La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases, decía Carlos Marx en el Manifiesto del partido comunista. La revolución mexicana de 1910 demuestra precisamente esa idea. Por todo nuestro país se extendieron los grupos revolucionarios de campesinos pobres exigiendo su derecho a vivir una vida digna y plena, libre de vejaciones, explotación y hambre. La Revolución Mexicana de hace 100 años se convirtió en uno de los capítulos más estremecedores en la lucha de clases de nuestro país y a pesar de toda las tergiversaciones de la que ha sido presa, hoy día sigue siendo uno de los mas grandes miedos de la burguesía y una gran fuente de lecciones para los trabajadores y campesinos pobres.
Desarrollo desigual y combinado
Las Leyes de Reforma dan como resultado una poderosa concentración latifundista de la propiedad agraria. La iglesia ve afectado sus intereses materiales pero la peor parte se la llevan los pueblos indios, quienes además sufren la represión, el encarcelamiento y la persecución. Bajo esta lógica crecieron grandes terratenientes como Luis Terrazas quien decía “Yo no soy de Chihuahua, Chihuahua es mío”; frase literalmente cierta pues él era dueño de casi todo el estado.
En el año 1875, la red ferroviaria contaba con 578 kilómetros (km) de vías, pero para 1910 alcanzó los 20 mil km, acelerando así la extracción de riquezas naturales, fortaleciendo el comercio y asegurando el rápido traslado del ejército a los lugares donde se desarrollaran levantamientos campesinos. Pero el incipiente capitalismo mexicano nace atado de pies y manos; para 1910 el 77% del capital invertido pertenece a extranjeros, de éste el 44% viene de EEUU, el 24% de Gran Bretaña y el 13% de Francia. Hacia principios del periodo revolucionario, México contaba con una población de aproximadamente 15 millones 160 mil habitantes, de ellos 12 millones conformaban la inmensa capa de campesinos, jornaleros o peones (incluyendo a sus familias). En contraparte sólo existían registrados 834 hacendados (sin incluir sus familias).
Las grandes luchas obreras
En aquellos años los obreros en nuestro país era una clase numéricamente muy reducida (al igual que la Rusia zarista) y dispersa. Pese a ello, su rol en la en la lucha de clases quedo firmemente establecido. El régimen de Porfirio Díaz fue particularmente represivo, el derecho a huelga y la organización estaban prohibidos en 1905, pero con todo y ello se contabilizó (oficialmente) 250 huelgas durante la administración de porfirista. Los fuertes tambores de guerra los hicieron sonar los obreros con las huelgas en Cananea y el Rio blanco en los años 1906 y 1907 respectivamente. Ante el miedo provocado por estas luchas, el gobierno recurrió al asesinato de dirigentes y bases obreras, en el caso de Cananea la represión dejó un saldo de 23 muertos y 22 heridos y en Río Blanco se estima que cuando menos 400 cayeron abatidos por las balas del ejército porfirista.
La desgracia histórica de estas luchas fue que para ese momento el proletariado estaba prácticamente desarmado, sin grandes organizaciones de masas y por otro lado, el partido revolucionario no existía. Los hermanos Flores Magón estuvieron detrás de estas luchas, pero su programa no presentaba una ruptura con el capitalismo sino sólo un conjunto de reivindicaciones económicas y políticas: salario, educación, salud, etc. En el terreno táctico los hermanos Flores Magón tampoco lograron llevar la lucha a una iniciativa unificada con una dirección central. El magonismo fue fundamental en los preparativos de la revolución mexicana, ellos fueron hombres de acción, decididos a dar lo mejor de sí mismos por la liberación de la clase trabajadora y el campesinado, pero fueron “hijos de su época” y las ideas y táctica del marxismo les fueron ajenas, con ello sólo les quedó el camino de aprender por su propia experiencia que desgraciadamente los llevo hacia el anarquismo por verlo como la parte más radical del pensamiento proletario.
Adiós al dictador
Las amplias masas vivían atadas a una pesada cadena de deudas que nunca lograban pagar a las tiendas de raya, a salarios de miseria, a trabajos forzados casi comparables al esclavismo. Las modernas formas de propiedad se combinaban con las más atrasadas formas de explotación. Sumado a ello, la clase gobernante no tenía ningún rubor en mostrar los grandes lujos de que gozaba. Este fue el marco bajo el cual Porfirio Díaz se reelige en junio de 1910, al mismo tiempo que encarcela a su máximo oponente Francisco I. Madero. El régimen de Díaz era odiado profundamente, por ello, a la liberación de Madero y el lanzamiento del Plan de San Luis, las masas se volcán dando su apoyo a un hombre que prometía “democracia” y la “restitución de las tierras” a los campesinos. A pesar de su discurso Madero nunca deseó una revolución como la que luego se desató; él como parte burguesía sólo buscaba una cambio “democrático” acuñado en aquella frase de “sufragio efectivo, no reelección”.
Después de Noviembre de 1910 el estallido revolucionario se fue extendiendo por todo el país, cada vez más y más hombres se sumaban a “la bola”. Las derrotas del Ejército Federal reflejaban la debilidad de un régimen porfirista podrido, mientras que los grupos armados revolucionarios mostraban la fiereza de quien lucha por su propia vida y por una sociedad sin explotación. Villa y Zapata fueron, a pesar de sus errores programáticos, dos grandes hombres que personificaron la inteligencia, el valor, la entrega de todo un pueblo en armas y las aspiraciones de los sectores más oprimidos hacia un cambio de fondo en la sociedad.
Madero en el poder
La burguesía y los terratenientes sufrían el miedo de perderlo todo ante el virus de la revolución, por ello toman una medida tratando de frenar y desarticular al movimiento: en mayo de 1911 Porfirio Díaz renuncia y parte a Francia, al mismo tiempo que se llama a elecciones. El “gran” dictador cayó después de 30 años de ocupar la silla presidencial; escapó con la cola entre las patas a refugiarse lejos de los campesinos armados. Este primer gran acontecimiento demuestra el gran poder de las masas y la incapacidad de los gobiernos de derecha para sofocar la llama de la revolución. Sin embargo, los objetivos de la revolución aun no se cumplían.
El acuerdo entre Díaz y Madero, denominados acuerdos de Ciudad Juárez, implicaban a cambio un llamado al desarme de los campesinos y mientras que sobre la retribución de las tierras no se mencionaba ni una letra. Pero la caída de Díaz fue un triunfo de las masas que les infundió aun más fuerza y ánimo, por ello no hicieron caso a Madero y sin esperar ninguna bendición tomaron tierras y las distribuyeron.
Cuando Madero sube a la presidencia ya estaba clara su traición, por ello Zapata lo desconoce como jefe de la revolución y responde con el Plan de Ayala, dándole un programa político a la revolución Mexicana.
El programa campesino
Los hermanos Flores Magón son los autores de aquel lema que luego Zapata retoma y que resume las aspiraciones de las masas empobrecidas: “Tierra y libertad”. Una enorme limitación de la revolución mexicana fue que su base era fundamentalmente campesina (jornaleros, peones, trabajadores agrarios, pequeños propietarios). Los obreros golpeados por la represión de 1906 y sin organización revolucionaria que reflejara sus intereses y los sumara a la lucha, se mantuvieron prácticamente al margen de los acontecimientos después de 1910. Esta contradicción dio como resultado un programa fundamentalmente agrario, factor que permitió que los grandes señores del dinero, terratenientes y el imperialismo estadounidense se quedaran con las palancas fundamentales de la economía: banca, industria, comercio, etc.
Con ello y a pesar del heroísmo de las masas revolucionarias, a consecuencia de la falta de un partido que unificara al proletariado con el campesinado pobre bajo un programa que planteara la disolución de la propiedad privada capitalista, el poder político central lo obtendrían tarde que temprano sus enemigos. La restitución de las tierras a sus dueños originales debía ser uno de los pasos necesarios y obligados de la revolución, pero al mismo tiempo debía lanzar toda una política de expropiaciones hacia los grandes empresarios y banqueros. Con esto se podría haber integrado a los obreros que aun siendo una minoría significarían el factor más poderoso. Este fue el caso de la Revolución Rusa, donde la clase obrera, a pesar de ser minoritaria en relación al campesinado, gracias al partido de bolchevique pudo tomar el poder y eliminar la propiedad privada capitalista.
Revolución permanente
La teoría de la revolución permanente de Trotsky explica que la burguesía de los países coloniales o excoloniales están íntimamente ligados al capital extranjero y a los terratenientes, es decir son incapaces de lograr incluso los objetivos de una revolución democrático burguesa. Por ello, dicha tarea queda en manos del proletariado, aliado al campesinado pobre, que inmediatamente debe seguir con las tareas de la revolución socialista y extender la lucha fundamentalmente hacia los países avanzados. El proletariado estadounidense era clave para el triunfo en México.
Villa, Zapata y antes los hermanos Flores Magón fueron grandes hombres que estuvieron a lado de los explotados, sus debilidades programáticas y tácticas tienen una explicación histórica y no personal. A diferencia de los dirigentes Bolcheviques, los dirigentes mexicanos no tuvieron la oportunidad de ponerse en contacto con los grandes debates teóricos, ni pudieron estar cerca de las lecciones que dejaron las luchas obreras de Europa. El pobre desarrollo industrial de México los puso teórica, material y geográficamente lejos de la teoría revolucionaria.
Pero la historia no hace concesiones a nadie y como resultado Venustiano Carranza fue el que logra coronar los intereses de la burguesía liberal en la “Constitución de 1917”, con ella se logra desmovilizar, después de años de grandes batallas al campesinado, abriendo un periodo de un régimen bonapartista muy inestable.
La revolución Mexicana está viva
En éstas fechas muchos historiadores han hecho todo un trabajo concienzudo para confundir y para borrar la huella de la revolución mexicana. Muchos de estos intelectuales plantean incluso que no existió revolución sino sólo una serie de levantamientos inconexos. Otros se encargan de caricaturizar a Villa y a Zapata; la gran mayoría ni siquiera hablan de Cananea y Rio Blanco. Los festejos que ha organizado el gobierno panista por el Bicentenario son realmente ridículos. Todo ello tiene como origen el miedo a que el pueblo obrero y campesino pobre mexicano se ponga en contacto directo con su historia de lucha contra la explotación. Calderón tiene miedo de esa historia pero por más basura que le pongan encima, no la pueden ocultar.
La crisis internacional del capitalismo ha provocado una oleada de luchas obreras por todo el mundo, incluso en los países desarrollados. En estas condiciones, las tradiciones de lucha resurgirán, la historia renacerá, los jóvenes y obreros levantaremos el puño y juntos lucharemos por un mundo socialista y así de una vez por todas terminar con este sistema de horror sin fin.
Con mucho entusiasmo y gratitud queremos anunciar a nuestros lectores que nuestra rifa anual (que organiza la Tendencia Marxista Militante) fue todo un éxito. También compartimos con todos los amigos y simpatizantes de Militante que el compañero Samuel Santibáñez, quien ganó la rifa con el número 006, ha decidido donar el premio a nuestra organización con el objetivo de continuar fortaleciendo nuestros medios y recursos consagrados a la difusión en el seno del movimiento obrero de la ideas de Marx, Engels, Lenin y Trotsky, así como las contribuciones de nuestro cámara Ted Grant.
Luego de que nos comunicamos con el compañero, el cual radica en la ciudad de Guadalajara, para informarle que él fue el ganado de la rifa, inmediatamente, como si de un reflejo se tratara, nos comunicó que su decisión era donar el premio a Militante. Por nuestra parte insistimos en que era para nosotros un honor entregarle el premio consistente en una computadora netbook o el dinero en efectivo correspondiente al valor de la misma, que en este caso era de $6,000, cómo las bases de la rifa lo indicaban. No obstante el compañero mantuvo su decisión.
Queremos enfatizar la gran muestra de sacrificio que este hecho representa, aunque el compañero que resultó ganador y el resto de compañeros que participaron en la campaña lo hicieron de manera desinteresada y por un móvil fundamentalmente político, somos consientes de que la situación económica actual es cada vez más limitada y complicada para toda la clase trabajadora, por lo que en estas condiciones, desprenderse de una cantidad de dinero significativa resulta un verdadero sacrificio revolucionario.
Por si fuera poco, el mismo día en que teníamos previsto que el compañero Samuel hiciera pública su donación en una ceremonia de premiación, recibimos sus disculpas por no poder asistir y nos enteramos que estaba pasando por una situación de salud delicada: esta noticia nos impresiono mucho, dejando en nosotros un profundo ejemplo de voluntad y entrega, características imprescindibles de un militante revolucionario cómo lo es el camarada Samuel Santibáñez. A él nuestro aprecio y nuestros mejores deseos para que su salud pronto se restablezca.
Consideramos oportuno compartir esta experiencia con nuestros lectores en tanto representa un ejemplo consiente de cómo la clase trabajadora lucha todos los días, se sobrepone a la adversidad y saca fuerzas de la necesidad de subvertir el orden establecido. Las miserias bajo el capitalismo nunca son tan grandes como la voluntad de un revolucionario, este es el caso del camarada Samuel Santibáñez, quien para nosotros es una inspiración y un ejemplo a seguir.
¡Únete a Militante y lucha por el socialismo!
Como parte de las actividades del XX Aniversario de la Tendencia Marxista Militante, sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria, y por el 70 aniversario del asesinato de León Trotsky, el pasado 21 de octubre, en el Club de Periodistas de la Ciudad de México, se llevó a cabo la presentación del libro “Mi Vida”, obra autobiográfica del revolucionario ruso León Trotsky, recientemente publicada por la Fundación Federico Engels y la Casa Museo León Trotsky.
El acto se realizó en el marco de las reuniones que cada semana realiza el Círculo de Estudios de “El Fisgón”, donde ante una audiencia de 50 personas aproximadamente, un miembro del comité de redacción del periódico obrero Militante, hizo la presentación de la obra.
Después de la introducción presentada por el ponente, donde se destacó el papel que jugó Trotsky en la revolución de Octubre de 1917, en el partido bolchevique y en la defensa de las auténticas ideas socialistas, en contra del burocratismo en tiempos de Stalin, se abrió un espacio para que los asistentes pudieran hacer algún comentario o realizar una pregunta. Las participaciones no se dejaron esperar. Dentro de ellas se comentaron algunas diferencias entre la revolución rusa de 1917 y la revolución mexicana de 1910, destacando que la revolución rusa ha sido la única que ha logrado la toma del poder por parte del proletariado dirigido por el partido bolchevique, cuyos dirigentes principales fueron Lenin y Trotsky. El ambiente fue de una muy buena recepción e interés por parte de los presentes demostrando que estamos viviendo un nuevo periodo en donde las ideas del socialismo regresan al debate entre los trabajadores.
Trotsky jugó un papel titánico en la revolución rusa de 1905 como presidente del Sóviet de San Petesburgo y en 1917 como presidente del Comité Militar Revolucionario que organizó la insurrección de Octubre. Esto, junto a la creación del Ejército Rojo, bastaría para colocarle en un lugar de honor en la historia.
Junto con Lenin fue el máximo líder de la revolución socialista de Octubre y fundador de la Internacional Comunista. También se encargó de redactar buena parte de los manifiestos y tesis de los cuatro primeros congresos de la Tercera Internacional.
Pero su tarea más dura y políticamente más importante vendría después, en la lucha contra la degeneración estalinista de la revolución a la que él y Lenin habían contribuido de forma decisiva. Su análisis de la revolución obrera traicionada por la burocracia soviética es una aportación teórica clarividente cuyo valor sigue siendo hoy en día imprescindible para comprender el fracaso del mal llamado “socialismo real”, al tiempo que una herramienta poderosa para el rearme político de la izquierda revolucionaria.
En estos tiempos, donde presenciamos la crisis económica mundial más importante, el capitalismo nos muestra una vez más que dentro de él no hay solución a las demandas de la clase trabajadora y es por eso que las ideas del socialismo son cada vez más aceptadas y discutidas en el seno de las organizaciones de los trabajadores. El difundir las experiencias de la revolución rusa se vuelve cada vez más necesario, así como las lecciones en la construcción de un partido como el bolchevique, con un auténtico programa socialista que pueda ser la dirección de los oprimidos y lograr la transformación de la sociedad.
¡Únete a la Tendencia Marxista Militante y lucha por el socialismo!
En la explanada de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, del 18 al 20 de octubre pasado, tuvo lugar la Miniferia del Libro Marxista organizada por la Fundación Federico Engels (FFE), la editorial marxista más importante en castellano-, Militante, el periódico obrero de la sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria- y el Comité en Defensa de la Educación Pública (CEDEP).
Durante esos tres días de miniferia, se expusieron diversos títulos marxistas incluyendo libros clásicos, folletos, periódicos, playeras y material audiovisual. Todo con el objetivo de poner a disposición de los estudiantes y trabajadores la teoría científica que explica: la historia y funcionamiento del capitalismo, el porqué de las crisis, cómo son las organizaciones obreras, por qué las huelgas, qué es el socialismo, qué fue la revolución rusa. Es decir, los jóvenes y trabajadores marxistas, agrupados en Militante y el CEDEP, llevamos nuevamente a la Universidad lo que da respuesta a todas las interrogantes que se plantean los trabajadores ante la crisis mundial capitalista y el retroceso social que ésta representa para la humanidad.
Los acontecimientos más frescos, como las huelgas masivas en Europa y los procesos revolucionarios en América Latina, así como las luchas sociales en otras regiones del planeta son la muestra de que la clase trabajadora está cansada de soportar los despidos, recortes salariales, impuestos y alzas estratosféricos, recortes al presupuesto a educación, salud, vivienda, etc., y busca alternativas reales a su situación dejando de lado los discursos absurdos de la burguesía y las falsas promesas de los dirigentes que aún insisten en llamar a la calma y soportar más explotación, y deciden sumarse a la lucha por mejores condiciones y el cese a la explotación.
En este contexto de lucha social presentamos también, por segunda ocasión, el miércoles 20 al mediodía el libro “Mi vida” de León Trotsky, ejemplar recientemente publicado por la FFE cuyo contenido nos remite a la lucha que sostuvo el revolucionario ruso contra la degeneración burocrática (estalinista) que se dio en su país luego de la revolución de octubre de 1917 y que, cómo él mismo señala, fue la más importante tarea que pudo haber emprendido en su madurez política.
Es así que este año cerramos nuestra actividad en la Universidad, con el acercamiento de decenas de estudiantes y trabajadores que se llevaron diversos títulos clásicos del marxismo, tales como: “El Manifiesto del Partido Comunista”, “Salario, Precio y Ganancia”, “El Anti-Düring”, “Del socialismo utópico al socialismo científico”; Cuadernos de Formación como “¿Qué es el socialismo?” y “La revolución alemana”, entre otros; el periódico obrero Militante y boletos de la rifa de la minilaptop para seguir apoyando la lucha por la difusión de las ideas del marxismo y la lucha por la transformación socialista de la sociedad.
Desde el 12 de noviembre hasta el 21 de noviembre la Fundación Federico Engels estará presente en Filven, (Feria Internacional del libro de Venezuela) que tendrá lugar en Parque del Este. La fundación estará en el stand número 47 donde durante los días de la feria como en anteriores ediciones, pondrá a disposición del público los clásicos del marxismo junto a nuevos títulos de lucha obrera y teoría marxista.
Nota de ABN.
Esta semana se llevará a cabo la VI Feria Internacional del Libro de Venezuela 2010, teniendo como tema central del Bicentenario: La Patria Grande escribe su historia, del 12 al 21 de noviembre de 2010, en el parque recreacional Generalísimo Francisco de Miranda, en la Avenida Francisco de Miranda, estación Metro Miranda (antigua Parque del Este).
La inauguración será este viernes 12 de noviembre a las 11 am. Horario al público: Lunes a domingo 10:00 am a 8:00 pm.
La presidenta del Centro Nacional del Libro (Cenal), Christian Valles, expresó este martes que la Feria Internacional del Libro de Venezuela es una “oportunidad para mostrar la producción de nuestras editoriales y profundizar la batalla de las ideas”.
Estas declaraciones fueron emitidas en una rueda de prensa efectuada en las inmediaciones del Archivo General de la Nación, con motivo de la VI edición de Filven.
Valles manifestó que “Filven no es sólo una feria comercial, es un evento cultural pues en ella confluyen la danza, la música, el teatro las artes plásticas, la diversidad cultural y las muestras de distintas editoriales”.
Además resaltó que la actividad permite “mostrar las capacidades que tiene el pueblo venezolano”, agregando que la idea “es continuar impulsando los mecanismos para que seamos los autores colectivos de nuestra propia historia”.
Manifestó que la realización de esta feria es producto del esfuerzo de entes públicos y privados y que la misma es el “evento central de la cultura venezolana”.
“Vamos a contar con 2.600 metros lineales de stands, ubicados en el Parque Miranda, además de 132 espacios feriales”, explicó Valles, agregando que se contará con la participación de expositores de 13 países tales como Cuba, Ecuador, Brasil, Cuba, Estados Unidos, Argentina y Chile, entre otros.
Igualmente manifestó que participarán 50 personas en calidad de invitados internacionales provenientes de Colombia, Chile, Honduras, Dominica, Nicaragua y Bolivia, entre otras naciones
¡¡Felicidades al ganador con el número 006!!
Con la colaboración de cientos de simpatizantes concluyo la rifa que anualmente organiza la Tendencia Marxista Militante. Este domingo 7 de noviembre se llevó a cabo el sorteo que dio cómo ganador al boleto con el número 006, según las tres últimas cifras del premio mayor del sorteo Zodiaco de la Lotería Nacional (Ver link al final del artículo).
Después de tres meses de una intensa labor por parte de miembros y simpatizantes de Militante concluimos exitosamente nuestra campaña, alcanzando nuestros objetivos económicos y políticos. Como lo hemos hecho año con año, durante ya dos décadas de trabajo ininterrumpido en México, nos basamos una vez más en el sector más consiente, activo y organizado de la clase obrera para financiar nuestra actividad revolucionaria, es un orgullo decir que nuestra publicación y todas las tareas que realizamos son obra de cada uno de nuestros militantes, pero también decimos con orgullo que Militante también es obra del movimiento obrero, centenares de trabajadores, sindicalistas, militantes de base PRD y del gobierno legítimo, estudiantes y un largo etcétera, han estado ahí siempre presentes para apoyar las actividades de nuestra organización. A todos ellos enviamos un sincero agradecimiento, sin su inestimable apoyo difícilmente habríamos logrado los objetivos de nuestra campaña y con ello la construcción de una alternativa marxista en el ceno de las organizaciones de masas de la clase trabajadora.
El apoyo que recibimos no solo fue desinteresado, no faltaron los compañeros que pagaban el boleto sin siquiera querer recibir un número de la rifa, demostrando así el carácter político de su apoyo. Además tenemos que resaltar que en las difíciles condiciones económicas en las que nos encontramos, adquirir desde un boleto, hasta algunas decenas –como fueron algunos casos- sin duda representó un gran esfuerzo que al mismo tiempo nos motiva y nos inspira a seguir adelante en la lucha por el socialismo.
Amerita hacer una mención especial a los veinticuatro compañeros simpatizantes, contactos y amigos de Militante que desde el primer momento asumieron cómo propia la campaña y colaboraron en la venta de los boletos, a ellos debemos una parte muy importante de nuestros resultados y les estamos profundamente agradecidos. Queremos compartir que originalmente nos habíamos planteado un objetivo mucho más modesto de simpatizantes vendiendo boletos, pero éstos nos han dado una agradable sorpresa, rebasando considerablemente nuestras expectativas.
Otro aspecto gratificante fue el número de puertas que se nos abrieron en torno al gobierno legítimo para presentar nuestra campaña, entre las más destacadas están el Circulo de estudios del “Fisgón”, Buzón ciudadano, Casas del Movimiento Benito Juárez, de la Reforma, de Puebla. También logramos un gran apoyo en el terreno sindical, donde recibimos el apoyo de trabajadores de la UNAM (STUNAM), de la UAM (SITUAM), de la BUAP (SUNTUAP), telefonistas de Puebla (STRM), electricistas (SME), de la fábrica en huelga Olympia, trabajadores del sector automotriz en Puebla, jubilados de la CNTE, ex trabajadores de la siderúrgica Arcelor Mittal en Michoacán, sindicalistas del sector salud, entre otros. El apoyo de la juventud también se hiso notar, a la par que organizamos la difusión de literatura marxista en colaboración con la Fundación Federico Engels en diferentes universidades, aprovechamos para presentar la campaña entre estudiantes y profesores, que también respondieron entusiastamente a nuestra invitación.
Con esta campaña logramos llegar a demás del Distrito Federal y Puebla, al Estado de México, Michoacán, Hidalgo, Quintana Roo y Chiapas, llegando al máximo número de estados de la república que en esta campaña hayan participado.
El éxito de ésta campaña ha sido posible gracias al movimiento obrero y al trabajo continuo de Militante, que no solo tiene el mérito de su permanencia en el tiempo, sino además de mantenerse como la única alternativa consecuente en defensa del marxismo. Haber alcanzado nuestros objetivos políticos y económicos nos llena de confianza y entusiasmo, ratificamos una vez más nuestro vínculo con el movimiento obrero y además tenemos el gusto de invitar a todos nuestros simpatizantes y colaboradores en la campaña, ha participar en la premiación del número ganador éste próximo sábado 13 de noviembre, para ello te invitamos a ponerte en contacto con nosotros al correo Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o con tu vendedor habitual del periódico.
¡Gracias a tu apoyo seguimos adelante construyendo una alternativa marxista y revolucionaria para la clase obrera y la juventud!
¡Asiste a la ceremonia de premiación!
Nota: Puedes checar el número ganador en el siguiente link de la Lotería Nacional: http://www.lotenal.gob.mx/loteria/list_prem/zodiaco1046.pdf
“tener siempre presente que el socialismo, desde que se ha hecho ciencia, exige que se le trate como tal, es decir, que se le estudie. La conciencia así lograda y cada vez más lúcida debe ser difundida entre las masas obreras con celo cada vez mayor, y se debe cimentar cada vez más fuertemente la organización del partido...”
(F. Engels. La guerra campesina en Alemania).
Vivimos un periódico donde el relativo equilibrio económico, político y social se ha roto. Con la actual crisis económica del capitalismo a nivel mundial las contradicciones entre las clases se han agudizado tremendamente. Y es que la única salida que encuentra la burguesía para salir de la crisis que ella misma ha provocado, por su sistema anárquico de producción, es seguir cargando los costos a la espalda de los trabajadores, eliminando todas y cada una de las conquistas sociales logradas en el pasado mediante la lucha.
Esos ataques que, en los últimos 30 años se han venido dando a los niveles de vida de la clase trabajadora en nuestro país y el resto de América Latina, ahora los están recibiendo nuestros hermanos de clase en los países desarrollados. Pero ante los recortes al gasto social (salud, educación, cultura, etc.) y eliminación de derechos laborales, los trabajadores no se han quedado inmóviles, sino que han salido a movilizarse y desarrollado jornadas huelguísticas en Grecia, Italia, Portugal, Alemania, España y Francia para echar atrás los planes de austeridad impulsados por sus gobiernos.
No obstante, a pesar de esas muestras inspiradoras de lucha por parte de los trabajadores europeos y de América Latina (luchando, incluso, contra golpes de estado en Honduras y Ecuador), no han podido terminar en un triunfo definitivo que les permita derrocar al capitalismo y tomar el poder en sus manos. Esto no ha sido por la falta de disposición a luchar de la clase trabajadora, que ha querido ir hasta el final diciendo “¡qué la crisis la paguen los capitalistas!”, sino por la falta de una dirección auténticamente revolucionaria, armada con las ideas genuinas del marxismo y el programa de lucha por el socialismo.
De ahí la necesidad urgente de construir esa dirección revolucionaria de la clase trabajadora, capaz de orientar las luchas de los trabajadores hacia la revolución socialista. En esta tarea, de construir el partido revolucionario, la formación de cuadros marxistas juega un papel fundamental, pues “sin teoría revolucionaria, no puede haber tampoco movimiento revolucionario” (Lenin, ¿Qué hacer?). Por ello, el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP), la Fundación Federico Engels y la Tendencia Marxista Militante, sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria (CMR) a nivel internacional, invita a todos los jóvenes y trabajadores que deseen adentrarse al método de análisis del marxismo científico, al:
CURSO DE FORMACIÓN MARXISTA
Tema:
Materialismo Dialéctico
Lugar:
La Casa del Obrero, ubicada en 15 Ote., No. 8, col. El Carmen, Puebla (entre 16 de Septiembre y 2 Sur)
Fecha:
Sábado 13 de Noviembre de 2010
Hora:
De 10:00 a 14:00hrs.
La entrada es libre, sólo te pedimos que puedas hacer extensiva la invitación a tus contactos y confirmar tu asistencia a: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. y/o al 044 22 23 71 11 61
Volumen I. Las raíces históricas
La Fundación Federico Engels (www.fundacionfedericoengels.org) acaba de publicar el primer volumen del libro Revolución Socialista y Guerra Civil (1931-1939), de Juan Ignacio Ramos. En la presentación del mismo, el autor escribe: "Sólo recurriendo a una amplia perspectiva es posible comprender las causas materiales y políticas de aquellos acontecimientos. Si utilizamos este método, no es difícil observar la persistencia de un claro hilo conductor, una línea de continuidad histórica entre los tres años de lucha armada contra el fascismo y revolución social, y las grandes conmociones políticas, las huelgas y los movimientos insurreccionales del último tercio del siglo XIX y los primeros decenios del siglo XX. En estas sacudidas -la revolución Gloriosa de 1868 y la Primera República de 1873; la Semana Trágica de Barcelona de 1909; la huelga general revolucionaria de agosto de 1917 y la ofensiva jornalera y obrera del trienio bolchevique (1918-1920); y en la proclamación de la segunda República-, es posible observar cómo emergen los protagonistas de una historia silenciada. Miles de hombres y mujeres, trabajadores anónimos del campo y la ciudad, que creyeron con pasión en una vida mejor y que se levantaron, una y otra vez, contra la opresión y la injusticia."
¡Adquiérelo! Contacta a tu vendedor habitual de Militante o escríbenos a: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
La Fundación Federico Engels, el periódico Militante y el “círculo de estudios del Fisgón” invitan a la presentación del libro “Mi Vida”, autobiografía del revolucionario de origen ruso León Trotsky, que junto con Lenin organizara y dirigiera al partido bolchevique a la toma del poder en Rusia en octubre de 1917, iniciando con ello una era de revoluciones a nivel mundial.
Mi Vida, una de las más recientes publicaciones de la Fundación Federico Engels (FFE) será presentado en el espacio habitual de discusión conocido por los activistas del Gobierno Legítimo cómo “circulo de estudios del Fisgón” éste próximo jueves 21 de octubre a las 7pm en el Club de Periodistas; Filomeno Mata No 8, colonia Centro, a unas cuadras del metro Bellas Artes y Allende.
La presentación ha sido pensada con el fin de introducir a los asistentes a uno de los temas de mayor trascendencia en la actualidad; La importancia del partido revolucionario y la construcción del socialismo. Partiendo y analizando la experiencia de los revolucionarios rusos de principios del siglo XX, derivaremos las conclusiones prácticas que a la actual generación de activistas y militantes de la izquierda nos corresponden en el actual contexto de crisis y revoluciones sociales.
Durante la presentación, el libro estará presente para su compra además de que la FFE contará con otros de sus títulos, todos ellos textos clásicos del marxismo, cumpliendo así su labor fundamental, dotar de herramientas teóricas al movimiento obrero.
León Trotsky es sin duda uno de los más grandes revolucionarios del siglo XX. Participó en la primera revolución rusa en 1905, dirigiendo el primer Soviet de Diputados Obreros de San Petersburgo y desarrollando la teoría de la revolución permanente, una de las contribuciones más brillantes del pensamiento marxista.
Trotsky junto con Lenin dirigieron la revolución Rusa de 1917, proceso en el que por primera vez las masas obreras tomaron su destino en sus propias manos y emprendieron la tarea de transformar la sociedad y construir el socialismo. Tras la muerte de Lenin, la revolución proletaria es traicionada por una camarilla burocrática encabezada por Stalin.
León Trotsky, fiel a sus principios marxistas, dio una batalla a muerte, literalmente, por la defensa de la revolución socialista y el internacionalismo proletario. Formó la Oposición de Izquierda con la intención de aglutinar a las fuerzas del autentico marxismo, continuó dando la batalla ideológica en contra del estalinismo y en defensa del programa marxista. Nunca claudicó y murió con una fe inquebrantable en el futuro socialista.
Por todo eso y a 70 años de su cobarde asesinato (el 20 de agosto de 1940) en México, el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP) y la Tendencia Marxista Militante (sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria), invitan a la:
(2a) Presentación del Libro: MI VIDA de León Trotsky
Miércoles 20 de Octubre, 12:00hrs
Auditorio Fac. de Físico-Matemáticas
La entrada es libre, sólo te pedimos, puedas hacer extensiva la invitación a todos tus contactos.
"Sin teoría revolucionaria, no hay práctica revolucionaria" (Federico Engels).
Contacto:
www.fundacionfedericoengels.org
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La lucha por conseguir mejores condiciones de vida a la que nos enfrentamos cotidianamente millones de personas, debe estar sólidamente fundamentada. El marxismo es más que una teoría científica, es una guía para la acción revolucionaria por la transformación socialista de la sociedad. A pesar de lo que se dice de éste, sigue siendo una teoría totalmente vigente que debe aplicarse a la sociedad actual, reivindicando al socialismo como la única alternativa real a la catástrofe que significan las crisis constantes bajo el capitalismo.
Esta lucha por reivindicar las ideas del marxismo y mantenerlas vivas hacia la clase trabajadora y la juventud, la hemos mantenido durante años gracias a la Fundación Federico Engels, la editorial marxista más importante en castellano, que ahora pone a tu alcance, las más recientes publicaciones: “Los cuatro primeros congresos de la Internacional Comunista”, “Historia del Trotskismo Británico” (de Ted Grant) y “Mi Vida” (libro autobiográfico del gran revolucionario ruso León Trosky), mismas que son una valiosa herramienta teórica para dar la batalla por el socialismo.
Para adquirir estos y muchos textos clásicos más de marxismo, la Fundación Federico Engels, el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP), la Tendencia Marxista Militante y el Círculo de Estudio de Trabajadores y la Juventud te invitan a la:
Miniferia del Libro Marxista en la BUAP
Del 18 al 20 de Octubre de 9:30 a 15:00 hrs.
Explanada de la Facultad de Físico-Matemáticas (en CU)
La entrada es libre, sólo te pedimos, puedas hacer extensiva la invitación a todos tus contactos.
"Sin teoría revolucionaria, no hay práctica revolucionaria" (Federico Engels).
Contacto:
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El año de 1968 fue un gran episodio en la historia de la lucha de clases, mujeres y hombres, millones de personas salieron a manifestarse a las calles. La inconformidad se reproducía país tras país con la misma dureza y combatividad; en 1968 en todo el mundo retumbó un ¡Ya basta! que cimbró a la historia hasta nuestros días. De estos grandes eventos debemos rescatar grandes lecciones.
El año de 1968 llega con el boom de la segunda guerra mundial, que brindó relativa estabilidad económica al capitalismo internacional, en especial a los países desarrollados; fortaleció al proletariado, que se extendió y jugó un papel más importante en la economía. Sin embargo al mismo tiempo el contexto político estaba marcado por la guerra de Vietnam, las traiciones del estalinismo, la revolución cubana, las dictaduras, el reciente asesinato del “Che” y en general la acumulación de un ambiente de descontento a escala internacional en contra del status quo. Había un sentimiento de frustración por los intentos fallidos de transformación social a causa de la traición del estalinismo y por la inutilidad del reformismo, que se fueron acumulando, hasta que, como nos los ha demostrado la historia, las contradicciones estallaron produciendo un terremoto de voluntad, de arrojo, de ánimo por dar una batalla de tal magnitud que puso en cuestión quien debía tener el control de la sociedad. Con sus más y sus menos en este mundo imperialista es inevitable que el eco resuene en todo el mundo, las voces de millones llegaron a todos los rincones y ese día la burguesía tembló de miedo.
Francia fue uno de los escenarios más importantes de aquel 1968, la clase trabajadora logró descubrir su propia fuerza, y prescindir del Estado capitalista para organizar a la sociedad en beneficio de la mayoría de la población. En mayo de 1968 el descontento de la juventud, que había iniciado por un “accidente” dos meses atrás, ahora se extendía a toda la sociedad francesa. El desarrollo de la lucha encontró una vía lógica hasta sofocar al Estado, cuando unos meses atrás, se presumía de un régimen muy fuerte en Francia, de una economía sólida y de gran control de la lucha social, sin embargo, el hartazgo acumulado tras diez años del régimen de De Gaulle, explotó con la movilización de los estudiantes en primer lugar, como el barómetro más sensible de la situación se la sociedad francesa. Rápidamente los trabajadores y estudiantes empezaron a asociar todos los males que aquejaban a la sociedad, con la raquítica mejora que implicó el boom para las condiciones de estudio y trabajo en comparación con los millonarios beneficios que obtuvo la burguesía. El boom había sido producto del sudor de los trabajadores y era hora de exigir la correspondencia a estos esfuerzos. La guerra, las luchas de los años 30, y el ataque imperialista a uno de los pueblos más pobres que luchaba por su libertad, eran indicadores de que el mundo andaba mal. Las cosas no funcionaban pese a los esfuerzos y sacrificios de millones de trabajadores, era urgente un cambio. Francia fue el eslabón por donde se expresaron las contradicciones del capitalismo internacional.
El régimen quedó paralizado y los trabajadores tomaron el control de la situación, las cosas debía seguir funcionando pero no en beneficio del gobierno y la patronal, sino de los trabajadores, la máxima expresión la vimos en la ciudad de Nantes, donde entre otras medidas los trabajadores bajaron los precios, repartieron la producción, organizaron guarderías y comedores comunitarios. Es decir, estaban reproduciendo el esquema de la sociedad socialista a pequeña escala, estaban tomando su destino en sus manos, y en tanto esto daba resultado la tendencia de la lucha que se desarrolla en todo el país tendía hacia allá instintivamente.
Pero el instinto no es suficiente, hay que hacerlo consiente, organizado y quitar todos los obstáculos del camino, no bastaba con un germen de Estado obrero, sino que era necesario destruir al Estado capitalista, desarmarlo. Este nuevo punto de inflexión, era la clave, esta era la gran prueba y la más complicada, y justo aquí el movimiento miro a su dirección política y no obtuvo las respuestas correctas, ¿Hacia dónde ir?, ¿Qué sigue ahora?, hasta aquí el movimiento insurreccional lleno de voluntad y heroísmo había avanzado contra todos los obstáculos, incluso pese a su propia dirección que se reveló como un ajeno a los intereses del movimiento, mezcla de ineptitud, miedo, cobardía y traición, nadie pudo dar respuesta. Los falsamente denominados “representantes” de la revolución rusa de octubre, es decir el Partido Comunista Francés, no tenían la mínima intensión de que el movimiento se desarrollará, los dirigentes sindicales apelaban a la “calma”, “la paz”, etc. El desconcierto y el agotamiento producto de la táctica de desgaste de la dirección de los sindicatos llevaron a una caída en el ánimo, la burguesía agazapada no titubeó en aprovechar este momento, hasta aquí todo parecía perdido para ella, pero los burócratas sindicales la salvaron a cambio de algunas concesiones. Cuando el movimiento podía haber tomado todo, sus dirigentes negociaban unas migajas. La tensión social no pudo mantenerse indefinidamente, el cansancio también llevó al viraje de la clase media en apoyo a “la paz”. El movimiento obrero francés tenía todo para derrocar al régimen burgués: fábricas bajo su control, el apoyo de la clase media, apoyo de la policía, una organización social socialista incipiente. Lo único que no tuvo fue una dirección consecuente.
Los movimientos que se presentaron en 1968 tuvieron eco internacional, no podía ser de otra manera, la solidaridad también fue internacional, los acontecimientos se desencadenaron inspirados unos en otros, en occidente contra el capitalismo, en oriente contra el estalinismo, en América y en general por una sociedad más justa.
La primavera de Praga, otro suceso de 1968 de gran relevancia, planteó la bancarrota del estalinismo y las aspiraciones de la clase obrera de realizar el auténtico socialismo. Afectados por los acontecimiento de 1956 en Polonia y Hungría los trabajadores y la juventud obrera, lanzaron lo que pudo ser una revolución política que diera fin al estalinismo en Checoslovaquia, pero fue la misma falta de una dirección revolucionaria realmente bolchevique lo que impidió llegar a las últimas consecuencias de aquella gran batalla. En contraste con occidente las lucha del Este fueron a causa de una debacle económica por la ineptitud de la burocracia del régimen para planificar la economía, esta situación llevó a exigir grandes sacrificios a la clase obrera checa, las demandas económicas rápidamente se convirtieron en el cuestionamiento del régimen, con consignas como "Lenin despierta, Breznev se ha vuelto loco o "Él nunca nos habría hecho esto". El pueblo checo se levantó por un régimen democrático que llevara a cabo el socialismo, por la presentación de partidos democráticos, la libertad de expresión.
En México, 1968 se vivió a través de un poderoso movimiento estudiantil-obrero que movilizó incluso a la clase media, a favor de derechos democráticos y mejores condiciones laborales. En todos los casos de movilizaciones en 1968 se hace relevante la unión obrero-juvenil para dar la lucha y es una de las claves de que hayan llegado tan lejos, la combinación de la efervescencia juvenil y la experiencia y disciplina obrera y su papel en la economía, son una bomba para la burguesía. Es importante mirar en retrospectiva, reconocer a esa magnífica lucha como nuestra, reivindicar las demandas de aquel momento pues siguen siendo vigentes, y prepararnos para enfrentar los siguientes acontecimientos para los que será fundamental contar con una organización juvenil permanente, combativa y con carácter proletario, y luchar desde ahora por la independencia y democratización de las organizaciones obreras de izquierda para que sean verdaderas herramientas de lucha por lograr un Frente Único de obreros y jóvenes, capaces de influir en el sector industrial para paralizar al Estado e impedir la represión, y ganar para la lucha a la policía y al ejercito que también son explotados, así como sucedió en Francia. Las lamentables pérdidas de vidas de jóvenes estudiantes que se despertaban a la lucha en México el 2 de octubre, fue la respuesta más cruel del régimen por miedo a perderlo todo, los únicos culpables son los capitalistas y sus defensores.
En Praga, Francia, México, Chile, EEUU, etcétera, los acontecimientos pudieron ir más allá. Era una lucha eminentemente política por la transformación de la sociedad, aun con el boom económico quedaba clara la bancarrota del capitalismo. No fue por falta de voluntad de la clase obrera que resistió los peores embates, sino por falta de una dirección consecuente. Las luchas en este año fueron una revolución, el régimen se tambaleó, se paralizó o incluso colapso temporalmente, los trabajadores y los jóvenes tomaron el destino de sus vidas en sus propias manos, pero el siguiente paso: la derrota contundente del capitalismo, no fue posible sin una dirección, sin táctica, sin la orientación, sin la claridad política, ni perspectivas, era responsabilidad de las direcciones políticas dotar de estos elementos al movimiento y pero fallaron en esta complicada, pero no imposible, tarea.
En esta época de imperialismo las relaciones internacionales son más fuertes que nunca, lo que afecta a un país repercute en el resto del mundo, los acontecimiento en 1968 por su magnitud no pudieron más que tener un efecto internacional, animando manifestaciones revolucionarias, y también provocando temor en los regímenes de por si inestables que respondieron con dictaduras en Panamá y Perú y se fortaleció la de Brasil. Es por ello que 1968 fue el año en que el mundo se convulsionó, fue un año de revolución y contrarrevolución, fue la expresión de la bancarrota del capitalismo, fue una maravillosa demostración de la fuerza de la clase trabajadora que no se dejó vencer, una clase trabajadora que decidió salir a la lucha con ímpetu revolucionario, una clase obrera que nos demostró lo que muchos se negaban a reconocer: el titánico poder profundamente transformador que contiene en sus entrañas la clase trabajadora y la juventud proletaria.
¡Por lo caídos ni un minuto de silencio, toda una vida de lucha!
El 19 de septiembre pasados se cumplieron 25 años del sismo de 1985 en el que aproximadamente murieron 10,000 personas en la Ciudad de México. El cinismo de la burguesía y su gobierno no puede ser mayor cuando hace tan sólo unos día, el pasado 17 de septiembre, parte de una estructura con daños que datan del 85 se colapso en la colonia San Rafael.
Antecedentes
Para los marxistas la historia no es producto de eventos casuales, sino un proceso en el que se acumulan y se expresan las contradicciones. El temblor del 19 de septiembre de 1985 fue sólo el accidente que proyectaría las contradicciones sociales del capitalismo en México. Es importante señalar que entonces México se encontraba padeciendo las secuelas de la crisis económica de 1982 y sus efectos en la capacidad adquisitiva producto de la inflación en los precios. Es a su vez entre 1970 y 1990 cuando la concentración demográfica da un salto importante en el DF para pasar de 6.9 a 8.2 puntos.
Generalmente los intelectuales a sueldo de la burguesía han presentado el sismo del 85 y sus consecuencias, como un accidente del cual nadie tiene la culpa. Pero esto es totalmente falos. Anterior a los sismo de septiembre del 85 diversas organizaciones de vecinos se habían movilizado para exigir a las empresas inmobiliarias y al gobierno federa solución a los problemas de vivienda. Un ejemplo importante de ello fue el de los vecinos de la Unidad Habitacional Tlatelolco, quienes pedían la reconstrucción de algunos de los edificios y el adecuado mantenimiento de los estos. Dichas demandas databan desde 1975 ¡diez años antes del sismo! pues la Administración Inmobiliaria S.A. (AISA) había incrementado los gastos de administración sin el adecuado cuidado en el mantenimiento de los edificios.
¿Quién paga los platos rotos?
Mientras hoy vemos el descaro de la burguesía que llora las lagrimas de cocodrilo por los acontecimientos de hace 25 años, poco se dice sobre los verdaderos derroteros de estos acontecimientos. Bajo el capitalismo somos, y seremos, los trabajadores quienes paguemos los platos rotos de un banquete al cual ni siquiera hemos sido invitados. Igual que ahora que la burguesía pretende que seamos los trabajadores quienes paguemos la crisis económica, en 1985 las familias trabajadoras fueron obligadas a pagar de manera trágica la indiferencia y la incapacidad del capitalismo para dotar de vivienda digan y en condiciones estructurales optimas a miles y miles de mexicanos.
En el censo de 1980 se registraron en el DF un millón 747. 107 viviendas de las cuales el 10% quedaron registradas con más de 9 habitantes por cada uno. Sin duda estas viviendas eran habitadas por las clases con menos ingresos económicos de la ciudad. Si tomamos en cuenta que, como señala Guillermo Boils del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, que las viviendas más afectadas fueron las de los sectores medios y bajos , fue dentro de la clase trabajadora donde se dio el mayor número de pérdidas humanas, que sin duda fueron responsabilidad del gobierno federal al ignorar las demandas de mejora de vivienda que muchos de los colonos ya habían señalado anticipadamente.
Se estima que entre 20 mil y 50 mil fueron las viviendas caídas o que sufrieron un daño en su estructura tal que tenían que se derribadas. De estas por lo menos 117 siguen en pie . Entonces la solución del gobierno federal encabezado por Miguel de la Madrid fue la de otorgamiento de créditos para solventar el déficit de vivienda que aumentó con el sismo, pues ya para 1984 el déficit era de 800 mil . Pero el otorgamiento de los créditos de vivienda no fue para favorecer a los sectores más desprotegidos, que aun hoy a 25 años del temblor no encuentran un lugar adecuado para vivir.
Como bien señala Boils “Sismo o no, todo indica que la política económica del actual régimen no habrá de variar, con lo que, en términos reales, la disponibilidad de recursos para atender los requerimientos de la población mayoritaria del país se verá más reducida”. En otras palabras, el sismo del 85 fue un elemento casual para el gobierno de la burguesía que encabezaba De la Madrid, y que en nada modificó su actitud frente a las contradicciones sociales.
La clase obrera pone el ejemplo
El temblor del 19 de septiembre se desarrollo alrededor de las 7:20 am. Su duración de aproximadamente dos minutos fue suficiente para que los servicios públicos de la ciudad colapsaran. Con el colapso de los servicios y en medio de la tragedia se evidencio a su vez la incapacidad del gobierno federal y local, entonces del Departamento del Distrito Federal, para reaccionar contra el siniestro. Los intelectuales a sueldo de la burguesía han intentado taparle el ojo al macho, diciendo que los sismos del 85 mostraron a la sociedad civil organizada. Lo que pretenden ocultar realmente es la capacidad de organización de la clase obrera que es capaz, incluso en casos de siniestro, de sobreponerse a la situación y de sobrepasar a la burguesía y sus gobiernos. La burguesía le teme a la organización de la clase obrera, de ahí sus intentos por minar el desarrollo de la organización clasista de los trabajadores y minimizar la capacidad organizativa de la clase trabajadora misma que en 1985 demostró con creces su superioridad sobre el Estado burgués para afrontar catástrofes tan demoledoras como lo fueron los sismos de hace 25 años. Sin esta clase de participación de la clase trabajadora la tragedia del 19 de septiembre de 1985 habría sido por mucho mayor.
Uno de los ejemplos más significativos de la capacidad de organización lo dieron las compañeras costureras. Este es sin duda uno de los ejemplos de la tenacidad y lucha de la clase trabajadora para sobreponerse a las condiciones. Hay que señalar que las condiciones laborales en las que se encontraban eran de por sí bastante deplorables, lo cual se agudiza con el sismo pues algunas de estas compañeras, ante esta situación y los intentos de la patronal por reducir pérdidas materiales a costa incluso de la propia vida de algunas obreras atrapadas entre las ruinas de los talleres de costura, se organiza en el Sindicato de Costureras “19 de septiembre”.
Son los sindicatos quienes salen a las calles a dar la cara en los días posteriores al sismo para solidarizarse con sus hermanos de clase. Entre ellos el STUNAM, la CNTE, y el FNCR. Actualmente en el ambiente anti laborista que ha creado el espurio de Calderón y de linchamiento contra los sindicatos, los trabajadores tenemos que rescatar este tipo de ejemplos y sacar lecciones de las batallas que las generaciones pasadas han dado entre ellas la de salvamento contra la incapacidad de la burguesía por ofrecer nada incluso en la desgracia.
A 25 años la única alternativa es el socialismo
Hoy se celebran 25 años de un sismo que cimbro las bases de la sociedad mexicana. Desde hace mucho tiempo que el capitalismo ha dejado de ser una alternativa para la humanidad. Eventos naturales como sismos, huracanes, etcétera demuestran que la sociedad capitalista se ha vuelto un cuerpo obsoleto que los trabajadores cargamos sin ninguna necesidad. Lo anterior quedó demostrado tras los sismos de septiembre de 1985, pero también ha quedado de manifiesto por la tragedia provocada por el huracán Katrina, el cual devastó a la ciudad de Nuevo Orleans, EEUU, en agosto del 2005 o como está sucediente en estos mismo momentos en buena parte del estado de Veracruz a consecuencia del impacto del huracán Karl, el cual dejó a su paso mas de una decena de muertos y a cientos de miles de familias que perdieron todo.
La mejor forma de rendir tributo a nuestros hermanos muertos entre escombros en el 85 es la lucha por la transformación de la sociedad. Por una economía planificada que permita el desarrollo de nuevas tecnologías contra las catástrofes naturales, por viviendas adecuadas y dignas para todos, una economía planificada que no se guíe bajo la acumulación de riqueza sino por la satisfacción de las necesidades sociales. Una economía socialista.
Compañero trabajador, desde Militante te invitamos a que te organices en torno a nuestra alternativa para que nuevos 85 no se vuelvan a repetir.
¡A 25 años de los sismos, la lucha socialista es la única salida!
¡La crisis del sistema no tiene solución, la única salida es la revolución!
León Trotsky es sin duda uno de los más grandes revolucionarios del siglo XX. Participó en la primera revolución rusa en 1905, dirigiendo el primer Soviet de Diputados Obreros de San Petersburgo y desarrollando la teoría de la revolución permanente, una de las contribuciones más brillantes del pensamiento marxista.
Trotsky junto con Lenin dirigieron la revolución Rusa de 1917, proceso en el que por primera vez las masas obreras tomaron su destino en sus propias manos y emprendieron la tarea de transformar la sociedad y construir el socialismo. Tras la muerte de Lenin, la revolución proletaria es traicionada por una camarilla burocrática encabezada por Stalin.
León Trotsky, fiel a sus principios marxistas, dio una batalla a muerte, literalmente, por la la defensa de la revolución socialista y el internacionalismo proletario. Formó la Oposición de Izquierda con la intención de aglutinar a las fuerzas del autentico marxismo, continuó dando la batalla ideológica en contra del estalinismo y en defensa del programa marxista. Nunca claudicó y murió con una fe inquebrantable en el futuro socialista.
Por todo eso y a 70 años de su cobarde asesinato (el 20 de agosto de 1940) en México, el Comité Estudiantil en Defensa de la Educación Pública (CEDEP) y la Tendencia Marxista Militante (sección mexicana de la Corriente Marxista Revolucionaria), invitan a la:
Presentación del Libro: “MI VIDA” de León Trotsky
(Coeditado por la Fundación Federico Engels y la Casa Museo León Trotsky).
Jueves 9 de Septiembre, 12:00 hrs.
Auditorio de Posgrado de la Fac. de Derecho y Cs. Sociales en Ciudad Universitaria de la BUAP.
En los últimos años hemos sido testigos de un aumento considerable de la delincuencia, tan sólo por citar un ejemplo el robo a transporte de carga ha aumentado en el primer semestre del año cerca del 30%, del cual aproximadamente de la mitad (47%) han ocurrido en la zona metropolitana del DF y Estado de México según datos de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada e Industria Satelital (AMESIS).
La crisis social por la que atraviesa el país es sólo una expresión de la crisis orgánica de un sistema que es incapaz de ofrecer una alternativa a la sociedad: el capitalismo. Y es que la crisis por la que atraviesa la sociedad mexicana no es solo producto de la delincuencia como pretende señalar el gobierno espurio de Calderón, pues dicho fenómeno sólo una consecuencia de la acumulación de las contradicciones del capitalismo y la burguesía; bajos salarios, desempleo, ínfimo acceso a la educación, pobreza, etcétera es lo que la burguesía y Calderón nos ofrecen a los trabajadores.
Los intentos de linchamiento que hemos visto en los últimos días no son sino el reflejo del hartazgo de los trabajadores y demás sectores oprimidos que se expresan contra la incapacidad del gobierno para garantizar la seguridad de nuestras condiciones de vida, ya bastante deplorables. Aunque los medios masivos de comunicación, la mayoría propiedad de la gran burguesía mexicana, han intentado orientar el debate en torno únicamente al distrito federal, casos como el de Ecatepec, Estado de México, del 18 de mayo o bien el más reciente en las cercanías de Toluca, demuestran que el hartazgo también se está expresando también en el estado de “la gaviota”.
Pero hay que decir en primer lugar que la delincuencia es en su mayoría producto de la falta de oportunidades. No es una casualidad el aumento de la participación de jóvenes en actos delictivos dada la falta de oportunidades de educación, empleo y libre esparcimiento. Aunque en este mismo rubro hay que decir que paras la burguesía los jóvenes son delincuentes por naturaleza y no porque ello así sea sino por que reconocen en la juventud a un sector sensible de la sociedad y que puede transformarse en la chispa que encienda la llama de la revolución.
La alerta roja que se ha encendido dentro de la intelectualidad burguesa en torno a los ninis (jóvenes que ni estudian ni trabajan), quienes representan el 30% de los jóvenes entre 15 y 29 años de edad, es sólo un reflejo del miedo que le tienen a la juventud. El ejemplo más claro de ello ha sido el actual rector de la UNAM, José Narro Robles, quien ha insistido en torno a la problemática de la educación y las oportunidades para la juventud. Para él, esto “una vergüenza” que 7.5 millones de jóvenes se encuentren sin educación y sin empleo, como realmente deberían ser llamados sinsin, cuando durante las últimas dos décadas ha sido uno de los principales impulsores de la elitización de la máxima casa de estudios que se reflejó en medidas como el recorte a dos de los cuatro turnos del Colegio de Ciencias y Humanidades en 1996.
Es necesario insistir que la delincuencia es fundamentalmente producto de la falta de empleo que permita llevar a los hogares de los trabajadores en pan de cada día. La crisis económica por la que atraviesa el mundo es uno más de los factores que se agregan a las variables que han influido en la delincuencia. Y no es una casualidad pues este fenómeno es una expresión de la podredumbre social. Esta crisis es pues también uno de los acicates de la delincuencia por la que atraviesa el país. Según datos del INEGI el desempleo durante el segundo trimestre se ha aumentado 1% con respecto al mismo trimestre en 2009, situándose en 5.3% de la PEA para el periodo comprendido entre abril-junio del 2010. Claro estas cifras están completamente amañadas pues según la misma institución el desempleo en las grandes urbes es mayor (6.4%) que el de las zonas menos urbanizadas (5%). Y esto empeora si se analiza detalladamente los datos pues la tasa de desocupación por estados (Coahuila con 8.1%; Distrito Federal 7.4%; Querétaro 7.2%; Tabasco 7.0 %, Chihuahua y Tamaulipas 6.9%, Nuevo León 6.8%; Aguascalientes y el Estado de México 6.5%, Sonora y Tlaxcala 6.3%) dan muestra de que son justamente los éstos donde se encuentran las principales ciudades y centros industriales del país. Pero la farsa del pleno empleo aun no termina pues 12.8 millones de la PEA se encuentra en el sector informal, que representa 28.8% de ésta ¡Una tercera parte! Significa que el ingreso de ésta población no es regular sino fluctuante. Tan solo estos datos ya demuestran que el problema del desempleo y subempleo es bastante serio, con lo que el problema de la delincuencia no sólo se mantendrá sino incluso puede empeorar.
Otro factor importante que se agrega a los ya mencionados es la guerra perdida que Calderón encabeza contra el narcotráfico. El espurio pretendía usar la guerra contra el narcotráfico como un medio de legitimar su gobierno ante el fraude electoral del 2006, y como aprendiz de brujo que invoca fuerzas mucho mayores a las de su fuerza, éstas se han apoderado de la situación. El evidente fracaso de su guerra contra el narcotráfico no sólo envalentona a esta capa de zánganos, que como el defienden los intereses de sus ganancias, sino incluso puede animar a algunos sectores que, producto de las presiones para llevar algo de comer a casa, vean en la delincuencia una falsa alternativa al desempleo.
Son en general estos los factores que han animado el aumento de la delincuencia. Pero los trabajadores y jóvenes debemos ver en este problema, una cuestión de clase y no dejarnos guiar por los juicios y llamados histéricos de la burguesía y sus medios sobre este problema. A los trabajadores y jóvenes proletarios es difícil que nos secuestren pidiendo millones de pesos por nuestras vidas. Los medios masivos han explotado esta situación delicada para mediante llamados histéricos y poco claros, llaman a la sociedad a protestar contra la delincuencia; hay que recordar el caso Martí hace unos meses que incluso ha sido olvidado por los medios sin aparentemente razón alguna. La burguesía entiende la lucha contra la delincuencia sólo como la lucha contra quienes se atreven a despojarles de sus inmensos bienes. Para nosotros los trabajadores la delincuencia es más que el que nos despojen algún bien, pues atenta directamente contra nuestras condiciones de vida que son ya bastante deplorables.
Pero los explotados también sufrimos de la delincuencia de la burguesía, que para ellos es completamente legal cuando no nos pagan nuestros salarios completos, cuando no pagan derechos como la seguridad social, cuando no pagan liquidaciones si somos despedidos, cuando desaparecen nuestra empresa por serle incomoda a los intereses de su gobierno: es decir cuando mutilan y mancillan nuestros derechos laborales.
La mejor forma de resguardar nuestra integridad como la de nuestras condiciones de vida es mediante la organización, y en especial mediante la organización de comités barriales o coloniales y comités de fábrica que permitan una articulación de todos nosotros contra aquellos que pretendan atentar contra nuestra clase. La formación de cuadrillas de seguridad que estén subordinadas a estos comités puede ser alguna de las medidas que tomemos los jóvenes y trabajadores para resguardar nuestros bienes, es decir nuestras condiciones de vida. Pero como hemos explicado más arriba, la lucha contra la delincuencia pasa por aniquilar la base material que le permite desarrollarse: la decadencia del capitalismo. Nuestra lucha debe pasar de la defensiva a la ofensiva. Es decir tenemos sí que organizarnos contra los delincuentes que azoten nuestras colonias, pero a la par tenemos que dar una batalla por transformar nuestras condiciones laborales.
Los trabajadores tenemos que luchar por la reducción de la jornada laboral sin disminución de salario, que permitirá sectores en desempleo o subempleo se integren al trabajo con lo que degollaríamos el aumento de la delincuencia. Tan sólo este elemento garantizaría disminuir el capital humano de la delincuencia, que se traduciría en un paso adelante. Pero además de ello tendríamos que exigir la escala móvil de salario con respecto al aumento de la canasta básica, pues el sólo empleo no garantiza que las condiciones laborales mejoren. Ello significaría no sólo menor explotación hacia nosotros sino incluso permitiría mejorar nuestras condiciones de vida, pues la burguesía pretende cargar a nuestras espaldas la crisis que ellos han provocado que indudablemente significa malas condiciones de vida.
Los trabajadores tenemos que huir de la lumpenización, es decir de la degradación humana de nuestra clase. Claro que estas medidas pueden realizarse en unas fábricas con mayor o menor facilidad, pero ello en nada significa que por implementar estas medidas en nuestra fábrica ya todo está solucionado. Por el contrario la delincuencia al ser un problema de clase, tiene que ser solucionado por el conjunto de nuestra clase; para ello será importante llevar este tipo de propuestas a más compañeros trabajadores con lo que estas medidas se generalicen en el país. Ello hace necesario que pensemos en mecanismos mediante los cuales podamos articularlas por ejemplo entre distintos centros de trabajo mediantes comités regionales o de zona para una mayor garantía de erradicar la delincuencia de nuestros barrios y centros de trabajo.
Evidentemente la burguesía pondrá el grito en el cielo ante estas medidas contra la delincuencia, ante eso los trabajadores tenemos que tomar la fábrica y ponerla a funcionar bajo nuestro control, expropiando a la burguesía. Nosotros sabemos qué papel debemos de jugar en el proceso productivo, sabemos cómo manejar la maquinaria y hasta en qué podemos mejorar la producción en nuestros centros de trabajo. No necesitamos de los patrones que nos digan que hacer o como hacerlo, por el contrario ellos sí nos necesitan para echar a andar las fábricas. Somos los trabajadores quienes tenemos el poder de la sociedad en nuestras manos, somos quienes tenemos que luchar decididamente contra la delincuencia luchando por la mejora de nuestras condiciones de vida junto con la de nuestros hermanos de clase. La lucha por el socialismo es la verdadera y única lucha seria contra la delincuencia.