden del día.
Los compañeros de Militante intervinimos en la marcha con el número 193 de nuestro periódico mensual. El periódico tuvo bastante éxito con su consigna “Recuperemos Cananea y LyFC con la movilización y unidad de la clase trabajadora”. Los contingentes respondieron muy bien a nuestras consignas, especialmente los mineros y los electricistas. En la marcha llamamos a la unidad de las luchas de la clase trabajadora para echar atrás los ataques de los empresarios contra el nivel de vida (como el decreto de LyFC, la toma de Cananea o la Ley Federal del Trabajo), por el derrocamiento del criminal y anti-obrero gobierno de Calderón y porque la crisis económica sea pagada por los empresarios, que fueron los que la causaron, y no por nosotros los trabajadores.
La llegada al Zócalo fue monumental, fue otra muestra de músculo del movimiento obrero en México. Esta marcha demostró que el movimiento obrero no está paralizado ni derrotado y que es sólo el comienzo; debemos luchar por unificar las luchas de la clase trabajadora, de las bases del PRD y de los estudiantes hijos de trabajadores y otros sectores oprimidos de la sociedad para dar una lucha decisiva contra el criminal gobierno Calderón y su política pro-empresarial y anti-obrera. La única alternativa es la unificación de las luchas en torno a un programa revolucionario para derrotar los ataques de los empresarios. Esta marcha ha sido solamente el comienzo…
¡Que la crisis la paguen los capitalistas!
¡Recuperemos Cananea y LyFC!
Únete a Militante y lucha con nosotros por una salida revolucionaria a la crisis del capitalismo.
El número que ahora presentamos al movimiento de los trabajadores y la juventud encierra un gran significado para la Tendencia Marxista Militante: Con este número 194 festejamos nuestro 20 aniversario.
En estas dos décadas todo el ambiente se ha transformado radicalmente y hemos pasado de un escenario en donde el capitalismo ofrecía una vida “digna” para los trabajadores a un escenario donde se demuestra la verdadera cara de este sistema: guerras, crisis económicas, pobreza a nivel mundial, desempleo, etc.
Los compañeros agrupados en torno a este periódico nos hemos mantenido firmes defendiendo un programa marxista para el movimiento obrero. Pero no fueron años sencillos, no, hemos tenido que superar muchas dificultades en el camino. El movimiento obrero no se encuentra libre de presiones ideológicas y en estas dos décadas pasadas tuvimos que luchar contra distintas ideas que en resumen sólo desorientaban la lucha. Por ejemplo en algún momento, la toma del poder por parte de la clase trabajadora, la expropiación de los medios de producción, la dictadura del proletariado, que son planteamientos centrales del marxismo, fueron rechazados por un sector de los intelectuales y dirigentes que influían sobre el movimiento. Ahora con ejemplos como los de Venezuela, Bolivia, Ecuador y la crisis económica que golpea a las grandes potencias, no ha quedado duda sobre el papel revolucionario de la clase trabajadora ni de sus tareas.
Han sido 20 años de lucha firme en defensa de las ideas, métodos y tradiciones del marxismo. Presentar esta publicación al movimiento obrero es un gran triunfo porque confirma la vigencia de las ideas de Marx, Engels, Lenin, Trotsky y Ted Grant.
Pero además en esta ocasión hemos dado otro paso al frente, ahora estamos publicando doce páginas y con portada a color. De esta manera podemos ofrecer nuestro análisis de una mayor cantidad de acontecimientos en la lucha de clases.
Al mismo tiempo hemos dado otro paso importante. Desde hace años hemos luchado por el registro de nuestro periódico ante “derechos de autor”, como una medida para defendernos de posibles falsificaciones. No lo habíamos podido lograr porque ello tiene un costo económico considerable. Afortunadamente, hace un mes y en el marco de nuestro XIV congreso, logramos ese viejo objetivo. Un compañero simpatizante tomó la tarea en sus manos y convirtió en realidad ese paso tan importante para la lucha de los trabajadores. Si bien desde hace 20 años, nuestro nombre “Militante, Voz marxista de los trabajadores y la juventud” es políticamente nuestro, ahora lo es también legalmente.
Por ello decimos que este es un numero de gran significado para nuestra organización, hemos luchado firmemente y hemos logrado triunfos muy importes.
Por ello mismo, también pedimos el apoyo al movimiento de los trabajadores. Dados los incrementos en los precios de papel, imprenta y demás material para la publicación, nos vemos obligados a incrementar el precio de nuestro periódico a diez pesos. Sin embargo llamamos a que nuestros lectores lo puedan adquirir al precio de apoyo, es decir a 12 pesos. Estamos seguros que el movimiento nos seguirá apoyando de manera firme. Por nuestra parte respaldaremos ese apoyo con una cada vez mejor publicación y con un análisis más amplio. Al mismo tiempo lucharemos por llegar a muchos más sindicatos y organizaciones de tal manera que eliminemos aislamiento de las luchas.
Invitamos a todos nuestros lectores a que adquieran el número 194 de Militante, a que se suscriban y a que colaboren en el contenido de este periódico.
¡Abajo el gobierno de Calderón!
¡Viva la lucha de los trabajadores!
Comité de Redacción
Índice
En el presente número 194 Militante sale a las calles con 12 páginas y no con 8 como habitualmente había ocurrido en los meses pasados. Al mismo tiempo mantenemos nuestra portada a colores y una impresión que es bastante limpia. Este hecho es un gran paso en la construcción de una alternativa revolucionaria y en la tarea cotidiana de llevar las ideas y el programa de los marxistas al movimiento de los trabajadores y los jóvenes. De esta forma podremos analizar con mucha mayor amplitud los acontecimientos nacionales e internacionales de la lucha de clases que se dan en el marco de la crisis económica del capitalismo más profunda desde los años 30. Además en particular hemos recuperado la sección de “Teoría Marxista” en la cual retomamos textos históricos que a pesar de ellos mantienen toda su vigencia. Por supuesto que esta medida también nos permite publicar con mayor frecuencia las aportaciones que nos hacen los trabajadores en general.
Como decimos, este es un gran éxito y se explica por el trabajo sólido y consecuente de la Tendencia Marxista Militante y por el apoyo que los trabajadores, campesinos y estudiantes hacen a esta publicación adquiriendo su número mensual, suscribiéndose y haciendo donaciones económicas.
Hemos dado un nuevo paso al frente y no debemos retroceder, para ello también pedimos el apoyo del movimiento. Durante todo el año 2009 mantuvimos un precio de siete pesos por ejemplar, antes dimos una batalla por varios años en los que el precio fue de seis pesos. Desgraciadamente en este 2010 los precios de papel, imprenta y demás se han elevado nuevamente y nos vemos obligados a incrementar el precio. Desde ahora “Militante, Voz Marxista de los Trabajadores y la Juventud” costará diez pesos y 12 pesos de apoyo. Confiamos en que nuestros lectores y el movimiento en general comprenderán dicha medida y la verán como necesaria para seguir avanzando en la lucha contra fecal y contra el capitalismo a nivel internacional.
Julio del 2010 marca dos décadas desde que Militante apareció a la luz pública como órgano del movimiento obrero mexicano y vocero de las ideas del marxismo. A lo largo de 20 años Militante ha abordado en sus páginas los acontecimientos más importantes de la lucha de clases de nuestro país y el mundo. Para los compañeros que formamos parte de la Tendencia Marxista Militante, sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria, habernos mantenido en el escenario de la lucha de clases durante todos estos años representa un verdadero logro histórico.
Nuestras perspectivas
Militante surge en el contexto del desmoronamiento del bloque soviético a principios de la década de los años 90. Para la burguesía internacional el colapso de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) se presentó como la prueba irrefutable de que el capitalismo había vencido definitivamente y que por tanto para la humanidad no había otra alternativa posible al margen de una sociedad dominada por los grandes consorcios financieros y empresariales, traduciéndose todo ello en prosperidad para todos. Además, en la medida que la desaparición de la URSS significaba al mismo tiempo el fin de la guerra fría, los capitalistas señalaron también que en adelante todo sería paz y estabilidad para el conjunto del planeta.
El desmoronamiento de la URSS y la frenética campaña del capital sobre la inviabilidad histórica del socialismo y el pensamiento de Marx tuvo efectos aplastantes sobre la moral de miles y miles de activistas del movimiento obrero haciendo que cundiera el desánimo; por su parte muchos dirigentes obreros aprovecharon dicho acontecimiento histórico para justificar su política de colaboración de clases y plegarse más firmemente al lado de la patronal.
Por consecuencia hablamos de un periodo en el que inevitablemente las ideas del marxismo tendrían que navegar a contracorriente; en este marco Militante se mantuvo firme levantando la bandera del marxismo pues, como explicamos desde el primer ejemplar, el capitalismo no había resuelto ni una sola de sus contradicciones y que por el contrario, dada su crisis orgánica, éstas se agudizarían aún más. Explicamos que lejos de lo que decía la propaganda de la burguesía, las crisis económicas jamás podrían ser superadas por este modo de producción.
En 1990 señalamos que precisamente el carácter senil del capitalismo provocaría una más marcada lucha por el mercado mundial, derivando ello en más tensiones e inestabilidad entre las distintas naciones y que también, dada la senilidad capitalista, el desarrollo económico exigiría cuotas de sangre y sudor mayores a las del pasado de parte de la clase trabajadora del todo el mundo.
Por consecuencia señalamos que si bien la caída de la URSS y todos su efectos negativos sobre el movimiento obrero crearían un ambiente de reacción que le daría al capital la confianza para avanzar y desmantelar muchas conquistas logradas por los trabajadores en el pasado, además de lanzar nuevos ataques, ésta sería una situación que cambiaría pues las condiciones objetivas les imponían al capitalismo una estrategia que sólo podría generar más inestabilidad mundial y entre las clases; explicamos que llegado el momento el malestar acumulado movilizaría a las masas contra el capitalismo provocando un cambio total en el ambiente de la lucha de clases, significando todo ello un espectro cada vez más favorable para las ideas de Carlos Marx y el programa socialista.
Bajo esa perspectiva expuesta en los primeros ejemplares de Militante iniciamos nuestro trabajo en el movimiento obrero mexicano en 1990. Siendo ello así, los futuros acontecimiento de la lucha de clases se encargarían de darnos la razón: inmediatamente vimos cómo la estabilidad prometida por el capitalismo se transformó en la Guerra del Golfo (1990-91) y también cómo el bienestar social del que hablaban se tradujo en privatizaciones, despidos masivos y toda clase de recortes a los niveles de vida de las masas (un informe la ONU publicado en julio del 2003, destaca que del total de naciones del planeta 54 terminaron la década de los años 90 siendo más pobres de lo que eran antes de que ésta empezara). Todo eso en el marco de la expansión económica mundial de la década de los años 90.
Otra ratificación del pensamiento de Marx fue la manifestación cruda del carácter decadente del capitalismo por medio de diferentes crisis y recesiones económicas que van desde el efecto tequila (México 1994-95); la crisis de los tigres de asiáticos (1997); el efecto vodka (Rusia 1998); el efecto samba (Brasil 1998-99); la recesión de los Estados Unidos de 2001, además del efecto tango (Argentina 2001-2002). Todo ello coronando por la actual crisis que es la más virulenta en las últimas siete décadas y que en 2009 para el caso de los Estados Unidos destruyó 8.4 millones de empleos.
En la lucha de clases nuestras perspectivas se vieron correspondidas por acontecimientos como la insurrección en Indonesia (país en el que iniciaría la crisis económica de los tigres asiáticos) que en 1998 provocó la caída de la dictadura de Suharto, la cual se mantuvo en el poder por más de 30 años, y por el argentinazo, insurrección la cual, dada la reacción de las masas ante los costos del efecto tango, derivó en el derrocamiento de cinco presidentes de manera consecutiva entre 2001 y 2003. Antes de ello, América Latina había experimentado la insurrección y derrocamiento del gobierno ecuatoriano en enero del 2000, siendo esto un anticipo de los derroteros que adquiría la lucha de clases en la primera década del Siglo XXI en esta región del planeta. Poco después, además de los casos ya mencionados, las masas bolivianas y las venezolanas, por mencionar dos de los ejemplos más representativos, darían decididas y repetidas muestras de sus deseos de transformación social.
En Europa la recuperación del movimiento obrero daría como parte de sus primeros frutos las huelgas generales de Grecia en 2001 y de España en 2002. Un año después, por medio de movilizaciones que aglutinaron a millones repudiando la guerra contra Irak, los jóvenes y trabajadores de estos países manifestaron su cansancio contra las ambiciones capitalistas e imperialistas.
La primera década del Siglo XXI ha marcado un importante giro a la izquierda entre la clase trabajadora de América Latina, incluido México, arrojando como principal resultado un proceso de abierta revolución social del alcance continental; en el caso de Europa recientemente vemos una polarización social que ya ha dejado como saldo varias huelgas generales en Grecia, en Italia y en Francia, representando la etapa inicial de lo que podría ser un proceso de mayor calado no visto en décadas en la lucha de clases de dicho continente.
Todos estos acontecimientos ratifican al socialismo como única y necesaria alternativa frente a la barbarie capitalista. Pero también, partiendo del caso de América Latina por ejemplo, el que aún no hayan cristalizado en la toma del poder todos esos ríos de energía revolucionaria vertidos por los trabajadores y sus distintas luchas, también destaca la necesidad de un partido dotado de un programa socialista capaz de ejercer una influencia masiva sobre la mayoría de la clase trabajadora para conducir a ésta hacia una lucha sin cuartel contra el capitalismo.
Nuestro programa
Sobre la confianza en el análisis marxista, en nuestras perspectivas y en el programa por el socialismo, es como hemos impulsado nuestro trabajo durante 20 años en la lucha de clases en nuestro país.
Nuestro programa, que se basa en el Programa de Transición diseñado por León Trotsky, recoge toda la tradición del genuino marxismo que deviene desde los tiempos de Marx, Engels y el Manifiesto Comunista, pasando por el partido bolchevique y la Internacional Comunista de Lenin y Trotsky, así como la Oposición de Izquierda y la IV Internacional creadas por este último para luchar contra la degeneración estalinista y para organizar a los revolucionarios y su lucha contra el capitalismo.
El programa de Militante parte de reconocer que los intereses del proletariado son antagónicos e irreconciliables con los de la burguesía; también admite que la explotación es inherente al cuerpo vivo del capitalismo y del mismo modo señala que la tendencia del capital es la de una cada vez mayor concentración de riqueza en pocas manos a consecuencia de condenar a la miseria y la barbarie a millones de seres humanos, siendo el soporte de todo ello la propiedad privada capitalista sobre las fábricas, la banca, la tierra, el transporte y demás medios de vida. Especificado todo ello nuestro programa concluye que la única solución a los problemas de la humanidad es el socialismo, o sea el derrocamiento del Estado burgués para ser sustituido por una democracia obrera y la expropiación de los capitalistas para poner a las principales palancas de la economía bajo el control democrático de los trabajadores y al servicio del conjunto de la sociedad y no para el beneficio de algunos cuantos.
Si bien las anteriores son la expresión de las tareas históricas del proletariado en nuestro programa, éste también rescata demandas transicionales que permiten establecer un puente entre estas últimas y la lucha por el socialismo. Llamamos a luchar por más y mejores empleos, por la reducción de la jornada de trabajo sin reducción de salario; por una salario mínimo de 9 mil pesos y subsidio para desempleados; por la democracia sindical y el derecho a huelga, etcétera. Para el campesinado pobre nos pronunciamos por créditos blandos para el desarrollo e industrialización del campo, contra la privatización del ejido y por la confiscación de los latifundios velados o abiertos. Además rechazamos las privatizaciones al tiempo que demandamos el incremento significativo del gasto del Estado en educación y salud públicas y toda una serie de servicios necesarios para dignificar las condiciones de vida en los barrios obreros, campesinos e indígenas. También llamamos a defender todos los derechos democráticos de la clase obrera.
A diferencia de los reformistas que proponen la lucha por todas estas reformas sin plantearse la lucha por el socialismo, en Militante insistimos en dos cuestiones: una, señalamos que las reformas sólo son posibles en una fase ascendente del capitalismo, tal como fue el boom de la postguerra, mismo que se extendió desde 1948 hasta mediados de la década de los años 70, en la que los trabajadores, especialmente en los países industrializados, arrebataron con relativa facilidad importantes concesiones a la burguesía. Sin embargo, desde hace unas décadas el capital está en una fase de decadencia la cual, plantea a los capitalistas como punto número uno en su agenda la implementación de toda clase de contrarreformas para eliminar las conquistas obreras del pasado, transformándose ello en la actualidad en un obstáculo objetivo para las reformas. Por consiguiente, que es nuestra segunda insistencia, suscribimos que una lucha seria de cara a las reformas pasa por vincular a éstas con la lucha por el socialismo enfatizando la necesidad de eliminar la propiedad privada capitalista y la colectivización del campo.
La vinculación de la lucha por las reformas y el socialismo, tal como lo expone Trotsky en el Programa de Transición, no sólo nos distingue a los marxistas de Militante del reformismo, sino también de los estalinistas y su teoría de la revolución en etapas, según la cual antes de luchar por el socialismo el partido tiene que luchar por las reformas sin romper con el capitalismo (primera etapa); sólo entonces, y tras la consolidación y maduración de las reformas para, según ellos, sacar del atraso a un país como México, es posible luchar por el socialismo (segunda etapa). Los estalinistas cometen exactamente los mismos errores que los reformistas al considerar las reformas como posibles y duraderas (tienen que madurar, dirían los estalinistas) en el marco de países atrasados y dependientes económicamente; además si consideramos que ningún país puede salir del atraso con tan sólo reformas y sin romper con el capitalismo, en la práctica, de acuerdo a los estalinistas, la clase trabajadora de dichas naciones está condenada de por vida a vivir bajo el yugo del capitalismo porque simple y sencillamente bajo esos términos las condiciones para la lucha por el socialismo (sacar a México de su atraso sin romper con el capitalismo) jamás maduraran.
Bajo el capitalismo las naciones atrasadas están condenadas a mantenerse en dicha situación pues esta realidad obedece a una dinámica determinada por las relaciones capitalistas del mercado mundial y la división internacional del trabajo, y sobre las cuales las reformas no pueden hacer nada. Trotsky explica en su teoría de la Revolución Permanente que son tantos y tan profundos los vínculos de los terratenientes y los burgueses de los países atrasados con el capital financiero internacional y los consorcios multinacionales, los cuales absorben como sanguijuelas cuantiosos recursos de las colonias y excolonias impidiendo su desarrollo, que son incapaces de implementar cualquier política de fondo que saque de atraso a esta clase de naciones. Por consecuencia la única clase capaz de impulsar las reformas necesarias y llevarlas hasta las últimas consecuencias para sacar a su nación del atraso es el proletariado, el cual para abrirse paso se ve obligado a barrer el orden burgués en búsqueda de su objetivo. Es en esa medida que la revolución es permanente, pero también lo es en el sentido de que el proletariado no puede parar en un sólo país; el capitalismo es un sistema mundial ante el cual una nación socialista aislada tarde o temprano terminará por sucumbir si no rompe el cerco. De ahí que el proletariado se tiene que plantear la tarea de luchar por el socialismo a escala internacional, es por ello que en Militante llamamos a luchar por una federación socialista de América Latina y por el socialismo internacional.
La defensa de los principios y el programa socialistas no es una tarea sencilla; éstos están sujetos sistemáticamente a toda clase de presiones de clases ajenas al movimiento obrero y que, en muchas ocasiones, reflejan principalmente los prejuicios de los elementos pequeño burgueses que se acercan a las organizaciones revolucionarias. Una forma de resistirlas es establecer fuertes lazos con el proletariado. A lo largo de su historia Militante no ha estado al margen de esta clase de presiones, y ha tenido también que librar una lucha por esclarecer y defender los métodos proletarios, el programa marxista y sus tradiciones democráticas, frente a todo tipo de tendencias oportunistas, sectarias o aventureras. Como la historia demuestra, el movimiento obrero y la lucha de clases pone a todas las ideas y a todas las organizaciones en su lugar. Por nuestra parte Militante, órgano público de la Tendencia Marxista Militante, sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria, se mantiene firme en su lucha principista por el socialismo al lado del movimiento obrero.
Nuestra orientación
Durante todos estos 20 años la difusión de nuestro programa ha ido acompañada de una orientación hacia las organizaciones tradicionales de la clase trabajadora. La historia demuestra que los trabajadores antes que mirar hacia otro lado, primero se movilizan hacia sus sindicatos y partidos, con el objetivo de emplearlos para luchar; y si los marxistas desean que su programa conecte con la clase trabajadora, éstos tienen la obligación de ir ahí donde ésta se exprese. Al margen de las organizaciones de los trabajadores, el único escenario posible para los marxistas es el aislamiento.
Bajo este concepto, y convencidos de que se trata de la mejor manera de hacer llegar nuestras ideas y nuestro programa hacia los trabajadores, es que los marxistas de Militante participamos en los sindicatos y entre la base del PRD, además del masivo movimiento social organizado en torno a la figura de López Obrador.
En cada punto de intervención defendemos el programa socialista y llamamos a los trabajadores a rescatar y a democratizar a sus organizaciones ahí donde sea necesario hacerlo, además de proponer medidas concretas para fortalecerlas y transformarlas en más sólidas herramientas de lucha. Ejemplo de ello es el PRD en el que llamamos a romper con toda clase de colaboración con el régimen, a expulsar a la derecha encabezada por Jesús Ortega, a la conformación de comités de base y a transformar lo en un partido democrático, combativo y con un programa de clase. Es por ello que también llamamos a la conformación de una genuina corriente de izquierda socialista al interior del PRD.
Un partido que defiende el socialismo, capaz de atraer el apoyo masivo de los obreros no se puede improvisar ni construirse por la mera voluntad de los marxistas. Un partido de esa naturaleza sólo puede ser producto de un trabajo paciente y de años entre las organizaciones tradicionales de los trabajadores. Cualquier intento al margen del movimiento obrero y sus organizaciones, irremediablemente derivará en el derroche inútil y estéril de energías.
Esta orientación es la que nos ha permitido participar en los últimos 20 años en los principales acontecimientos de la lucha de clases de nuestro país, tales como los relacionados con los primeros meses de vida del PRD, las movilizaciones de apoyo al EZLN tras el levantamiento armado de enero de 1994 y la lucha de Ruta 100 en 1995. También intervenimos en decenas de comités de base del PRD que se formaron tras el apabullante triunfo electoral de este partido sobre el PRI en 1997; en 1999 participamos en las exitosas movilizaciones contra la privatización de la industria eléctrica y en la huelga estudiantil de la UNAM en ese mismo año.
En la presente década participamos en las movilizaciones obreras contra Fox, en la lucha por la defensa del contrato del sindicato del IMSS y en la huelga de Sicartsa del 2006; ese mismo año también intervenimos en la insurrección de Oaxaca y en la lucha contra el fraude electoral; hicimos lo mismo en la lucha en defensa de ISSSTE y en las movilizaciones contra la privatización de PEMEX de 2007 y las del magisterio democrático contra la ACE en 2008. Un año después, tras el sabadazo de octubre contra Luz y Fuerza del Centro, respondimos con energía actuando en las movilizaciones en defensa del SME. Todo esto sin dejar de lado el hecho de que hemos colaborado muy estrechamente con los trabajadores de Olympia de México y su huelga que estalló en enero del 2009.
Únete a Militante
El camino ha sido largo y nada sencillo, la lucha por las ideas del marxismo en el seno del movimiento obrero tiene que enfrentar bastantes adversidades. Sin embargo, la clase trabajadora ha demostrado a lo largo de su historia que es capaz de superar toda clase de dificultad para hacer avanzar al movimiento, derivando ello en significativas oportunidades para el desarrollo de las fuerzas del marxismo. Es así como Militante ha logrado durante dos décadas no sólo mantenerse, sino además desarrollarse al interior de las filas del proletariado. Nuestro periódico es reconocido por miles de trabajadores y nuestros compañeros son escuchados con atención en cada punto en el que intervenimos. Todo ello no lo habríamos logrado sin mantener una postura rígida en defensa de nuestro programa, nuestra política, nuestros métodos y nuestros principios.
No hemos hecho, ni nunca haremos, ninguna concesión a ideas reformistas, ultraizquierdistas u oportunistas. Esta actitud ha sido uno de los cimientos más importantes que le ha dado coherencia al trabajo de Militante a lo largo de dos décadas, y en ese mismo camino nos mantendremos. No existen atajos. La búsqueda de atajos a la postre sólo puede conducir al oportunismos o al ultraizquierdismo, es decir, a una política totalmente estéril e incapaz de empujar hacia el frente nuestro objetivo de construir un partido similar al bolchevique de Lenin y Trotsky y sobre el cual recayó la tarea de dirigir al proletariado ruso a la toma del poder en 1917. Nuestro camarada Teg Grant (1913-2006) consagró su vida a mantener vivo y desarrollar el legado de esos dos grandes dirigentes bolcheviques, gracias a su contribución los principales acontecimientos de la lucha de clases tras el asesinato de Trotsky en agosto de 1940 fueron claramente explicados, transformándose en una magnífica orientación para las diferentes generaciones de marxistas formados bajo su tutela, tal como ha sido el caso de nuestra Tendencia Marxista Militante.
Gracias a la orientación de Ted, quien nos educó en las mejores tradiciones del movimiento marxista y bolchevique, y al movimiento obrero, Militante está aquí, tras 20 años de trabajo revolucionario y lo seguirá estando cuantos años más sea necesario acompañando a la clase trabajadora en la consecución de sus tareas históricas: la derrota de la sociedad dividida en clases y el triunfo del socialismo sobre el capitalismo.
Nos debemos a la clase obrera y ratificar nuestro compromiso con los intereses más trascendentes del movimiento obrero, es la mejor forma de festejar lo que nosotros consideramos todo un logro histórico: mantenernos vigentes entre las filas del proletariado por ya dos largas décadas.
¡Camarada trabajador, únete a la Tendencia Marxista Militante y a su Internacional, la Corriente Marxista Revolucionaria, y lucha por el socialismo en México y en el mundo!
Como decíamos al comienzo de este trabajo, en 2010 se cumplen 200 años del inicio de la revolución independentista en América Latina. Al calor del ejemplo de la revolución francesa que dio al traste con el sistema de producción feudal reemplazándolo por el capitalista, las masas latinoamericanas se rebelaron casi en forma unánime a lo largo y ancho del continente contra el imperio español de la época. El 19 de abril de 1810 comenzó el desconocimiento de la autoridad colonial en Caracas, un mes después, el 25 de mayo, se repitió la historia en Buenos Aires y el 16 de septiembre se produjo el Grito de Dolores en México. En poco tiempo toda la región era un hervidero revolucionario contra un sistema basado en la extracción de materias primas que sólo servía para mantener a una clase parasitaria y decadente en la metrópoli europea y dejaba muy poco para los pueblos de las colonias. La posterior guerra de liberación dio a la historia de la humanidad grandes gestas heroicas donde se demostró el valor y el espíritu revolucionario de las masas mestizas de estas tierras. En su mayoría, los líderes que encabezaron esta revolución continental, con Simón Bolívar como el más destacado de ellos, pronto comprendieron que la revolución no podía quedarse dentro de las fronteras de sus respectivas regiones, que si se quería triunfar había que extirpar el poder imperial de toda la América, extender la revolución a todo el continente, con lo cual, sin saberlo, estaban llevando a la práctica una de las tesis de la revolución permanente que desarrollaría casi un siglo más tarde, León Trotsky. “El triunfo de la revolución socialista es inconcebible dentro de las fronteras nacionales de un país. Una de las causas fundamentales de la crisis de la sociedad burguesa consiste en que las fuerzas productivas creadas por ella no pueden conciliarse ya con los límites del Estado, nacional…. La revolución socialista empieza en la palestra nacional, se desarrolla en la internacional y llega a su término y remate en la mundial. Por lo tanto, la revolución socialista se convierte en permanente en un sentido nuevo y más amplio de la palabra: en el sentido de que sólo se consuma con la victoria definitiva de la nueva sociedad en todo el planeta” (42). Aunque aquélla no era una revolución socialista, ni podía haberlo sido porque las fuerzas productivas de la época no estaban lo suficientemente desarrolladas para permitir un avance hacia el socialismo, tampoco es menos cierto que un revolucionario como Simón Bolívar, de no haber tenido una muerte prematura, daba indicios en su pensamiento de haber podido evolucionar hacia posiciones de socialismo utópico como sí lo hiciera su maestro Simón Rodríguez.
El triunfo de la revolución independentista se alcanzó luego de casi dos décadas de guerra, pero la victoria militar no trajo aparejado el triunfo de las ideas bolivarianas. El trabajo que generó la enorme riqueza que durante tres siglos estuvo saliendo como una hemorragia constante de América Latina, y que contribuyó en gran medida al desarrollo del capitalismo europeo, provino de la salvaje explotación de millones de trabajadores esclavos, indígenas, negros, criollos pobres, los mismos que más tarde vertieron generosamente su sangre para que la revolución venciera, sin embargo, al igual que en la Francia revolucionaria, fue la naciente burguesía criolla, básicamente agrícola, la que se benefició del triunfo revolucionario para ocupar el espacio dejado por la aristocracia europea como clase explotadora. La nueva clase dominante, alentada por Inglaterra, principal potencia imperial de ese momento, se encargó de acabar rápidamente con el sueño de Bolívar y los otros líderes revolucionarios, de una América Latina unida en una sola y gran nación. El continente se dividió una y otra vez en decenas de pequeños Estados, con lo cual, también, se dividió a las masas latinoamericanas y se facilitó su dominación. Los antiguos esclavos se convirtieron en modernos obreros y campesinos igualmente explotados bajo condiciones extremas, condenados a ser eternamente pobres y a ver morir a sus hijos de hambre y enfermedad.
Luego de 200 años de capitalismo la situación, en términos de explotación, no ha variado mucho para los latinoamericanos, posiblemente, esté peor que entonces. En ese tiempo Inglaterra cedió su poder imperial a los EEUU, quienes se convirtieron en la principal potencia capitalista mundial, y ya llevan más de un siglo haciendo uso y abuso de su “patio trasero”. Sin embargo, como lo explicara Carlos Marx a través del materialismo histórico, las sociedades humanas y los sistemas económicos no escapan a las leyes de la dialéctica. Hoy, tal como ocurriera a finales del siglo XVIII con el sistema feudal, el sistema capitalista agoniza y se hace imprescindible, para la supervivencia de la especie humana e, incluso, de la vida en el planeta, remplazarlo por un sistema socio económico superior: el socialismo. Como ya comentamos, el alto precio de las materias primas (alimenticias y energéticas) impulsado, en un primer momento, por el crecimiento de economías como la china, la hindú, etc., y luego por la especulación financiera, propiciaron, también, un crecimiento de las economías latinoamericanas, en general. Sobre este crecimiento se apoyó la política económica de los gobiernos nacionales para dar una sensación de estabilidad social. No obstante, aunque hubo crecimiento macroeconómico esto no mejoró la condición de las clases bajas, por el contrario, aumentó la desigualdad y la concentración del capital cada vez en menos manos. La crisis capitalista acabó de la noche a la mañana con esta situación y frenó en seco el crecimiento que en muchos casos se convirtió en recesión, agravando una realidad ya de por sí dura para las masas. Esta situación de crisis generalizada del sistema dominante ha reforzado el extendido y creciente deseo de cambio que vienen mostrando desde hace tiempo las masas del continente, he ahí la explicación para el auge actual que tienen las ideas revolucionarias en Latinoamérica, reproduciendo un ambiente muy similar al de hace 200 años y colocando a la región a la vanguardia de la revolución mundial. En aquella ocasión se luchaba contra el colonialismo europeo, hoy la lucha es contra el sistema capitalista y su brazo armado, el imperialismo norteamericano. Igual que en aquel entonces, la victoria pasa, como lo entendieron los libertadores, por la unificación de la lucha, por aplicar las tesis de la revolución permanente de Trotsky: la revolución para triunfar debe luchar por el socialismo y debe ser continental. Igual que en aquel entonces, serán los esclavos actuales, los obreros y campesinos latinoamericanos, quienes están llamados a dar esta batalla por la liberación definitiva.
5.3.1) ¿Por qué aún no ha triunfado la revolución?
Decir aquí que las condiciones objetivas para la existencia de una situación revolucionaria, tal como lo planteaba Lenin, se hallan presentes en América Latina, es repetir algo que ya se ha dicho muchas veces en los últimos tiempos. Estas condiciones se han presentado en numerosas ocasiones a lo largo de la historia reciente de la región en los distintos países en que se encuentra dividida, pero, como comentábamos en el punto anterior, en muy pocas se han dado generalizadamente en todo el continente como está ocurriendo actualmente. Evidentemente, el hecho de que se encuentren de una forma generalizada no quiere decir que en todas partes tengan el mismo nivel de desarrollo, mientras en algunos países todavía están verdes, en otros, como Venezuela, de tan maduras podrían comenzar a podrirse, como dijera Trotsky en el Programa de Transición. Quién puede dudar que a la burguesía le está resultando sumamente difícil conservar su poder político, el cual, inclusive, ya ha perdido en algunos países como Venezuela, Ecuador y Bolivia, mientras en otros ha debido mimetizarse bajo gobiernos que se presentan como “progresistas” para continuar gobernando, y en donde gobierna abiertamente, como en Colombia, Perú o México, debe recurrir con regularidad a la represión para controlar a unas masas que cada día le pierden más el respeto. La actual crisis capitalista sólo ha venido a resquebrajar aún más el ya de por sí debilitado poder de una clase dominante que siente como éste se le ha ido escapando entre los dedos. Por su parte, la clase media, merced a la degeneración acelerada que sufre el sistema capitalista desde hace un buen tiempo, se ha ido proletarizando paulatinamente, y hoy en día, se puede decir, que padece muchos de los males que antes eran exclusivos de la clase obrera, con lo cual, su habitual fidelidad a la burguesía también se encuentra en entredicho. Finalmente, la gran cantidad de conflictos sociales y laborales que han venido en aumento en la mayoría de los países latinoamericanos, producto de unas condiciones de vida que se han vuelto insoportables, unido esto a las revoluciones en desarrollo en Venezuela, Ecuador y Bolivia, al alzamiento popular en Honduras, etc., es un claro indicativo de que las clases explotadas han llegado al límite de su paciencia y se están rebelando a favor de un cambio social. Como decía Trotsky, las masas todavía no saben muy bien lo que quieren pero sí están claras en lo que no quieren.
Con unas condiciones objetivas tan favorables, con un capitalismo agonizante a nivel mundial, con un imperialismo debilitado y empantanado militarmente en el Medio Oriente, con un espíritu y una disposición al combate de las masas como pocas veces se ha visto, al punto que hasta han desalojado del poder político a la burguesía en por lo menos tres países, con una poderosa clase obrera en movimiento que en numerosas partes del continente ha puesto a producir bajo control obrero las empresas cerradas por los capitalistas, se hace difícil de comprender el hecho que la revolución todavía no haya triunfado en América Latina. Y lo peor, parafraseando lo dicho por Trotsky respecto a la revolución española de los años treinta, es que las masas venezolanas, ecuatorianas y bolivianas, por sólo mencionar los puntos donde la revolución está más avanzada, han podido tomar el poder no una sino numerosas veces en esta última década. Sin embargo, esto no ha ocurrido y las causas no hay que buscarlas, como dicen sectarios y reformistas, en la baja conciencia de las masas, que se han cansado de demostrar hasta la saciedad que si algo les sobra es conciencia, sino en la falta del factor subjetivo que, también planteaba Lenin. Gobiernos reformistas se hallan al frente de las tres revoluciones que se desarrollan en este momento en Latinoamérica, cada uno con sus características particulares, pero todos con una concepción etapista que ralentiza la revolución hasta niveles sumamente peligrosos. Como hemos venido recalcando una y otra vez a lo largo de este trabajo, la falta de una dirección revolucionaria, con un programa y un método marxistas, ha privado hasta la fecha a los pueblos latinoamericanos de sacudirse de una vez y para siempre el sistema capitalista y encender la mecha de la revolución mundial. Después de más de 70 años de haber sido escrito por Trotsky, el análisis que éste hacía en el Programa de Transición de la situación de aquel momento, tiene hoy plena vigencia: “La situación política mundial del momento, se caracteriza, ante todo, por la crisis histórica de la dirección del proletariado…La economía, el Estado, la política de la burguesía y sus relaciones internacionales están profundamente afectadas por la crisis social que caracteriza la situación pre¬-revolucionaria de la sociedad. El principal obstáculo en el camino de la transformación de la situación pre-revolucionaria en revolucionaria consiste en el carácter oportunista de la dirección proletaria, su cobardía pequeño-burguesa y la traidora conexión que mantiene con ella en su agonía…En todos los países el proletariado está sobrecogido por una profunda inquietud. Grandes masas de millones de hombres vienen incesantemente al movimiento revolucionario, pero siempre tropiezan en ese camino con el aparato burocrático, conservador de su propia dirección”. No puede haber dudas, entonces, que en este momento la principal tarea de los marxistas revolucionarios debe ser dedicar sus mayores y mejores esfuerzos a la construcción de la dirección y la organización revolucionarias que permita a la clase trabajadora cumplir con su tarea histórica de acabar con el capitalismo y construir la nueva sociedad socialista, en América Latina y el resto del mundo.
Notas:
(42) La revolución permanente, León Trotsky
5.1- Crecimiento “débil” y permanencia de la crisis económica en 2010
La actual crisis capitalista ha dejado una vez más en evidencia el empirismo de los dirigentes políticos de la burguesía y de sus teóricos. Sumidos en una situación que no comprenden y que se les ha escapado de las manos, sólo atinan a elaborar conjeturas sin ningún fundamento científico, a tratar de encontrar signos de recuperación, los llamados “brotes verdes”, donde sólo hay más especulación financiera, mientras, sin ninguna otra solución a la mano que no sea destruir puestos de trabajo y cargar sobre las espaldas de las masas el peso de la crisis, aguardan a que el tiempo cure las heridas y regrese las cosas a su lugar. La burguesía latinoamericana, más elemental y parasitaria que sus pares de los países desarrollados, no escapa a esta fórmula y cifra sus esperanzas en que los precios de las materias primas se mantengan relativamente altos y ello permita retomar en 2010 los índices de crecimiento que traía la economía de estos países hasta finales del año 2008. Sin embargo, es bueno aclarar que la razón principal para que se den estos precios no se basa en un aumento de la demanda mundial de las mismas sino en una nueva ola especulativa en torno a ellas por parte de los capitalistas, con lo cual se convierte en algo sumamente riesgoso desarrollar una política económica sobre bases tan endebles. La CEPAL ha hecho pronósticos de un crecimiento en torno a un 4,1% para 2010, "lo peor de la crisis ha quedado atrás. Los motores del crecimiento ya se encendieron nuevamente, pero no se sabe cuánto nos durará el combustible", advirtió Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL,… La reactivación será más notoria en América del Sur y Centroamérica (excluyendo México), que alcanzarían el próximo año tasas de crecimiento de 4,7% y 3,0%, respectivamente, mientras que en El Caribe el repunte sería menor (1,8%). Según las proyecciones de la CEPAL, Brasil encabezará la lista de los países que más crecerán en 2010, con una expansión estimada de 5,5%. Le seguirán Perú y Uruguay (5% cada uno), y Bolivia, Chile y Panamá (4,5%), mientras que Argentina y Suriname crecerán 4,0%. México, en tanto, crecerá 3,5%, al igual que Costa Rica y República Dominicana. El informe señala que la salida de la crisis ha sido más expedita gracias a un conjunto de políticas contracíclicas que permitieron enfrentar eficazmente las turbulencias externas, como la reducción de las tasas de interés, el aumento en la participación crediticia de la banca estatal, la expansión del gasto público y la aplicación de una variada gama de programas en el área social relacionados a subsidios al consumo e iniciativas de apoyo a las familias pobres. Para 2010, las mejores expectativas de crecimiento y el alza en los precios de algunos productos básicos que la región exporta permitirían un aumento en los ingresos públicos de la región, con la consecuente mejoría del saldo fiscal… El informe agrega que el crecimiento de la economía permitirá también un aumento de la tasa de ocupación y probablemente una mejora de la calidad del empleo. Se estima que la tasa de desempleo podría bajar hasta cerca de un 8% en 2010, situándose así a medio camino entre los niveles pre y post crisis, lo que tendría, a su vez, un efecto positivo sobre los indicadores de pobreza” (37). Como decíamos antes, muchas suposiciones, especulaciones, buenas intenciones y muy poco de realismo, tal como era de esperar de unos hechiceros de la economía. Un informe similar realizado por la ONU da cifras más conservadoras en cuanto al crecimiento pronosticado para este año para la región pero no por ello es menos empírico que el primero. “El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (UNDESA) difundió en Naciones Unidas el informe titulado "Situación y perspectivas económicas globales para 2010", que indica que la media de crecimiento de América Latina y el Caribe será del 3,4%. Los expertos de la ONU atribuyen el declive de la economía de la región en 2009 a la disminución de la demanda externa, a la bajada de los precios y a la contracción del consumo e inversión privados. La fuerte caída en las remesas que envían los trabajadores a México, Centroamérica y el Caribe agravó la disminución en la demanda del consumo… Para 2010 anticipan que la recuperación económica global continuará debido, en gran parte, a que los precios de las materias primas también lo harán, así como a una mayor demanda externa (especialmente de Asia) y a las medidas en estímulos fiscales que apoyen las economías nacionales… Brasil, para el que se pronostica un aumento de su economía del 4,5% este año. Así prevén que la economía de México crezca un 3% en 2010, revirtiendo el descenso del 7% de 2009” (38).
Evidentemente, en el mundo de las suposiciones todo es válido, y si es posible pronosticar crecimiento económico, en función de éste, también se puede pronosticar una disminución del desempleo. “El informe de la OIT dice que si se cumplen las previsiones de crecimiento económico de 4,1% (CEPAL), en 2010 habrá un ligero descenso de la tasa de desempleo urbano regional, a 8,2%. Agrega que si bien será una evolución positiva, no alcanzará para reducir el número total de personas afectadas por la falta de trabajo, que se mantendría en torno a 18 millones” (39). "Es probable que la gente termine realizando trabajos poco productivos en el sector informal, de modo que es posible que el verdadero impacto de la crisis en la pobreza se haga visible este año", al tiempo que aumentarán en cuatro millones los latinoamericanos que viven en pobreza extrema” (38). Sólo buenos deseos pueden presentar los capitalistas aunque al final deban reconocer que no serán capaces de hacer disminuir el desempleo y que, por el contrario, incrementarán el número de personas viviendo en la extrema pobreza.
5.2- Inestabilidad política y social
Todo indica que las desigualdades sociales continuarán profundizándose a lo largo de este año, como veíamos en el punto anterior, hasta los pronósticos más optimistas de los propios voceros del sistema anticipan un mantenimiento del desempleo y un aumento de la pobreza extrema. Si el año 2009 estuvo marcado por conflictos sociales y laborales a todo lo largo y ancho del continente, las perspectivas para el 2010 no son mucho mejores y parecieran estar marcadas por una intensificación de la lucha entre explotados y explotadores. Desgraciadamente, esta disposición a la lucha y al cambio por parte de las masas latinoamericanas, en medio de una situación claramente revolucionaria, no ha encontrado el cauce adecuado y la mayoría de los gobiernos reformistas que accedieron al poder aprovechándose de ello, como era de esperar, no han sido capaces de dar respuestas a las necesidades más sentidas del pueblo, con lo cual, también han comenzado a preparar el terreno para un posible retorno de la derecha al gobierno.
5.2.1) El termómetro electoral
Siete elecciones presidenciales se desarrollaron en América Latina durante el año 2009. En los países donde hay revoluciones en desarrollo como es el caso de Bolivia y Ecuador, las masas apoyaron mayoritariamente a los dirigentes que aparecen al frente de dichos procesos, Evo Morales y Rafael Correa, respectivamente, demostrando que mantienen intactas sus esperanzas revolucionarias en esos gobiernos, algo similar a lo que ocurrió en Venezuela en 2006 con la reelección del presidente Chávez, cuando la revolución obtuvo el mayor apoyo electoral hasta la fecha. Sin embargo, como ya dijimos antes, el no profundizar la revolución y empantanarse en políticas reformistas ha llevado a un desgaste evidente del gobierno bolivariano que se ha visto reflejado en las distintas elecciones que se han venido realizando desde entonces, siendo la más evidente la derrota en el referéndum por la reforma constitucional de 2007. Inclusive, en la enmienda constitucional de febrero de 2009, aunque se obtuvo la victoria se pudo apreciar que la diferencia de votos entre el gobierno y la reacción se continúa acortando, encendiendo las alarmas de cara a las elecciones legislativas de septiembre de 2010, donde la reacción podría llegar a obtener un buen resultado apoyándose en el cansancio y desmotivación de las masas. Esto es algo que bien podría repetirse en el futuro en los casos boliviano y ecuatoriano de no tratar estos gobiernos de llevar a la revolución hasta el final. En El Salvador triunfó el FMLN, llevando a la presidencia a Mauricio Funes, un reformista light al estilo de Lula o Tabaré Vásquez, siendo lo más rescatable de su elección el enorme deseo de cambio demostrado por las masas salvadoreñas que derrotaron electoralmente por primera vez a una de las burguesías más reaccionarias del continente. También en Uruguay triunfó la izquierda del Frente Amplio con José Mujica al frente, dando continuidad al gobierno reformista de Tabaré Vásquez. En las otras tres elecciones, en cambio, fue la burguesía con sus candidatos propios, todos empresarios, la que derrotó a los reformistas socialdemócratas. En Panamá, Ricardo Martinelli, un empresario dueño de medios de comunicación, supermercados, bancos, etc., derrotó a la candidata de Martín Torrijos, en Chile fue otro empresario, con pasado pinochetista, Sebastián Piñera, el encargado de sacar del gobierno a la alianza de socialdemócratas y socialcristianos, mientras en Honduras, la elección de Porfirio Lobo legalizó el golpe de Estado del año anterior, el cual rápidamente ha sido reconocido por una buena parte de los gobiernos, con EEUU a la cabeza, que hipócritamente habían condenado el golpe. Comenzando el año 2010, un nuevo gobierno de derecha se instaló en Centroamérica: el de Laura Chinchilla en Costa Rica que le dio continuidad al actual gobierno de Oscar Arias. En lo que resta del año se realizarán dos nuevas elecciones presidenciales: en mayo en Colombia, donde, a pesar de la descalificación de la candidatura de Uribe, su relevo, Juan Manuel Santos, según las últimas encuestas que lo ubican primero, en unas con el 34,7% y en otras con el 23% (40), más del doble del candidato del Polo Democrático, Gustavo Petro, pareciera garantizar la continuidad del actual gobierno de la oligarquía; y en octubre en Brasil, donde la candidata de Lula y del PT, Dilma Rousseff, hasta el momento lleva las de perder en las encuestas donde aparece 11 puntos por debajo del candidato de la derecha, José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) (41). Este posible giro a la derecha del electorado, que muchas veces se produce por el abstencionismo y no por un voto favorable propiamente hablando, en gran parte, está basado en el fracaso y falta de respuesta de los gobiernos reformistas a los anhelos de cambio de las masas, y aunque se confirmara en futuras elecciones, no es determinante. La situación es muy volátil, la crisis capitalista ha golpeado duro en América Latina y ha llevado a límites insoportables la vida de millones de personas, y no será con un programa capitalista, como el que propone la burguesía, que se superará esta situación, esto sólo profundizará la crisis y agudizará la lucha de clases como está ocurriendo donde ya gobierna la derecha, como en Perú, Colombia o México.
Las elecciones, al igual que las encuestas, son una fotografía que permite tener una idea de cómo se encuentra la correlación de fuerzas en una sociedad en un momento dado, pero las revoluciones no se deciden ni en elecciones ni en parlamentos, se deciden en las calles, en los campos y en las fábricas.
Notas:
(37)http://www.eclac.org/cgibin/getProd.asp?xml=/prensa/noticias/comunicados/0/38080/P38080.xml&xsl=/prensa/tpl/p6f.xsl&base=/tpl/top-bottom.xsl
(38) http://www.infolatam.com/entrada/onu_el_crecimiento_en_america_latina_y_c-18570.html
(39)http://www.oit.org.pe/index.php?option=com_content&view=article&id=2362:oit-presento-panorama-laboral-2009-de-america-latina-y-el-caribe&catid=117:ultimas-noticias&Itemid=1305
(40) http://e-lecciones.net/archivos/loultimo/Panorama%20electoral%20Colombia.pdf
(41)http://www.casamerica.es/actualidad-efe/rousseff-le-recorta-ventaja-de-serra-para-las-elecciones-en-brasil-segun-una-encuesta-94819
El próximo 20 de agosto se cumplen 70 años del atentado que terminara con la vida del revolucionario ruso León Trotsky. La Fundación Federico Engels y el Museo Casa de León Trotsky le rinden tributo a aquel gran marxista comprometido con la causa del proletariado mundial con la publicación Mi Vida, su autobiografía.
Un planeta sin visado
En 1928 Trotsky es expulsado de la de Rusia por la burocracia estalinista, producto del proceso de degeneración burocrática que había sufrido el Estado soviético. Desde entonces viviría lo que el poeta surrealista, André Breton, llamase un planeta sin visado. Este momento marca uno de los giros en la vida del revolucionario que desde entonces hasta el día de su muerte, lucharía contra la degeneración estalinista, y por socialismo internacional, que en nombre del comunismo asesinaría a los compañeros de Lenin de la revolución de octubre y tergiversaría las tesis del marxismo revolucionario. La batalla que desde entonces encabezara Trotsky contra la casta burocrática que se había hecho del poder en la República Soviética sería una de las experiencias más importantes para el proletariado internacional.
La autobiografía es una más de las arenas de batalla de Trotsky: en sus páginas, el autor sigue librando el combate que llena su existencia. La batalla por la defensa de las ideas del autentico marxismo son el fundamento principal de la obra. Desde aquí el autor desmiente todas las mentiras y calumnias del régimen termidoriano, como llamara al régimen encabezado por Stalin. El proceso de octubre, su entrada a la fracción bolchevique en 1917, el desarrollo de las contradicciones en la economía planificada soviética y el inicio de la degeneración estalinista son algunos de los puntos que describe Trotsky para desmentir, pero sobre todo explicar, el proceso por el cual atravesaba la naciente URSS cuando éste es expulsado.
La defensa del marxismo revolucionario, y el internacionalismo proletario, fue el eje principal de la vida y lo que le costara la muerte al Viejo, como le llamaban sus camaradas.
Las ideas de Trotsky han tratado de ser enterradas por la burguesía y por algunos sectores de la izquierda para con ello tratar de minar las ideas del marxismo, pues según estos estas ya han sido sobrepasadas. La verdad es algo que no se puede ocultar, y en medio de la peor crisis del capitalismo las ideas del autentico marxismo vuelven a ser escuchadas por miles de jóvenes y trabajadores que buscan una explicación sobre la situación nacional e internacional de la lucha de clases. Es por eso que Mi Vida constituye una obra de gran valor pues es el propio Trotsky quien desmiente cada una de las calumnias que se lanzaron en su contra, además de desenmascarar el carácter contrarrevolucionario del estalinismo y la burocracia soviética. Esta obra indispensable para todo revolucionario no sólo es clarificadora, sino que también es una valiosa arma para la batalla cotidiana contra un sistema, el capitalismo, que no solo es incapaz de satisfacer nuestras necesidades más elementales, sino que incluso tiene que arrojarnos tierra en los ojos para defenderse.
Trotsky: un revolucionario permanente
Publicado por primera vez en 1930, Mi Vida es un retrato autobiográfico con la intensión de transmitir a las nuevas generaciones de marxistas y revolucionarios lo mejor de la experiencia revolucionaria y en el que se el autor, a través de la argumentación, desarticula cualquier argumentación en el sentido de que las pugnas entre Stalin y él estaban motivadas por la rivalidad personal. Como el mismo Trotsky señala en el prólogo de su obra “la lucha entablada por los epígonos en torno al poder, no tiene, como pretendo demostrar aquí, un carácter puramente personal, sino que revela una fase política: la reacción contra el movimiento de Octubre y los primeros síntomas del giro termidoriano”.
Es de destacar que esta coedición contiene un prefacio inédito de Olivia Gall, actual directora del Museo Casa de León Trotsky, sobre la relación de Trotsky y el general Francisco Múgica así como el papel de algunos personajes para que México recibiera al revolucionario ruso cuando el mundo se había transformado para él en un planeta sin visado. Sin duda una obra que todo revolucionario marxista que se plante de forma seria la transformación de la sociedad requiere tener en su biblioteca.
Para la Fundación Federico Engels la coedición de este texto en colaboración con el Museo Casa León Trotsky, es un tributo a aquel revolucionario que diera la vida por la defensa de las ideas del autentico marxismo y del bolchevismo, eh incluso muriera asesinado a causa de ello hace 70 años a manos de un agente de Stalin.
En un párrafo de la nota editorial que publicaremos en esta coedición de Mi vida, señalamos lo siguiente:
Con motivo del 70º aniversario de su asesinato, la Fundación Federico Engels quiere rendir tributo a León Trotsky, a sus extraordinarias aportaciones teóricas al marxismo y, sobre todo, a su ejemplo de lucha infatigable contra la degeneración burocrática de la revolución rusa. León Trotsky consagró toda su vida a la causa del comunismo y la revolución socialista: como dirigente del sóviet de San Petersburgo en la revolución de 1905 y teórico de la revolución permanente; como internacionalista intransigente frente a la capitulación socialpatriota de la socialdemocracia; como compañero de armas de Lenin en la revolución de Octubre; como presidente del Comité Militar Revolucionario y organizador del Ejercito Rojo; como fundador de la III Internacional…
La publicación de Mi Vida es parte de las diferentes actividades que la Fundación Federico Engels desarrollará en homenaje al gran dirigente bolchevique y fundador de la IV Internacional, León Trotsky.
En agosto próximo, mes en el que se cumplirán siete décadas desde que el gran revolucionario ruso fue asesinado en Coyoacán, Mi vida de León Trotsky estará al alcance de los amigos de la Fundación Federico Engels en México. El libro se podrá adquirir ya sea dirigiéndose a esta casa editorial o de manera directa en el Museo Casa León Trotsky.
Para más información:
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www.fundacionfedericoengels.org
Durante los días 18, 19 y 20 de Junio se celebró en Puerto Ordaz (Edo. Bolívar) el VII Congreso de la Corriente Marxista Revolucionaria (CMR) de Venezuela. Este Congreso ha sido un fiel reflejo del fortalecimiento político, avance en la formación de cuadros e incremento de posiciones e influencia en el movimiento obrero que ha experimentado la CMR en el último año.
Amplia participación obrera
En el congreso participaron dirigentes sindicales de importantes empresas de Guayana (la mayor concentración industrial del país) como ALCASA, SIDOR, Ferrominera, Grafito del Orinoco, Hidrobolìvar, las empresas SIDETUR y Autana- las dos actualmente en lucha y la primera ocupada por los trabajadores-, la recientemente expropiada Cavelum, así como reconocidos luchadores del sector de los trabajadores portuarios, uno de los más combativos y explotados de la región… Además de otros camaradas empleados de la CVG.
Junto a esta magnífica representación de los principales batallones industriales del país ubicados en Guayana cabe destacar la nutrida representación de otro sector clave en la economía nacional y vanguardia indiscutible de este proceso revolucionario como el sector automotriz, y en particular de varias de las principales empresas automotrices del estado Anzoátegui. Varios dirigentes del sindicato SINGETRAM de MMC Automotriz (la lucha más emblemática que en este momento está sosteniendo la clase obrera venezolana contra la ofensiva de la patronal y la burocracia, con más de 250 trabajadores despedidos en este momento)…así como dirigentes de la empresa ocupada Vivex y de MACUSA, otra importante empresa del sector, participaron en el Congreso. Además, estuvieron presentes camaradas de la Empresa Socialista Pedro Camejo de Acarigua (Edo. Portuguesa) y de las empresas recuperadas Inveval (Edo. Miranda) e Invetubos (Edo. Carabobo). Junto a esta importante representación de la clase obrera industrial el congreso contó con la participación de camaradas de otros sectores laborales como el educativo, comunicacional, empleados públicos y una significativa representación de jóvenes estudiantes de la ULA (Mérida), así como camaradas de la UCV (Caracas), distintos núcleos de la UBV y las Misiones.
Por estados el congreso también reflejó la extensión del trabajo a lo largo del último año: participaron camaradas de Bolívar, Anzoátegui, Monagas, Miranda, Distrito Capital, Carabobo, Lara, Portuguesa, Mérida y Táchira. Camaradas de Sucre y Zulia que querían asistir finalmente no pudieron hacerlo pero enviaron su adhesión y mostraron su disposición a construir la CMR en sus regiones
Un Congreso financiado, organizado y protagonizado por los trabajadores
Uno de los problemas que tiene el movimiento revolucionario en nuestro país es que muchos colectivos de izquierda se han acostumbrado a depender de la ayuda institucional para realizar sus actividades y reuniones (logística, viajes, etc.). Esto significa que si esa ayuda desaparece o finalmente no se concreta muchas actividades no se celebran.
Este VII Congreso de la CMR fue un ejemplo de todo lo contrario. Desde la CMR siempre hemos defendido la necesidad de que los propios jóvenes, trabajadores y campesinos revolucionarios organicemos y financiemos nuestra lucha. El Congreso se basó en las tradiciones de esfuerzo y sacrificio militante de la clase obrera. Los participantes no contaron con ninguna ayuda del estado o de institución alguna para desplazarse hasta el lugar del evento. El éxito del Congreso se basó en el esfuerzo individual y colectivo de todos y cada uno de los camaradas de la Corriente y en los aportes solidarios de militantes y simpatizantes que contribuyeron a la realización del Congreso.
Esta concepción revolucionaria tuvo un excelente reflejo en la colecta realizada entre todos los asistentes el segundo día de Congreso para financiar los gastos del mismo. El camarada Freddy Acevedo, dirigente del PSUV en el Edo. Táchira y delegado en el reciente congreso del partido, explicó las tradiciones del movimiento revolucionario marxista realizando un recorrido histórico desde la época de Marx y Engels hasta hoy para explicar cómo se ha financiado siempre el movimiento revolucionario. El resultado fue uno de los momentos más emotivos del Congreso: ¡una excepcional colecta en la que se recogieron 5.000 BF entre los camaradas presentes en esa sesión!
Al sacrificio económico de todos los participantes (y de otros camaradas que no pudieron asistir pero apoyaron con sus aportaciones) se unió el esfuerzo realizado por todos los delegados para acudir al Congreso. Varios camaradas tuvieron que realizar viajes en autobús o en sus propios carros de 15, 16, 20 e incluso en algún caso 27 horas.
Apoyo a los trabajadores de SIDETUR y MMC
El congreso se inició con un emotivo y combativo acto clasista en el que los delegados al congreso elegidos por las distintas células participaron en un encuentro sobre el control obrero y la lucha por completar la revolución en Venezuela en el comedor de la empresa ocupada SIDETUR con unos 100 trabajadores de la misma. El acto tenía además el objetivo de apoyar y hermanar en la lucha a colectivos como el de SIDETUR o Autana de Bolívar y a los camaradas de MMC o Vivex de Anzoátegui. Un momento de gran emotividad fue cuando los camaradas de MMC se incorporaron a la mesa aplaudidos por la plantilla de SIDETUR y otros trabajadores de otras empresas guayanesas presentes y portando la pancarta del VII Congreso.
En el acto, presentado por la camarada de la CMR Elisabeth Alves y el dirigente de la lucha de SIDETUR Alejandro Álvarez, participaron voceros de las empresas de Guayana citadas al principio de este artículo y varios dirigentes obreros de la CMR como Luis Primo, dirigente sindical participante en la fundación de la UNETE y de la propia CMR, o Félix Martínez, miembro de la Coordinación provisional nacional de la UNETE y Secretario General del sindicato de Mitsubishi. Este acto fue una maravillosa muestra de la confianza en sus propias fuerzas de la clase obrera y la voluntad de sus sectores más avanzados para seguir apoyando la revolución y al presidente Chávez y al mismo tiempo presentar a éste una propuesta concreta de cómo defender y completar la revolución. Una reseña detallada de este acto así como de la lucha de SIDETUR y la batalla por el control obrero en Guayana se puede encontrar en esta misma web en el excelente artículo "VII Congreso de la CMR: solidaridad con los trabajadores de SIDETUR, expropiación y control obrero" del camarada Gabriel de los Santos.
Los debates del Congreso
Los debates del congreso propiamente dicho se iniciaron el sábado 19 con el debate del documento de Perspectivas Mundiales que se discutirá en el próximo congreso fundacional de la CMR internacional a celebrar a finales de Julio.
Tanto en la presentación del documento como en las intervenciones posteriores distintos camaradas hicieron un completo repaso a los principales aspectos que caracterizan la situación internacional: el carácter y profundidad de la crisis capitalista mundial y las consecuencias políticas que de ello se derivan, la profundidad de los ataques contra los trabajadores y la agudización de la lucha de clases que, con diferentes ritmos y desarrollos, estamos viendo en todo el mundo. Varios de los camaradas que asistieron como invitados destacaron el alto nivel político de todas las intervenciones.
Una idea central contenida en el documento de Perspectivas Mundiales, que fue escrito a principios de este año, y que la prueba de la práctica se ha encargado de confirmar es la de que, pese a la profundidad de la crisis, la gravedad de los ataques que están aplicando los capitalistas en todo el mundo iba a provocar una respuesta masiva de la clase obrera.
Camaradas de diferentes células (Anzoátegui, Mérida, Inveval, Caracas o Táchira) intervinieron sobre aspectos puntuales de la situación internacional como la crisis en EE.UU, la situación en Grecia, las perspectivas para la Unión Europea, las contradicciones del capitalismo chino, el inicio de la revolución en Irán. Varias intervenciones se centraron en el análisis de la situación en América Latina con especial atención a las perspectivas económicas para el continente, la situación en Cuba, Bolivia o Ecuador o en la vecina Colombia.
Respecto a Cuba, varios camaradas insistieron en la necesidad de mantener y defender la economía estatizada y planificada y las conquistas de la revolución pero extendiendo el control y participación de los trabajadores a todas las esferas. También alertaron sobre el peligro mortal que supone para la revolución su aislamiento en un solo país y el ceder a la presión de los sectores que plantean seguir la vía china, cuestionan la estatización y la igualdad, etc. El triunfo definitivo de la revolución en Venezuela estatizando y planificando la economía bajo control de los trabajadores y su extensión al resto de Latinoamérica sería la mejor ayuda a la revolución cubana.
Desde otra perspectiva, lo mismo es cierto para Colombia, otro punto donde los análisis de la CMR se han visto reivindicados y han tenido un significativo impacto. Los camaradas colombianos fueron los primeros, y prácticamente los únicos, en ofrecer un análisis marxista tanto de las limitaciones y contradicciones del partido Verde como del significado político de la llamada "ola verde" y sobre todo en explicar como estos acontecimientos reflejan el potencial que existe para la izquierda bajo la superficie de miedo y desmoralización que intenta sembrar la oligarquía. Estos acontecimientos plantean una vez más la necesidad de que la dirección del PDA rompa con el reformismo y adopte un programa genuinamente socialista.
La conclusión de este primer debate sobre la situación internacional fue que, a diferencia de lo que dicen los reformistas, la revolución venezolana no se encuentra aislada ni debe ralentizar su ritmo por temor a una intervención del imperialismo. Al contrario: el capitalismo ha entrado en un período histórico cuya principal característica es la inestabilidad y la sucesión de cambios bruscos y repentinos, revoluciones y contrarrevoluciones. El principal factor que impide por el momento que el malestar y descontento social que se acumula en todo el mundo como consecuencia de los ataques capitalistas se exprese en una revolución socialista triunfante no es como defienden los escépticos y reformistas la falta de conciencia de los trabajadores, o los efectos del pasado boom económico sobre su conciencia, sino la ausencia de una dirección revolucionaria.
Frente a los sectores que creen que es posible proclamar una organización revolucionaria al margen de las organizaciones de masas de la clase obrera los marxistas de la CMR defendemos la necesidad de construir una corriente marxista revolucionaria dentro de esas organizaciones políticas y sindicales dónde participan y hacia dónde se orientan las masas, y no sólo en cada país sino a escala internacional.
El momento decisivo de la revolución y la lucha por ganar las elecciones a la Asamblea nacional
El segundo punto político del orden del día fue la discusión sobre las perspectivas para Venezuela y la situación del movimiento obrero. La introducción corrió a cargo de dos de los dirigentes sindicales más experimentados y conocidos de la CMR: Luis Primo, quien fuera secretario general del sindicato del metro de Caracas hace años, participó en la fundación de la UNETE y hoy desempeña una destacada labor en la formación de los trabajadores de SIDOR y otras empresas de la CVG, y Félix Martínez, coordinador nacional provisional de la UNETE y Secretario General de SINGETRAM.
Luis hizo una brillante exposición acerca de los efectos de la crisis capitalista mundial sobre la economía venezolana. Explicó como desde 1998 la burguesía venezolana y el imperialismo han venido saboteando la revolución. Según datos de los propios empresarios, el parque industrial privado se ha reducido "de 12471 industrias en 1996 a 7.093 en 2010. Ellos culpan la gobierno y al Presidente, pero es el carácter parasitario de la burguesía venezolana y del sistema capitalista en todo el mundo el que crea esta situación". La clave para acabar con este saboteo explicó Luis, "es que como ha dicho el Presidente Chávez recientemente la banca, las empresas importantes y la tierra sean expropiadas y estatizadas bajo control obrero y popular". "Los bancos estatales sólo representan el 22,5% de la banca venezolana. Mientras estos siga así, el control de la economía en la práctica estará en manos de los capitalistas".
Un punto que centró la atención de ambos ponentes fue las próximas elecciones a la Asamblea nacional y cómo ganar las mismas. Ambos camaradas, así como todos los que intervinieron a continuación, llamaron a movilizarse activamente como militantes del PSUV durante toda la campaña para ganar estas elecciones. Pero, para conseguirlo, insistieron, es necesario hacer frente al saboteo capitalista y burocrático. La lucha contra el burocratismo, "que es un cáncer que destruye la moral de las masas", unida a la estatización de los medios de producción, y la toma de medidas que resuelvan de forma urgente los problemas de las masas es la tarea central de la que depende el éxito no únicamente ya en estas elecciones sino el triunfo definitivo de la revolución.
El papel de la clase obrera: De Mitsubishi a SIDOR
La intervención de Félix, una de las más aplaudidas del congreso, repasó la situación del movimiento obrero venezolano. En su reciente gira explicando la lucha de Mitsubishi, además de en los actos organizados por camaradas de la CMR en Táchira, Mérida, Inveval, Bolívar, etc., ha podido participar en otros muchos actos organizados por militantes del PSUV, distintos colectivos y corrientes revolucionarias que hacen vida en el partido y en la UNETE o el Frente Nacional Campesino Ezequiel Zamora en Sucre, Zulia, Táchira, Aragua, Carabobo, Yaracuy, y otros lugares. Esto ha permitido a los camaradas de MMC realizar una radiografía bastante exacta de cuál es la situación actual en el movimiento obrero revolucionario.
"El Gobierno ha dado muchos pasos adelante y está tocando a un sector de capitalistas que está saboteando", explicó Félix. "Pero por otro lado se mantienen ayudas y acuerdos con otros sectores como los llamados empresarios socialistas. Estos utilizan su proximidad a un sector de la burocracia del estado para atacar a los trabajadores y no les importa realmente el desarrollo de la economía nacional. Un ejemplo es Uzcátegui, que se llevó la tajada y ahora está procesado y prófugo de la justicia fuera del país… O López Abad hablando de "terror sindical". Tenemos trabajadores despedidos (MMC no es el único caso), tenemos a la burocracia de muchas gobernaciones, alcaldías y ministerios actuando en el sentido contrario al que defiende el presidente y queremos las bases revolucionarias"
"¿Cómo combatir esta situación?", prosiguió Félix, "El punto de partida debe ser la clase obrera. No tenemos que crear una nueva organización. Tenemos organizaciones poderosas: El PSUV y la UNETE. Lo que falta que luchar dentro de ellas porque se doten del programa y las políticas que necesitamos. La clase trabajadora tiene que apoderase de la UNETE. Existe un gran número de trabajadores y jóvenes dirigentes sindicales que están avanzando y planteando que la clase trabajadora debe apoderarse del Partido y de la UNETE y presentar un programa de lucha para llevar la revolución hasta el final.
Los trabajadores queremos una Ley Orgánica del Trabajo (LOT) que tenga los Consejos de trabajadores, el control obrero, pero no la vamos a tener cruzándonos de brazos ni debatiendo entre 4 paredes, lo conseguiremos con formación, organización y movilización…Llevando a la práctica el parlamentarismo de calle planteado por el Presidente. Como lo dijo el comandante "legislar en la calle". Pero legislar en la calle significa que los trabajadores y las comunidades a través de los consejos de trabajadores y comunales debemos ejercer realmente el poder. El poder debe residir no en tal o cual gerente o dirigente, sino en las asambleas de trabajadores. A veces elegimos a un compañero pero si le dejamos solo si no hay control y acompañamiento, sino debe responder periódicamente ante la asamblea, ese compañero sometido a la presión de la burocracia puede alejarse y convertirse el mismo en un burócrata"
La lucha por el control obrero
Uno de los aspectos más interesantes del debate fue cómo las intervenciones de los camaradas trabajadores de las distintas empresas dieron a este punto (y sobre todo a la cuestión de cuáles son las tareas y plan de acción a llevar a cabo) mucha concreción. La clave de la revolución es arrebatar el poder a los burócratas y capitalistas y que sean los propios trabajadores en las asambleas y mediante los Consejos de Trabajadores quienes lo ejerzan realmente.
En los últimos meses en Guayana se ha dado un gran debate en el seno de la clase obrera acerca del plan Guayana Socialista y cómo implementar concretamente el control obrero en las empresas básicas del estado que se concentran mayoritariamente en esta región. El Presidente Chávez ha llegado incluso a sustituir a la mayoría de Presidentes de estas empresas y nombrar a trabajadores como nuevos Presidentes. Los camaradas de la CMR están teniendo una destacada participación en este debate. Al mismo tiempo que hemos saludado esta paso adelante hemos llamado a aprender de la experiencia histórica, así como de lo ocurrido en nuestra propia revolución en empresas como Invepal o Inveval. El nombramiento de trabajadores de una empresa como presidentes es un paso adelante que hemos defendido pero no significa que ya existe control obrero. El propio control obrero, como explicaba León Trotsky, sólo puede ser un paso hacia la construcción de un nuevo estado revolucionario, la democracia obrera.
Varios de los trabajadores presentes se refirieron a las diez medidas para hacer efectivo el control obrero que ha propuesto la CMR y explicaron la excelente acogida que este breve y conciso aporte a la discusión ha tenido entre muchos trabajadores. Como se explica en ese documento el control obrero sólo se hará efectivo si la participación de los trabajadores significa no una cuota concedida por la burocracia para participar en tal o cual debate o aspecto de la gestión sino que las empresas son gestionadas efectivamente por los trabajadores mediante Consejos formados por voceros elegidos por los trabajadores y revocables en todo momento, que esos Presidentes y gerentes obreros cobran el mismo salario de un trabajador calificado, que allí donde esto sea posible las tareas se realizan de forma rotatoria… Esta misma estructura debe extenderse a los Consejos Comunales, campesinos, etc
"Mientras, se sustituya a unos burócratas por otros o se llame a estos a hacerle caso o respetar a los trabajadores no se avanzará un paso", explicó un camarada. "Los trabajadores deben tener el poder real, efectivo, y la capacidad de debatir y ejecutar los acuerdos, revocar a quienes elijen para cumplir esos acuerdos y no lo hagan…"
"Debe haber elecciones a Consejos de trabajadores en cada empresa", defendió respaldado por los aplausos entusiasmados de todo el auditorio, Félix, "y luego el conjunto de trabajadores de las distintas empresas deben elegir un Consejo Regional de Trabajadores formado por voceros elegibles y revocables en todo momento y que cobren lo mismo que el resto de compañeros". Esto también debería extenderse nacionalmente. Esto no es una estructura para sustituir a los sindicatos. Los sindicatos siguen siendo necesarios para defender las reivindicaciones y agrupar a los trabajadores, formarlos, etc. Los Consejos de trabajadores deben ser los administradores de las empresas y elegir delegados de cada una de esas empresas para un Consejo de Trabajadores regional y nacional macro"
Fortalecer la CMR en Venezuela e internacionalmente para luchar por el socialismo
Tras el debate acerca del documento de Perspectivas Mundiales, que servirá como base para la fundación de la CMR internacional, y de la situación nacional y las tareas de la clase obrera, el Congreso culminó con un balance del trabajo de cada una de las células y del desarrollo de la CMR en Venezuela durante el último año. También se dio un informe detallado sobre el trabajo de los camaradas de otras secciones nacionales y se repasó la intervención que hemos tenido en las principales luchas obreras del país, destacando la dirección de la lucha de Mitsubishi y Vivex, la ya comentada y destacada participación en la lucha por el control obrero en Guayana, en el congreso del PSUV -donde el documento presentado por el camarada Freddy Acevedo contó con el apoyo de varios delegados en la asamblea de los delegados de la zona occidental del país- en la lucha por conformar la JPSUV y un movimiento estudiantil revolucionario en Mérida, así como apoyando la lucha de los obreros universitarios del SOULA y otros colectivos de trabajadores,…
Mención aparte mereció la recientemente celebrada gira con el dirigente de la CMR internacional Eloy Val del Olmo, la cual resultó extraordinariamente exitosa, con actos en Bolívar, Anzoátegui, Sucre, Mérida y Táchira, donde además el acto coincidió con la exitosa celebración de las primeras jornadas de marxismo que reunieron a unos 170 militantes y dirigentes locales del PSUV a lo largo de los 4 días que duró la celebración de las mismas. Una conquista que despertó en entusiasmo y reconocimiento de todos los camaradas fue la apertura de la "Librería Socialista" de la Fundación Federico Engels, impulsada por la CMR, en Caracas un viejo objetivo que se ha conseguido al fin mediante el trabajo y esfuerzo de todos los militantes y simpatizantes de la Corriente y el apoyo de decenas de militantes del PSUV y la JPSUV.
El Congreso se cerró con la discusión y aprobación del documento organizativo que plantea el modelo de organización revolucionaria que siempre defendieron Marx, Engels, Lenin y Trotsky, así como los aportes realizados por el teórico marxista de origen sudafricano Ted Grant. Dicho documento también hace balance de la lucha llevada a cabo durante el último año por la CMR en defensa de estos principios y métodos. Este documento al igual que los otros presentados fue aprobado por unanimidad. Tras la elección de los delegados de la CMR de Venezuela al próximo congreso de la CMR internacional el congreso finalizó en un clima de gran entusiasmo y camaradería, entonando el himno mundial de la clase obrera: "La Internacional".
Este Congreso ha marcado un antes y un después en el desarrollo de la Corriente Marxista Revolucionaria. Al final del mismo, todos los camaradas coincidían en que los avances cosechados entre el movimiento obrero en este último año son resultado de habernos mantenido firmes en la defensa de los métodos y programa del marxismo, resistiendo tanto las presiones del ultraizquierdismo como del oportunismo que tiende a diluirse dentro de la burocracia reformista.
Siguiendo por este mismo camino la CMR puede y debe dar un nuevo salto cualitativo y cuantitativo en el próximo año.
El próximo mes de julio, la Tendencia Marxista Militante cumplirá 20 años de trabajo ininterrumpido. Durante todo este tiempo el escenario político se ha transformado de manera sorprendente. Con la caída de la Unión Soviética y el Muro de Berlín la burguesía encontró una herramienta para hacer toda una campaña de propaganda a favor del capitalismo. La paz, el empleo, la destrucción de la pobreza fueron entre otras las más grandes mentiras que se nos prometieron a los trabajadores del mundo. En el terreno ideológico, cientos de “intelectuales” orientaron sus fuerzas para tergiversar al marxismo, para ellos el socialismo había fracasado y las pruebas estaban a la vista. Ted Grant fue uno de los pocos hombres que de manera firme y audaz dio una explicación científica de lo ocurrido en la URSS y planteo una idea que se ha comprobado al 100%: Los triunfos actuales del capitalismo sólo preparan estallidos más fuertes en el futuro.
En Latinoamérica podemos decir que las crisis revolucionarias fueron extendiéndose como una epidemia desde el año 2000, ahora en medio de la crisis económica más profunda del capitalismo, oficialmente declarada a finales del 2008, todo el mundo vive escenas de trabajadores en gigantescas movilizaciones en las calles, huelgas, piquetes, tomas de fabricas. Todo un ambiente de lucha se ha desatado en los rincones más apartados de la tierra.
En este momento palabras como revolución, socialismo, clase obrera, burguesía, marxismo entre muchas otras han vuelto a las discusiones de personas comunes y corrientes. Esto demuestra un cambio en la conciencia muy profundo que no puede tomarse a la ligera.
En estos 20 años Militante se ha mantenido firme en la defensa del marxismo y por la construcción de un autentico partido revolucionario basado en los métodos bolcheviques. No han sido años sencillos, pero podemos decir que incluso esas dificultades pasadas nos han servido para fortalecernos y seguir luchando con más entusiasmo.
Ahora a un mes de cumplir nuestro XX aniversario nos sentimos muy orgullosos de seguir firmes en la lucha socialista, el presente número de nuestro periódico “Militante, Voz marxista de los trabajadores y la juventud” es prueba de ello. En nuestra Editorial comentamos la ley antimigrante en Arizona que no es otra cosa sino una forma de tratar de paliar la crisis cargándola sobre la espalda de los trabajadores. En nuestras páginas centrales tocamos uno de los puntos más candentes del momento: las elecciones intermedias. Las cuales contienen una serie de contradicciones importantes que además dibujan el escenario para las otras elecciones de 2012.
Invitamos a nuestros lectores para que nos escriban y nos den sus puntos de vista sobre lo que aquí entregamos o bien para que colaboren con sus propios artículos.
Compañero trabajador: Únete a Militante y luchemos juntos por una sociedad sin explotación, ni hambre, ni desempleo.
Índice 193
El pasado 1º de Mayo miles de trabajadores en todo el país salieron a las calles en contra de la política de derechas que ha impulsado el gobierno espurio de Felipe Calderón. Las consignas más coreadas por todos los sindicatos oficiales e independientes fueron contra la reforma a la Ley Federal del Trabajo. Para los marxistas organizados en torno al periódico Militante también fue una jornada de lucha muy importante, presentamos un breve resumen de nuestro trabajo.
En esta ocasión Militante estuvo presente en Pachuca, Guadalajara, Puebla y Distrito Federal, en todos estos lugares distribuimos el número 192 de nuestro periódico Militante que en portada se posiciona firmemente “No a la reforma de la Ley Federal del Trabajo”. Esta tarea es una de las más importantes para la tendencia Marxista Militante, pues ahí damos nuestro análisis sobre los acontecimientos más importantes de la lucha de clases, planteamos alternativas y llamamos a defenderé un programa socialista. Poco a poco y con mucho esfuerzo esto ha servido para tejer una red de lectores y colaboradores por distintas regiones del país. El movimiento nacional de los trabajadores es muy fuerte y provoca gran miedo al gobierno de derechas de FeCal y en la venta del periódico pudimos observar que en el interior de la República existe una gran sed de ideas. Nuestro tiraje orientado a esta movilización prácticamente se agotó. En Hidalgo por ejemplo, los compañeros electricistas del SME recibieron de muy buen ánimo nuestra publicación, en Guadalajara también agotamos nuestro tiraje, en Puebla y el DF ocurrió lo mismo.
La difusión de nuestras ideas no sólo las realizamos con nuestro periódico, también imprimimos un volante y lo distribuimos masivamente al mismo tiempo de realizamos mítines entre los contingentes. Sin embargo este material requiere de recursos económicos para mantener su impresión, por ello pedimos cooperación a los trabajadores, en Hidalgo hubo compañeros que nos depositaban en el bote cinco o diez pesos, pero también hubo quien nos dio 50 pesos.
Nuestra política es ir a donde estén los trabajadores sin importar si su sindicato es dirigido por charros u otros personajes, nosotros hacemos una diferencia entre la base obrera y la dirección sindical. Por ello en todas las ciudades donde estuvimos intentamos participar en la movilización “oficial”. En el D.F. desde temprana hora se aglutinaron los trabajadores de la CTM y del CT, ahí también realizamos mítines distribuyendo nuestro volante y distribuimos nuestro periódico. Eso nos permitió contactar con una capa de trabajadores que también están dispuestos a la lucha pero que por ahora tienen que sufrir la camisa de fuerza que significa su dirección, a pesar de ello se nota que entre ellos también hay un ambiente de rabia contra el gobierno panista. En Hidalgo sin embargo, las direcciones charras instalaron un dispositivo de seguridad muy fuerte, los contingentes iban resguardados por golpeadores y hasta por policías, ello es muestra del miedo que se tiene a que la lucha se desate con mucha mayor fuerza.
En Puebla nuestro puesto de libros publicados por la Fundación Federico Engels tuvo un gran impacto, los trabajadores se acercaron a adquirir títulos como “Marxismo Hoy” revista teórica que en esta ocasión discute sobre la revolución sandinista de hace 30 años. Otras publicaciones como los Cuadernos de Formación marxista fueron muy vendidos así como títulos clásicos del marxismo.
Esta fue una gran jornada de lucha para los marxistas, participamos con periódico, volantes, mítines, publicaciones teóricas, llamamos a la unidad en la acción a la conformación de un frente único a nivel nacional y por una huelga general de 24 horas contra el gobierno de Felipe Calderón. De esta forma hemos dado un paso más en la construcción de una alternativa revolucionaria. Compañero: Intégrate a la Tendencia Marxista Militante y juntos luchemos por una sociedad libre de explotación hambre y miseria.